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Mark Zuckerberg lo ha confirmado. El gobierno estadounidense de Joe Biden ha presionado a
Facebook para que aplique la censura dentro de esta red social. Veámoslo.
Las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea son nuevos canales
de comunicación que, en principio, quedan fuera del alcance del gobierno y que, por tanto,
permiten amplificar nuestra capacidad para expresarnos en libertad. Pero los estados temen
todo aquello que no pueden controlar, porque todo aquello que no pueden controlar es susceptible
de socavar su poder. Y como la prioridad existencial de todo estado, de cualquier estado, es conservar
su poder, es conservar su dominio sobre su territorio y sobre su población, entonces,
obviamente, los estados van a querer controlar o, en su defecto, censurar las redes sociales y las
aplicaciones de mensajería instantánea que permiten amplificar nuestra capacidad para comunicarnos y,
por tanto, para fiscalizar y plantarles cara a los abusos de poder de los distintos estados.
En vídeos anteriores, muy recientes, ya hemos expuesto flagrantes ejemplos de cómo estados que
supuestamente son adalides del respeto a las libertades individuales, se están comportando
como auténticas mafias organizadas para implantar la censura en redes sociales, como X, o en aplicaciones
de mensajería instantánea, como Telegram, o en su defecto, para cerrar esas redes sociales y esas
aplicaciones de mensajería instantánea. Y por si cupiera alguna duda de que en materia de redes
sociales o de aplicaciones de mensajería instantánea, o pasas por el aro del estado, o utilizan
matonilmente el monopolio de la violencia estatal en tu contra, o aplicas la censura que el estado te
ordena que apliques o van a perseguirte para intentar cerrarte o detenerte, por si cupiera
alguna duda sobre esto a tenor de los recientes casos de X o de Telegram, estos días el mismísimo
Mark Zuckerberg ha confirmado que en el año 2021 Facebook tuvo que censurar, tuvo que ocultar
publicaciones privadas de los usuarios de Facebook relacionadas con la COVID-19, incluyendo meros
memes y sátiras, tuvo que censurar, tuvo que ocultar publicaciones privadas relacionadas con la COVID-19
que se alejaran del discurso oficial, oficialista, del gobierno de los Estados Unidos, presidido en
aquel entonces por Joe Biden y con Kamala Harris como vicepresidenta. Es decir, Mark Zuckerberg acaba
de reconocer que el gobierno estadounidense de Joe Biden obligó, forzó, amenazó a Facebook para que
implantara la censura en relación con el COVID-19 dentro de esta red social. En una carta que Mark
Zuckerberg ha dirigido al Comité Judicial de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos,
podemos leer lo siguiente. Ahora mismo se está hablando mucho sobre cómo el gobierno de los
Estados Unidos interactúa con compañías como Meta y quiero dejar bien clara nuestra posición.
Nuestras plataformas son para todo el mundo. Queremos promover la interlocución y ayudar a que la gente
se conecte de una manera segura. Y como parte de esta misión, nosotros, de manera regular, hablamos con
los gobiernos de distintas partes del mundo sobre sus preocupaciones relativas al debate público y a la
seguridad pública. En el año 2021, agentes del gobierno de Biden, incluyendo la Casa Blanca,
nos presionaron de manera repetida para que durante meses censuráramos contenido relacionado con la COVID-19,
incluyendo sátira y humor. Y se mostraron muy decepcionados con los trabajadores de Meta cuando no
estábamos de acuerdo con sus peticiones. Es verdad que, en última instancia, dependía de nosotros si retirábamos
o no cierto contenido. Y, por tanto, somos responsables de las decisiones que tomamos, incluyendo los cambios que
hicimos en el contenido relacionado con la COVID-19, bajo la presión gubernamental. Creo que este tipo de
presiones gubernamentales son incorrectas. Y me arrepiento de no haberlas denunciado en su momento.
También creo que tomamos ciertas decisiones que, con el beneficio de la perspectiva temporal y con la
nueva información, hoy no tomaríamos. Tal como trasladé a los trabajadores de Facebook en ese momento,
creo que no deberíamos fijar nuestras posiciones según las presiones ejercidas por los gobiernos en
una dirección o en otra. Y estamos preparados para resistirnos en el futuro si algo como esto
vuelve a suceder. Pero no pensemos que las presiones estatales terminaron aquí. En la misma carta de
Zuckerberg también podemos leer lo siguiente. En otra ocasión, el FBI nos alertó sobre una potencial
operación de desinformación rusa respecto a la familia Biden de cara a las elecciones del año 2020.
