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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Daniel Novoa será el próximo presidente de Ecuador. ¿Y cuáles son sus propuestas
económicas para fomentar el desarrollo y el crecimiento del país? ¡Veámoslo!
Daniel Novoa será el próximo presidente de Ecuador después de haber derrotado a la
candidata correísta por 4 puntos de diferencia en las elecciones presidenciales que se celebraron
este pasado domingo. Daniel Novoa será el presidente de Ecuador más joven de toda su
historia, apenas cuenta con 35 años, es además hijo de la mayor fortuna del país, de Álvaro Novoa,
y tiene unas ideas que algunos medios de comunicación califican como liberales o
promercado. ¿Pero cuáles son exactamente esas ideas, esas propuestas del próximo
presidente de Ecuador, de Daniel Novoa, que han llevado a algunos medios de comunicación a
calificar su programa, su ideario, como promercado? Pues vamos a comentar algunas. Sin embargo,
antes de empezar, hay que decir, hay que aclarar, algo que es bastante común en los
programas políticos de prácticamente todos los gobernantes de prácticamente todos los países,
y es que son programas políticos muy poco concretos. La mayoría de planteamientos son
generalidades sin demasiada concreción, para que tengan un amplio margen de maniobra cuando
están gobernando. Lo que significa que, aunque un ideario podamos calificarlo en sus principios
como promercado, si las propuestas son muy poco concretas, ese ideario aparentemente promercado
se puede terminar convirtiendo en un ideario antimercado o receloso del mercado según cuáles
vayan siendo en cada momento, en cada coyuntura, las necesidades y las conveniencias del político
de turno. Pero, una vez aclarado lo anterior, sí hay que reconocer que las ideas generales que
impregnan el programa económico de Daniel Novoa son ideas bastante amigables con el mercado.
Desde hace años, Ecuador cuenta con una economía dolarizada, es decir, una economía donde la moneda
es el dólar y, por tanto, una economía donde el gobierno de turno no tiene la capacidad para
influir para bien o, más comúnmente, para mal o muy mal sobre la política monetaria que se aplica
dentro de Ecuador. En este sentido, la dolarización tiene una clara ventaja y es que evitas el riesgo
de shocks inflacionistas muy fuertes dentro del país. Desde que se dolarizó, la economía ecuatoriana
ha disfrutado de tasas de inflación muy inferiores a las de otros países de la región y, desde luego,
muy inferiores a las que había padecido Ecuador con anterioridad en su historia y a las que muy
probablemente habría padecido Ecuador de no haber estado dolarizada. Pero, a su vez, la dolarización
también restringe la capacidad de los gobiernos para estimular artificialmente el crecimiento de
la economía, lo que significa que si el potencial de desarrollo de una economía está asfixiado
por las instituciones políticas de ese país, no se pueden parchear esos defectos estructurales
con un falseado estímulo coyuntural que permita crecer temporalmente a una costa de acumular
desequilibrios internos. Por tanto, si un país dolarizado quiere crecer, no tiene otro camino
que el de reformarse institucionalmente en profundidad para ser un país amigable con
un crecimiento económico que no tenga como base el falseamiento de la política monetaria.
Y al respecto, ¿qué propone Daniel Novoa para volver a Ecuador un país amigable con el crecimiento
económico? Pues, en primer lugar, reafirmar el compromiso del presidente de la República,
del presidente de Ecuador, con la dolarización. Es decir, Daniel Novoa no quiere tocar la
dolarización como sí pretendía hacerlo la candidata correísta. Al contrario, quiere hacer
las reformas necesarias para apuntalar la credibilidad de la dolarización, para que no
haya ninguna expectativa en el horizonte de que el país se vaya a desdolarizar. ¿Y cómo pretende
apuntalar la dolarización? Pues, primero, manteniendo el equilibrio presupuestario. Un
país dolarizado que no pueda pagar sus deudas emitiendo su propia moneda tiene que mantener
el equilibrio presupuestario para no acumular una excesiva deuda pública que lo aboque al impago,
porque el resultado de ese impago podría terminar siendo la desdolarización del país. Y, a su vez,
también plantea acumular reservas exteriores en el Banco Central de Ecuador para poder capear
crisis temporales de liquidez que pudiese padecer el sistema bancario ecuatoriano.
