logo

Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

En Portugal lleva gobernando el Partido Socialista con el apoyo parlamentario
de fuerzas políticas equivalentes a Unidas Podemos, el Partido Comunista
de Portugal y el Bloque de Izquierda,
desde finales de 2015.
Es por este motivo que durante muchos años, tanto Pedro Sánchez como Pablo
Iglesias,
nos estuvieron diciendo que cuando ellos gobernarán España
se mirarían en el exitoso
espejo de Portugal,
que tenían a Portugal, que tenían al entendimiento
entre las fuerzas de izquierdas de Portugal, una referencia muy clara
para gobernar España.
Pues bien, como he sabido,
en los últimos días Pablo Iglesias y Pedro Sánchez ya han formado un
gobierno de coalición
y, por tanto, ya han empezado a gobernar España conjuntamente.
En realidad, de manera indirecta, llevan gobernando España conjuntamente
desde mediados del año 2018,
pero en coalición,
como es bien sabido,
desde hace sólo unos días.
Por tanto, a partir de ahora ya no debería existir ningún inconveniente
para que, en efecto,
España adoptara esas tan exitosas políticas económicas de Portugal,
para que España siguiera el camino que desbrozó Portugal
con su gobierno progresista
y de izquierdas.
Y, sin embargo, nos encontramos
con que Portugal y España están siguiendo dos estrategias diametralmente
opuestas
en lo referente al cumplimiento de nuestros objetivos de déficit público.
Este lunes hubo reunión del Eurogrupo
y aquí vimos dos actitudes totalmente distintas entre, por un lado, el
gobierno de Portugal
y, por otro, el gobierno de España.
¿Qué hizo el gobierno de Portugal en esta reunión del Eurogrupo?
Su ministro de Economía, Mario Centeno,
sacó pecho, se enorgulleció,
porque en este año 2020
Portugal logrará, por primera vez, en más de 30 años,
un superávit presupuestario.
Dijo que Portugal había recorrido
un largo camino
y que este logro, el superávit,
era un resultado extraordinario,
un resultado inédito
en la historia de Portugal.
Esa era la actitud, ya digo, del gobierno progresista y de izquierdas portugués
que supuestamente iba a servir de inspiración
para el gobierno de izquierdas y progresistas español.
Pero, por otro lado, nos encontramos ese mismo lunes, en la reunión del Eurogrupo,
con la actitud de la ministra de Economía de España, Nadia Calviño,
que acudió al Eurogrupo en esencia con una misión.
Renegociar los objetivos de déficit de España para el año 2020 y para el año 2021.
Renegociarlos no con el propósito de volver los más exigentes,
no con el propósito de acelerar nuestro avance hacia el superávit presupuestario.
Renegociarlos para que Bruselas nos permita seguir endeudándonos durante más tiempo,
sin siquiera empezar a repagar todas las deudas que hemos acumulado con anterioridad.
Por tanto, parece claro que aquí hay dos enfoques que no son idénticos.
Portugal avanza orgulloso hacia el superávit presupuestario,
España retrocede avergonzada hacia más déficit público,
lo cual debería llamarnos la atención, debería llamarnos poderosamente la atención,
porque durante estos años, en los que tanto Pedro Sánchez como Pablo Iglesias
nos decían que Portugal era su referencia, nos lo decían,
porque a su juicio y al de muchos periodistas parroquianos de estos políticos,
Portugal había demostrado que había una forma distinta de hacer las cosas,
que había una política económica alternativa a la que marcaba la troika,
que Portugal era un gobierno de izquierdas heterodoxo que no se sometía a los dictados de la austeridad,
que Portugal no tenía ningún problema en desafiar a Bruselas, en desafiar a la troika,
para evitar los recortes del gasto público, y que gracias a esa actitud, gracias a esa perspectiva,
gracias a que se despreocuparon de cuadrar las cuentas, la economía portuguesa ha comenzado a prosperar.
Y al mismo tiempo, muchos de estos políticos, tanto Pablo Iglesias como Pedro Sánchez
y sus periodistas parroquianos, nos repetían que Nadia Calviño era una agregía representante
de la ortodoxia bruselense dentro del gobierno de España,
que la figura de Nadia Calviño iba a asegurar que el gobierno de España no cometiera ningún tipo de desman financiero,
que Nadia Calviño estaba ahí para vigilar muy de cerca las cuentas públicas
y para cumplir con todo lo que mandaba Bruselas.