En ese otoño, cuando leímos en el New York Post la noticia que informaba sobre los indicios de
corrupción que afectaba a la familia del entonces candidato demócrata a la presidencia de los Estados
Unidos, Joe Biden, mandamos esa información a nuestros verificadores para que la revisaran y para
que temporalmente la ocultaran hasta que llegara una réplica. Desde entonces ha quedado claro
que esa noticia no era desinformación rusa. Y en retrospectiva no deberíamos haber ocultado esa
noticia. Por ello hemos modificado nuestras políticas y nuestros procesos internos para
asegurarnos de que esto no vuelva a suceder. Por ejemplo, ya no ocultamos temporalmente noticias
sobre los Estados Unidos a la espera de que lleguen los revisores. Es decir, que el gobierno de Joe Biden,
ese supuesto adalid de las libertades individuales frente al autoritario Donald Trump, presionó a una
empresa privada como meta para que aplicara censura gubernamental, además de un modo no transparente,
sin que la ciudadanía estadounidense fuera consciente de ello dentro de esa red social. Es del todo
equivalente a que el gobierno de Joe Biden presionara a un periódico o a una cadena de televisión para
censurar ciertas informaciones o ciertas opiniones. Es decir, se trata de un caso clarísimo de censura
de la libertad de expresión promovida por un gobierno. Y además una censura estatal que para
más INRI ni siquiera ha sido ratificada por el Congreso. Que cuidado, no estoy diciendo que sea
legítimo censurar la libertad de expresión de los ciudadanos si el Congreso lo convalida.
Pero es que, como poco, en un Estado de derecho, si se quieren establecer limitaciones a las libertades
individuales de los ciudadanos, esa limitación ha de ser refrendada por el poder legislativo. No ha
de ser tomada unilateralmente y sin ningún tipo de transparencia por el poder ejecutivo. Y eso es lo
que hemos confirmado ahora que hizo con respecto a Facebook en el año 2021 el gobierno de Joe Biden.
Por eso, durante mucho tiempo, Elon Musk ha sido un villano para el gobierno de los Estados Unidos o
para los gobiernos europeos. Y en cambio, Mark Zuckerberg no lo ha sido. Porque el dueño de Facebook
cedía a las presiones gubernamentales para implantar dentro de su red social la censura que los burócratas,
que los políticos dentro de esos gobiernos querían implantar. Zuckerberg sí pasaba por el aro de la
censura estatal, Elon Musk no lo hacía. Por tanto, Zuckerberg bueno, Musk malo. Y de esta gota censora
en el océano de las redes sociales y de las aplicaciones de mensajería instantánea, nos hemos
enterado. Pero seamos conscientes de que del resto del océano censor no sabemos nada. Es decir, cuántas
otras presiones, cuántas otras amenazas, cuántos otros intentos de censura en tantas otras redes
sociales, en tantas otras aplicaciones de mensajería instantánea, habrán llegado a consumarse sin que nos
hayamos enterado. Aunque Mark Zuckerberg haya sido, por la razón que sea, cómplice del gobierno
estadounidense o cómplice de los gobiernos europeos para aplicar la censura estatal dentro de su red social,
desde luego es de agradecer que nos haya informado públicamente de que esa censura se ha producido en
el pasado. Podremos creerle o no cuando nos dice que ahora va a plantarle cara al leviatán estatal y
que no va a dejar que las presiones gubernamentales vuelvan a materializarse en censura dentro de sus
redes sociales. Puede que se haya caído del guindo y sea cierto, o puede ser meramente una operación de
marketing. Pero desde luego lo que sí es valioso es que nos haya confirmado algo que era ampliamente
sospechado, pero de lo que no teníamos certeza de parte. Y es que el gobierno estadounidense, y por
tanto también muy previsiblemente los gobiernos europeos, están activamente presionando a las redes
sociales y a las aplicaciones de mensajería instantánea para controlar las comunicaciones libres
de los ciudadanos a través de esas plataformas. Es decir, para aplicar de tapadillo la censura a la
libertad de expresión de sus ciudadanos. Si no teníamos suficiente con la actitud matonil de la
Comisión Europea en contra de Elon Musk o si no tuviéramos suficiente con la detención en Francia
del dueño de Telegram, ahora, además, contamos con la revelación de Mark Zuckerberg de que el gobierno
de Joe Biden presionó a Meta para aplicar la censura. Y en ningún caso deberíamos otorgarle al gobierno la
potestad para censurar arbitrariamente los medios de comunicación, las redes sociales o las aplicaciones
de mensajería instantánea. Si queremos seguir siendo ciudadanos y no siervos, hemos de plantarle
firmemente cara a este nuevo despotismo político-digital.