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Los tipos de interés de la deuda pública española ya superan el 3% y los de la deuda
pública italiana ya rebasan el 4%. ¿Será capaz de aguantar la eurozona estas tensiones
financieras? Veámoslo.
En unos pocos meses el panorama financiero de la eurozona ha cambiado de una manera
radical. A finales del año 2021, la deuda pública española a 10 años pagaba unos tipos
de interés por debajo del 0,5% y la deuda pública italiana unos tipos de interés por
debajo del 1%. Es decir, que estos estados, a pesar de estar muy endeudados, España carga
con una deuda pública sobre el PIB equivalente al 120% e Italia carga con una deuda pública
equivalente al 150% del PIB, estos estados, a pesar de estar muy endeudados, podían financiarse
en condiciones muy laxas que no ponían en hacke su supervivencia financiera, que no
ponían en hacke su solvencia. Sin embargo, conforme la inflación se ha ido inquistando
en nuestras economías, tanto en Estados Unidos como en la eurozona y, por tanto, conforme
en los bancos centrales han tenido que reaccionar a esa alta inflación subiendo y advirtiendo
que van a subir los tipos de interés, entonces los tipos de interés a los que pueden financiarse
los gobiernos, entre ellos los gobiernos español e italiano, esos tipos de interés también
han comenzado a subir. Y el problema es que están subiendo a velocidades bastante elevadas.
Y hace una semana publicé un vídeo en el que ya advertía de lo peligroso que eran
estas subidas de tipos de interés y constataba que el tipo de interés de la deuda pública
española había alcanzado el 2,4% su nivel más elevado desde el año 2014, en el año
2015 el Banco Central Europeo comenzó a comprar deuda pública, y a su vez también constataba
que el tipo de interés de la deuda pública italiana estaba en el 3,5% de nuevo su nivel
más elevado en los últimos años. Si esto es lo que decía hace apenas una semana, ayer
los tipos de interés de la deuda pública española e italiana superaron la barrera
psicológica del 3%, en el caso de la deuda pública española, y del 4% en el caso de
la deuda pública italiana. Estas subidas de tipos de interés se explican fundamentalmente
por la expectativa de que el Banco Central Europeo va a seguir subiendo sus tipos de
interés para contrarrestar una inflación que tiene visos de ser más permanente de
lo que inicialmente se temía. De hecho, si nos fijamos en la evolución del tipo de
interés de la deuda pública alemana, vemos que sigue una trayectoria similar. La deuda
pública alemana hace un año estaba pagando unos tipos de interés negativos, del menos
0,5%, es decir, que cobraba intereses por emitir bonos, y hoy, en cambio, ya está pagando
unos tipos de interés del 1,6%. Es decir, que en toda la eurozona están subiendo los
tipos de interés, no solo en la eurozona, también el tipo de interés de la deuda pública
estadounidense está aumentando. De hecho, ayer llegó a su nivel más elevado en los
últimos 11 años. Ahora bien, que el grueso de la subida de los tipos de interés que
estamos experimentando en países como España o como Italia sea debida al incremento de
los tipos de interés que va a cometer el Banco Central Europeo para contrarrestar la
inflación, nos significa que toda la subida sea explicable por ese fenómeno. Y es que,
como podemos ver en este gráfico, la prima de riesgo de Italia y de España también se
está incrementando. Es decir, no solo es que suban todos los tipos de interés de manera
uniforme, sino que los tipos de interés de España y de Italia suben más de lo que sube
el tipo de interés de la deuda pública alemana. ¿Y por qué suben más los tipos de interés
de España y de Italia que los de la deuda pública alemana? Pues porque son una deuda
relativamente más arriesgada. Hay un mayor riesgo de impago en España y en Italia que
en Alemania. No solo eso, el riesgo de impago es creciente con la subida del tipo de interés.
Cuantos más altos estén los tipos de interés en España y en Italia, más riesgo existe
de que alguno de estos dos países no pueda hacer frente al repago de su deuda pública.
Y por eso, cuanto más suban los tipos de interés, más se ensanchará la prima de riesgo.
