This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
Jiang Zemin, expresidente de China y exsecretario general del Partido Comunista Chino, ha muerto
hoy a los 96 años de edad.
¿Quién fue Jiang Zemin, cuál fue su pensamiento y qué reforma se impulsó dentro de su país?
Veámoslo.
Hoy ha muerto a sus 96 años el exdirigente chino, Jiang Zemin, presidente del país entre
el año 1993 y 2003.
Zemin sucedió al frente del Partido Comunista y del Estado Chino a Deng Xiaoping, el artífice
de las grandes reformas económicas que introdujeron el mercado en China después del maoísmo y
que sentó las bases del crecimiento económico posterior.
En este sentido, Zemin continuó con la labor liberalizadora que ya inició Deng Xiaoping.
Deng Xiaoping introdujo la propia privada en la tierra o la propia privada en la industria
o abrió el país a la inversión extranjera, incluso creando zonas económicas especiales
regidas por principios bastante más capitalistas que el resto del país.
Zemin prosiguió con el desarrollo del mercado de capitales chino y consiguió introducir
a China en la Organización Mundial del Comercio.
Nada de esto significa cuidado que Jiang Zemin fuera algo así como un liberal o mucho menos
un libertario, al igual que tampoco lo era Deng Xiaoping.
Ambos dirigentes políticos se declaraban socialistas, marxistas y lo que pretendían
era desarrollar un socialismo con características chinas que antes de dar el salto hacia una
planificación plenamente centralizada de la economía, aprovechará las fuerzas del
mercado para desarrollar internamente de manera muy acelerada la productividad del país,
las fuerzas productivas del país.
El mercado desde su punto de vista era instrumental para conseguir crecimiento económico en China
y una vez en el futuro alcanzado un elevado nivel de desarrollo, ahí ya poder dar el
salto a un socialismo mucho más centralizado, mucho más controlado por el estado.
Pero hasta que llegara ese momento futuro, tanto Deng Xiaoping como Jiang Zemin como posteriormente
Hu Yintao fueron abriendo la economía china al mercado para que, como decíamos, el mercado
contribuyera a acelerar el desarrollo económico de China.
Se trataba por tanto de una visión históricamente pragmática de los mercados, inserta dentro
de la teoría de la historia del marxismo, dentro del materialismo histórico, merced,
a la cual el mercado todavía tenía un rol muy importante que desempeñar en China para
acelerar su desarrollo y, por tanto, bajo la premisa de que anticipar la planificación
central en una economía que no estaba suficientemente desarrollada por las fuerzas del mercado, podría
conducir al fracaso y al subdesarrollo en lugar de al crecimiento económico a largo
plazo.
Estas fueron, de hecho, algunas de las palabras que pronunció Jiang Zemin en el 16º Congreso
del Partido Comunista Chino del año 2002, en el que abandonó la Secretaría General
del Partido y en el que tomó el relevo Hu Yintao como sucesor de Jiang Zemin.
Atención a como Jiang Zemin nos resume algunos de los que habían sido sus objetivos y sus
logros bajo su mandato.
Desarrollar una economía de mercado bajo el socialismo es una gran tarea pionera que
jamás se ha intentado antes en la historia.
Esta es la contribución histórica de los comunistas chinos al desarrollo del marxismo.
Pasar de una economía planificada a una economía de mercado socialista representó un nuevo
avance histórico en la reforma y en la apertura, generando así perspectivas completamente nuevas
para el progreso económico, político y cultural de China.
Debemos seguir con las reformas hacia la economía de mercado socialista y asegurarnos de que
las fuerzas del mercado juegan un papel esencial en la asignación de recursos bajo el control
macroeconómico del Estado.
Debemos dar una relevancia más completa al papel básico del mercado en la asignación
de recursos y construir un sistema de mercado moderno, unificado, abierto, competitivo
y ordenado.
Debemos seguir adelante con la reforma, la apertura, la estabilidad y el desarrollo
del mercado de capitales.
Debemos desarrollar mercados para los derechos de propiedad, la tierra, el trabajo y la
tecnología y crear un entorno para el uso equitativo de los factores de producción
por parte de los partícipes del mercado.
Debemos regular de manera sostenida los tipos de interés para dejarlos a las fuerzas del
mercado, optimizar la asignación de recursos financieros, fortalecer la regulación y prevenir
y desactivar los riesgos financieros con el objetivo de brindar mejores servicios bancarios
para el desarrollo económico y social.
Como decía, no es que Jiang Zemin dejara de ser marxista, al menos no oficialmente.
Lo que pretendía, como pretendió el franquismo, es reformar China de la ley a la ley, es
decir, dentro de la lógica y de los intereses del Partido Comunista Chino.
El Partido Comunista Chino, si quería seguir en el poder, pero quería modificar el marco
económico institucional de China, no podía hacerse el Arakiri renunciando al comunismo
y al marxismo.
Pero sin renunciar al comunismo y al marxismo, Deng Xiaoping o Jiang Zemin encontraron una
vía de introducir el mercado y permitir, a través del mercado, el fortísimo desarrollo
y crecimiento económico que ha experimentado la economía china durante las últimas décadas.
En este primer gráfico podemos observar la evolución del PIB chino durante las últimas
décadas, incluyendo el periodo de mandato de Jiang Zemin.
Y como podemos comprobar, entre el año 93 y el año 2003, el PIB chino se masque duplicó.
No solo eso, en parte el crecimiento que se experimentó durante los años de Hu Yingtao
también es atribuible a las reformas de Deng Xiaoping, de Jiang Zemin y del propio Hu Yingtao,
de modo que tenemos una trayectoria de sólido crecimiento económico que claramente hunde
su raíz en esas reformas aperturistas y liberalizadoras que impulsaron estos dirigentes comunistas,
incluyendo el fallecido Jiang Zemin.
Y en este otro gráfico, en lugar de observar la evolución del PIB, de una magnitud agregada
para el conjunto de la economía, lo que podemos ver es la evolución del PIB per cápita,
que es una forma de aproximar la evolución de la calidad de vida del chino promedio durante
las últimas décadas.
Y lo que el gráfico nos indica es que, entre el año 93 y el año 2003, la renta per cápita
en paridad de poder advisitivo de China pasó de unos $3.500 a unos $5.600 dólares, prosiguiendo
además una senda claramente ascendente a partir del año 2003, gracias a la entrada
de China en la Organización Mundial del Comercio en el año 2001, que se logró bajo el mandato
de Jiang Zemin.
Desgraciadamente, parece que este período aperturista y liberalizador, al menos en el
ámbito económico dentro de China, ha llegado a su fin con la presidencia de Xi Jinping.
El nuevo líder comunista apuesta por una mayor centralización económica, por un mayor
control económico, por un mayor dirigismo económico, por una mayor redistribución
arbitraria de la renta y de la riqueza por parte del Partido Comunista Chino y por un
cierto repliegue económico de China, aunque en este caso es verdad que empujada por el
resto de potencias mundiales que están cortando sus lazos comerciales con China.
En cierto modo, parece que Xi Jinping piensa que China ya ha alcanzado ese nivel de desarrollo
suficientemente elevado como para dar el salto a la siguiente fase de la historia.
No la fase de la historia en la que el mercado sigue desarrollando la productividad de China
y sigue elevando los estándares de vida de su población, sino la fase de la historia
en la que la planificación centralizada de corte más claramente maoísta va tomando
un control cada vez más pleno de la economía del país.
Con la reciente purga de Hu Yintao y la muerte de Xi, se cierra simbólicamente un capítulo
en la historia del desarrollo de la apertura y de la liberalización dentro de China.