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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

El Ministerio de Sanidad acaba de hacer públicos los resultados provisionales de
su estudio de seroprevalencia, en el que han participado 46.000 españoles, para
determinar cuál es el porcentaje de la población española que ha sido
contagiada por el coronavirus. Este estudio era fundamental para poder
hacernos una idea aproximada de cuál es la radiografía epidemiológica de la
enfermedad ahora mismo en España. Si un alto número de españoles ya hubiesen
sido contagiados por el virus, esto tendría dos implicaciones fundamentales.
La primera es que estaríamos muy cerca de la llamada inmunidad de grupo, es decir,
la mayor parte de los españoles ya habrían desarrollado inmunidad y, por
tanto, sería más difícil que, a partir de ahora, el coronavirus se estallara en
olas de contagio tan masivas como las que presenciamos durante los meses de
febrero y de marzo y, por tanto, podríamos empezar a reabrir la economía
sin miedo a contagios masivos y generalizados de nuevo y sin miedo a
colapsos hospitalarios, porque, como digo, la inmensa mayoría de la población ya
estaría inmunizada y ni siquiera necesitaríamos esperar demasiado hasta
que llegue la vacuna, porque nosotros mismos habríamos desarrollado los
anticuerpos para blindarnos frente a este virus, frente a la propagación del
virus. Y en segundo lugar, si la cifra de contagiados hubiese sido muy alta, también
serían buenas noticias en términos de tasa de letalidad.
No es lo mismo que en España haya más de 27.000 contagiados por coronavirus, porque
han pasado la enfermedad millones de personas, que si hay más de 27.000
fallecidos, cuando apenas solo unas decenas de miles han pasado por la
enfermedad. En el primer caso, la tasa de letalidad sería muy baja, en el segundo
caso, la tasa de letalidad sería peligrosamente alta. Pues bien, ¿qué nos
dicen los resultados? Pues los resultados provisionales, en todo caso, y que también
tienen que ser tomados con cautelas, pero los resultados son muy negativos.
Sólo el 5% de la población española habría pasado el coronavirus, habría
sido infectado por el coronavirus. Esto, como digo, tiene dos implicaciones
fundamentales que ya hemos mencionado antes y que son bastante negativas. La
primera es que estamos muy lejos de la inmunidad de grupo, sólo el 5% de la
población española la ha desarrollado y se considera que para alcanzar la
inmunidad de grupo deberíamos estar en cifras, en porcentajes, 10 veces
superiores entre el 50% y el 60%. O dicho de otra manera, reabrir la
economía sin las imprescindibles medidas de precaución puede volver a
desatar olas de contagios masivos que nos lleven a situaciones similares a las
de marzo y a las de abril. No estamos en general inmunizados contra el
coronavirus, al menos no hemos desarrollado anticuerpos para combatir el
coronavirus. Otra cuestión es si el virus se ha ido debilitando a medida que se ha
ido propagando, pero desde luego los españoles, en su inmensa mayoría, no
han desarrollado barreras, protecciones, anticuerpos contra el coronavirus. Y la
segunda implicación, desde luego terrible, es que la tasa de letalidad es más
alta de lo que muchos consideraban. Si tenemos 27.100 muertos oficiales, porque
en realidad no estamos contabilizando en esta cifra los muertos en residencias,
sólo estamos hablando de 27.100 muertos hospitalarios y estamos diciendo que
aproximadamente 2,5 millones de españoles han pasado por la enfermedad,
la tasa de letalidad supera el 1%. En la Comunidad de Madrid, de hecho, si
incorporamos las cifras de muertos en residencias, que son cifras que sí
tenemos para la Comunidad de Madrid, la conclusión que alcanzamos es todavía más
terrible. En Madrid han pasado la enfermedad según este estudio, cuyos
resultados son provisionales, insistimos aproximadamente el 11% de la
población, es decir, unos 750.000 madrileños y los fallecidos por coronavirus,
tanto hospitalarios como en residencias, rondan los 15.000, es decir, que estamos
diciendo que la tasa de letalidad en la Comunidad de Madrid ronda el 2%, no el 1,
sino el 2%. Una tasa de letalidad del 2% no sólo es una
tasa de letalidad mucho más alta que la que tiene la gripe común, por si
todavía quedara algún solo gripista entre nosotros, sino que además es una
tasa de letalidad que hace prácticamente inasumible buscar la
inmunidad de grupo. ¿Por qué razón? Pues porque si aproximadamente el 2% de
los contagiados termina falleciendo como consecuencia del coronavirus y
necesitamos alcanzar unos contagios de entre el 50 y el 60% de la
población, lo que estamos en última instancia diciendo es que para alcanzar
la inmunidad de grupo en España, necesitaríamos que muriera aproximadamente
el 1% de la población española, es decir, alrededor de medio millón de
personas. Si los datos que hemos conocido son correctos, si necesitamos entre el
50 y el 60% de contagiados para alcanzar la inmunidad de grupo y si la tasa de
letalidad es el 2%, como digo el coste de la inmunidad de grupo sería el 1% de la
población española, alrededor de medio millón de fallecidos. El panorama, por
tanto, es desolador sin una vacuna a la vista y sin la inmunidad de grupo a la
vuelta de la esquina, sólo nos queda tratar de regresar a la normalidad
extremando las medidas de precaución, es decir, manteniendo ya sea por orden
gubernamental o por responsabilidad individual, manteniendo el distanciamiento
social, además con barreras entre las personas, por ejemplo mascarillas, para
minimizar los contagios, no fomentar los contagios, sino minimizarlos para a su vez
minimizar las muertes que provocan esos contagios. Y por desgracia claro, si
mantenemos el distanciamiento social, aún sin orden, sin mandato gubernamental,
habrá una parte fundamental de la economía española, todo el sector
turístico, todo el sector de la restauración, que no va a levantar cabeza.
