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El gobierno ofrece una compensación de 500 millones de euros a los transportistas,
alrededor de 3 céntimos por litro de gasoil. Pero ¿cuánto dinero está ganando? ¿Cuánta caja
está haciendo el gobierno gracias a la subida de precios de los carburantes? Veámoslo.
Aunque familias y empresas están sufriendo en sus carnes el encarecimiento de los carburantes,
el estado está disfrutando en sus carnes ese encarecimiento. ¿Por qué razón? Pues porque
parte de sus ingresos proceden de impuestos vinculados positivamente al precio de esos
carburantes, es decir, que cuanto más cara sea la gasolina y el gasoil, más ingresa el estado.
Concretamente, aunque hoy el precio de la gasolina de 95 octanos y el precio del gasoleo estén en
alrededor de 1,8 euros por litro, el precio de ambos carburantes antes de impuestos oscila
entre 1 euro por litro y 1,10 euros por litro. Todo lo demás, 80 céntimos por litro de gasolina y
70 céntimos por litro de gasoil son impuestos. Dentro de esos impuestos hay una parte de impuestos
que es fija, que no varía en función del precio de la gasolina, que es el impuesto especial sobre
hidrocarburos. El impuesto especial sobre hidrocarburos son 47,3 céntimos de euro por litro de gasolina
y 37,9 céntimos por litro de gasoil, y como digo, esta parte no fluctúa con el precio de la gasolina,
pero la otra parte de los impuestos es el IVA, el 21% de IVA, que no se carga únicamente sobre el
precio de la gasolina o del gasoil antes de impuestos, sino que también se carga sobre el impuesto
especial de hidrocarburos, es decir, que pagamos impuestos sobre los impuestos. Pues bien, la
recaudación por IVA de la gasolina y del gasoil si se incrementa conforme aumenta el precio de la
gasolina y del gasoil. Si son más caras, el 21% sobre el precio recauda más que si son más baratas.
¿Cuánto suele recaudar el gobierno por el impuesto especial sobre hidrocarburos y por el IVA sobre
los carburantes? Bien, veamos el consumo de gasoil por parte de vehículos en España en el año 2021
ascendió a 21,8 millones de toneladas, alrededor de 25.500 litros de gasoil. A su vez, el consumo de
gasolina es de alrededor de 5 millones de toneladas, es decir, de 7.100 millones de litros de gasolina.
Si a ese consumo de gasoil y de gasolina, 25.500 millones de litros de gasoil, 7.100 millones
de litros de gasolina, les aplicamos directamente el impuesto especial sobre hidrocarburos, recordemos,
47,3 céntimos por litro de gasolina y 37,9 céntimos por litro de gasoil, llegaremos a la estimación
de que anualmente se recauda por impuesto especial sobre hidrocarburos alrededor de 13.000 millones
de euros. Estos 13.000 millones de euros no varían en función de si el precio de la gasolina sube o
baja, porque son cantidades fijas que se recaudan por cada litro de gasolina. De hecho, si sube la
gasolina podrían llegar a bajar estas cantidades si los ciudadanos y las familias y empresas se ven
forzadas a consumir menos gasolina. Sin embargo, como este año todavía estamos ante un año,
al menos durante los primeros meses, de expansión económica y la expansión económica va vinculada
con un aumento del transporte de mercancías por carretera, aunque hayan subido los precios,
presupondremos que no va a haber una reducción del consumo de gasolina y de gasoil con respecto
a 2021, ni tampoco un incremento, que es lo que previsiblemente sucedería si los precios no estuvieran
tan altos y nos halláramos en medio de la actual expansión económica. Bien, pero ¿qué pasa con
el IVA? Es impuesto que sí depende positivamente de los precios de los carburantes. A principios de
año el precio de la gasolina de 95 octanos estaba en alrededor de 1,45 euros por litro y el precio
del gasoil en alrededor de 1,35 euros por litro. Eso suponía que aproximadamente estábamos pagando
por IVA 0,25 euros por litro de cada uno de estos dos carburantes. Si el consumo conjunto de gasolina
y de gasoil se mantiene en unos 30 y 2.600 millones de litros a 0,25 euros a 25 céntimos de
