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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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¡Jorramos, rayo, más necesario que nunca! Buenas noches.
¿Qué tal, Major Peter?
De verdad, rayo, esto ya te lo comento a ti.
O sea, en plan, como si estuviéramos hablando por teléfono.
Alucino, rayo, con que con el tiempo que han tenido,
estemos a las 8.41 minutos, las 7.41 en Canarias, del jueves,
que falten viernes, sábado, domingo y lunes
para celebrar el Consejo de Ministros
y que el Gobierno no tuviera el plan estructurado de medidas
ya no en general, para combatir la subida de precios
y la factura energética, sino, por lo menos,
para contentar a los transportistas,
que es lo que le está centrando.
¿Y a qué esperaban, rayo, cuando lo iban a hacer?
Sí, no, la verdad es que es sorprendente.
Quiero decir, esto es algo que se veía venir desde hacía meses,
porque la inflación, aunque ahora nos la quieren reescribir,
ya lo hemos dicho muchas veces, como obra de Putin,
la inflación viene de lejos, la subida de los carburantes
viene de lejos, el petróleo en enero estaba un 50% más caro
de lo que esperaba el Gobierno para el conjunto de 2022.
Pero bueno, no debemos decir, bueno, pues esas fechas todavía
no se les pasó por la cabeza, que estas cosas podían ocurrir,
pero cuando Putin invad de Ucrania,
y si encima nos creemos la narrativa gubernamental,
de que era obvio que se iba a empezar a disparar la inflación,
el coste de la energía, pues qué pasa,
que los sectores más afectados por esa subida,
que son clarísimamente los transportistas,
no van a protestar y no van a pedir algún tipo de compensación.
Luego podrás estar a favor de ella o no a favor de ella,
pero ¿qué eso iba a suceder?
Y que se te podía paralizar parte del país,
como consecuencia de ello, creo que era evidente.
Y si era evidente, como bien dices,
algún plan tenían que tener preparado para contrarrestar
o para ofrecer alguna contraoferta ante esas protestas.
Y es que el espectáculo que hemos visto esta semana,
la ministra de Fomento,
Aquel Sanchez, saliendo a la palestra,
diciendo que bueno, que van a pergeñar algún plan
que todavía está por definir,
pero que cuantifica, sin que haya plan, siquiera,
que el importe del plan, que no hay nada detrás,
va a ser de 500 millones de euros y que lo vamos a financiar.
No sabemos muy bien cómo, pero seguramente alguna parte
de la financiación vendrá de algún impuesto extraordinario
a los distribuidores y comercializadores de carburantes.
Es que es perpéntico, muestra más allá del fondo,
que en este caso es la nada,
muestra una manera de hacer política muy despreocupada
hacia esos colectivos sociales,
que supuestamente dices que quieres proteger.
Es que a mí me parece incluso más grave que lo del fondo.
O sea, me parece más grave lo que estamos viendo en las formas rayo,
porque eso lo que te demuestra es que hay mucha imprevisión.
Es decir, en el fondo siempre se puede discutir.
O sea, Juan Ramón Rayo va a tener una opinión
sobre lo que se debe hacer distinta a la de Nadia Calviño,
Yolanda Díaz, María Jesús Montero,
o a lo mejor coinciden algunas cosas,
pero eso es el segundo debate.
El primero está en, oye, pero de verdad,
vais a tomar medidas tan drásticas como, por ejemplo,
volver a prohibir el despido procedente,
y a día de hoy no los sabéis seguro,
es que yo me he quedado impactado con la filtración
y luego el comentario de, a mí, espérese al martes,
Yolanda Díaz, escucha rayo.
El mecanismo de protección social de los ERTEs
diseñado en la reforma laboral ya está disponible
para ser usado, por tanto, calma y tranquilidad
a las empresas y trabajadores.
Dos, no es el momento de despedir,
esto es lo que nos ha dado resultado en la crisis anterior.
Tres, y no es el momento de bajar salario.
¿Cómo para que los empresarios se calmen
y los trabajadores ya ni te cuentan, Rayo?
Sí, efectivamente, las formas en democracia,
en el estado de derecho, más que en democracia,
son fundamentales porque dan previsibilidad
y sin previsibilidad,
difícilmente puedes tomar decisiones económicas a largo plazo.
