This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
¿Estados Unidos y la Unión Europea le confiscan temporalmente sus dólares y sus euros al gobierno
ruso?
¿Qué consecuencias a largo plazo traerá esta sanción económica derivada de la invasión
de Ucrania?
¿Peligra el estatus de moneda mundial de reserva del dólar?
¿Peligra la hegemonía monetaria de la divisa estadounidense?
Veámoslo.
Desde el abandono del patrón oro, el mundo carece de un estándar monetario global, al
menos de manera oficial.
Cada estado emite dentro de su territorio su propia moneda, y como no existe, y esperemos
que no exista nunca, un estado mundial, tampoco existe una moneda mundial que circule por todos
los territorios.
Eso no significa, sin embargo, que los distintos estados no tengan una necesidad objetiva de
contar con una moneda de reserva global.
Si un estado en un momento determinado tiene que hacer frente a un gasto extraordinario
para comprar determinados bienes que no se producen dentro de su territorio, ese estado
necesitará pagar en moneda extranjera.
Ahora bien, como a priori no sabe de qué territorio va a tener que importar las mercancías
que pueda llegar a necesitar en el futuro, los estados tienen dos opciones, o mantienen
en reservas una pequeña cantidad de moneda de divisa de cada uno de los estados que existen
sobre la faz de la tierra, lo cual no sería demasiado eficiente, o alternativamente mantienen
en reserva grandes cantidades de un número muy reducido de divisas que sean, obviamente,
pocas divisas que en términos generales, todos los estados, todas las empresas y todas
las familias de cualquier parte del planeta puedan terminar aceptando como medio de intercambio.
Lo que se hace claro está, es esto último, hay unas pocas divisas en el conjunto del planeta
que son generalmente aceptadas por todas partes, no porque lo haya impuesto nadie, sino porque
gobiernos, empresas y familias consideran que esas divisas son las que mejor mantienen
su valor, son las más creíbles, son las más confiables, son aquellas que no serán
arbitrariamente expropiadas por sus emisores, etc. ¿Cuáles son esas divisas que de manera
no oficial, pero sí oficiosa, han terminado convirtiéndose en monedas de reserva globales?
Los fundamentalmente son el dólar y el euro. En este gráfico podemos observar cuál era
la composición de las monedas extranjeras que mantenían en cartera los distintos bancos
centrales del planeta a finales del año 2020. Y como resulta muy sencillo de comprobar,
las dos grandes divisas que concentraban el 80% de la cartera de reservas exteriores
de los bancos centrales de todo el planeta eran el euro y sobre todo el dólar. El 59%
de las reservas exteriores de los bancos centrales están en dólares y el 21% en euros.
Todo eso representa, por tanto, el 80% de la cartera de reservas extranjeras de los
bancos centrales y el resto de divisas están a una distancia muy considerable tanto del
euro como del dólar. Por ejemplo, la libra esterlina apenas representa el 5% de las reservas
de moneda extranjera de los bancos centrales y el yuan, la moneda de China, tan solo el
2%. Precisamente que el euro y sobre todo el dólar sean monedas internacionales de reserva
permite a los bancos centrales de estas áreas monetarias crear mucha más moneda de la que
alternativamente podrían crear sin que ello genere inflación o tanta inflación como
la que generaría si esas cantidades de oferta monetaria las creara, por ejemplo, el Banco
Central de Argentina o el Banco Central de Canadá o el Banco Central de Marruecos.
Estos otros países no emiten monedas que sean reservas internacionales de valor y, por tanto,
su demanda global es bastante más pequeña que la de los dólares o los euros. Dicho de
otra manera, a lo largo y ancho del mundo hay muchísimos agentes económicos, familias,
empresas o gobiernos que demandan dólares o euros que quieren tener en sus carteras
dólares o euros porque es la forma en la que pueden ahorrar de manera líquida para en
el futuro poder gastar en cualquier parte del mundo porque esas monedas, sobre todo el
dólar, son aceptadas en cualquier parte del mundo y, por tanto, para ahorrar necesitas
ahorrar en dólares o en euros. Y como hay mucha demanda de estas monedas se puede incrementar
su oferta sin que el valor de la moneda se desplome, es decir, sin que haya mucha inflación.
