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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

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Alberto Núñez Feijó se perfila como nuevo presidente del Partido Popular y, por tanto,
como candidato de esta formación política a la presidencia del gobierno.
Pero ¿tiene Alberto Núñez Feijó algo que ofrecerles a los españoles?
Veámoslo.
Tras el convulso OCS de Pablo Casado como presidente del Partido Popular Nacional, parece que se
está gestando un consenso entre los varones de la formación política, entre los líderes
autonómicos de esta formación política, para coronar a Alberto Núñez Feijó el actual
presidente del Partido Popular de Galicia y el actual presidente del gobierno de la
Comunidad Autónoma de Galicia como nuevo líder del Partido Popular Nacional.
Ahora bien, ¿por qué se quiere coronar a Alberto Núñez Feijó como líder del Partido
Popular?
¿Cuáles son los méritos que ha hecho para alcanzar semejante posición?
Conocemos los de méritos de Pablo Casado para no seguir al frente de la presidencia
del Partido Popular.
Los tratamos extensamente en diversos vídeos durante los últimos días.
Pero lo que no conocemos es ¿cuáles son los méritos de Alberto Núñez Feijó para
reemplazarlo?
Que sí, que si hablamos de méritos políticos, de méritos en la conquista del poder político,
desde luego ahí Núñez Feijó tiene muchos galones, cuatro mayorías absolutas consecutivas
al frente del gobierno de Galicia.
Y además ha conseguido que no entren en el Parlamento de Galicia, ni ciudadanos, ni
box, ni Podemos.
Por tanto sí, desde el punto de vista de la política, Alberto Núñez Feijó es un profesional
de la conquista del poder político, al menos en su región.
Veremos hasta qué punto esa experiencia se puede extrapolar al resto de España.
Pero desde esa perspectiva sí, Alberto Núñez Feijó parece un buen candidato para disputarle
la conquista del poder a Pedro Sánchez.
Sin embargo lo que debería interesarnos a los ciudadanos es ¿qué tiene que ofrecernos
Alberto Núñez Feijó como presidente del gobierno?
En qué van a mejorar nuestras vidas si Alberto Núñez Feijó es el próximo presidente del
gobierno de España.
Y esta pregunta podríamos tratar de abordarla desde muchos frentes.
Pero como en este canal tenemos un interés marcado por la economía, vamos a analizar
esta cuestión desde un punto de vista económico.
¿Cuáles han sido los logros, los hitos, de Alberto Núñez Feijó al frente de la Junta
de Galicia como presidente de la Comunidad Autónoma de Galicia?
Porque si lleva ya cuatro mayorías absolutas al frente de esta administración territorial
es evidente que tiempo y poder para aplicar su propio programa lo ha tenido.
Por tanto, Galicia debe ser vista como un campo de experimentación de lo que se convertirá
el resto de España, porque ahí Feijó ha tenido el poder absoluto para hacer lo que
quisiera.
¿Y qué ha logrado Alberto Núñez Feijó en Galicia? Pues desde un punto de vista económico
algo bastante mediocre.
Hay que decirlo, Alberto Núñez Feijó entra en el poder en el año 2009 y desde entonces
Galicia apenas ha convertido en renta per cápita con el conjunto de España.
En el año 2009 Galicia tenía una renta per cápita que equivalía al 88% de la media
nacional y en el año 2019 justo antes de la pandemia ese porcentaje era del 90%, es decir
que apenas ha convertido en dos puntos.
Es más, esta convergencia se ha producido no tanto porque el PIB de Galicia haya crecido
de manera muy acelerada no lo ha hecho entre el año 2009 y el año 2019.
Galicia ha crecido por debajo de la media nacional.
El PIB de Galicia durante esos años 2009-2019 se ha incrementado en apenas un 5,3% mientras
que la media de España lo ha hecho en un 6,6% y si ya miramos a la comunidad autónoma de
Madrid su PIB ha crecido en este periodo un 15%, prácticamente 3 veces más que el PIB
de Galicia y por tanto la convergencia de renta per cápita que se ha producido entre Galicia
y España no ha sido porque el PIB de Galicia haya crecido más que el del conjunto de España
sino porque desde el año 2009 la población en Galicia viene descendiendo y como la renta
per cápita es PIB dividido por población aunque el PIB no crezca más que la media
si la población cae más que en el conjunto de España la renta per cápita puede ir
acercándose a la media nacional.
Pero desde luego no parece que sea un gran logro económico que tu comunidad autónoma
esté creciendo menos que la media de España y que además estés perdiendo población.
Claro que podríamos decir que todo esto no tiene porque ser imputable a Alberto Núñez
fijó.
