Le crecen los enanos judiciales al entorno familiar de Pedro Sánchez.
Después de que su esposa Begoña Gómez haya sido imputada,
ahora también acaba de serlo su hermano, David Sánchez.
Veámoslo.
El juzgado de instrucción número 3 de Badajoz acaba de imputar a David Sánchez,
hermano del presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez,
y lo ha hecho por delitos contra la administración pública,
contra la hacienda pública, por malversación, por prevaricación y por tráfico de influencias.
Pero más concretamente, ¿cuál es la acusación que pende sobre David Sánchez
y por la que ha sido imputado?
Pues existen tres líneas de investigación y de acusación contra David Sánchez.
La primera es su contratación como jefe de artes escénicas de la Diputación de Badajoz en el año 2017.
Durante estos últimos siete años, David Sánchez ha ocupado este puesto en la administración pública,
remunerado con un salario de 55.700 euros anuales.
¿Y qué huele mal? ¿Qué resulta sospechoso de este empleo en la administración pública?
Dos cosas. En primer lugar, la contratación.
David Sánchez fue contratado en 2017 por el presidente de la Diputación de Badajoz,
que a su vez es el secretario general del PSOE de Extremadura.
Y fue contratado para este puesto inmediatamente después de que Pedro Sánchez
accediera a la secretaría general del PSOE.
Yo contrato a tu hermano para este puesto en la Diputación de Badajoz,
remunerado con 55.700 euros anuales,
y a cambio tú me tienes en mejor consideración dentro del organigrama del partido.
Do ut des.
Pero es que existe una segunda potencial irregularidad en esta contratación.
Y es que, desde hace varios meses, David Sánchez, aparentemente, no acude a su puesto de trabajo.
Y no acude a su puesto de trabajo sin que le haya sido autorizado el teletrabajo.
Por tanto, no está cumpliendo con sus obligaciones laborales, aparentemente,
sin que por ello se haya rescindido su contrato con la administración pública.
¿Y por qué no está acudiendo a su puesto de trabajo?
Pues porque desde hace años ha fijado su residencia fiscal en Elbas, Portugal,
con el objetivo de minimizar el pago de impuestos al fisco español,
derivado, entre otros, de estos ingresos procedentes de la administración pública.
Es decir, que no sólo está recibiendo un discutible salario público,
sino que además no paga impuestos sobre ese salario público,
a pesar de que su hermano, Pedro Sánchez, nos insiste en que la justicia fiscal
es importantísima para mantener la cohesión social y el estado de bienestar.
De hecho, no olvidemos los ataques y las invectivas
que se dirigían contra los youtubers que se mudaban a Andorra
para pagar menos impuestos.
Pues bien, esto mismo es lo que ha hecho el hermano del presidente del gobierno,
David Sánchez, con el agravante de que los ingresos sobre los que no está pagando impuestos
en España son ingresos procedentes del bolsillo de todos los contribuyentes,
porque ese sueldo público, 55.700 euros, se paga con impuestos,
con impuestos que sí abonan el resto de contribuyentes españoles.
La segunda línea de investigación contra David Sánchez
se refiere a la oficina Ópera Joven que el propio David Sánchez dirige.
¿Y qué huele mal en este caso?
Pues que el presupuesto anual de esta oficina,
gracias a un convenio con el ministerio,
ministerio dependiente del gobierno de España presidido por Pedro Sánchez,
el Ministerio de Cultura y Deportes,
incrementó el presupuesto anual de esta oficina dirigida por David Sánchez
desde 100.000 a 350.000 euros,
en parte a través de la asignación de fondos europeos.
¿Y cuán importante es la labor social que desarrolla esta oficina,
receptora de un presupuesto anual de 350.000 euros
y de fondos europeos dirigida por el hermano del presidente del gobierno,
por David Sánchez?
Pues uno de sus grandes éxitos ha sido financiar,
sufragar una ópera con un presupuesto de 128.000 euros,
que apenas ha recaudado en entradas 2.000 euros.
Y la tercera línea de investigación contra el hermano de Pedro Sánchez
hace referencia a su residencia fiscal en Elbas, Portugal.
Después de la pandemia, como ya hemos señalado,
David Sánchez trasladó su residencia fiscal a Elbas,
de manera que minoró, redujo su carga tributaria,
gracias a ese traslado de la residencia fiscal.
En Elbas, David Sánchez compró un palacete de 528 metros cuadrados
construido sobre un castillo medieval.
Esa es, teóricamente, su residencia.
Pues bien, resulta que la UCO,
la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil,
en sus investigaciones sobre el caso Coldo,
ha descubierto una ramificación societaria
del entramado societario de reparto de supuestas mordidas
en los contratos públicos suscritos durante la pandemia
intermediados por Coldo,
ha descubierto una ramificación societaria
para el lavado, para el maquillado,
para el enmascaramiento de esas mordidas
obtenidas por la trama que giraba alrededor de Coldo,
ha descubierto una ramificación societaria,
vaya casualidad, vaya por dónde,
en Elbas, Portugal, a escasos metros
del palacete de David Sánchez.
Por supuesto, y como siempre decimos,
que alguien esté imputado no significa
ni mucho menos que sea culpable.
Simplemente significa que el juez aprecia
que los hechos de los que se le acusan
son indiciariamente constitutivos de delito.
Pero eso no equivale ni mucho menos
a que esa persona haya cometido
los hechos antijurídicos de los que se le acusan.
Ahora bien, el presidente del gobierno,
Pedro Sánchez,
en lugar de seguir escribiendo cartas a la ciudadanía
en las que descalifica
todas estas investigaciones judiciales
como lawfare,
como máquina del fango,
como bulo sin ningún fundamento,
lo que debería hacer son dos cosas.
Por un lado,
expresar su respeto
a las investigaciones judiciales
y, por otro,
mostrar su disposición política
a responder a todas las preguntas
que la oposición
y los periodistas libres e independientes
quieran formularle sobre esta cuestión
para despejar cualquier atisbo de dudas.
Pero, desgraciadamente,
no parece que Pedro Sánchez
vaya a hacer ni lo uno ni lo otro.
Todo apunta a que Pedro Sánchez
seguirá huyendo hacia adelante,
desprestigiando las instituciones,
socavando la independencia judicial
y la libertad de prensa en España
para extender una cortina de humo
autolegitimadora
que le permita no dar ningún tipo de explicación
sobre estas investigaciones
que afectan a su entorno familiar directo.
Y no lo hará,
tengámoslo claro,
porque, en el fondo,
la máquina del fango
es él.