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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Gustavo Petro quiere acabar con la minería fósil y al mismo tiempo limitar y desprofesionalizar
la inversión en minería no fósil. Pero realmente es compatible renunciar a los combustibles
fósiles y al mismo tiempo dejar de explotar de manera muy intensiva los minerales no
fósiles? Veámoslo.
El candidato a la Presidencia de Colombia, Gustavo Petro, participó recientemente en
el Congreso Nacional de Minería y dejó dos grandes titulares. En primer lugar, las nuevas
explotaciones de minerales fósiles van a desaparecer. Su gobierno pretende ir desmantelando,
a lo largo de 12 años, la industria minera del petróleo y del carbón.
La minería fósil no tiene futuro. No puede tenerlo, además, porque la humanidad perece
y tuve ese futuro. Economía fósil nos guste o no nos guste, toca salir de ahí.
Y en segundo lugar, la actividad de la minería no fósil, es decir, de la minería metalúrgica,
la relacionada con la extracción de metales y la minería no metalúrgica, la relacionada
con la obtención de materiales de construcción o piedras preciosas, esa minería no fósil
se verá seriamente limitada. ¿Y por qué se verá seriamente limitada? Porque Petro considera
que la vida debe ser un límite a la minería no fósil en tres sentidos. En primer lugar,
no permitir la actividad minera cerca de las ciudades, en segundo lugar, no permitir la
actividad minera cerca de los acuíferos, y en tercer lugar y sobre todo, no permitir
la actividad minera en tierra fértil, priorizando de esa manera la agricultura frente a la
actividad minera. A partir de estas propuestas de Gustavo Petro podemos efectuar dos tipos
de reflexiones. El primer tipo de reflexiones tendría un ámbito más local, más nacional
para el caso de Colombia, y es cómo se paga todo esto. La actividad minera en sentido amplio,
la actividad extractiva, aporta el 2% del presupuesto de Colombia y el 5% del PIB. En
algunas regiones del país, prácticamente el 40% del PIB proviene de la actividad minera.
Por tanto, cortarle las alas a la actividad minera en sentido amplio a la actividad extractiva
supone, de entrada, un mazazo, un golpe económico muy fuerte para la economía colombiana.
Cómo se va a adaptar la economía colombiana tan a corto plazo, porque recordemos que estas
propuestas son para implementar durante su próximo gobierno en cuatro años, cómo se
va a adaptar la economía colombiana a este mazazo, pues al menos en este Congreso Minero
Gustavo Petro no esbozo propuestas muy concretas. Básicamente lo fió todo a un gran pacto social
para articular la transición energética. Pero las cifras, senador, candidato, son
elocuentes. Nosotros somos un país que vivimos del... es que no quiero enfocalizarme mucho
en el petróleo, pero somos un país que en términos de regalías, la minería es importante
en términos de generación de empleo y de desarrollo de esas regiones donde hay explotación
claramente minera. Cómo reemplazar esos aportes de lo que usted llama esa economía
fósil en cuatro años, en cuatro años que es lo decisivo, porque digamos como en términos
de inversión extranjera es uno de los sectores que más inversión extranjera tiene, en términos
de exportaciones, ni qué decir, cómo reemplazar la economía fósil esos ingresos.
Aunque no es el tema de los presentes, tengo entendido por un tema específico de minería
que la minero energética. Ese es un pacto. El pacto verso sobre cómo se hace la transición.
De hecho, una de las pocas propuestas que articuló Gustavo Petro en esta conferencia
fue crear un fondo internacional para compensar a aquellos países a día de hoy dependientes
de la extracción de minerales fósiles, como es el caso de Colombia. Básicamente que el
resto de estados mundiales le paguen a Colombia por dejar de explotar combustibles fósiles,
algo que no depende en absoluto de Gustavo Petro. Gustavo Petro está decidido sí o
sí a desmantelar la industria de la minería fósil y confía, tiene fe, en que el resto
del mundo le subsidiará ese desmantelamiento de la industria de la minería fósil.
