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Juan Ramón Rayo, buenas noches.
¿Qué tal? Buenas noches, Víctor.
Domingo Soriano, buenas noches.
Marta Cotarello, nuestra productora.
¿Tú recuerdas cuando hablamos en este programa de lo de las letras del tesoro?
Rayo, ¿qué fue? ¿Hace casi un mes?
Sí, aproximadamente era un mes, más o menos.
Un mes y medio, diría yo.
El tema de aquel día fue, ¿por qué nadie habla de las letras del tesoro?
¿Por qué nadie compra letras del tesoro?
¿Por qué con la rentabilidad que están dando las letras del tesoro
y lo que no te están dando los bancos por los depósitos, nada se mueve?
Bueno, titular de ahora mismo del Confidencial,
el tesoro coloca letras al 2,83% con el doble de demanda en medio del colapso de su web.
Cabe recordar que a partir de este mismo martes será necesario solicitar cita previa
para el servicio de cuentas directas del Banco de España,
tras las largas colas observadas.
Recuerdo esto porque también recuerdo, Rayo,
que es verdad que en este programa hablamos por primera vez de este asunto,
que dijiste, como con cada producto financiero, hay que informarse,
hay que asesorarse bien, no hay que ir sin saber, ¿verdad, Rayo?
Totalmente.
A ver, eso en general como principio de inversión hay que partir de ahí.
Y es que uno no ha de invertir en aquello que no conoce.
Es verdad que puede ser más imprudente invertir en ciertas cosas sin conocerlo que en otras,
pero como principio general hay que partir de ahí,
porque si no te vas a encontrar sorpresas y si no entiendes
y no conoces aquello en lo que inviertes y te encuentras con sorpresas,
pues tomarás en ese momento malas decisiones.
Entonces, las letras del Tesoro no son una diferencia.
Nosotros hablamos, pusimos sobre la mesa este debate o esta cuestión,
porque parece que hay ahí un diferencial de rentabilidad que no tiene mucho sentido
y que, por tanto, si la gente no ha pensado en esa posibilidad,
pues no está de más que a raíz de nuestra llamada atención,
oye, fíjate ahí que quizá ahí hay algo con sentido,
pues que a partir de ahí, pues eso, la gente se empieza a informar
y si lo que lee y lo que entiende encaja con lo que busca,
o sea, y si ya tiene más sentido, a lo mejor primero pequeñas cantidades
para experimentar, bueno, lo que sea, pero ya tiene más sentido que se lance.
Lo que no habría que hacer es pasar de un extremo al otro,
no me interesan en absoluto las letras y, por otro lado,
de la noche a la mañana voy a meter todo mi dinero en letras
sin saber muy bien lo que son.
Sí, tiene sentido que con los tipos de intereses actuales
se preste atención a lo que hace la deuda pública,
sobre todo a corto plazo, no hablamos de deuda a largo,
porque ahí entran ya otros riesgos más inciertos,
de informarse sobre la deuda pública a corto plazo,
pero todo es informarse, no lanzarse de cabeza sin más.
Por corto plazo que estamos hablando, ¿12 meses, Domingo?
Sí, las letras propiamente es hasta 12 meses,
hombre, si estuviéramos hablando hasta dos años,
pues bueno, serían horizontes probablemente razonables.
Más largo plazo hay dos problemas.
Uno es un problema que podríamos llamar más general
de las economías del sur y es el riesgo de insolvencia de España.
En corto plazo no parece que vaya a haber esos problemas,
es inconcebible, creo yo, aunque todo puede pasar,
pero es inconcebible que en seis meses España suspenda pagos,
incluso aunque tuviéramos un problema muy serio,
Europa no nos dejaría caer en seis meses, pero claro,
a diez años, no digamos ya a plazos más largos,
¿qué puede pasar? Pues nadie lo sabe.
Y luego hay otro problema con la deuda a largo plazo,
y es que imaginemos que ponemos nuestros ahorros
en deuda a largo plazo, diez años, 30 años,
y tenemos una necesidad de dinero, necesitamos liquidez.
Y claro, ¿cómo podemos obtener la liquidez
si la hemos inmovilizado a diez años o 30 años?
