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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

En el vídeo de ayer tuvimos ocasión de explicar cómo España necesitará dos décadas de austeridad
para reponerse del endeudamiento público que se está generando a raíz de la crisis económica actual.
Evidentemente dos décadas de austeridad, dos décadas de impuestos altos o de gastos públicos bajos,
según quien sea el partido que gobierne, provoca un pánico o al menos una inquietud razonable en gran parte de la audiencia.
De ahí que hubiese varias personas que me reprocharan que no considerara fórmulas no dañinas, no lesivas de reconducir este déficit público.
Algunos de vosotros me dijisteis y ¿por qué no hablas de recortar gastos a la Casa Real?
¿Por qué no hablas de que la banca devuelva el dinero con el que fue rescatada en el año 2012?
Parecería, al menos en opinión de algunos de estos espectadores, de alguno de estos suscriptores a este canal,
que el déficit público que vamos a sufrir a lo largo de las próximas décadas
es un déficit público que en realidad podría solucionarse con algunas medidas muy específicas
que constituyen un tabú para la casta política actual.
Parecería que si supriméramos la Casa Real, que si consideramos que la banca devolviera todo el dinero con el que fue rescatada,
si conseguiramos que los ricos pagaran verdaderamente impuestos, si lográramos que las hicaps desaparecieran,
si elimináramos la burocracia del Estado o las autonomías, parecería que todos estos problemas se solucionaría.
Y no, vamos a intentar en este vídeo poner negro sobre blanco la auténtica magnitud
del déficit público que vamos a experimentar en los años venideros.
En particular, en el año 2020, según la AIREF, sufriremos un déficit público de 150.000 millones de euros.
150.000 millones, una cifra como la que podemos ver ahora mismo en pantalla con muchísimos ceros.
Ahora bien, es cierto que esta cifra de déficit público es una cifra en parte artificial.
¿Por qué? Pues porque se da en unas circunstancias muy extraordinarias que esperemos,
no se repitan en el año 2021, hay gastos sanitarios extraordinarios, hay caída de recaudación extraordinaria
y por tanto no es el déficit público de referencia que hay que utilizar para plantearnos cómo cuadrar las cuentas.
¿Cuál es el déficit público que sí deberíamos utilizar como referencia para analizar cómo y cuánto se pueden cuadrar las cuentas a corto plazo?
El déficit público del año 2021, en el año 2021 la situación, al menos según la previsión de la AIREF ojalá se cumpla,
estará más normalizada, la actividad que se pueda reactivar a corto plazo ya se habrá reactivado y ya estará proporcionando ingresos fiscales.
Muchos de los programas de gasto extraordinarios que se pusieron en marcha en 2020 ya habrán expirado
y por tanto tendremos una situación financiera del Estado caracterizada por la nueva normalidad del déficit.
Pues bien, ¿cuál será el déficit público en el año 2021? 110.000 millones de euros. En nuevo, observamos la cifra en pantalla.
¿Cuán fácil es eliminar este agujero presupuestario de 110.000 millones de euros?
Pues bien, vamos a analizar algunas partidas. Empecemos por la Casa Real. ¿Cuál es el presupuesto que anualmente se destina a financiar los gastos de la Casa Real?
7,8 millones de euros. Recordemos, el agujero del déficit público será en el año 2021, 110.000 millones de euros.
Presupuesto de la Casa Real, 7,8, pongamos 8 millones de euros. ¿A cuánto equivale el presupuesto de la Casa Real en relación con el déficit público?
Al 0,007%. Incluso aunque supriméramos todos los gastos de la Casa Real, nos ahorraríamos menos de la centésima parte de un céntimo de euros
por cada euro de agujero del déficit público. O dicho de otra manera, tendríamos que eliminar unas 14.000 casas reales,
si las hubiese en España, para acabar con el déficit público dado el gasto de una Casa Real en España, 8 millones frente a 110.000 millones de euros de déficit.
Esto ni es un argumento a favor ni en contra de que se mantengan los gastos a la Casa Real, simplemente es una forma de poner las cifras en su correcta magnitud.
Vamos ahora con otra partida que también se suele proclamar en muchas ocasiones como la panacea a los desequilibrios presupuestarios que padecemos.