Y si no se aprueba ese fondo, si el resto de contribuyentes globales no le dan su dinero
al gobierno colombiano, pues Dios proveerá. En cualquier caso, como decía las propuestas
de Gustavo Petro invitan a dos tipos de reflexiones. La primera sobre la sostenibilidad económica
y presupuestaria para el caso de Colombia de su planteamiento de erradicar la minería
fósil y de limitar de manera muy intensa la minería no fósil. Pero el otro planteamiento
es de tipo más general. De verdad el mundo, ya no Colombia, el mundo se puede permitir
una transición energética consistente en abandonar los combustibles fósiles al tiempo
que emprende una batalla ecologista contra la minería no fósil, es decir, nos podemos
permitir a la vez renunciar a la minería fósil y a la minería no fósil.
Bueno, al respecto, permítanme enunciar tres proposiciones que no son controvertibles.
La primera, para que las sociedades puedan crecer y prosperar materialmente, necesitan
una fuente de energía confiable y barata. Sin energía confiable y barata, las sociedades
no pueden prosperar materialmente y, por tanto, están abocadas a niveles de bienestar decrecientes.
En segundo lugar, a día de hoy, la fuente fundamental de esa energía barata y confiable
son los combustibles fósiles. Si renunciamos a los combustibles fósiles por los efectos
adversos que pueden tener sobre el clima, habrá que encontrar y habrá que invertir
en fuentes de energía alternativas que, idealmente, deberían ser tan eficientes o
casi tan eficientes como las energías fósiles.
Y, en tercer lugar, aún cuando tengamos una tecnología energética que sea tan eficiente
como las energías fósiles para implementar, para materializar, para extender, para generalizar,
esa tecnología generadora de energía de origen no fósil necesitaremos de una inversión
material muy intensa que requerirá de materiales y esos materiales, esas materias primas,
se extraen fundamentalmente de la minería no fósil, de tal manera que tenemos una
especie de trilema. Un trilema es cuando tenemos tres opciones y las tres son incompatibles
entre sí. Hay que descartar como mínimo una de esas tres opciones.
La primera opción es seguir creciendo económicamente, seguir incrementando el bienestar material
de las sociedades. La segunda opción es renunciar a los combustibles fósiles y, por tanto,
a la minería fósil. La tercera opción es renunciar, limitar, de manera muy importante,
la minería no fósil. Las tres, a la vez, no se pueden dar. Si renunciamos a la minería
fósil y a la minería no fósil, estamos renunciando a crecer y al bienestar económico.
Si renunciamos a la minería no fósil para mantener nuestro bienestar material, deberemos
seguir atados a las fuentes de energía fósiles. No podremos efectuar una transición energética
sin contar con el auxilio, sin contar con la materia prima de la minería no fósil.
Y en conclusión, por tanto, si el objetivo es renunciar a las fuentes de energía fósiles
al tiempo que las sociedades siguen creciendo y generando bienestar para sus ciudadanos,
no quedará otra que apoyarse en la minería no fósil para extraer los materiales con
los que invertir en la transición energética. Hace unos días, de hecho, el FMI publicó
una estimación de cuáles serían los ingresos acumulados a lo largo de los próximos 20
años que recibirían los principales metales involucrados en la transición energética.
Y como podemos ver en esta tabla, si avanzamos hacia un objetivo de cero emisiones de CO2
para el año 2050, el cobre, el níquel, el cobalto y el litio acumularán entre el año
2021 y el año 2040, acumularán estos cuatro metales unos ingresos de 13 billones de dólares,
más de cuatro veces los ingresos que han acumulado entre el año 1999 y el año 2018.
En los próximos 20 años, si se quiere completar esa transición energética, se da necesario
extraer muchísimos más metales de los que se han extraído en el pasado. ¿Por qué?