Pues la podemos obtener vendiendo en el mercado secundario
esa deuda pública a largo plazo.
El problema, si los tipos de interés han seguido subiendo
con respecto a los niveles actuales,
y es un escenario que no hay que descartar en absoluto,
cuando vaya a vender esa deuda a largo plazo en el mercado
me darán mucho menos dinero, mucho menos dependiendo
de cuánto de más haya subido.
Pero si han subido apreciablemente los tipos de interés
con respecto a los tipos actuales,
me darán mucho menos dinero del que invertí.
Y claro, es un riesgo que hay que tener presente
si no tengo la certeza de que no voy a necesitar ese dinero
en ningún momento futuro.
De ahí, insisto, la necesidad de informarse de todos estos detalles,
porque si uno no distingue deuda a corto, deuda a largo,
no sabe qué diferencia hay en cuanto a riesgos
en cuanto a la deuda a largo.
Dice, oye, la deuda a corto me da el 2,8,
pero la deuda a largo el 3 y pico.
Pues oye, me voy a la deuda a largo, que más o menos es lo mismo.
No, cuidado, antes de invertir, informarse.
Hay quien se ha aprovechado de esto políticamente,
el que fuera jefe de gabinete de Pedro Sánchez y Iván Redondo,
en un artículo, creo que sí, en la vanguardia,
ha escrito con una fotografía de las largas colas
que muestra la confianza que tiene la gente en el gobierno de Pedro Sánchez.
Domingo.
No, es que esto, por eso es muy importante.
A ver, cuando estaba hablando Juan Ramón,
lo del corto plazo, largo plazo, fundamental,
desde el punto de vista de ahorro personal, inversión,
pero también fundamental a la hora de hacer este tipo de análisis político.
Es decir, si tú a mí me preguntas ahora,
¿crees que compras unas letras a seis meses, a 12 meses?
Es una inversión razonable, ya que los bancos no están dando depósitos,
perdón, no están ofreciendo rentabilidad en los depósitos.
¿Qué es lo raro?
Que no estén dando prácticamente nada o una rentabilidad muy baja.
Pues yo te diría, sí, es razonable comprar seis, 12 meses.
Entonces tú me dices, pero es que esto es un signo de tu confianza en el gobierno.
Yo te diría, pues no mucha.
Simplemente yo creo que no, digamos,
me parece un escenario altamente improbable
que el Estado español entre en quiebra en el próximo año.
Por nosotros y, como decía Rayo,
por el propio apoyo que nos prestaría la Unión Europea,
fijémonos lo que pasó con Grecia.
Es decir, hubo cinco años de negociaciones tiras a flojas
desde que empezó los problemas de deuda soberana a comienzos de 2010
hasta que llegamos a esa situación de semiórdago en el verano de 2015
en el que prácticamente antes se establecía una especie de disyuntiva
o Grecia salía del euro o tenía que aceptar las condiciones que le ponía
en aquel momento la Troika, pero aquello se sustanció en una cumbre en Bruselas.
Entonces, a lo largo de aquellos años hubo muchos tiras a flojas,
pero Grecia iba más o menos sobreviviendo.
Pues pensar que España en un escenario de seis, 12 meses fuera a quebrar,
yo no lo veo en ningún caso,
pero eso no es porque confío en el gobierno,
eso es porque confío casi en un poco dónde estamos y la situación actual.
Ahora, a partir de, venga, tres años, cinco, diez, quince,
cuanto más te vas dejando en el tiempo, mis dudas sobre la capacidad de España
para hacer frente a todos sus compromisos se elevan.