Es debatible si conviene que exista un banco central que actúe como prestamista de última
instancia. Quizá sería preferible que cada banco reforzara su propia liquidez para no tener que
depender de un prestamista de última instancia. O quizá esa función de prestamista de última
instancia puedan desarrollarla bancos privados extranjeros que proporcionen financiación en
dólares a los bancos ecuatorianos en problemas. Pero, desde luego, si se opta por un modelo de
reservas centralizadas de última instancia, que es el modelo de Ecuador desde que se dolarizó,
entonces ese prestamista de última instancia, que es el Banco Central de Ecuador, desde luego,
tiene que contar con ciertas reservas externas para poder extender líneas de liquidez a aquellos
bancos que lo requieran siempre y cuando esos bancos sean solventes y únicamente estén
experimentando un problema transitorio de liquidez. Y, de nuevo, para que el Banco Central pueda contar
con esas reservas externas que le permitan actuar excepcionalmente de prestamista de última instancia
de liquidez, el Gobierno Nacional debe contar ya no con un equilibrio presupuestario, sino con un
cierto superávit que lleve a que recaude más dólares de los que gasta y que la diferencia,
ese superávit, pueda transformarse en reservas exteriores del Banco Central.
No está muy claro cómo pretende Daniel Novo alcanzar y mantener el equilibrio presupuestario
dentro de Ecuador, pero al menos una de sus ideas fundamentales es una idea muy bien orientada,
que es el presupuesto de base cero. Es decir, en lugar de elaborar el presupuesto de cada año
partiendo exactamente del presupuesto del año anterior y modificando ligeramente al alza o a la
baja ciertas partidas, se trataría de elaborar cada año el presupuesto desde cero para tener que
justificar cada gasto que se quiera acometer. Este gasto lo ejecutamos el año pasado, perfecto,
pero ¿teníamos que ejecutarlo? ¿Tiene sentido volver a ejecutarlo este año? Aunque se hayan
empezado a generar redes clientelares alrededor de este tipo de gasto, es decir, mucha gente se
haya acostumbrado a vivir de que gastemos el dinero en esta determinada partida, ¿tiene
en sí mismo sentido lógica necesidad económica que gastemos el dinero así? En principio,
con un presupuesto de base cero se superan las inercias presupuestarias y, por tanto,
puede haber una cierta mayor racionalidad a la hora de elaborar las cuentas públicas buscando
al mismo tiempo, como objetivo, la cuadratura de ingresos y de gastos. Precisamente sobre la
dolarización y la necesidad de proteger la dolarización a través del equilibrio
presupuestario y la acumulación de reservas exteriores, podemos leer en el programa electoral
de Daniel Novoa lo siguiente. En primer lugar, la dolarización de la economía ecuatoriana,
iniciada en el año 2000, ha traído estabilidad monetaria y ha ayudado a mitigar ciertos riesgos
No obstante, también ha limitado la capacidad del gobierno para implementar políticas monetarias
independientes. Por lo tanto, la protección de la dolarización es crucial, dado que una economía
estable y predecible es un requisito fundamental para atraer inversión, tanto interna como externa,
y generar empleo. Para proteger y reforzar la dolarización, es fundamental mantener la
disciplina fiscal y la responsabilidad en la gestión de las finanzas públicas. Además,
se debe buscar incrementar las reservas internacionales, lo que proporcionará
una red de seguridad en caso de shocks económicos externos. Estas medidas no solo ayudarán a
preservar la dolarización, sino que también enviarán una señal positiva a los inversores,
mostrando que el país está comprometido con políticas económicas sólidas y predecibles.
Y sobre el presupuesto de base cero, su programa afirma lo siguiente.
Fortalecimiento de la disciplina fiscal. La disciplina fiscal se refiere a la capacidad
del gobierno para gestionar sus finanzas de manera efectiva, manteniendo un equilibrio
entre los ingresos y los gastos públicos. Un gobierno que gasta más de lo que recauda
puede poner en peligro la estabilidad económica, lo cual podría amenazar la dolarización.