Quizá las condiciones demográficas, las condiciones geográficas de Galicia hacen
que sea muy complicado que esa región pueda crecer y pueda desarrollarse.
Galicia no tiene la ventaja geográfica institucional que puede tener por ejemplo la comunidad autónoma
de Madrid.
Es más fácil que Madrid crezca mucho a que Galicia lo logre, en cuyo caso a lo mejor
Feijo sería un buen gestor a pesar de que sus datos de crecimiento económico no son
demasiado buenos.
Contrafactualmente podríamos pensar que sin las políticas económicas que ha aplicado
Feijo en la región, Galicia habría crecido muchísimo menos y que en suma Feijo todavía
tiene mucho que ofrecer a España.
Si Feijo aplica las mismas buenas políticas económicas que ha aplicado en Galicia al
conjunto de España, entonces España que sí tiene más potencial innato que el que
puede tener por desgracia a Galicia, crecerá muchísimo más de lo que está creciendo
ahora o de lo que creció por ejemplo con Mariano Rajoy o de lo que creció durante legislaturas
anteriores.
Pero, ¿qué políticas económicas distintivas ha aplicado Alberto Núñez Feijo en Galicia?
¿Cuál es la marca económica de Feijo? ¿Cuál es el programa económico que tiene Feijo,
que ha aplicado Feijo en Galicia y que por tanto podemos presuponer que será algo parecido
al que querría aplicar en el conjunto de España?
Bueno, pues nos vamos a fijar en un apartado particular concreto de la política económica
que puede desplegar cualquier presidente autonómico en su región.
Y me estoy refiriendo a la fiscalidad, bien, de entrada para ubicarnos todos los años,
la Fundación para el Avance de la Libertad publica junto a la Tax Foundation un informe
que se llama Índice Autonómico de Competitividad Fiscal, un índice en el que tratan de ordenar,
de jerarquizar a las autonomías en función de si su sistema fiscal, de si su sistema tributario
es más o menos atractivo.
La autonomía que tiene un sistema fiscal más atractivo dentro de España según este
índice es la Comunidad Autónoma de Madrid, seguida por las provincias forales bascas.
¿Y qué posición ocupa Galicia dentro de este índice?
Pues la posición duodécima, duodécima de 19 regiones que están siendo analizadas.
El País Vasco cuenta como tres porque son tres haciendas forales distintas.
Por consiguiente, según este índice, que es un índice sintético, ahora intentaremos
desgranarlo, iremos impuesto por impuesto, el sistema tributario de Galicia no es ni
mucho menos de los más atractivos de España.
Está dentro de la mitad de sistemas autonómicos menos atractivos de España.
O dicho de otra manera, está más cerca de ser furgon de cola que de ser locomotora.
Pero ¿por qué no es un sistema tributario demasiado atractivo?
¿En qué se traduce en cifras, contantes y sonantes?
Bueno cada año el Cologio de Economistas y la Asociación de Asesores Fiscales publican
un documento titulado Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Fural de España.
Y en ese documento se analiza, se desgranan, cuáles son las distintas características
de los sistemas tributarios autonómicos y al final de ese documento se elaboran una
serie de simulaciones sobre cuál es la cuota tributaria que tiene que pagar un contribuyente
por los distintos impuestos autonómicos bajo distintos supuestos.
Pues bien, vamos a comparar cuántos impuestos se pagan en Galicia, con cuántos impuestos
se pagan en Madrid, que es la autonomía fiscal que hemos visto que tiene en general el sistema
tributario más atractivo de España, para resaltar las diferencias que existen en cada
caso.
Empecemos con el IRPF, un contribuyente que ingrese en Galicia 30.000 euros anuales abonará
en esta comunidad autónoma 4.950 euros en concepto de IRPF, en cambio en la comunidad
autónoma de Madrid abonaría 4.795 euros.
Las diferencias no son muy grandes, en este caso estamos hablando de apenas unos 150-160
euros anuales, porque las autonomías tampoco tienen tanto margen para modificar el IRPF
de manera sustancial.
Sin embargo, si en lugar de considerar un contribuyente de 30.000 euros consideramos
uno de 60.000, la brecha entre Galicia y Madrid ya se incrementa a los 400 euros anuales.
Y si fueran unos ingresos brutos de 110.000 euros anuales, la diferencia en IRPF ascendería
a 1.200 euros anuales.
Pasemos al impuesto sobre el patrimonio.
Como es bien sabido, la comunidad autónoma de Madrid tiene bonificado al 100% este tributo,
es decir, no se paga absolutamente nada.