Yo no digo que España ya vaya a quebrar,
yo no creo que vayamos a entrar en una situación a la griega,
pero claro, a la hora de decir yo inmovilizo mi dinero de aquí a 30 años,
por ejemplo, a cambio de una rentabilidad que sigue sin ser muy alta,
con un riesgo cierto de que pueda haber una inflación que incluso sin tener en cuenta los tipos,
ya simplemente por hecho de inflación,
cuando vaya a recuperar dentro de mi dinero dentro de 30 años
a lo mejor ya no mantiene poder adquisitivo
y si además incluimos ese análisis que hacía el rayo de
y si encima si suben los tipos y vas a querer deshacer la inversión
en cualquier momento de esos 30 años vas a tener problemas,
pues todo eso más la incertidumbre en concreto sobre España
y ya no solo por este gobierno sino en general,
unas cuentas públicas muy complicadas,
una duda absolutamente fuera de control,
muy poquitas ganas de hacer reformas
y una explosión demográfica en el peor de los sentidos,
en lo que tiene que ver desde el punto de vista financiero con el sistema de pensiones
que te va a venir en los próximos 10, 15 años,
nada que ver que haya gente buscando letras a 3, 6 o 12 meses
que tiene todo el sentido del mundo con que el conjunto del país confíe en este gobierno,
que habrá quien confíe y habrá quien confíe mucho menos.
Cerramos capítulo Letras del Tesoro,
quiero que me habléis de la última filtración desde el ministerio de vuestro amigo José Luis Escrivá
planteando otro recargo adicional a las cotizaciones de los salarios más altos
dentro de esa reforma de las pensiones que algún día conoceremos.
Rayo.
Bueno, aquí hay varios temas que mencionar,
el primero es que Escrivá lleva años diciendo que el sistema es perfectamente sostenible,
que hay unos alarmistas por ahí que van diciendo que el sistema no lo es,
pero que no tiene ningún fundamento,
y fijémonos que aprobó un mecanismo para supuestamente terminar de hacerlo sostenible,
es decir, que no lo era del todo, pero bueno, con algún parche hacemos que lo sea,
y ese mecanismo no es suficiente.
Y con este mecanismo me refiero al retraso voluntario de la jubilación que se aprobó en 2021.
Siguiente paso, aprobamos un mecanismo de equidad intergeneracional,
por el cual se suben algo las cotizaciones sociales de los trabajadores a cargo de la empresa
y también a cargo del trabajador,
se les mete un rejonazo a los autónomos,
que muchos ahora están sintiendo en sus propias carnes
y que además va a ir en aumento durante los próximos años,
no es un pronóstico catastrofista, es el plan del Gobierno que es público,
y además buscamos alargar el periodo de cálculo de las pensiones,
bueno, destopamos las pensiones más altas, las bases de cotización más altas,
sin incrementar proporcionalmente las pensiones,
y ya digo, elevamos el periodo de cálculo de la pensión.
Bueno, aprobamos eso o colocamos eso encima de la mesa como la solución definitiva
que cuadra todos los problemas, todos los desequilibrios,
y resulta que no, que tampoco es suficiente.
Que hace falta, además, un recargo extraordinario sobre los sueldos más altos.
Bueno, aparte de dejar a las claras que Escribá nos ha estado mintiendo durante años,
diciéndonos que no había problemas y, si no hay problemas, para qué buscar soluciones,
esta última idea de Escribá es especialmente equivocada o dañina,
incluso desde un punto de vista de fondo, por dos razones.
La primera es que formalmente ya se está abandonando
el principio de contributividad dentro del sistema de seguridad social.
En la seguridad social tú cobras pensión en función de lo que has cotizado.
Este recargo que está planteando Escribá es un recargo sin contra prestación.
Es una especie, aún no conocemos los detalles, pero a veces que va a ser así,
es una especie de impuesto sobre los salarios más altos
que vaya dirigido a financiar el agujero del sistema de pensiones,
pero sin que esos trabajadores devengan derecho a una mayor pensión.
Por tanto, ya digo, es a las claras, sin máscara alguna,
un abandono progresivo del sistema contributivo de seguridad social
y la transición hacia lo que ya se venía transitando,
pero de manera más o menos tapada, que es un sistema asistencial,
donde no hay relación entre lo que uno ha pagado y lo que uno reside.
Y el segundo motivo por el cual esto es criticable,
incluso diría desde una perspectiva socialdemócrata, no digamos ya liberal,
es que, a ver, los pensionistas no son el grupo poblacional español
que esté en una situación de mayor precariedad, ni muchísimo menos.
La tasa de riesgo de pobreza entre los pensionistas es apreciablemente más baja
que entre, incluso los trabajadores, no digamos ya que entre los jóvenes.