Si la gente se sigue autoconfinando voluntariamente, aunque sea sin estado de
alarma, aunque sea sin mandato gubernamental, si la gente minimiza sus
salidas de casa por miedo a contagiarse y por miedo a contagiar a otras personas,
todas aquellas actividades económicas que implican un cierto consumo social,
por ejemplo bares y restaurantes, aunque se les permita abrir, van a estar vacíos
y por tanto van a terminar descapitalizándose, aunque, insisto, pasemos a la
fase 1, a la fase 2 y a la fase 3 y se les permita abrir. El problema ya no será
que se les permita abrir, el problema será que no tendrán clientela, porque no
estamos inmunizados y porque la tasa de letalidad es muy elevada.
Como digo, el panorama a raíz de estos resultados es bastante desolador, pero por
concluir con dos notas de moderado optimismo o al menos de cierta cautela a
la hora de interpretar los resultados, pues digamos o recordemos lo siguiente.
Primero, cuando hemos dicho que la tasa de letalidad es del 2%, esa es una tasa
de letalidad con colapso hospitalario, con colapso del sistema sanitario, que es la
situación que se dio en Madrid en marzo y en abril. Por consiguiente, quizás si
sea posible avanzar hacia la inmunidad de grupo sin un coste en vidas humanas
desproporcionado, si conseguimos espaciar los contagios lo suficiente como para
no colapsar el sistema hospitalario, iremos avanzando hacia la inmunidad de
grupo minimizando la tasa de letalidad. No se trata por tanto de alcanzar la
inmunidad de grupo a muy corto plazo desbordando la capacidad del sistema
hospitalario, sino ir espaciando en el tiempo los contagios para que el
sistema hospitalario no colapse. Aun así, tengamos en cuenta que dada la
reducida capacidad que tiene el sistema hospitalario y aunque incrementemos esa
capacidad seguirá siendo reducida podríamos tardar mucho tiempo, varios
años, hasta alcanzar la inmunidad de grupo si es que vamos poco a poco para no
desbordar el sistema sanitario. La segunda nota que aporta algo de optimismo es que
no queda claro, no lo sabemos todavía, si las personas asintomáticas han
desarrollado anticuerpos. En este caso, aunque estaríamos lejos de la
inmunidad de grupo porque evidentemente si una persona ha pasado el virus pero no
ha generado anticuerpos es susceptible de volver a infectarse, no obstante la
tasa de letalidad sería mucho más baja de la que se desprendería dividiendo el
número de fallecidos por el número de contagiados que parece que ha habido en
España y por tanto el virus sería menos agresivo de lo que, como digo, indican
estas cifras. Sin embargo, estas cautelas no dejan de ser matices a un
resultado que globalmente creo que es muy negativo y que no abre un panorama
nada esperanzador, ya no sólo para la economía que evidentemente lo que
pronostican estas cifras es que la economía va a tardar mucho en
normalizarse al margen de lo que suceda con el estado de alarma sino también
claro para la sociedad porque la sociedad no va a poder volver a la
normalidad previa a la crisis sanitaria en mucho tiempo. Si nos olvidamos, si nos
desentendemos de la alta tasa de letalidad que arrojan estos resultados y
por tanto actuamos como si no pasara nada viviremos una tragedia humanitaria
durante muchos meses que harán que la sociedad desde luego no esté en modo
normal y si no nos olvidamos de esa alta tasa de letalidad y en consecuencia
extremamos las precauciones y el distanciamiento social, viviremos en una
sociedad muy distinta a la que conocíamos hasta ahora. Ya digo, incluso al
margen de las medidas gubernamentales, viviremos en una sociedad donde la gente
minimizará los contactos entre sí, unos resultados bastante deplorables, bastante
tristes que sin embargo están en línea con los resultados que se han obtenido en
otros países, en otras regiones como por ejemplo en el estado de Nueva York. La
economía va a tardar en recuperarse y la sociedad también va a tardar en
recuperarse.