De momento todavía no estamos en una zona crítica porque, a pesar de la subida de los
tipos de interés de la deuda pública española e italiana, la recaudación fiscal del gobierno
de España y del gobierno de Italia está creciendo a un ritmo elevado debido precisamente
a la inflación. A efectos prácticos es como si el gobierno nos hubiese subido masivamente
los impuestos por la puerta de atrás y esa mayor recaudación de momento compensa el
incremento del coste financiero al que se va a enfrentar el estado español como consecuencia
de la elevación de los tipos de interés. Por tanto, de momento la subida de tipos de
interés de la deuda pública española e italiana es preocupante, sí, pero hay que
ponerla en relación con la subida de la recaudación que también está experimentando el estado
español y el estado italiano. Ahora bien, existe un riesgo muy claro
en el horizonte. Para controlar la inflación, el Banco Central Europeo va a tener que subir
los tipos de interés y va a tener que subirlos probablemente más de lo que hasta el momento
se está anticipando. Si la subida de los tipos de interés del Banco Central Europeo
no solo encarece, como ya está haciendo, el coste de financiación de la deuda pública
de todos los países de la eurozona, pero especialmente de los países más endeudados,
España e Italia, entre ellos, si no solo genera eso la subida de tipos de interés
del Banco Central Europeo, sino que además lo que hace es ralentizar la economía o
incluso, como reflexionábamos ayer, meter a la economía europea en una recesión, si
ese es el escenario nos podemos encontrar con una combinación muy preocupante para
la solvencia de los estados español e italiano, tipos de interés crecientes por su deuda
pública e ingresos fiscales como consecuencia del estancamiento o de la recesión en retroceso.
Y si llegamos a esa situación, y no es en absoluto improbable que terminemos llegando,
si llegamos a esa situación, la misma supervivencia del euro estaría en cuestión. Para evitar
un caótico impago de la deuda pública española o italiana el Banco Central Europeo tendría
que comprar o al menos anunciar que está dispuesto a comprar grandes cantidades de deuda pública
española e italiana para moderar las subidas de los tipos de interés como consecuencia
del creciente riesgo de impago que va aparejado a una situación de estancamiento económico
y de tipos de interés altos. Pero claro, si la compra de deuda pública de cualquier
estado, pero especialmente de estados tan grandes como España, como Italia y no digamos
ya Francia, si llegara a meterse en esa misma situación y de nuevo no es improbable que
Francia termine entrando en una zona de riesgo similar a la de España e Italia, si la compra
de grandes cantidades de deuda pública de España, de Italia o incluso de Francia contradice
la política monetaria que necesita implementar el Banco Central Europeo para contrarrestar
la inflación, pues entonces habrá serías dudas de que el Banco Central Europeo vaya
a implementar esa política, es decir habrá serías dudas de que termine comprando deuda
pública española, italiana o francesa. Y si no compres a deuda en ese clima tan complicado
los tipos de interés de estos países se dispararían y estarían abocados a una reestructuración
de su deuda. Pero es que si el Banco Central Europeo compra deuda pública en grandes cantidades
en medio de este contexto, puede ocurrir que la inflación no remita y que por tanto desde
el lado alemán, desde el lado holandés, desde el lado finés, desde el lado austríaco,
países que no tienen problemas con la viabilidad de su deuda pública puede ser que desde esos
países empiecen a protestar, porque si el Banco Central Europeo financia a la perifería
europea a costa de castigar con inflación al conjunto de la eurozona, al final serían
los ciudadanos empobrecidos de estas economías, de Alemania, de Austria, de Finlandia, de
Holanda, quienes estarían subsidiando la emisión de deuda pública por parte de España e Italia.
Es decir que en la eurozona se vería sometida a fuertes tensiones, ya sea desde el lado
de los países de la perifería europea, que querrían que el Banco Central Europeo comprará
su deuda para evitar que sus tipos de interés se disparen, o ya sea desde el lado de los
países del norte de Europa, que querrían que el Banco Central Europeo no compre más
deuda pública y mantenga una política monetaria restrictiva para conseguir que la inflación
que está erosionando el poder adquisitivo de sus ciudadanos empiece a descender.
Haber incumplido sistemáticamente el pacto de estabilidad y crecimiento dentro de la
eurozona tiene estas consecuencias.
Hay países que están sobreendeudados, hay países que no pueden subsistir financieramente
sin que el Banco Central Europeo lo subsidie por la puerta de atrás, pero en la medida
en que esa subsidiación de la deuda pública de determinados países por parte del Banco
Central Europeo vaya en contra de la política monetaria que necesita implementar el Banco
Central Europeo para controlar la inflación, entonces existe una tensión, existe una contradicción
entre los intereses de los países irresponsables que se sobreendeudaron y que quieren que el
subsidio del Banco Central Europeo permanezca en vigor y el interés de aquellos otros
países que fueron prudentes que no se sobreendeudaron y que están padeciendo una elevada inflación
que el Banco Central Europeo debería tratar de controlar cerrando el grifo del crédito
también a los países que no pueden obtenerlo en el mercado porque han perdido todo su crédito
en el mercado al estar sobreendeudados.
En definitiva si la inflación se mantiene alta y el Banco Central Europeo tiene que
entrar en una dinámica de subidas de tipos de interés, la eurozona puede volver a enfrentarse
a una situación de susto o muerte.