A ver si con esta tenemos algo más de fortuna. Se trata de recuperar el rescate a la banca. El rescate a la banca se suele decir que costó 60.000 millones de euros.
La cifra no es correcta porque no todo el rescate a la banca lo pagaron los contribuyentes. Una parte importante del rescate, algo más de 20.000 millones,
lo pagaron los propios bancos a través del Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito, pero no vamos a entrar en ese debate.
Pongamos que efectivamente el coste del rescate a la banca fueron 60.000 millones de euros. Bueno, con esto parecería que sí tenemos más fortuna,
porque si tenemos un agujero de 110.000 millones de euros y a la banca se le entregaron 60.000 millones y pudiéramos recuperarlos,
cubriríamos más de la mitad del agujero del año 2021. Pero aquí la clave está en que el agujero del déficit público es un agujero que se da cada año.
No es que tengamos un agujero sólo en el año 2021, no es que tengamos que cubrir un desequilibrio de 110.000 millones de euros una vez.
Es que tenemos un agujero de 110.000 millones en el año 2021, otro de 110.000 millones en el año 2022, otro de 110.000 millones en el año 2023, etcétera.
Por tanto, como mucho, si recuperáramos de golpe todo el rescate a la banca o toda la cifra inflada del rescate a la banca que se suele dar 60.000 millones de euros,
conseguiríamos cubrir la mitad, aproximadamente la mitad del agujero presupuestario de un año. Pero para los años siguientes,
ese agujero seguiría tal cual estaba sin recuperar el rescate. Por tanto, esta tampoco es una solución que nos permita regresar a la sostenibilidad de las finanzas públicas españolas.
De hecho, es que recuperar 60.000 millones de euros de golpe es imposible, en esencia porque ni siquiera la banca los tiene, como mucho podremos ir recuperándolos poco a poco.
Como sabemos, podemos, a propuesto un impuesto a la banca para que esta vaya repagando año a año el dinero que se le transfirió.
¿Cuánto espera podemos recuperar de la banca con cargo a ese impuesto?
Pues la idea, la expectativa de Podemos es que se podría recaudar aproximadamente 1.200 millones de euros al año, aproximadamente el 1% del déficit público que tenemos que cubrir,
dando por buenas las cifras y las estimaciones de Podemos, que muy probablemente estén infladas, pero aunque no lo estén, con el impuesto a la banca de Podemos,
cubriríamos el 1% del déficit público que vamos a tener a partir del año 2021.
Bueno, pues probemos otra alternativa, la subida del IRPF a las rentas más altas, la que ha planteado tanto el PSOE como Podemos,
la que pactaron en los presupuestos del año 2019, en particular establecer dos nuevos tipos del 47% y del 49% dentro del IRPF para las rentas más altas.
¿Cuál es la estimación de recaudación según PSOE y Podemos por esta medida?
328 millones de euros, es decir, el 0,3% del agujero del déficit público anual que vamos a tener a partir del año 2021,
y esto de nuevo dando por adecuadas, por acertadas las estimaciones de recaudación que han efectuado PSOE y Podemos.
Si se recaudará menos, como es probable que se recaudará, porque si subes los impuestos a las rentas que tienen más movilidad y más flexibilidad
para trabajar más o para trabajar menos, pues lo normal es que la recaudación caiga, pero aunque no cayera, aunque se recaudará lo que esperan,
con ese impuesto cubridíamos el 0,3% del agujero.
Otra fórmula para recaudar mucho, supuestamente, Podemos acaba de proponer una tasa, un impuesto extraordinario sobre la riqueza llamada TASA COVID-19
para financiar justamente el déficit y la reconstrucción, y lo que plantean es recuperar su propuesta de impuesto a las grandes fortunas,
pero aplicarlo con la excusa, con el pretexto de la crisis actual.
Pues bien, ¿cuánto estimaba Podemos que se podía recaudar con su propuesta de impuestos a las grandes fortunas?
De nuevo, 1.200 millones de euros, es decir, poco más del 1% del agujero presupuestario que vamos a tener a partir del año 2019.
Otra idea magnífica para recaudar supuestamente muchísimo dinero, eliminar la SICAP.
