This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
La tasa de inflación interanual de España en el mes de marzo ascendió al 9,8%.
Esta misma tasa de inflación, en el caso de Portugal, fue del 5,3%, prácticamente
la mitad.
¿A qué se debe esta enorme diferencia entre las tasas de inflación de ambos países?
¿Es algo que cabe atribuir a la distinta responsabilidad en la gestión de ambos gobiernos
nacionales?
Veámoslo.
En este gráfico podemos observar la divergente tasa de inflación interanual de España y
de Portugal.
Dos países que comparten el mismo territorio, que tienen economías bastante integradas
y que también comparten mercado eléctrico y en gran medida mercado energético.
Llama, por tanto, la atención que la tasa de inflación interanual de España sea del
9,8% y que la de Portugal en cambio sea del 5,3%.
La inflación en España prácticamente duplica la de Portugal.
Y algunos, en medio de la habitual refriega política, únicamente obsesionada con conquista
del poder, han pretendido culpar al gobierno de España, al gobierno de Pessoé Podemos,
de esta brecha, de esta diferencia entre las tasas de inflación.
Si España tiene más inflación que Portugal, siendo economías cercanas, solo hay un hecho
diferencial al que echar las culpas de esta diferente tasa de inflación.
Y ese hecho diferencial es el gobierno de Pessoé Podemos en España.
Pues bien, este razonamiento, como ahora expondréis, es un razonamiento bastante pobre.
Hay muchas críticas por muchos asuntos que se le pueden dirigir al gobierno de Pessoé
Podemos.
En este canal, de hecho, lo hacemos con bastante frecuencia.
Sin embargo, el gobierno no siempre tiene por qué tener la culpa de absolutamente todo.
Y en el caso que nos ocupa, y como vamos a comprobar a continuación, hay otros factores
que permiten explicar el diferencial de inflación entre España y Portugal.
Primero, ¿es verdad que España tiene una tasa de inflación más alta que la de Portugal?
Pues depende cómo midamos las cosas.
La tasa de inflación general de España, sin duda, es hoy por hoy mucho más alta
que la de Portugal.
Y ya lo hemos dicho.
En el mes de marzo, tasa de inflación interanual de España, 9,8%, tasa de inflación interanual
de Portugal, 5,3%.
Ahora bien, ¿qué sucede si cogemos el dato de tasa de inflación subyacente de España
y de Portugal?
Es decir, la tasa de inflación que expluye, de su medición, los precios de la energía
y de los alimentos no elaborados.
Pues aquí la cosa cambia de manera bastante notable.
La tasa de inflación subyacente de España en el mes de marzo es del 3,4%.
Esto no significa que sea una tasa de inflación baja, hombre, comparativamente con el 9,8,
suena muy poco, pero es una tasa de inflación que supera ampliamente el objetivo de inflación
del Banco Central Europeo y que además viene subiendo mes tras mes.
Por tanto, es un dato preocupante, 3,4%.
Pero ¿cuál es la tasa de inflación subyacente en Portugal?
3,8%.
Es decir, que en inflación subyacente en el mes de marzo está peor Portugal que España.
De nuevo, quien pretende explicar todo diferencial entre España y Portugal a la diferente gestión
de los gobiernos, en este caso debería concluir que España tiene menos tasa de inflación
subyacente que Portugal gracias al gobierno de PSOE Podemos y creo que esta conclusión
tampoco es una conclusión válida.
Bien, hasta aquí ya hemos acotado donde está el problema.
El diferencial de inflación entre España y Portugal se explica por los precios de la
energía y de los alimentos no elaborados.
Desgraciadamente todavía no tenemos los datos desagregados de inflación del mes de marzo
del año 2022, pero podemos tratar de analizar estos mismos datos, que sí los tenemos desagregados,
para febrero de este año 2022.
Como podemos ver, en febrero de 2022 el diferencial de inflación entre España y Portugal seguía
siendo enorme.
La tasa de inflación interanual de España en el mes de febrero era del 7,6%, en cambio
la de Portugal era del 4,4%.
Como digo, al no tener los datos desagregados del mes de marzo, vamos a analizar esta brecha
para el caso del mes de febrero.