Los jóvenes tienen un problemón gigantesco a la hora de insertarse
en el mercado laboral, a la hora de comprar una vivienda, etcétera.
Pues bien, en lugar de, desde la perspectiva socialdemócrata,
plantear, pues oye, le subimos los impuestos a los ricos,
que es lo que en última instancia dice Escrivá,
recaudamos dinero y lo redistribuimos hacia los grupos más vulnerables,
o utilizamos ese dinero para impulsar, por ejemplo, no sé, el gasto en I más D más I,
y así impulsar, supuestamente, aquí hay muchos condicionantes,
pero bueno, desde la lógica del discurso socialdemócrata, ¿no?,
impulsar la productividad del país, no.
Es decir, todo recurso adicional que vamos extrayendo de la población española
va a sufragar el sistema de pensiones,
que es ya básicamente comprar de manera descarada el voto de 10 millones de personas
a costa de exprimir al resto de la ciudadanía.
Es escandaloso por lo que deja a entrever,
pero es por desgracia la dinámica en la que me temo vamos a estar inmersos
durante los próximos 20-25 años.
Sí, para esto no necesitábamos al ministro técnico.
Quiero decir, yo las primeras veces que iba a las comisiones del pacto de Toledo,
una de las cosas que más me llamaba la atención del Congreso
era el poco nivel de la mayoría de los portavoces de los grupos,
de casi todos, ¿eh?, además.
Y uno se asustaba y decía, hombre, se supone que esta es una de las comisiones más importantes
probablemente desde el punto de vista económico, la más importante junto con presupuestos,
pero por la inmontante y las perspectivas al futuro, la más relevante,
y estaban allí segundas y terceras figuras, vamos, diputados absolutamente desconocidos
y que demostraban unas carencias en la materia y un desconocimiento llamativo.
Y cuando llegó a escriba nos dijeron, no, mira,
fíjate cómo Pedro Sánchez le da relevancia a este tema,
entonces, claro, no va a poner al número dos del PSOE en Cuenca,
aquí que es el que está ahí en la comisión y que cuando le oyes hablar es que sabe lo justito,
no, no, ha puesto a un técnico, ha puesto a un técnico para afrontar
una reforma de las pensiones difíciles, porque lo que nos vendieron es que
este técnico iba a hacer una labor didáctica con la población,
iba a explicar las medidas más difíciles, incluso impopulares,
pero que iba a hacer que entendiéramos que eran necesarias
y que además iba a plantear reformas a largo plazo.
Y al final, lo que ha hecho ha sido indexar las pensiones con el IPC,
subir los impuestos sin generar derechos adicionales,
es decir, dar un tajo a los trabajadores,
subir los años de cálculo o plantear una subida a los años de cálculo
y pasar todo lo gastos que pueda desde la parte de la seguridad social hacia los impuestos.
Que yo te digo, bueno, que eso es lo que llevan diciendo la Comisión del Pacto de Toledo
los últimos 20 años, para eso haber puesto al número 2 del PSOE de Cuenca,
que sí que habríamos sabido que no tenía especiales conocimientos,
que estaba allí porque lleva 25 años pegando carteles en el partido,
pero bueno, que más o menos es como, vale, pues ya está,
el chico ha estado ahí haciendo de meritorio en la Comisión del Pacto de Toledo,
pues ahora le pone el de ministro, pero que te traen al experto para que te haga esto,
estos como los entrenadores estos que van de analistas, no sé qué,
no es que nosotros hacemos un juego diferente, estamos ahí un juego posicional
y el día del partido importante te mete a dos centrales a jugar en el centro del campo
y a dar estopa, es como, hombre, eso lo hacía el Eibar hace 40 años
y no se daba tanto pisto, pues un poco con escriba pasa lo mismo,
que tanta historia, tanta historia para que el ministro técnico Alá
haga lo que podría haber hecho cualquier político populista ahí del montón
de los que están en el Congreso sin ningún tipo de problemas.
Vino el que iba a implantar el tiki-taka en las pensiones
y terminó con el pelotazo como el resto.
Juan Ramón Ray, un abrazo fuerte.
Un abrazo, hasta la semana que viene.