La SICAP, durante mucho tiempo, nos han dicho que es un coladero de dinero donde se pierde muchísima recaudación
y que si no hubiera SICAPs, los ricos verdaderamente pagarían impuestos en este país y recaudaríamos muchísimo.
Bueno, Podemos llevaba en su programa electoral suprimir la SICAP y, por tanto, también hacía una estimación de cuánto se recaudaría si suprimiramos la SICAP.
La estimación que hacía Podemos, de nuevo, probablemente inflada, porque si suprimir la SICAP lo que harán las grandes fortunas es trasladarse a Luxemburgo
y operar desde allí con instrumentos análogos a las SICAPs, no se quedarán en España para que les pongas impuestos gigantescos,
pero, bueno, aún suponiendo que lo que decía Podemos tenía sentido y que, por tanto, la estimación que ellos mismos daban era correcta,
¿cuánto estimaba Podemos que se iba a recaudar suprimiendo la SICAPs?
350 millones de euros, es decir, el 0,31% del agujero presupuestario que vamos a tener a partir del año 2021.
Otra idea con la que supuestamente se pueden financiar muchísimos gastos públicos y equilibrar muchísimas cuentas públicas,
la TASA TOBIN, es decir, ese impuesto a las transacciones financieras especulativas que supuestamente se desarrollan,
se ejecutan en un volumen gigantesco dentro de nuestro país y, por tanto, si consigiéramos que cada una de esas transacciones
pagara unos pocos céntimos de euros, al final del año conseguiríamos recaudar muchísimo dinero.
Pues bien, de nuevo, la TASA TOBIN es un impuesto que se va a introducir a lo largo de los próximos meses en España,
el gobierno de TESOE y de Podemos ya ha hecho su estimación de cuánto espera recaudar con este tributo y cuánto espera recaudar,
pues 850 millones de euros, es decir, el 0,77% del agujero presupuestario a partir del año 2021.
Claro, uno podría decir, bueno, al final ya has dicho muchas pequeñas partidas que seguro que si las sumamos todas van a representar
un volumen importante, un volumen considerable de recaudación o de recortes del gasto para equilibrar las cuentas
sin trasladar recortes al conjunto de los ciudadanos o sin subir los impuestos al conjunto de los ciudadanos.
Pues no, si sumamos todas estas magnitudes, que en gran medida, insisto, están infladas porque van a dañar la economía
y por tanto vamos a crecer menos y se va a perder recaudación por otros lados y también porque muchas de estas bases imponibles
tienen bastante flexibilidad para localizarse en otras partes del planeta, en otras jurisdicciones fiscales o para simplemente dejar de existir.
Pero bueno, aún suponiendo que esta recaudación se mantiene, las propuestas, las ideas, las ocurrencias que hemos mencionado
apenas cubren el 3,5% del agujero presupuestario que vamos a tener en el año 2021.
Esto es como si alguien cada año se quedara de ver 100 euros y nos dijera que se le ha ocurrido una forma de conseguir 4 euros más de ingresos por año.
Diríamos bien, pero te quedan 96 de agujero que cubrir cada año donde vas con 4 euros para cubrir un agujero anual de 100.
Pues eso es en esencia lo que se está diciendo, que bueno, no hay grandes problemas financieros porque con estas ocurrencias
conseguiremos acabar con el déficit público. Claramente no. Incluso en el mejor de los casos, sigue habiendo un 96% del déficit público
que está sin cubrir y que se seguirá trasladando en más deuda pública y por tanto en más insolvencia potencial de España.
Pero no pensemos que solo desde Podemos se lanzan ocurrencias en cuanto a la recaudación, en cuanto a la supresión y el ahorro de gastos
como para subsanar el déficit público sin ningún tipo de problemas.
En esta misma demagogia también cae en muchas ocasiones, en el otro lado del espectro ideológico box.
Box y gente afina box también suele repetir que bueno, que el problema del déficit público se puede solucionar fácilmente
o suprimiendo las autonomías o mandando a su casa a muchísimos políticos
o reduciendo la burocracia del estado español, etcétera. Por supuesto existe cierto margen para ahorrar por ese lado
cuanta menos burocracia haya, tanto mejor para todos, pero cuánto margen realmente existe.