Implementar una política de presupuesto base cero, donde cada gasto debe justificarse cada
año, en lugar de basarse simplemente en el presupuesto del año anterior. Eso podría ayudar
a eliminar gastos innecesarios y a asegurar que cada dólar gastado contribuya al bienestar
de la población y al desarrollo económico del país. Con más inversión extranjera,
Daniel Novoa espera que se genere más empleo y que además la productividad del empleo creado
vaya en aumento, lo que permitiría pagar salarios más altos. Y ciertamente la clave de la prosperidad
de un país está en la acumulación de capital, incluyendo dentro del capital también la
tecnología. Y el capital se puede acumular a partir del ahorro interno o del ahorro externo.
Dado que el ahorro externo es mucho más sobre abundante que el ahorro interno,
tiene pleno sentido que el salto de desarrollo inicial de un país se financie a través de
inversión extranjera. Es decir, echando mano del enorme ahorro que hay acumulado,
que hay disponible en el exterior del país, y no del escaso ahorro que hay disponible dentro
del país. Pero claro, para que venga la inversión extranjera, tienes que volver el país atractivo
para esa inversión extranjera. ¿Y qué plantea hacer Daniel Novoa para volver a Ecuador más
atractivo para la inversión extranjera? Pues en primer lugar, seguridad jurídica y previsibilidad
normativa. Los inversores que vayan a Ecuador han de saber que no serán robados arbitrariamente por
el Estado o por las mafias que operen en Ecuador, y también que el marco regulatorio dentro del que
van a operar no va a estar cambiando cada día de un modo que no sean capaces de anticipar y que
afecte negativamente a sus negocios. Y para mejorar la seguridad jurídica, desde luego,
es fundamental un sistema judicial rápido, transparente y no corrupto que permita resolver
cualquier disputa económica que surja dentro del normal tráfico mercantil para que no haya
incertidumbre sobre cuáles son las reglas que se aplican y cuáles van a ser las consecuencias de
la aplicación de esas reglas. En segundo lugar, y para atraer inversión extranjera, Daniel Novoa
también promete simplificar los trámites administrativos necesarios para que el ahorro
extranjero pueda instalarse y operar en Ecuador. En tercer lugar, establecer incentivos fiscales
a la inversión. Daniel Novoa no concreta qué tipos de incentivos fiscales quiere establecer,
pero sí afirma que estos han de ser generales y transparentes. Es decir, que no han de ser
beneficios fiscales concedidos a DOC a una determinada empresa en concreto, sino que
sean incentivos fiscales de los que se puedan beneficiar todas las empresas o todos los inversores
que se hallen en una determinada situación. Y además, que esa concesión de beneficios
fiscales sea transparente, que no sea un acuerdo a puerta cerrada entre el político y el empresario
de turno y que estén continuamente sometidos a evaluación. Si se ha creado un determinado
beneficio fiscal, un determinado incentivo fiscal con el objetivo de promover la inversión extranjera,
¿realmente está sirviendo para eso o no? Y si no está funcionando, ¿qué se puede hacer para
reformularlo y que funcione? Pues este tipo de evaluación tan necesaria en el diseño de
cualquier política pública, en este caso de una política fiscal, también la promete Daniel Novoa.
En cuarto lugar, el desarrollo de infraestructuras. Las infraestructuras son inversiones,
generalmente y por desgracia, copadas por el sector público, que pueden ser necesarias para
que otras inversiones sean a su vez rentables. Es decir, son inversiones complementarias de
otras posibles inversiones normalmente privadas en el país. Cuando un inversor extranjero invierte
en un país, lo hace para obtener una rentabilidad y esa rentabilidad puede depender de que exista a
su vez una adecuada red de infraestructuras a través de la cual pueda desarrollar sus negocios.
