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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Hace un año, Gabriel Bórik ganó las elecciones presidenciales en Chile despertando una ola
de ilusión y optimismo en amplios sectores de la sociedad chilena.
¿Cómo ha evolucionado la imagen, la percepción de la presidencia de Gabriel Bórik desde
entonces?
No demasiado bien.
Veámoslo.
Hace poco más de un año, el 19 de diciembre de 2021, Chile celebró la segunda vuelta
de sus elecciones presidenciales en las que resultó electo Gabriel Bórik, quien asumió
el cargo posteriormente durante el mes de marzo.
Dicho otra manera, durante estos días, Gabriel Bórik está viviendo el aniversario de su
victoria electoral en las elecciones presidenciales.
Se trata, sin embargo, de un aniversario bastante amargo.
Y es que a pesar de que la victoria de Gabriel Bórik fue recibida, con mucha esperanza por
amplios sectores de la población del país que se dejaron encandilar por su retórica
y por su mensaje político durante las elecciones, desde que Bórik tomó posesión del cargo,
sus índices de popularidad y de confianza no han hecho más que desplomarse en la medida
en que el propio Bórik y su gobierno se han visto totalmente desbordados por problemas
tan importantes como el mal desempeño de la economía chilena o la profunda inseguridad
ciudadana, por no hablar claro del fracaso estrepitoso que experimentó el gobierno en
el plebiscito constitucional.
La última encuesta de KDM es simplemente desoladora para el presidente chileno.
Ante la pregunta, independientemente de su posición política, usted aprueba o desaprueba
la forma como Gabriel Bórik está conduciendo su gobierno, el 66% de los chilenos muestra
desaprobación con la gestión de Bórik y solo un 30% muestra aprobación.
Como podemos observar, se trata de una de las peores valoraciones políticas en todo
el mandato de Gabriel Bórik.
La brecha entre quienes desaprueban y aprueban prácticamente no ha sido mayor en ningún
periodo anterior y, además, nos encontramos con que el desapruebo tiene claramente una
tendencia al alza y el apruebo una tendencia a la baja.
De hecho, la brecha entre el desapruebo y el apruebo de la gestión del gobierno de
Bórik es peor en estos momentos de su mandato de lo que lo era en el caso de Michel Bachelet
o en el caso de Sebastián Piñera, los anteriores presidentes de Chile.
Además, cuando a los chilenos se les pregunta si su presidente, si Gabriel Bórik les inspira
confianza, a Bórik se le otorga en estos momentos la peor valoración de todo su mandato.
Al 65% de los chilenos, Gabriel Bórik no les inspira confianza.
Al comienzo de su mandato era el 42%.
Básicamente estaríamos hablando de los chilenos que votaron por José Antonio Casta.
Hoy ya no estamos hablando solo de los chilenos que votaron por José Antonio Casta, dado
que a Casta lo votó aproximadamente el 45% de los chilenos.
Algo más de un tercio de quienes votaron a Bórik dicen que hoy les inspira desconfianza.
Y por el mismo motivo, solo el 34% de los chilenos dicen hoy que Bórik les inspira confianza
cuando a comienzo de su mandato se la inspiraba al 54%.
Que es más o menos el porcentaje de voto que obtuvo Bórik en las elecciones presidenciales.
Por tanto, ya digo en estos 9 meses, alrededor de un tercio de quienes le dieron su confianza
su voto a Bórik, hoy se la retiran.
Y por cierto, démonos cuenta además que ese 65% o 66% de chilenos que desaprueba la gestión
de Bórik y que dice que Bórik no les inspira ninguna confianza, es el mismo porcentaje
de chilenos que votó en contra del borrador de Constitución en el plebiscito constitucional.
De modo que tenemos un bloque de ciudadanos chilenos bastante enrocado en su rechazo
a todo lo que tenga que ver con la presidencia de Gabriel Bórik.
Y eso tener a dos tercios de la población en tu contra, desde luego no son buenas noticias
políticas para Bórik y para su coalición.
¿Y a qué se debe este deterioro tan importante, tan drástico en la percepción de capacidad
de gestión de Gabriel Bórik y en la confianza que inspira Gabriel Bórik?
Bueno si analizamos la percepción de su capacidad de gestión, veremos que Gabriel Bórik pincha
específicamente en los que ahora mismo son los grandes problemas de la sociedad chilena
y frente a los cuales Bórik está demostrando su impotencia.
Cuando se les pregunta a los ciudadanos por los atributos de gestión de Bórik, en su
opinión el presidente Gabriel Bórik tiene capacidad para gestionar el conflicto de la
araucanía, solo el 21% de los chilenos responde afirmativamente a esta cuestión.
21%, es decir, ni siquiera la mayoría de las personas que votaron a Gabriel Bórik creen
que Bórik tiene capacidad para resolver este conflicto.
No solo eso, cuando se les pregunta, tiene capacidad para enfrentar la delincuencia y
el narcotráfico, mismo porcentaje, solo el 21% cree que sí.
Y preguntas en este mismo sentido tiene capacidad para gestionar los problemas de la inmigración,
solo el 23% cree que sí, tiene capacidad para mantener el orden público, solo el 26%
piensa que sí.
Chile está viviendo ahora mismo un muy serio problema de orden público que Bórik claramente
no es capaz de solventar.
Pero en cierto modo, cabría decir que esto resultaba hasta cierto punto esperable.