Se puede justificar hasta cierto punto
que esa previsibilidad se rompa
cuando vivimos algún tipo de situación extraordinaria,
como pudo ser los primeros meses de la pandemia,
bueno, todo eso es disputible,
pero que cada dos por tres suceda lo que suceda,
porque es que además en este contexto,
a ver, el ministro escriba hace 10 días,
nos decía que el mercado de trabajo iba a todo tren,
que estaba en una situación maravillosa
y que nos estaba anotando el efecto de la guerra.
Entonces, en ese contexto, en el que supuestamente
nos están diciendo que las cosas van muy bien,
se desmarquen diciendo no, pero igual prohibimos despedir.
Y el fundamento de esa prohibición del despido,
exactamente cuál es, bueno, que creemos
que a lo mejor es conveniente en este momento,
como básicamente que nos apetece prohibirlo,
pues ahí te cargas cualquier tipo de seguridad jurídica a largo plazo
sobre las condiciones laborales que puede haber en España,
al fin y a la reforma laboral ni nada,
es lo que decida en cada momento el gobierno
según su conveniencia política y politiquera,
porque además falta ver qué fundamento hay detrás de esta decisión
de prohibir que las empresas recurran al despido objetivo.
No olvidemos que es el despido objetivo,
porque a veces también se nos dice, bueno, prohiben despedir.
Bueno, prohiben un tipo específico de despido,
que es el despido que resulta justificable
por circunstancias económicas.
Es decir, una empresa lo está pasando mal,
tiene dificultades y como tiene dificultades para salir adelante,
tiene que prescindir de parte de su plantilla y despide.
Pues bien, ese despido que sería justificable
si hay causas económicas, si no las hay, no es justificable,
es el que quieren prohibir.
Por tanto, presuponen que va a haber circunstancias
que hagan necesario el despido para muchas empresas
y se lo van a querer prohibir o se lo van a prohibir,
o eso es lo que nos están diciendo.
¿Y qué salida les piensa andar a estas empresas
que tengan dificultades por la situación económica?
De nuevo, lo certe.
El problema de lo certe es que, de nuevo,
no puede ser un mecanismo para evitar, de manera generalizada,
que cualquier circunstancia negativa afecte a la economía y al empleo,
porque si tú vas cargando al gasto público
cualquier perturbación económica,
pues la deuda va creciendo, va creciendo y va creciendo.
Y así, quizá entendemos mejor el rechazo que tiene este gobierno
a adoptar determinadas medidas que se están adoptando
en otras partes de Europa, como son bajar impuestos,
por ejemplo, a los carburantes.
¿Por qué se oponen? Porque es que necesitan todo ese dinero
para tratar de cubrir parte de las políticas que quieren implementar,
por ejemplo, en forma de socialización de pérdidas del empleo
a través de la figura de lo certe.
Creo que hoy es un día importante para entender
los movimientos del gobierno, es radio y has dado en la clave.
Algo deben estar viendo...
Todavía no sabemos los datos del mes de marzo,
pero algo deben estar viendo en la seguridad social,
en el Ministerio de Trabajo.
Se rumoreaba que había peticiones de ERTE
en este mes que se estaban notando de forma más llamativa
que meses anteriores.
Algo deben estar viendo para lo que tú dices.
Necesitan dinero para decirlo de no hemos dejado a nadie atrás
porque con los ERTE se hemos evitado
y sacar parados de la lista.
Claro, no pueden tener parados porque, como lo de los ERTE,
¿te acuerdas que no son parados, Rayo?
Es una forma de maquillar las cifras de paro
más allá de la conveniencia económica o no,
en algunos que no es conveniente, pero en otros puede ser necesario.
Es recurriar el despido.
El despido puede ser un drama social,
pero económicamente en muchos casos es necesario.
Si en 2008 o 2009 no hubiese despedido a nadie del sector de la construcción,
todavía estaríamos en esa economía anquilosada
y totalmente ladrillística.
Sí, pero es lo que tú dices.
Claro, no hay dinero para todo
y el gobierno entre rebajar impuestos
y mantener lo del escudo social,
lo de no somos nosotros los que evitamos la pobreza,
se agarran a los segundos, Juan Ramón.
Es que eso quería ir.
El escudo social, que fue un símbolo de la política de este gobierno,
la pandemia se financió con cargo a deuda.
Quedamos muchísimo de deuda y estamos súper endeudados,
120% de deuda sobre PIB.
¿Cuál es el problema de seguir financiando el escudo social con deuda?
Primero, ya no tenemos mucho margen más para endeudarnos,
porque cuando ya estás en el 120% del PIB,
ya estás más bien en zona de peligro que en zona de confort.