Si no se permite que el sector privado desarrolle esas infraestructuras, y los estados no suelen
permitirlo, pues entonces lo tendrá que desarrollar el sector público. Porque si no se le permite al
sector privado desarrollarlo y el sector público se queda de brazos cruzados, el resultado es el
subdesarrollo en materia de infraestructuras. Y el subdesarrollo en materia de infraestructuras
también significa la subinversión privada, porque muchas inversiones privadas no son rentables sin
esa inversión complementaria en infraestructuras. Eso no significa, sin embargo, que un gobierno
deba volverse loco invirtiendo a trote y moche en toda infraestructura posible. Obviamente hay que
realizar un análisis coste-beneficio de las infraestructuras planeadas, pero que un país
necesita infraestructuras para desarrollarse es bastante evidente. Y como decía, Daniel Novoa
también apuesta por el desarrollo de infraestructuras y además lo hace buscando la
cofinanciación público-privada. Es decir, que las nuevas infraestructuras no sean solo financiadas
y gestionadas por el Estado, sino también por el sector privado. Y en quinto lugar, facilitar la
concesión de crédito. El crédito es necesario para el fomento de la inversión, tanto de la
inversión extranjera como de la inversión interna. Es necesario para fomentar la inversión
extranjera, porque una vez una empresa extranjera se ha instalado dentro del país, esa compañía
puede necesitar para ampliar sus operaciones de crédito. Y si tiene internamente disponible el
crédito, tanto mejor que buscar fuentes externas de financiación para invertir en Ecuador. Pero
sobre todo el crédito es necesario para el desarrollo de la inversión interna. Es decir,
que las empresas, normalmente pequeñas y medianas empresas ecuatorianas, puedan primero crearse y,
en segundo lugar, desarrollarse. ¿Y qué propone Daniel Novoa para impulsar el crédito? Pues,
por un lado, incrementar la competencia dentro del sector bancario. Más competencia en la
banca significa tipos de interés más bajos o, al menos, más competitivos. Y en segundo lugar,
y esto sí es bastante más problemático, la creación de un fondo estatal que permita
garantizar parte de los créditos que la banca otorga al sector privado. El objetivo de este
fondo es que la banca tenga menos miedo a la hora de prestar. ¿Pero cuál es el problema de este
tipo de fondos? Pues que fomentan el riesgo moral. Es decir, fomentan la concesión de
demasiado crédito a proyectos inviables. Como los platos rotos no los termina pagando la banca,
sino los contribuyentes a través de ese fondo estatal, pues a los bancos les da igual prestar
a proyectos muy arriesgados y, como hay más facilidad para acceder al crédito aunque tengas
un mal proyecto empresarial, pues se fomenta la multiplicación de proyectos empresariales malos
cuyas pérdidas se socializan entre los contribuyentes. Por supuesto, Daniel Novoa,
para contrarrestar este riesgo moral, propone una supervisión más rigurosa y más estricta del
crédito que conceden los bancos. Pero el supervisor no cuenta con toda la información
necesaria para evaluar esos créditos. Es más, tampoco tiene un incentivo demasiado alineado en
evitar la concesión de malos créditos. Porque, al final, las pérdidas que puedan derivarse de esos
malos créditos no las paga el supervisor, sino todos los contribuyentes. Pues bien,
todas estas propuestas para fomentar la inversión directa extranjera también las podemos encontrar
en el programa Político y Económico de Daniel Novoa. En este programa podemos leer.
Atraer la inversión extranjera directa es otro factor crucial para generar empleo y mejorar la
economía. Los inversores extranjeros pueden aportar capital, conocimientos técnicos y acceso
a mercados internacionales. Por lo tanto, es crucial mejorar las condiciones para la
inversión extranjera directa mediante la creación de un entorno empresarial atractivo.
La seguridad jurídica es un aspecto esencial para atraer inversión. Los inversores necesitan saber
que sus inversiones están protegidas por la ley y que los contratos se cumplirán. Para mejorar la
seguridad jurídica, Ecuador necesita fortalecer su sistema judicial, asegurándose de que sea
eficiente, transparente y libre de corrupción. Además, es importante que las políticas
gubernamentales sean predecibles y estables. En cuanto a los incentivos fiscales, pueden ser
una herramienta eficaz para atraer inversión extranjera directa. Por ejemplo, el Gobierno
podría ofrecer una reducción en los impuestos corporativos para las empresas que inviertan en
ciertas áreas o industrias. Sin embargo, es importante que estos incentivos estén bien
diseñados, de manera que realmente estimulen la inversión productiva y la creación de empleo,
en lugar de simplemente proporcionar beneficios a las empresas sin ningún retorno significativo
para la economía. Otro factor clave para reducir las tasas de desempleo es mejorar la calidad y
cantidad de la concesión de créditos. El crédito puede ser una herramienta poderosa para estimular
la economía, ya que permite a las empresas expandirse, innovar y contratar a más trabajadores.