Y lo primero que podemos observar es que si excluimos el componente energético, como
ya sabemos que ha ocurrido en marzo, las diferencias entre ambos países desaparecen.
La tasa de inflación interanual de España y Portugal en el mes de febrero, excluyendo
la energía, era exactamente la misma, 3,4%.
La diferencia por tanto está en la energía, tanto en marzo como en el mes de febrero,
pero exactamente en qué parte de la energía.
Bueno, en primer lugar, observemos la distinta evolución de los precios del gas natural.
En el mes de febrero, la tasa de inflación interanual de los precios del gas natural
en España era del 12,1%, se habían incrementado de media un 12,1% con respecto a febrero del
año 2021 y en Portugal era del 9,1%.
Sin embargo, a la hora de la verdad esta diferencia es prácticamente irrelevante, el IPC sigue
la evolución de muchísimos precios, por tanto, la ponderación, el peso, que tiene
un único bien o servicio dentro del IPC general es muy escasa, imaginad que el precio del
gas natural pondera el 1%, pues en ese caso, una diferencia de 3 puntos en la evolución
de la inflación del gas natural entre España y Portugal apenas permitiría explicar un
diferencial de inflación entre España y Portugal, inflación general, del 0,03%, es
decir, como digo, prácticamente nada.
Vamos que no podemos explicar la enorme brecha de inflación que hay entre España y Portugal,
que sabemos que es una brecha energética, no la podemos explicar únicamente o principalmente
a través de la diferente evolución de los precios del gas natural.
Vamos con otro posible candidato energético, que nos permita explicar la diferencia entre
las tasas de inflación de España y Portugal, los precios de los combustibles.
Hasta el mes de febrero del año 2022, los combustibles, los carburantes, se habían
encarecido en España en un 26,8%.
Sin embargo, en Portugal lo habían hecho en un 22%, un diferencial de 4,8 puntos, que
sigue siendo apreciable, pero que dentro del IPC general tiene una influencia verdaderamente
escasa, por tanto, tampoco parece que este sea el bien energético que explique el enorme
diferencial de las tasas de inflación general entre España y Portugal.
No es el gas natural, no son los carburantes, ¿qué nos queda como componente energético
importante? La electricidad. Y fijémonos en la espectacular diferencia en la evolución
de los precios de la electricidad entre España y Portugal.
Durante el último año, la electricidad se ha encarecido un 80,5% en el caso de España,
mientras que solo un 5,6% en el caso de Portugal.
Una diferencia de 75 puntos en la evolución de los precios.
Dado que la electricidad pondera en el IPC general de España alrededor del 4%, solo este
hecho ya explica alrededor de 3 puntos de la diferencia de la evolución del IPC general
entre España y Portugal.
Bien, ya hemos detectado quién es el culpable de que la tasa de inflación de España prácticamente
duplique la tasa de inflación de Portugal. La divergente evolución de los precios de
la electricidad. Es decir, que las comercializadoras eléctricas de España y de Portugal pagan
aproximadamente el mismo precio por la electricidad que compran y que posteriormente les venden
a los usuarios finales, a familias y a empresas. Y si pagan lo mismo por la materia prima, porque
en última instancia se han encarecido muchísimo más los precios en España que en Portugal.
Pues hay dos motivos, uno material y otro estadístico. ¿Cuál es el motivo material?