Y además, no olvidemos,
el Banco Central Europeo va a dejar de comprar deuda pública.
Entonces, en este contexto donde no viene una laxitud financiera extraordinaria,
lo que no puede hacer este gobierno es repetir la operación
de socializar todas las pérdidas de la economía con cargo a endeudamiento público.
Y por eso comenté esta semana,
que creo que es una analogía bastante acertada
para describir el proceso en el que estamos,
que el escudo social se está convirtiendo ya en una espada fiscal,
porque realmente, para alimentar ese escudo social,
ahora tienes que apuñalar fiscalmente a los ciudadanos,
porque si no, no lo puedes financiar.
Claro, porque aquí tenemos la pescadilla que se muerde la cola,
la rayo.
No es que ya no bajen los impuestos
y alivien la carga fiscal a los españoles,
sino que como los precios se han disparado,
en realidad están sacando un superávit fiscal para ellos
con el que pagar el luego otras cosas.
Totalmente.
Puede ser discutible si hay que bajar impuestos en este contexto.
Yo creo que sí, pero bueno, que como decías,
puede ser objeto de discusión.
Ahora, como mínimo, creo que el gobierno debería buscar
una cierta neutralidad impositiva,
es decir, que no incremente su recaudación
como consecuencia de la inflación que estamos experimentando,
que la mantenga en términos reales,
incluso la puede aumentar en términos nominales,
quésate lo que estoy diciendo, en términos nominales,
claro, si sube la inflación,
pues subirá la recaudación al mismo ritmo que la inflación,
pero es que está subiendo más que la inflación,
y está subiendo más que la inflación,
porque, por ejemplo, el precio del petróleo
y los carburantes suben más que la inflación
y, como decías, como el IVA es un recargo
sobre ese precio que está incrementándose relativamente más,
pues el gobierno también mete más la cuchara.
O está subiendo la recaudación
por algo que en otras ocasiones ya hemos explicado,
y es que como los salarios están empezando a revalorizar
menos que la inflación, pero se están empezando a revalorizar,
muchos ciudadanos empiezan a tributar parte de sus salarios
en tramos de renta más altos que aquellos a los que tributarían
si realmente midiéramos cuál es su situación económica real,
porque el hecho de que, imaginemos,
que me dupliquen el sueldo,
si se han duplicado los precios,
no significa que soy el doble de rico,
soy igual de rico o igual de pobre que antes,
pero empezaré a tributar a tramos del IRPF muy superiores.
José Félix Sanz, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid,
estimó hace unos 10 días en un informe
que publicó la Fundación Desenso,
¿cuál será el rejonazo fiscal que sufriremos este año
como consecuencia de que el gobierno no deflacta los tipos del IRPF
para tener en cuenta la inflación de 2021?
Y será de 200 euros de media por contribuyente.
Y cuando digo aquí de media,
porque muchas veces decimos de media,
pero porque los ricos pagan mucho más y entonces no, no,
pero aquí este es un perjuicio que se concentra en clases medias.
Los ricos, como ya tributan en el tramo más alto,
aunque suban nominalmente las rentas,
no van a tributar a un tipo más alto.
Este es un perjuicio que sufre la clase media.
200 euros al año solo por no deflactar 2021
y no volverán a deflactar 2022 y el rejonazo será todavía mayor.
Y encima, hay que pagar las cosas mucho más caras,
pero las cosas más básicas,
es decir, que esa clase media de la que tú hablabas,
la clase media baja trabajadora,
a la que anda, pero ¿por qué me cobra más hacienda?
Si cobro, no, no, si es que esto sube para ti,
pero no baja para el Estado.
Encima, rayo, así al horizonte,
empezamos a ver el nubarrón de la subida de las hipotecas.
¿Qué está pasando con el Uribor?
Bueno, pues está pasando lo que comentábamos con la deuda pública
y la reciente dificultad de financierla
en el contexto actual.
Vamos a una dirección de subida de tipos de interés.
Y vamos a una dirección de subida de tipos de interés,
no solo porque la Rosada Federal ya ha empezado a subirlos
y está diciendo que los va a subir mucho más.
Este lunes, el presidente de la Rosada Federal
dijo que no descartaba dos subidas seguidas de 50 puntos básicos,
es decir, subir un punto en 100 puntos básicos,
un punto de tipos de interés en muy poco tiempo,
sino porque es que a los bancos centrales
no les va a quedar otro remedio tampoco, al Banco Central Europeo,
ante las muy altas tasas de inflación que estamos experimentando.