Galicia no lo tiene bonificado al 100%, y por tanto si se paga algo, inicialmente no
se paga demasiado, pero conforme va creciendo el patrimonio si se va pagando más y más.
Por ejemplo, una familia que tenga un patrimonio de 800.000 euros en Galicia apenas pagará
200 euros anuales en impuesto sobre el patrimonio.
Ahora bien, una familia mucho más acomodada que tenga un patrimonio de 4 millones de
euros pagaría solo en concepto de impuesto sobre el patrimonio, aparte todos los otros
impuestos que deba abonar, pagaría un tributo de 36.500 euros anuales, mientras que en Madrid
no pagaría absolutamente nada.
Este es un impuesto donde las comunidades autónomas si han tenido hasta el momento plena capacidad
para diferenciarse.
Madrid ha escogido una opción que sus contribuyentes no paguen impuesto sobre el patrimonio, la
Galicia de Fijo ha escogido otra muy distinta, que sus contribuyentes si lo paguen.
Continuemos con el impuesto sobre sucesiones y donaciones.
Este es un tributo donde es cierto la comunidad autónoma de Galicia tiene una regulación
muy favorable, altamente favorable, sobre todo para ciertos tipos de herencias, incluso
es más favorable esa regulación que la de la comunidad autónoma de Madrid, en particular
imaginemos un soltero de 30 años que hereda de sus padres un patrimonio de 800.000 euros,
de los cuales 200.000 están representados por una vivienda.
Pues bien, este contribuyente en Galicia no pagaría absolutamente nada por impuesto
sobre sucesiones.
En cambio, en Madrid pagaría 1.500 euros.
Ahora bien, también tengamos en cuenta que si esta herencia fuera en forma de dinero
en efectivo, en Galicia se abonaría un impuesto de 56.000 euros, mientras que en Madrid apenas
se pagaría 2.000 euros.
Sigamos con el impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados,
los impuestos por ejemplo que hay que pagar cuando se compra una vivienda.
A este respecto, Galicia tiene uno de los impuestos sobre transmisiones patrimoniales
más altos de España, el 10% sobre el valor del bien transmitido, mientras que en Madrid
es el 6%, prácticamente la mitad, e igualmente también tiene uno de los impuestos sobre
actos jurídicos documentados más altos del país.
Por ejemplo, una persona que se compra en Galicia una vivienda de 500.000 euros, por
un lado tendría que pagar 50.000 euros en impuestos sobre transmisiones patrimoniales
y por otro lado 7.500 euros en concepto de actos jurídicos documentados.
En paralelo, sin embargo, en la Comunidad de Madrid una persona que se compra una vivienda
de 500.000 euros pagaría 30.000 euros por impuesto sobre transmisiones patrimoniales
20.000 euros menos que en Galicia y 3.750 euros por el impuesto sobre actos jurídicos documentados,
la mitad, 3.750 euros menos que en Galicia.
Por tanto, sobre una vivienda de 500.000 euros, en Galicia 57.500 euros en impuestos en Madrid
33.750.
Y por último, impuestos propios.
Las autonomías tienen la competencia para crear sus propios impuestos dentro de su territorio.
La Comunidad Autónoma de Madrid, en el año 2021, decidió eliminar todos los impuestos
propios dentro de esta región, por tanto, en Madrid ya no hay ningún impuesto propio.
En Galicia, sin embargo, hay seis.
En concreto, canon del agua, impuesto sobre la contaminación atmosférica, impuesto sobre
el daño medioambiental causado por determinados usos y aprovechamientos del agua embalsada,
canon eólico, el impuesto compensatorio ambiental minero y por último, el canon de inmuebles
en estado de abandono.
Los ingresos que en términos promedios proporcionan estos seis tributos propios son de 31 euros
por ciudadano de Galicia.
No parece desde luego mucho que son 31 euros por gallego, pero recordemos que estos impuestos
no los pagan muchos ciudadanos, los pagan solo algunos ciudadanos, de manera que estos
impuestos sobre aquellos ciudadanos o empresas en los que recaen pueden ser impuestos muy
gravosos para esos contribuyentes específicos que sí son castigados con estos impuestos
propios.
En definitiva, tras cuatro mayorías absolutas de Alberto Núñez fijó, Galicia no sobresale
ni por crecimiento económico ni por buenas prácticas fiscales.
No es que sea un desastre absoluto, no lo es, pero desde luego no representa nada distinto
a aquello que nos ha podido ofrecer el Partido Popular durante las últimas décadas y que
nos ha ofrecido el Partido Popular durante las últimas décadas, mediocridad sin principios
a la espera de heredar el poder.