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¿Cuánto dinero tienen, en promedio, las familias españolas en forma de cuenta corriente?
¿Disponen de más dinero en forma de cuenta corriente las familias pobres o las familias
ricas? ¿Y están rentabilizando tanto como sería posible esa parte tan importante de
su patrimonio financiero? Veámoslo.
El dinero y otros activos asimilables al dinero, como pueda ser una cuenta corriente,
son activos financieros que proporcionan un bajo rendimiento explícito a cambio de que
nos proporcionen otros servicios en forma de liquidez. Decía John Maynard Keynes que existen
tres razones por las cuales los individuos, los agentes económicos, pueden desear tener
dinero atesorado. La primera razón es la llamada demanda de dinero, atesoramiento de dinero con
motivo de transacción. Tenemos dinero en nuestra cartera o en nuestra cuenta corriente bancaria
porque deseamos efectuar pagos futuros que ya tenemos previstos, que ya tenemos programados,
con certidumbre y con seguridad. En segundo lugar, también existe la demanda de dinero con
motivo de precaución. Mantenemos dinero en nuestro saldo de tesorería por lo que pueda pasar,
por lo que pueda suceder, para hacer frente a pagos imprevistos con certidumbre y seguridad.
Y por último, también existe la demanda de dinero con motivo de especulación. Es decir,
atesoramos dinero, mantenemos dinero en nuestro saldo de tesorería porque consideramos que el dinero
se va a revalorizar frente a otros bienes o activos y, por tanto, adoptamos una posición especulativa en
dinero. Como creemos que ese activo va a ganar valor, invertimos en él. Con lo cual, démonos cuenta de que
sólo en este último supuesto, en la demanda de dinero con motivo de especulación, invertir en dinero
puede llegar a ser rentable en términos monetarios. Si tenemos dinero y la bolsa cae, por ejemplo, un 50%,
podemos recomprar esas acciones que se han desplomado con el dinero que tenemos almacenado y,
si luego esas acciones se revalorizan, podremos imputar gran parte de esa rentabilidad extraordinaria
al hecho de haber tenido dinero almacenado con motivo de especulación. Sin embargo, cuando atesoramos
dinero o cuando mantenemos dinero en nuestra cuenta corriente con el motivo de transacción o de
precaución, realmente ahí estamos renunciando a rentabilidad monetaria, intereses o plusvalías que
podríamos alcanzar si invirtiéramos ese dinero en otros activos. Estamos renunciando a rentabilidad
monetaria a cambio de disfrutar del servicio de liquidez que nos proporciona ese dinero, es decir,
la capacidad de hacer frente a pagos previstos e imprevistos con certidumbre y seguridad. Y eso
significa que si tenemos mucho dinero almacenado en nuestra cuenta corriente, salvo que lo tengamos
porque estemos pronosticando que otros bienes o activos que deseamos adquirir se van a abaratar
mucho de precio en el futuro, salvo en ese supuesto, si tenemos mucho dinero almacenado en nuestra cuenta
corriente, estamos soportando un elevado coste de oportunidad, la rentabilidad monetaria sobre esos
saldos de tesorería a la que estamos renunciando. Pues bien, una vez efectuada esta aclaración,
planteémonos lo siguiente. ¿Cuánto dinero tienen almacenado en sus cuentas corrientes las familias
españolas? Hace unos días, el Banco de España publicó la encuesta financiera de las familias
correspondiente al año 2022. Y según esta encuesta financiera de las familias, los hogares
españoles tienen en promedio 27.450 euros en cuenta corriente. Se trata de la cifra nominalmente más
elevada de toda la serie histórica que comienza en el año 2002. Y acaso más relevante todavía,
esta cifra, los 27.450 euros que en promedio las familias españolas mantienen en sus cuentas
corrientes, también es la cifra relativamente más elevada de toda la serie histórica con respecto al
conjunto de activos financieros que poseen esas familias españolas. Como vemos, en el año 2022,
el 38,1% de todos los activos financieros de las familias españolas estaban colocados en cuentas
corrientes. Más del doble del porcentaje mantenido en los años 2011 o 2014. Y, por supuesto, si desagregamos
este dato promedio, cada familia posee en España una media de 27.450 euros en cuentas corrientes,
comprobaremos que las familias más pobres tienen una menor cantidad absoluta de dinero en cuenta
corriente y las familias más ricas una mayor cantidad de dinero absoluta en cuenta corriente.
Por ejemplo, el 25% de familias más pobres de España tiene en cuenta corriente una media de
3.290 euros. El siguiente 25% de familias españolas tiene, en promedio, 10.860 euros en su cuenta corriente.
El siguiente 25% tiene 25.650 euros en cuenta corriente. El siguiente 15% de familias españolas
es decir, las familias españolas que se ubican entre los percentiles 75 y 90 de riqueza neta,
poseen una media de 48.400 euros en cuenta corriente. Y, finalmente, el 10% más rico de familias españolas
tiene en cuenta corriente una media de 102.260 euros. Ahora bien, que el saldo en cuenta corriente de las
familias españolas sea creciente en términos absolutos con el nivel de riqueza neta no significa
que en términos relativos también lo sea. O dicho de otra manera, el porcentaje de su riqueza financiera
total que las familias más ricas tienen inmovilizado en cuentas corrientes es mayor o es menor que en el
caso de las familias más pobres. Pues aquí la respuesta es más bien la inversa. Cuanto más pobre
es una familia, mayor porcentaje de sus activos financieros totales está invertido en cuentas
corrientes. Concretamente, el 66% de los activos financieros del 25% de las familias españolas más
pobres está invertido en cuentas corrientes. A su vez, el siguiente 50% de familias españolas tiene el
60% de sus activos financieros invertido en cuentas corrientes. El siguiente 15%, percentiles 75 a 90,
posee el 47% de sus activos financieros en cuentas corrientes. Y, por último, el 10% más rico de las
familias españolas únicamente tiene el 25% de sus activos financieros en cuentas corrientes. ¿Y esto qué
relevancia tiene? Pues que, como ya hemos explicado, el dinero y los activos equivalentes al dinero son
activos financieros de muy bajo rendimiento. Estar invertido en dinero, salvo que lo hagas con una acertada
perspectiva especulativa. Es muy costoso, porque estás perdiendo la rentabilidad monetaria que
alternativamente podrías conseguir invirtiendo en otros activos financieros de carácter no dinerario.