Igual menos eso ha sido así durante los últimos años, durante los últimos 15 años. Es verdad
que ahora estamos experimentando una inflación anormalmente alta, en parte porque incluso
Estados Unidos y la Eurozona se han excedido en la cantidad de moneda que podían llegar
a crear, pero su margen para incrementar la oferta monetaria sin generar inflación interna
sigue siendo muy superior al de otros países. Van a seguir siendo el euro, y sobre todo
el dólar, monedas internacionales de reserva después de la invasión de Ucrania por parte
de Rusia. Algunos analistas han especulado con la posibilidad de que la expulsión de
algunos bancos rusos del sistema de comunicación entre bancos SWIFT, esa expulsión pueda llevar
a esos bancos a buscar otros sistemas de comunicación alternativos, como el chino o desarrollar
uno interno dentro de la propia Rusia, y que esos sistemas de comunicación alternativos
entre bancos conduzcan a la adopción de una nueva moneda de liquidación de los balances
entre los bancos, tanto entre los bancos rusos internamente como entre los bancos rusos y
los bancos chinos. Sin embargo, este escenario no es demasiado verosímil, como ya explicamos
en un vídeo anterior, la red SWIFT es simplemente una red de comunicación, y no presupone que
las comunicaciones tengan que venir denominadas en ninguna divisa en concreto. Por tanto,
se pueden crear sistemas de comunicación alternativos entre bancos, que eso sí puede
suceder, pero para comunicar transferencias de dólares, transferencias de euros o transferencias
de cualquier otra divisa. Que hablemos en español, que hablemos en ruso o que hablemos
en chino, no significa que debamos pagar en pesetas, en rublos o en yuanes. Podemos hablar
en español, en ruso y en chino, y seguir pagando en dólares.
Sin embargo, en ese mismo vídeo también explicamos que había otro paquete de acciones que era
bastante más importante que la exclusión de algunos bancos rusos del sistema SWIFT,
y que consistía en que, esencialmente, Estados Unidos y la Unión Europea congelaban, suspendían
el acceso de Rusia a las reservas de moneda extranjera que tenía el Banco Central Ruso
en la Unión Europea y en Estados Unidos. Es decir, básicamente lo que han hecho los
gobiernos europeos y el gobierno estadounidense contra el gobierno ruso es prohibirle acceder
a los dólares y a los euros acumulados en propiedad del gobierno ruso. El gobierno
ruso durante muchos años ha ido vendiendo petróleo en los mercados globales, lo ha
cobrado en dólares, lo ha cobrado en euros y no ha gastado el 100% de esos dólares o
de esos euros. Y, por tanto, ha ido acumulando una ucha de dólares o euros. Sin embargo,
como esa ucha no está en suelo ruso, sino en suelo europeo o en suelo estadounidense,
ahora se le ha impedido acceder a esos dólares y a esos euros que son, insisto, propiedad
del gobierno ruso. Y esto es un cambio drástico en las reglas de juego monetarias globales.
Hasta el momento, todos los bancos centrales o todas las empresas o todas las familias
presupuñan que si tenían dólares o si tenían euros, esos dólares y esos euros eran suyos
y que, por tanto, podrían acceder a ellos cuando así lo requirieran, cuando así lo
necesitaban. Confiaban, por tanto, en que el emisor de esos dólares o de esos euros
obrara de buena fe para con ellos, que no les limitara el acceso, que no se los expropiara,
que siempre que quisieran hacer uso, siempre que quisieran disponer de su dinero, pudieran
hacer uso, pudieran disponer de él.
Pero fijémonos que tanto Estados Unidos como la Eurozona han utilizado por primera vez
el dinero, la moneda fiat, los dólares o los euros que ellos emiten, han utilizado por
primera vez el dinero como arma militar. Como tú, Rusia, has ahorrado muchísimo en dólares
o euros y como quieres financiar tu guerra con ese ahorro en dólares o en euros, te vamos
a expropiar esos dólares o esos euros que has ido acumulando a lo largo de los años
para que pierdas capacidad de financiación de tu guerra.
Y eso lo ha visto todo el mundo. Ahora ya todo el mundo sabe que si en algún momento
futuro un estado entra en tensiones militares con Estados Unidos o con la Eurozona, sus
reservas externas en dólares o en euros pueden ser expropiadas si a esos bloques económicos
les interesa expropiártelas para doblegarte el pulso para ganarte la guerra.
Por consiguiente, ¿qué reacción es previsible que tengan a partir de ahora el resto de
estados mundiales que no sean Estados Unidos y los distintos países de la Unión Europea?
Pues al menos lo que querrán, lo que intentarán es mantener un menor porcentaje de sus reservas
exteriores en dólares o en euros. Si los dólares y los euros han dejado de ser activos
neutrales en una guerra y se han convertido en armas de guerra en la medida en que yo
tenga miedo en la medida en que yo anticipe que en algún momento o futuro puedo llegar
a enfrentarme militarmente o con Estados Unidos o con la Unión Europea, entonces más me
vale que mi ahorro no esté materializado ni en dólares ni en euros.