El gasto en burocracia del estado español y en burocracia meto los servicios generales de la administración del estado
que propiamente llamaríamos la burocracia del estado y también todos los gastos en parlamentos, en senado, en gobiernos
central, autonómicos, locales, en embajadas, tanto embajadas del Ministerio de Asuntos Exteriores como embajadas autonómicas, etcétera.
Todo ese gasto, servicios generales y gasto político, ascendió en el año 2018 el último dato que tenemos a 31.000 millones de euros.
Bueno, el 28% del agujero del déficit público que tendremos a partir del año 2021, parece una cifra bastante notable.
Si eliminábamos este gasto, casi un tercio del agujero presupuestario desaparecería, pero evidentemente es imposible eliminar al 100%
este gasto en burocracia y en políticos, salvo si suprimieramos el estado y viviéramos en la anarquía.
A lo mejor sería la situación óptima, pero desde luego no parece el escenario más verosímil a corto plazo.
Con lo cual, qué porcentaje de esa burocracia de ese gasto político es realmente verosímil que pudiéramos eliminar sin que el funcionamiento actual del estado
con todas sus restantes funciones a desarrollar, otra cosa es que queramos que desarrollen menos funciones en otros ámbitos, pero hablo del ámbito estrictamente burocrático,
sin que el funcionamiento de otras secciones del estado reduciendo la burocracia se viera seriamente afectado, porque no olvidemos que la burocracia
se encarga en teoría de coordinar el resto de funciones del estado.
El 10%, el 20%, el 30%, bueno, incluso en esos casos que implicarían despedir a muchísimos empleados públicos, porque el gasto en burocracia es sobre todo un gasto en empleados públicos,
el 7%, el 7,5% del agujero presupuestario que vamos a tener a partir del año 2021. Incluso si juntamos las ideas de Podemos con esta propuesta de Vox,
apenas estamos cubriendo, en el mejor de los casos, ya tirando a cifras bastante infladas, tanto en un caso como en el otro,
apenas estamos cubriendo el 10% del déficit público a partir del año 2021, uno de cada 10 euros de agujero.
Por tanto, no, estas soluciones aparentemente mágicas, de cargarse la casa real, de cargarse el gasto político, la burocracia,
de grabar las ICAPs, las transacciones financieras, de que lo paguen los ricos, de eliminar las ICAPs, todo estos son fuegos de artificio que no atienden a los auténticos problemas de fondo.
Y los problemas de fondo es que el estado que tenemos gasta muchísimo más de lo que ingresa con los impuestos que está estableciendo ese estado.
Así que, una de dos, o gastamos muchísimo menos, y muchísimo menos, en bienes y servicios que proporcionan al estado y que consideramos valiosos,
no estoy hablando de gastar muchísimo menos en el gasto superfluo, en el gasto político, no, en eso también, claro, pero eso no va a ser ni de lejos suficiente.
Por tanto, o gastamos muchísimo menos en bienes y servicios que proporcionan al estado y que muchos consideran valiosos importantes, o pagamos muchísimos más impuestos,
pero muchísimos más, eh, y no solo los ricos, ni especialmente los ricos, sino el conjunto de la sociedad, muchísimos más impuestos para financiar ese gasto público.
No hay más, no hay otra alternativa, todas las otras alternativas son simplemente formas de desviar la atención, formas de corromper, de ensuciar, de enfangar el debate público
sobre un asunto que va a ser crucial, y es hacia qué modelo de estado avanzamos, o un estado tan grande como el actual,
pero costeándolo con muchísimos más impuestos, o un estado con la carga fiscal actual, pero que gaste muchísimo menos en educación, en pensiones, en dependencia,
en infraestructuras, en seguridad y también, claro, en burocracia. Un tipo de estado u otro tipo de estado, pero con el déficit público que vamos a experimentar a partir del año que viene,
no habrá otra alternativa, y quien diga que existe otra alternativa facilona para solucionar este problema tan grave de fondo, simplemente os está engañando.
No hay más, no hay más, no hay más.
No hay más, no hay más.
No hay más, no hay más.
No hay más.