Por tanto, lo que se nos dijo es que Portugal tenía un enfoque heterodoxo, desde un punto de vista presupuestario,
y que Nadia Calviño, la todopoderosa vicepresidenta del gobierno, Nadia Calviño, tenía un enfoque ortodoxo.
Pero, extrañamente, lo que vemos, como ya hemos dicho, es que los heterodoxos de Portugal
siguen la ortodoxia del superávit presupuestario que pregona Alemania y que pregona Bruselas,
y que, en cambio, la supuestamente ortodoxa, Nadia Calviño, se suma a las reivindicaciones de la heterodoxia
de que necesitamos más tiempo para endeudarnos más tranquilamente
y para no recortar el déficit y para no alcanzar el superávit que nos permita amortizar la deuda.
¿Cómo encajan estas dos narrativas abiertamente contradictorias?
¿Cómo es posible que los heterodoxos se comporten ortodoxamente
y cómo es posible que los ortodoxos se comporten heterodoxamente?
Bueno, la razón es muy sencilla. La narrativa, desde un principio, fue falaz, la narrativa, desde un principio, fue mentira.
Portugal nunca desafió a la troika, Portugal nunca renunció a las políticas de austeridad,
Portugal siempre siguió avanzando, más lento o más rápido, es verdad, pero siempre siguió avanzando en la reducción del déficit público.
Portugal no pidió aplazamientos en sus objetivos de déficit público,
Portugal cumplió puntualmente con los requisitos que establecía Bruselas. Portugal, por tanto, redujo el déficit
porque quería alcanzar el superávit que ha alcanzado este año.
Basta con que observemos el gráfico que aparece ahora en pantalla
y que refleja la evolución del gasto público sobre el PIB
y del ingreso público sobre el PIB de Portugal. Evidentemente, cuando el gasto está por encima del ingreso,
eso es que hay déficit y cuando el ingreso empieza a estar, como se observa en 2020, un poquitín por encima del gasto
es que comienza a haber superávit. Por bien, basta con observar la evolución de ingresos y gastos
para ver que el gasto público en Portugal desciende de manera ininterrumpida desde el año 2011
tanto con gobiernos de derecha, en realidad, socialdemócratas populares, como gobiernos de izquierdas,
socialdemócratas del Partido Socialista. Recordemos, Antonio Costa, primer ministro de Portugal con el Partido Socialista,
gobierna el país desde finales de 2015. Observemos qué sucedió en el año 2016, es decir, cuando Antonio Costa
ya gobernaba, con mayoría absoluta, con el apoyo del Partido Comunista y del bloque de izquierdas,
cuando ya gobernaba, con mayoría absoluta, en Portugal y, por tanto, podía hacer y deshacer a su gusto.
¿Qué sucedió en 2016? Uno de los mayores ajustes del gasto público de la historia de Portugal.
El gasto público se recortó en dos puntos de PIB, desde el 46,5% al 44,5%,
después de que el año anterior, en 2015, ya se había recortado otros dos puntos del PIB, desde aproximadamente el 48,5% al 46,5%.
Por tanto, Antonio Costa no ha frenado el ritmo de ajuste del gasto público de Portugal, de hecho, tampoco lo ha revertido.
Como nos dicen en España, que quieren hacer PSOE y Podemos, el gasto público en Portugal se recortó en 2016
y siguió cayendo desde entonces, hasta el punto de que este año se estima que cerrará en el 43% del gasto público,
por debajo del nivel que tenía Portugal, ya no en el peor momento de la crisis,
cuando entran en juego los famosos estabilizadores automáticos que disparan el gasto público, sino antes de la crisis.
Portugal va a salir de la crisis con un estado más pequeño del que entró, y eso, repito,
que desde 2015 está gobernando la izquierda, que nos decían que tenía un modelo alternativo a la austeridad.
¿Y qué pasa con los ingresos públicos?
Es decir, bueno, quizá Portugal ha recortado el déficit ajustando el gasto público,
pero también subiendo masivamente los impuestos para que, por el lado del gasto y por el lado de los ingresos,
se contribuya a ese menor desequilibrio presupuestario.
Bueno, podemos observar claramente que los ingresos públicos sobre el PIB durante los años del gobierno de izquierdas,
desde el año 2015 a la actualidad, no han aumentado, se han mantenido planos.
De hecho, en 2020 terminarán siendo algo menos, unas décimas menos, que en el año 2015,
es decir, el último año de gobierno de la derecha social demócrata en Portugal,
y por tanto la referencia de partida del gobierno de izquierdas.
Es decir, la presión fiscal no ha aumentado.