Porque para transformar la estructura productiva de nuestras sociedades harán falta a esos
metales. Por ejemplo, en este gráfico extraído de la agencia internacional de la energía,
podemos observar cómo el coche eléctrico promedio requiere de hasta seis veces más
minerales que el coche convencional de motor de combustión promedio. En particular, requiere
más cobre, requiere de más níquel y requiere de más grafito. Por tanto, si el coche eléctrico
ha de sustituir al coche con motor de combustión tradicional, necesitaremos extraer muchos
más de estos minerales. Pero es que, a sí mismo, una central eólica requiere hasta
nueve veces más minerales que una central de ciclo combinado, que una central que queme
gas. En particular, y como de nuevo podemos observar en este gráfico extraído de la
agencia internacional de la energía, vemos que una eólica requiere de mucho más cobre
y de mucho más zinc, a parte de otros metales, pero estos son los dos principales, mucho
más cobre y mucho más zinc que una planta simple, tradicional de gas natural. De nuevo,
si hay que reemplazar toda la estructura de generación eléctrica de un país para volverla
mucho más verde, mucho más renovable, habrá que extraer muchos más de estos minerales.
Y si nos extraen esos metales, no podremos completar la transición energética. Y si
no completamos la transición energética, aún suponiendo que tenemos una tecnología
capaz de reemplazar eficientemente a los combustibles fósiles, pues entonces, si no completamos
esa transición energética y renunciamos a los combustibles fósiles, lo que nos queda
por delante es miseria.
Por tanto, la posición ecologista muy extendida en muchas partes del mundo de no queremos
minería fósil, tampoco queremos minería no fósil, nos conduce a la pobreza. Si queremos
renunciar a la minería fósil, habrá que hacer un uso muchísimo más extensivo, muchísimo
más extractivo de la minería no fósil. No podemos alcanzar los primeros objetivos
de descarbonizar la economía a través de una transición energética muy potente, no
podemos alcanzar esos objetivos sin una inversión minera en cobre, en níquel, en cobalto o
en litio potentísima.
No es que esa inversión sea condición suficiente, porque falta todavía una tecnología lo
suficientemente eficiente para reemplazar a los combustibles fósiles, pero desde luego
sí es condición necesaria. Si tenemos tecnología y no tenemos inversión minera, la tecnología
no valdrá de nada. Y en este contexto, la propuesta de Gustavo Petro de maniatar a la
industria minera no fósil de desprofesionalizarla, para que sea una minería de pequeñas y medianas
empresas y para limitar enormemente su ámbito de actuación, pues esas propuestas todavía
tienen menos sentido.
Colombia, aparte de carbón, de petróleo o de oro, también produce cobre y níquel,
los de los metales fundamentales para la transición energética que está postulando Gustavo Petro.
¿Qué pretende entonces hacer Gustavo Petro? ¿Seguir importando el cobre y el níquel de
otras partes del planeta? ¿Qué sentido tiene que pretendas que otras partes del planeta
hagan lo que tú no quieres hacer en casa? ¿O es que Gustavo Petro no quiere importar
estos metales y por tanto no quiere completar la transición energética que está anunciando
para descarbonizar, para desfosilizar la economía colombiana? Si tienes una agenda muy ambiciosa
de transición energética, deberías tener igualmente una agenda muy ambiciosa de extracción
de minerales para dar apoyo para posibilitar esa transición energética.
Y aunque no tuvieras una agenda muy ambiciosa de transición energética, como por ejemplo
no la tiene el actual gobierno de derecha mercantilista de Colombia, también sería
absurdo que si gran parte del planeta se va a sumergir en una transición energética
que va a requerir de una extracción masiva de estos minerales y que por tanto va a suponer
un caldo de negocio brutal para aquellos países que puedan proporcionar esos minerales,
ya digo, aunque tú no te quieras sumar a esa transición energética, sería absurdo tal
como está haciendo también ahora mismo el gobierno de derecha mercantilista de Colombia
ir denegando licencias de explotaciones mineras para colgarte la medalla ecologista.
En definitiva, todos aquellos que como Gustavo Petro defienden una transición energética
muy ambiciosa, deberían decir no solo transición energética si, sino también minería si,
o alternativamente si dicen transición energética si y minería no, deberían añadir riqueza
y bienestar para todos, no.