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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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El gobierno de PSOE Podemos, ese que había prometido no subir los impuestos, ni a las
clases medias, ni a las quises trabajadoras, está a punto de aprobar un brutal rejonazo
tributario sobre los trabajadores autónomos. En un vídeo anterior ya tuvimos la ocasión
de desgranar los detalles más específicos del mismo. Podréis encontrar ese vídeo en
la sección de pestañas arriba a la derecha. Pero no combino olvidar que los trabajadores
autónomos, al igual que los trabajadores por cuenta ajena, no solo han de abonar sobre
sus ingresos netos las correspondientes cotizaciones sociales, sino que también tienen que pagar
el impuesto sobre la renta, el IRPF, de manera que cuando consideramos el efecto conjunto
de las nuevas cotizaciones sociales que pretende imponerles el gobierno a los autónomos más
el IRPF, que siguen teniendo que abonar los trabajadores autónomos, recalculado, obviamente,
porque las cotizaciones sociales son gastos deducibles dentro del IRPF, y por tanto también
variará la cuantía que van a tener que ingresar al fisco. Pero una vez tenemos en cuenta tanto
las cotizaciones sociales como el pago del IRPF se va a configurar un saqueo tributario
mucho mayor del que inicialmente parecía desprenderse únicamente del nuevo sistema de cotizaciones
sociales. Y a eso vamos a dedicar el vídeo de hoy. A analizar cuánto van a tener que
pagar a Hacienda y a la Seguridad Social los trabajadores autónomos con distintos niveles
de ingresos y a comprobar cuál va a ser su renta disponible después de que se pase por
la caja del Estado. Empecemos con un autónomo que tenga unos ingresos netos de 15.000 euros
anuales. Este autónomo tendrá que abonar en el año 2031, porque recordemos que la
reforma del gobierno entrará plenamente en vigor en el año 2031, empezará a aplicarse
a partir del 2023, pero sólo estará plenamente en vigor a partir del año 2031. Este autónomo,
que ingresa a 15.000 euros, tendrá que pagar a la Seguridad Social 3.300 euros. Y cuánto
tendrá que pagar el IRPF ya teniendo en cuenta que estos 3.300 euros de cotizaciones sociales
son gastos deducibles? Pues alrededor de 1.100 euros anuales. Obviamente, esta cuota depende
de muchas circunstancias personales y, por tanto, de tomarse como una cuota aproximada
de un autónomo que está soltero, o bueno, si el gobierno elimina la reducción por tributación
conjunta, este soltero o este casado, pero que no tiene, por ejemplo, hijos y que además
no reside en algunas autonomías con tipos impositivos más bajos que la media nacional,
como puede ser Madrid. Pero en todo caso, estamos hablando de 1.100 euros que se adicionan
a los 3.300 anteriores y que, por tanto, reducen los ingresos netos del autónomo de 15.000
a 10.600 euros, un tipo impositivo del 29,3%. Sigamos con un autónomo con ingresos netos
de 20.000 euros anuales. En este caso, tendría que pagar anualmente a la Seguridad Social
de 3.660 euros más 2.250 en concepto de IRPF. Por tanto, sus ingresos disponibles, después
de pagar cotizaciones sociales y el impuesto sobre la renta, se reducen de 20.000 euros
a aproximadamente 14.000, un tipo efectivo medio sobre sus ingresos netos del 29,5%.
El autónomo que ingrese netamente de 25.000 euros anuales tendrá que pagar a la Seguridad
Social cada año 5.100 euros y, además, en concepto de IRPF alrededor de 3.100 euros.
Por tanto, sus ingresos netos quedarán reducidos después de tributos a 16.800, habrá pagado
por tanto 8.200 euros en impuestos, un tipo impositivo de aproximadamente el 33%. Si
seguimos subiendo en ingresos netos, por ejemplo, a 30.000, nos encontraremos con que las cotizaciones
sociales anuales son de 6.540 euros más 4.150 en IRPF aproximadamente, tenemos que sus
ingresos disponibles caen de 30.000 a 19.300, es decir, estapando 10.700 euros a hacienda
y a la Seguridad Social, un tipo impositivo medio del 35,6%. Sigamos ascendiendo 35.000
euros. En este caso, las cotizaciones sociales que
tendrá que abonar este trabajador autónomo son de 8.040 euros anuales más un IRPF de
5.200 euros, nos vamos a unos tributos conjuntos de más de 13.000 euros y, por tanto, a una
reducción de la renta disponible después de impuestos desde 35.000 a 21.700 euros anuales,
un tipo impositivo medio del 37,8%, casi 38%. Continuemos, autónomo con ingresos netos
de 40.000 euros anuales tendrá que pagar en concepto de cotización a la Seguridad
Social 9.600 euros y, a su vez, el IRPF será de 6.250 euros, es decir, más de 15.000,
más de 16.000 euros en tributos y, por tanto, su renta disponible se reduce de 40.000 euros
a 24.150 euros, un tipo efectivo medio del 39,6%, prácticamente ya el 40%. Continuemos,
45.000 euros, la cotización a la Seguridad Social, la nueva cotización a la Seguridad
Social obligatoria que quiere establecer el gobierno para este colectivo de autónomos
es de 11.220 euros, el IRPF que se correspondería con estos ingresos netos es de unos 7.300
euros, es decir, que nos vamos a aproximadamente 18.500 euros en tributos y, por tanto, la
renta disponible después de impuestos se reduce desde 45.000 euros a 26.500 euros, un tipo
impositivo del 41,1%. Si ascendemos a unos ingresos netos de 48.000 euros, la cotización
social correspondiente en la que va a fijar el gobierno para estos autónomos es de 12.900
euros anuales, más un IRPF de aproximadamente 7.700 euros, superamos ya, por tanto, los
20.000 euros en tributos pagados a Hacienda y a la Seguridad Social y, en consecuencia,
la renta disponible se reduce desde 48.000 euros a 27.400, un tipo impositivo del 42,9%
y si el autónomo ingresa netamente 60.000 euros anuales, la cotización social correspondiente
será de 14.640 euros al año. Esta es la máxima cotización a la Seguridad Social que
puede pagar cualquier trabajador autónomo en España ingrese lo que ingrese, 14.640 euros
anuales, con 60.000 euros de ingresos netos y ya deducida la cotización social correspondiente,
el IRPF a pagar sería de 11.500 euros, por tanto, superamos en este caso los 25.000 euros
abonados en tributos y la renta disponible se reduce a casi la mitad, desde 60.000 euros
a 33.800 euros anuales, un tipo impositivo del 43,6% y por último, en la tabla he añadido
un caso que no es especialmente frecuente, pero que sí creo que es ilustrativo para
que entendamos bien el efecto que sobre el tipo impositivo medio tienen estas cotizaciones
sociales, que es el del trabajador autónomo que tiene unos ingresos netos de, por ejemplo,
100.000 euros anuales, como digo, no es muy frecuente, pero como la cotización social
seguirá siendo fija, porque es una cotización social máxima, una vez superan los ingresos
netos de 48.800 euros anuales, la cotización social anual se queda fija en 14.640 euros
anuales, básicamente porque la cotización social guarda una relación con la pensión
que se va a percibir en el futuro y como hay una pensión máxima, también existe una cotización
social máxima.