euro por cada litro de gasolina o de gasoil, la recaudación previsible por IVA a lo largo del
año habría sido de 8.150 millones de euros. Es decir, que si los precios de la gasolina y del
gasoil se hubiesen mantenido a sus niveles de comienzos de año y el consumo de 2022 hubiese
sido el mismo que en el año 2021, el gobierno habría recaudado alrededor de 21.500 millones
de euros por impuesto especial sobre hidrocarburos y por el IVA sobre los carburantes. 21.500 millones
de euros equivale al 2% del PIB de España. Pero los precios han subido. Han subido desde 1,45 euros
por litro de gasolina y 1,35 euros de litro por gasoil a aproximadamente 1,8 euros por litro en
la actualidad. Imaginemos que este precio 1,8 euros por litro de gasolina de 95 octanos y de gasoil
se mantiene a lo largo del resto del año. Pues bien, en ese caso, la recaudación por IVA por litro
de gasolina y por litro de gasoil sería de algo más pero aproximadamente 0,31 euros por litro,
31 céntimos por litro. Y por tanto, lo que se recaudaría por IVA en el conjunto del año,
sería de 10.100 millones de euros. Sin subida de precios, se habría recaudado por IVA 8.100
millones de euros. Con subida de precios y manteniendo los precios en estos niveles a lo largo
del año, se recaudarían 10.100 millones de euros. En total, a lo largo del año, por consiguiente,
serían 23.100 millones de euros, siempre y cuando claro, la gasolina y el gasoil no sigan subiendo
de precio. Pero que démonos con la estimación de un incremento de la recaudación para este año de
2.000 millones de euros. ¿Por qué esta cifra es reveladora? ¿Por qué esta cifra es importante? Pues
porque hace pocos días el gobierno ha desvelado su plan de compensaciones para los transportistas,
un plan de compensación que consiste en rebajarles a posteriori la fiscalidad sobre los
carburantes en alrededor de 500 millones de euros. De monos cuenta, el gobierno está recaudando,
gracias a la subida de precios, 2.000 millones de euros más de lo que habría recaudado sin la
subida de precios y a algunos de los sectores afectados, más gravemente afectados por esa
subida de precios, les está ofreciendo 500 millones de euros. No sólo eso, el gobierno ha
manifestado que parte de esos 500 millones de euros no los costeará el mismo, sino que los
costearán las comercializadoras y las distribuidoras de carburantes. Aunque aún no conocemos los
detalles, previsiblemente se creará un impuesto especial extraordinario y supuestamente transitorio
para financiar parte de esos 500 millones de euros. El problema de esto, claro, es que
comercializadoras y distribuidoras tenderán a repercutir, quizá no todo, pero sí parte de
ese impuesto en los precios finales de los carburantes. Por consiguiente, gasolina y gasoil subirán,
todavía más, aumentando, por cierto, también la recaudación por IVA del gobierno para financiar
parte de las ayudas, parte de las compensaciones a los transportistas. No sólo es que el gobierno
esté siendo especialmente cicatero en su plan de compensaciones a los transportistas por la
subida del precio de los carburantes, 500 millones de euros, apenas 3 céntimos por litro de gasoil.
Es que, además, ni siquiera quiere ser el mismo quien se rasca el bolsillo para hacer frente a ese
plan cicatero de compensaciones, quiere que sean empresas de distribución y de comercialización de
los carburantes las que asuman parte de ese coste, que en definitiva significará que seremos el resto
de consumidores de carburantes, el resto de familias y empresas que no sean transportistas,
quienes acabarán pagando gran parte del cicatero plan de ayuda a los transportistas.
Y todo eso en un contexto en el que el gobierno, gracias a la subida del precio de los carburantes,
va a recaudar 2.000 millones de euros más de lo que habría recaudado cuatro veces más que lo que
plantea transferirles a los transportistas. Y además, como ya hemos dicho, ni siquiera pretende
transferírselo el mismo, sino que pretende que se lo transfieran el resto de consumidores de carburantes.
El famoso escudo social de este gobierno era en realidad una espada fiscal.