Y claro, si cuanto más pobre es una familia, mayor porcentaje de sus inversiones financieras están
inmovilizadas en estos activos de tan bajo rendimiento, dinero o cuentas corrientes, esas familias
pobres tendrán una menor capacidad para rentabilizar sus inversiones financieras que las familias ricas
que han invertido en otros activos más rentables. Y esto, tengámoslo presente, es además especialmente
cierto y doloroso para el caso de la economía española. Como ya hemos explicado en muchos otros
vídeos, la rentabilidad que los bancos españoles ofrecen sobre los depósitos de sus clientes es
una rentabilidad que se encuentra apreciablemente por debajo de la media europea. Las razones que
explican este fenómeno son muy diversas. Desde la baja competencia interbancaria dentro del mercado
español, a la falta de sofisticación financiera de muchas familias españolas que directamente aparca
su ahorro en la cuenta corriente del banco sin explorar otras alternativas, pasando desde luego
por el impuesto que el gobierno PSOE sumar impuso sobre los bancos. Pero la realidad es esa, que los
intereses que abonan los bancos españoles sobre sus depósitos son, en términos promedio, bastante más
bajos que los del resto de Europa. Por ejemplo, el tipo de interés promedio que ofrecen los bancos
españoles sobre sus depósitos a la vista es del 0,19%. Es un tipo de interés muy bajo, porque en los
depósitos a la vista el tipo de interés suele ser muy bajo, pero aún así es menos de la mitad del tipo
de interés que se pagan por los depósitos a la vista en el conjunto de la eurozona, 0,39%. Y si nos
vamos a los depósitos con plazo de un año, el tipo de interés promedio que ofrecen los bancos
españoles es del 2,43% y el de los bancos de la eurozona es, en promedio, el 3,19%. Y en algunos
países de la eurozona tan relevantes como Francia o Italia, estos tipos de interés promedio son del 3,70%.
1% o del 3,78%. Es decir, que no sólo se trata de que las familias españolas más pobres tengan un
mayor porcentaje de sus activos financieros en activos de bajo rendimiento, como son las cuentas
corrientes, sino que además, si esas familias españolas más pobres tienen cuentas corrientes
en bancos españoles y las familias españolas más ricas se han preocupado por mantener sus cuentas
corrientes o parte de sus cuentas corrientes en otros bancos europeos, el diferencial de
rentabilidad sobre sus activos financieros que estarán obteniendo unas y otras será todavía
mayor. Por ejemplo, si acudimos al comparador de depósitos de la plataforma que apadrina este
vídeo, Rising, comprobaremos que ahora mismo existen cuentas flexibles en otros bancos europeos,
el equivalente a depósitos a la vista, que están ofertando rentabilidades, intereses mucho más altos
que ese exiguo 0,19% que, como hemos visto, paga en promedio la banca española por sus depósitos a la
vista. Por ejemplo, ahora mismo los bancos suecos Nordax Bank, Collector y Klarna están ofreciendo,
por sus cuentas flexibles en euros, disponibles en cualquier momento, reembolsables inmediatamente,
un tipo de interés del 3,3%. El banco francés Distingo, a su vez, está ofreciendo un tipo de
interés del 3,2% sobre sus cuentas flexibles y el banco belga CKV un tipo de interés del 3,04%.
Todos estos depósitos bancarios, precisamente por ser depósitos bancarios, están además cubiertos por
el Fondo de Garantía de Depósitos de sus respectivos países, Suecia, Francia o Bélgica.
Puedes obtener más información sobre estos productos financieros a través de la página de Rising. O
también, si así lo deseas, puedes contratar estos depósitos bancarios a través de la página de Rising,
que ahora mismo, por cierto, y hasta el 15 de junio, está ofreciendo a los nuevos clientes un bono de
hasta 100 euros con el cual ahorrarse, compensar parte de las comisiones implicadas en toda esta
operativa. Si quieres obtener más información sobre Rising, la puedes obtener pinchando en el
enlace que aparece en la caja de descripción del vídeo o en el comentario destacado. En definitiva,
precisamente porque el dinero en cuenta corriente de las familias españolas se haya en
máximos históricos, tanto en términos absolutos, cuanto en forma de porcentaje sobre sus activos
financieros totales. Precisamente por esto, las familias españolas deberían extremar su preocupación
por intentar rentabilizar tanto como sea posible ese saldo de tesorería que se haya en máximos
históricos. No en vano, las familias españolas más ricas sí se preocupan tanto por minimizar el
porcentaje de sus activos financieros que mantienen en dinero, cuanto por lograr una rentabilidad más
elevada sobre ese porcentaje de sus activos financieros que mantienen en dinero. Y si las
familias españolas que hoy por hoy son menos ricas se despreocupan de desarrollar una gestión financiera
inteligente de su patrimonio, en el futuro esas familias españolas seguirán siendo menos ricas.