Este mismo razonamiento, por cierto, lo hacía hace apenas unos días uno de los economistas
que mejor conoce el funcionamiento de los mercados financieros globales. Me estoy refiriendo
a Zoltan Potsar, estratega jefe de Credit Suisse. En una reciente entrevista en Bloomberg, Potsar
decía que las sanciones extraordinarias e históricas que la Unión Europea y Estados
Unidos habían infligido a Rusia, en particular la congelación de sus reservas exteriores,
podían constituir un punto de inflexión en la hegemonía global que ejercía el dólar
como moneda de reserva. Si el dólar pasa a ser una moneda que es utilizada política
y militarmente en favor de los intereses del gobierno de los Estados Unidos y no en favor
de los intereses del propietario de esos dólares, entonces los gobiernos extranjeros se lo pensarán
dos veces antes de incrementar sus reservas extranjeras en dólares.
Por tanto, sí, las sanciones que ha impuesto la Unión Europea y Estados Unidos a Rusia
hacen peligrar la hegemonía del dólar, y en menor medida del euro, como monedas de
reserva globales. Eso no significa ni mucho menos que vayan a dejar de utilizarse como
monedas de reservas globales. Ni siquiera tiene por qué significar que a efectos prácticos
se vayan a utilizar mucho menos que en la actualidad, porque una cosa es lo que deseen
los bancos centrales extranjeros, como el Banco Central de Rusia, como el Banco Central
de China, que sin duda a partir de ahora desearán tener una mucha menor exposición
a los dólares y a los euros, pero una cosa es lo que deseen ellos y otra muy distinta
lo que puedan llegar a hacer. Uno de los problemas a los que se van a enfrentar los
gobiernos extranjeros, que no quieran ahorrar en dólares o en euros, es que no hay ahora
mismo ninguna alternativa clara a ahorrar en dólares o en euros. Sí, pueden incrementar
sus tenencias de oro. De hecho, Putin en parte hizo eso. Aparte de los euros, el segundo
activo monetario que poseía al Banco Central de Rusia en mayor medida era el oro. El Banco
Central de Rusia tenía más oro que dólares. ¿Por qué? Pues porque imagino que el gobierno
ruso temía que la situación actual, la situación de sanciones actuales de congelación
de los dólares y de los euros, se podría llegar a dar en caso de conflicto militar.
Y si no quieres estar tan expuesto al dólar o al euro por el riesgo de que te expropien
esos dólares o esos euros, el oro, que no es el pasivo de nadie más, no es la deuda
de ningún gobierno, es una buena alternativa. Y a partir de ahora lo será con mayor motivo,
porque el riesgo de que Estados Unidos o la eurozona te expropien tus dólares o tus
euros no es un riesgo hipotético, es un riesgo que ya sea materializado, que ya lo hemos
vivido, que ya lo hemos experimentado. No es una posibilidad, es una certeza. Ahora
bien, mantener reservas en oro tampoco es la panacea, porque no todos los bancos centrales
extranjeros aceptan el oro como medio de pago y, por tanto, si quieres pagar en otros
países no es sencillo convertir el oro en divisa extranjera o en los bienes y servicios
que quieres importar desde esos otros países. Además, en un sistema financiero muy digitalizado,
tener oro físico acarrea costes de transacción a la hora de intercambiarlo. Otra posibilidad
podrían ser los criptoactivos, por ejemplo, Bitcoin. Sin embargo, de nuevo, hoy por hoy
no es universalmente aceptado y, por tanto, tener muchas de tus reservas exteriores en
Bitcoin puede no ser conveniente si no las puedes recolocar con facilidad a un precio
estable en aquellos países en los que necesitas gastar ese dinero. Otra posibilidad sería
que el yuan ascendiera a la categoría de moneda de reserva global. Sin embargo, eso
tampoco es sencillo porque China impone fuertes controles de capitales a los yuanes, es decir,
que China ya peca en parte del pecado que están cometiendo Estados Unidos y la eurozona
al congelar los dólares y los euros. Es un pecado, en el caso de China, estructural,
por tanto, hasta que no se solucionen esos controles de capitales, hasta que China no
permita una transmisión inmediata de su moneda, tampoco mantener reservas en yuanes será
una opción demasiado atractiva. En definitiva, tras la invasión de Ucrania
por parte de Rusia, se le ha caído también la careta al sistema monétar internacional
basado en moneda fiat. A partir de ahora ya le ha quedado claro a todo el mundo que
dólares y euros no son monedas neutrales, son monedas políticas y politizadas, monedas
que incluso pueden usarse como arma de guerra y, por tanto, son monedas que van a perder
atractivo fuera de los bloques económicos que las emiten. Que pierdan atractivo no
significa inmediatamente que vayan a dejar de ser demandadas, sobre todo si no existe
una alternativa mejor. Pero sí significa que los estados extranjeros van a estar buscando
activamente esas alternativas porque la confianza que podía existir hasta el momento hacia
Europa o hacia Estados Unidos se ha roto de manera irreparable. Y si la demanda global
de dólares o de euros se reduce y se reduce significativamente, eso sólo trae una consecuencia.
La mágica palabra de inflación.