Pues bien, este autónomo, que ingresará a 100.000 euros en términos netos, pagaría
la seguridad social 14.640 euros y al fisco, en concepto de IRPF, 27.759 euros, por tanto
sus ingresos netos quedarían reducidos de 100.000 a 57.600, pagaría prácticamente 42.400
euros en impuestos y eso supondría un tipo impositivo medio del 42.4%, que es inferior
a aquel al que se enfrentaría el trabajador que ingresa en términos netos 60.000 euros.
¿Por qué?
Pues porque el peso de las cotizaciones sociales conforme vas aumentando tus ingresos a partir
de 48.800 euros anuales, el peso de esa cotización social va decreciendo.
Si quien ingresa en términos netos un millón de euros sigue pagando 14.640 euros en cotizaciones
sociales, pues evidentemente esos 14.640 suponen una merma mucho menos grabosa al que ingresa
en términos netos un millón que aquí en ingresa en términos netos 60.000.
Pero repito, esto tiene una razón de ser y la razón de ser es que van a cobrar en
el futuro la misma pensión, el que ingresa 60.000 y el que ingresa un millón y por eso
cotizan exactamente lo mismo.
Pues bien, estos son los cálculos aproximados del rejonazo fiscal, del brutal rejonazo fiscal
que sufrirán los trabajadores autónomos, son cálculos en todo caso aproximados y hemos
dicho antes que el cálculo específico del IRPF de cada trabajador autónomo dependerá
de sus circunstancias particulares.
A su vez también hay que tener en cuenta que podría haber trabajadores autónomos que
fueran capaces de repercutir el sobrecosta en forma de cotización social a sus clientes.
Si tuvieran mucho poder de negociación, quizá eso sea algo que termine sucediendo y por
tanto sus ingresos netos aumentarían antes de cotizaciones y ese aumento les permitiría
pagar las cotizaciones sin reducir sus ingresos netos con respecto a la actualidad.
Pero para muchos trabajadores autónomos que no tengan ese poder de negociación para
cargarles a sus clientes el sobrecoste de las cotizaciones sociales y que más o menos
se ubiquen en las circunstancias personales que derivan en esta cuota del IRPF, estas
son las cifras, son unas cifras verdaderamente descorazonadoras.
Estamos hablando de una exacción entre el 30 y el 45% de todos los ingresos antes de
impuestos que obtiene un trabajador autónomo.
Y a esto añadimosle, claro, que siempre que quiera disponer en forma de gasto de la menguada
renta disponible resultante tendrá que pagar IVA, un impuesto que el gobierno también
se está planteando subir.
Cojamos, por ejemplo, al autónomo que ingresa en términos netos 60.000 euros y cuya renta
disponible se ve reducida hasta 33.830 euros anuales.
Si ese autónomo intentara gastar hoy o en el futuro no tiene por qué ser un gasto de
golpe sino un gasto a lo largo de su vida, si ese autónomo intentara gastar en bienes
de consumo su renta disponible y suponiendo un tipo medio en el IVA de entorno al 15%,
tendríamos que ese autónomo tiene una capacidad de gasto de unos 28.700 euros, es decir, que
ingresa a 60.000 y al final solo puede disponer de 28.700, de menos de la mitad.
Es verdad que aquí también hay que tener en cuenta que por pagar cotizaciones sociales
en el futuro este trabajador recibirá una pensión sin seguir trabajando, por tanto,
en parte es un mecanismo de ahorro forzoso.
Te quito ahora y te lo devuelvo más tarde, pero recordemos que este gobierno o cualquiera
que venga debido a la muy delica situación demográfica de la seguridad social va a recordar
también las pensiones futuras y a su vez recordemos que existen otros impuestos distintos
del IRPF o del IVA que también se tienen que pagar y que por tanto también reducirían
a corto y medio plazo la renta disponible de los autónomos en mayor medida de lo que
ya hemos expresado.
Un auténtico atraco a mano armada para la mayor gloria de nuestro estado hipertrofiado.