Y claro, si las expectativas que van a subir los tipos de interés,
esa subida de tipos de interés no solo se traslada a la deuda pública,
sino también se traslada al mercado inter bancario.
Y el Uribor no es más que el tipo de interés
al que se prestan los bancos dinero entre sí.
Si ese tipo de interés sube porque se espera
que el Banco Central Europeo lo va a incrementar, lo va a encarecer,
pues eso se termina trasladando a las familias
que tienen una hipoteca a tipo variable.
Y por tanto, claro, aquí se mezclan muchas cosas,
se mezclan muchas cosas que empobrecen en términos reales a los ciudadanos.
Y por eso, incluso desde el punto de vista de neutralidad impositiva,
habría que abaratarles los impuestos
para que tributen en función de su capacidad económica empobrecida.
Y no solo no se hace eso, sino que se permite, por tanto,
que se suban los impuestos en tipos efectivos
al no desplactar los tipos del IRPF
o al no rebajar parcialmente los impuestos sobre hidrocarburos
para compensar esta subida que se está produciendo añadida por los impuestos.
Entonces, más hipotecas, más precios de prácticamente todo,
precios más altos y además más impuestos,
porque el Gobierno no quiere recortar
para financiar ese escudo social tan electoralista.
Juan Ramón, estamos pendientes de esa reunión.
Tenemos a Sara Becerro pendiente de, si hay acuerdo o no,
en el Ministerio de Transportes.
Ojalá se llegue a un acuerdo porque las plataformas de logística,
las plataformas de transporte,
ya han dicho que si no se llegaba un acuerdo hoy
y pretendían que esperaran al próximo martes,
a ver qué se lea al Consejo de Ministros,
nos dijo el portavoz de Fenedadísmer,
dice que se llega al colapso,
dice porque entonces paramos todos
y aquí se para la cadena alimenticia.
Pero te voy a decir una cosa a rayo,
si se llega a un acuerdo hoy,
lo otro que tiene el Gobierno es que empiece el que de lo mío.
Pero claro, a ver si solo son los transportistas
los que están sufriendo la factura energética,
lo están pagando carísimo ellos.
¿Por qué? Porque ahí no pueden elegir.
Voy a dejar el coche y voy en transporte público.
No, el camión lo tienes que llevar,
pero el resto nos pondremos a la cola
y todos empezaremos con el que de lo mío.
Juan Ramón, yo me sumo a ti, ¿qué hay de lo de rayo?
Sí, es que esos, así, los procesos inflacionarios
son procesos de empobrecimiento de la ciudadanía
y, claro, nadie se quiere empobrecer.
Y el Estado es esa lucha, esa guerra civil,
para ver a quién le traspasamos las pérdidas.
Y muchas veces se le pueden traspasar las pérdidas
al propio Estado, recortar de gasto
para que absorba el empobrecimiento
que está experimentando el resto de la población.
Pero claro, si este Gobierno se niega a recortar el gasto,
al contrario, hay gastos que este Gobierno
se ha comprometido a disparar de manera irresponsable.
Recordemos que hace pocos meses este Gobierno
indexó las pensiones al IPC.
Es decir, que en el momento de la inflación más alta
de la historia de España en los últimos 30 o 40 años,
este Gobierno se compromete a indexar el gasto nominal más alto
que hemos tenido en la historia de nuestro país en pensiones,
indexarlo al IPC.
Y eso, claro, te desbarata totalmente el presupuesto público
y te aboca a que tengas que subir impuestos o a que no puedas bajarlos
para mantener ese nivel absolutamente exorbitante
e insostenible de gasto.
Y vamos a ver eso, vamos a ver efectivamente mucha gente
pidiendo el que hay de lo mío, el compénsame,
el ayúdame a través de esta muy complicada situación,
el Estado no va a querer arrimar el hombro
en forma de recorte de gastos y, por tanto, o no ofrece nada,
o se tratará de subir masivamente los impuestos.
Por otro lado, a otros sectores de la población,
que serán la propia población, para aparentar
que les está ayudando cuando, por el otro lado,
se lo estará quitando del bolsillo.
Juan Ramon Rayo, profesor de la necesidad de Francisco Marroquín.
Muchas gracias, como siempre, un abrazo.
Y ya preguntaré yo, por si se te olvida,
a ti que hay de lo tuyo también, ¿eh?, en cuanto nos sentiremos de...
Sí, bueno, te agradece, el compañero.
De lo del transporte. Un saludo, Rayo.