Que en España aproximadamente un 40% de las familias tienen contratada una tarifa, la
tarifa regulada, cuyo precio evoluciona instantáneamente según cambie el precio de la electricidad
en el mercado mayorista. Por tanto si se encarece el precio de la generación eléctrica, inmediatamente
se le repercute ese mayor precio al usuario final. En cambio, el otro 60% de los españoles
tiene contratada una tarifa en el llamado Mercado Libre, que es una tarifa normalmente
de revisión anual. Por tanto, ese 60% de españoles hasta el momento no se han visto
prácticamente afectados por la subida de la luz. Incluso puede que les haya bajado
el recibo eléctrico por las reducciones fiscales que aprobó el gobierno. Sin embargo, ahora
están empezando las revisiones anuales del precio de la electricidad para ese 60% de
españoles que no tienen la tarifa regulada y ahora la subida de precios sí les va a
empezar a morder. Eso es lo que sucede en España. 40% de usuarios tienen un precio
de la electricidad vinculado a la evolución diaria del mercado mayorista, el 60% hasta
el momento han estado blindados de las subidas pero ahora las empezarán a sufrir. ¿Y qué
sucede en Portugal? Pues que el 85% de las familias tiene un contrato de renegociación
anual y por tanto hasta el momento no se habían visto afectadas por la subida del
precio de la electricidad en el mercado mayorista. Sin embargo, a partir de ahora, en los próximos
meses, conforme se revisen esos contratos, sí se les empezará a repercutir la subida
del precio de la electricidad a sus contratos y por tanto, a partir de ahora, la inflación
sí empezará a golpear más duramente a Portugal. Precisamente por eso se han unido los gobiernos
de España y de Portugal ahora para pedir que se regule el precio de la electricidad
porque el gobierno portugués tiene miedo de que empiece una cascada de revisiones brutales
al alza de los precios de la electricidad en esos contratos de renegociación anual
que muerdan a las familias y que disparen su tasa de inflación interna. Como no tal
margen he de decir que no es claramente mejor tener un contrato de renegociación anual
que tener un contrato donde la subida de precios en el mercado mayorista se te repercuta
inmediatamente en el precio de la electricidad que estás pagando. Obviamente, si tienes
un contrato de renegociación anual, la volatilidad de los precios de la electricidad es bastante
menor, pero a largo plazo las diferencias entre ambos sistemas se tienen que estrechar
sí o sí, con la diferencia de que en los contratos de revisión anual el consumidor
le está pagando a la comercializadora una especie de prima de seguro contra la subida
de precios de la electricidad y por tanto el consumidor termina pagando más o menos
a largo plazo los mismos precios que si no tuviese contratado ese seguro contra la volatilidad
más la prima del seguro. Bien, este es el motivo material. A una parte importante, el
40% de la población española ya se les ha revisado al alza durante los últimos meses
el precio de la electricidad. Por tanto, el efecto inflacionista de la electricidad
se ha anticipado en España en relación con Portugal. Sin embargo, el otro 60% de la población
española hasta ahora estaba protegido, de modo que las diferencias no deberían ser
tan acusadas por el mero hecho de que el 40% esté expuesto a las subidas de los precios
de la electricidad que hemos experimentado. Y aquí es donde entra el motivo estadístico.
Al parecer, porque esto no está absolutamente confirmado, aunque sí parece que se desprende
entre líneas, al parecer el Instituto Nacional de Estadística Español únicamente utiliza
los contratos con tarifa regulada, es decir, los contratos que están expuestos a la volatilidad
diaria del mercado para cuantificar la evolución del precio promedio de la electricidad en
el conjunto del país. Con lo cual, a efectos del Instituto Nacional de Estadística y por
tanto a efectos del índice de precios al consumo, es como si el 100% de los españoles
estuviesen bajo un contrato de revisión instantánea del precio de la electricidad, es decir, es
como si a todos se les hubiese encarecido la electricidad una media del 80%. Y eso todavía
ha contribuido a agrandar más la brecha de inflación entre España y Portugal. En definitiva,
la tasa de inflación de España es sí mucho más alta que la de Portugal, pero es atribuible
prácticamente en su totalidad a la divergente evolución estadística de los precios de
la electricidad. Por tanto, las diferencias entre ambos países van a tender a estrecharse,
de hecho en la tasa de inflación subyacente ya han desaparecido las diferencias e incluso
Portugal está por encima de España. Eso no significa que España no tenga un problema
muy grande de inflación, y es un problema grave de inflación previo a la guerra en
Ucrania. Es un problema grave de inflación que, si no se resuelve pronto, terminará
socavando los fundamentos de la economía española. Pero es un problema grave de inflación
que no es exclusivo de España, sino que afecta, ya no a toda Europa, sino a la inmensa mayoría
de países desarrollados que durante los últimos años han abusado de las políticas de estímulo
tanto fiscales como monetarias. Al gobierno de PSOE Podemos no hay que juzgarlo por la
alta inflación que sufre España y todo el mundo. En todo caso habrá que juzgarlo y
responsabilizarlo por la respuesta política y económica que ofrezca a esa alta inflación.
Y de momento, ya este último respecto, la respuesta está siendo más bien deprimente.