Sin embargo, es crucial que el crédito se otorgue de manera responsable para evitar la creación de
burbujas de crédito que puedan llevar a una crisis financiera. Para mejorar el acceso al
crédito, el Gobierno puede implementar diversas medidas. Por ejemplo, puede trabajar con los bancos
para reducir las tasas de interés, especialmente para las pequeñas y medianas empresas. También
puede crear programas de garantía de crédito que reduzcan el riesgo para los prestamistas y hagan
que sea más fácil para las empresas obtener préstamos. Adicionalmente, es importante que
se implementen regulaciones adecuadas para asegurar que los prestamistas actúen de manera justa y
transparente. Y a su vez sobre las infraestructuras podemos leer. Desarrollo de infraestructuras. El
desarrollo de infraestructuras puede generar empleo tanto en la fase de construcción como en la fase
de operación y mantenimiento. Además, una buena infraestructura puede atraer inversión y contribuir
al crecimiento económico. Crear un programa de desarrollo de infraestructuras centrado en áreas
como el transporte, la energía y el agua y el saneamiento. Este programa podría ser financiado
a través de una combinación de fondos públicos y privados y podría generar una gran cantidad de
empleos. En líneas generales y a pesar de los defectos, se trata de un programa bastante
razonable y bastante amigable con el mercado libre. Por tanto, en sus líneas generales se trata de un
buen programa económico para Ecuador. Sin embargo, se trata de un buen programa económico para Ecuador
que se enfrenta a dos importantes problemas extraeconómicos. El primer problema es la
enorme y creciente inseguridad que ahora mismo existe en Ecuador. Si Daniel Novoa como presidente
no consigue restablecer el respeto a la vida, la libertad y la propiedad privada de los ecuatorianos,
todo lo anterior va a quedar en papel mojado. Porque ni los ecuatorianos ni los extranjeros
querrán invertir en Ecuador a largo plazo cuando su vida, su libertad y su propiedad no está
garantizada. Daniel Novoa también tiene sus propuestas en materia de seguridad para combatir
la delincuencia, pero una cosa son las ideas y otra muy distinta, especialmente en materia de
seguridad, es la práctica. Es decir, que Daniel Novoa pueda tener buenas ideas para acabar con la
delincuencia, no equivale a que sea exitoso llevándolas a la práctica. Y los errores de
implementación política en materia de seguridad son fatales. Y el segundo gran problema extraeconómico
al que se enfrenta este buen programa económico es el tiempo. Este es un buen programa económico
para impulsar el desarrollo de Ecuador a lo largo de 15, 20 o 25 años. Y Daniel Novoa solo va a ser
presidente de Ecuador, al menos de momento, durante año y medio. Las presentes elecciones
presidenciales solo tenían como propósito elegir presidente para concluir el mandato de Guillermo
Lasso. Y el mandato de Guillermo Lasso termina en 2025. Por tanto, Daniel Novoa apenas tendrá año
y medio para aplicar su programa de seguridad y su programa económico, un plazo temporal enormemente
limitado para que cualquiera de estas buenas ideas económicas de algún fruto visible. Por tanto,
aún cuando Daniel Novoa tenga la determinación, que está por ver, una cosa son las ideas y los
programas y la otra muy distinta, la política diaria y aplicada. Pero aún cuando Daniel Novoa
tenga la determinación de aplicar su buen programa económico, no va a tener tiempo, al menos en este
mandato, de que los resultados de ese buen programa económico florezcan. En definitiva,
Ecuador tiene ante sí una oportunidad histórica para desarrollarse y, por tanto,
para incrementar sostenidamente la libertad y el bienestar de sus ciudadanos. Ojalá la
corrupción, la delincuencia, el cortoplacismo y el oportunismo político no la frustren.
Novoa no es un programa económico, no es un programa económico, no es un programa económico,
no es un programa económico, no es un programa económico.