Si nos fijamos en ninguno de los apartados anteriores, Gabriel Bórik obtuvo nunca el
aprobado, ni siquiera al comienzo de su mandato.
Cuando se les preguntaba a los chilenos si Gabriel Bórik era competente para resolver
estos problemas, nunca la mayoría de chilenos dijo que sí, es decir, que ni siquiera los
propios votantes, todos ellos de Gabriel Bórik, llegaron a pensar jamás que Bórik sería
capaz de enderezar adecuadamente los problemas de orden público que vive Chile.
No sucede eso en cambio con el caso de la gestión económica.
A comienzos de su mandato, el 55% de los chilenos, básicamente quienes votaron a Bórik, pensaban
que Bórik sí tenía capacidad para hacer crecer la economía y volver a generar empleo.
Hoy solo lo piensa el 35% de los chilenos, es decir, que hay un tercio de los votantes,
algo más de un tercio de los votantes de Gabriel Bórik, que se han desencantado de
la capacidad de Bórik de impulsar la economía, de hacer crecer la economía, de devolver
la prosperidad a Chile, de ahí que la percepción de su capacidad de gestión haya caído en
picado, ni es capaz de garantizar la seguridad en el país ni de hacer prosperar al país.
¿Y por qué motivo los chilenos han perdido la confianza en Bórik, solamente porque se
ha mostrado incompetente a la hora de gestionar áreas cruciales de la sociedad y de la economía
chilena? No solo por eso, si observamos cuál es la opinión de los chilenos sobre los atributos
personales del presidente del país, comprobaremos que la desconfianza ha cundido, se ha extendido
tanto porque aquellos atributos personales que de entrada se pensaba que no poseía Bórik,
ahora se ha comprobado que los posee todavía en menor medida de lo que se creía inicialmente,
y a su vez que aquellos atributos personales que sí se pensaba de manera mayoritaria
que poseía Bórik, ahora se ha comprobado que tampoco los posee. Concretamente, solo
el 26% de los chilenos considera que Bórik cumple lo que promete. 26%, es decir, tres
cuartas partes de los chilenos cree que no es una persona de fiar porque no va a cumplir
lo que promete, pero démonos cuenta de que el porcentaje de chilenos que pensaba que
este político, imagino que como todos los demás políticos, cumple lo que promete jamás
fue demasiado elevado. Solo el 35% al comienzo del mandato pensaba que iba a cumplir lo
que prometía. A su vez, hoy solo el 30% de los chilenos piensa que Gabriel Bórik tiene
aptitud personal para gestionar la crisis, 30%, 70% cree que no la tiene, y a comienzo
de su mandato, en su mejor momento, lo pensaba el 45%. Es decir, ni siquiera aquí una mayoría
de chilenos pensaron jamás que Bórik estaba personalmente capacitado para afrontar una
crisis económica. Pero el problema para Bórik no es solo que haya profundizado su nota
negativa en atributos personales en los cuales jamás obtuvo una buena puntuación. El problema
es que aquellos otros atributos personales en los que sí tenía una buena puntuación,
ahora obtiene una mala puntuación. Pero es que en otras características personales
donde Bórik comenzó con muy buena nota, hoy se haya en suspenso. Concretamente, la
única característica personal donde Bórik logra el reconocimiento de la mayoría de
chilenos, igualmente con una caída muy significativa, es en que tiene carisma. En marzo, el 77%
de los chilenos, incluso aquellos que no le habían votado, reconocían que tenía carisma.
Hoy es el 56%, es decir, prácticamente solo aquellos que le votaron. Pero, por ejemplo,
en otras características personales, como que es cercano y conoce las necesidades de
las personas, en marzo el 70% pensaba que era así, hoy el 47%, es decir, menos de
los que le votaron en el pasado mes de diciembre. O es dialogante y llega a acuerdos, igualmente
el 71% en marzo pensaba que sí, hoy 47%, menos de la mitad. Es honesto, ético y transparente.
54% de los chilenos quienes le votaron opinaban que era honesto, ético y transparente. Hoy
38%, es decir, bastantes menos de los que le votaron en su momento. Es sólido, consistente,
realmente debería ser coherente, más que consistente, comunica con claridad. En marzo
el 57%, quienes le votaron, hoy el 36%. Tiene capacidad para solucionar los problemas del
país 52, en marzo 33, hoy. Y por último cuenta con autoridad y liderazgo en marzo 58%, algo
más de quienes le votaron, hoy 31%. Es decir, que ni siquiera todos los que le votaron consideran
que Boric tiene autoridad y ejerce liderazgo. En definitiva, un año después de su victoria
electoral, el liderazgo, la confianza, la autoridad y la percepción sobre la capacidad
de gestión presidencial de Gabriel Boric se haya en sus horas más bajas. No ha transcurrido
de hecho ni siquiera un año desde que asumió las funciones de presidente del país y la
valoración de los chilenos sobre Gabriel Boric es cada vez peor. Ya no es que quienes
no lo votaron no confíen en él, es que entre un tercio y el 40% de quienes le votaron tampoco
confían ya en él. La situación, por supuesto, es susceptible de revertirse. Gabriel Boric
todavía tiene años de presidencia por delante para conseguir enderezar el torcido rumbo
con el que ha arrancado su presidencia. Pero estos primeros meses no son, desde luego,
alentadores para el futuro de Chile.