El ajuste del déficit en Portugal se ha hecho íntegramente, desde el año 2015, por el lado de los gastos.
Esto es lo que nos dicen, que es una política anti-austeridad del gobierno progresista de Portugal.
Comparemos esto con lo que ha sucedido durante este mismo periodo en España.
Esa España, supuestamente tan austericida, que se ha plegado tanto con Rajoy, como ahora con Nadia Calviño,
a las órdenes de la troika.
Podemos observar con claridad que sí, España también reduce su gasto público sobre el PIB,
desde el año 2011 al año 2017, pero a partir del año 2017 ya no hay ningún ajuste más.
Ni Rajoy hizo ajustes en 2017, ni en los presupuestos que aprobó Montoro para 2018,
ni, por supuesto, Pedro Sánchez ha tenido ninguna intención de ajustar el gasto desde entonces.
Desde 2017, el peso del gasto público sobre el PIB en España se mantiene plano en el 41%.
¿Y qué ha sucedido con los ingresos públicos?
Los ingresos públicos, desde el año 2017, sí han aumentado en 1,5 puntos de PIB,
y recordemos que Pedro Sánchez los quiere incrementar todavía más con las subidas de impuestos que ha anunciado.
Por tanto, desde el año 2017, o desde mediados del año 2018, es decir, cuando entra un gobierno de izquierdas en España,
que iba a copiar, nos dijeron lo que ha hecho el gobierno de Portugal,
el ajuste mínimo del déficit que ha tenido lugar en España ha sido totalmente por el lado de los ingresos.
No ha habido ajuste alguno por el lado de los gastos, y eso que, repito, insisto,
Portugal ajustó con el gobierno de izquierdas totalmente el déficit por el lado de los gastos,
no por el de los ingresos, y nos dijeron que iban a copiar ese modelo, desde luego no lo han hecho.
Lo que han hecho ha sido consolidar el gasto con el objetivo de empezar a aumentarlo,
eso es lo que se contiene en el acuerdo del gobierno Peso de Podemos,
e incrementar los impuestos y seguir aumentándolos para cuadrar el déficit.
A diferencia de lo que ha hecho Portugal, España intenta cuadrar el déficit con un gobierno de izquierdas mediante más impuestos,
no mediante un menor gasto.
En definitiva, Portugal, que se había revelado contra la Troika, contra Bruselas, contra la austeridad,
este año tendrá Superávit.
España, que supuestamente era el alumno más disciplinado de la austeridad, de Bruselas, de la Troika,
este año está mendigando una extensión de los objetivos de déficit,
es decir, que nos dejen más tiempo para seguir endeudándonos y para retrasar la consecución del Superávit.
Si fuera verdad como la prensa y los periodistas serviles nos han estado predicando desde hace años,
si fuera verdad que Portugal había encontrado la fórmula mágica para crecer, para prosperar,
para reducir el déficit sin recurrir a la austeridad, sin recurrir a los ajustes tan duros y tan severos
que padeció supuestamente España durante el gobierno de Rajoy,
si todo esto fuera cierto, ¿por qué ahora Pedro Sánchez y Pablo Iglesias,
que pueden aplicar esa misma fórmula mágica de incrementar el gasto, de revertir los recortes
y al mismo tiempo, como ha hecho Portugal, mágicamente reducir el déficit? ¿Por qué no lo hacen?
¿Por qué para aumentar el gasto, como quieren aumentarlo, están mendigando, como ya he dicho,
un incremento de los objetivos de decidir con Bruselas, pero no nos decían que combatir, que luchar,
que enfrentarse, que renunciar a la austeridad, era positivo, porque aparte de que crecíamos más,
reducíamos más el déficit? Bueno, pues si es verdad, si es verdad que aumentando el gasto,
si es verdad que disparando los desembolsos estatales, lo que van a hacer en última instancia
es que nos vamos a endeudar menos que el déficit va a bajar, como supuestamente digo, había hecho Portugal,
¿que lo hagan? ¿Por qué para aumentar el gasto, han de pedir una extensión de los objetivos de déficit?
Pues porque es mentira, es mentira, comentando el gasto se reduzca el déficit,
es mentira que Portugal redujera el déficit aumentando el gasto, Portugal redujo el déficit
y ha amasado Superávit recortando el gasto, manteniendo el gasto en niveles mucho más ajustados
de los que históricamente tenía y no subiendo impuestos, que es, repito, todo lo contrario de lo que
ha venido haciendo España en los últimos dos, tres años, y por tanto, como os podéis imaginar,
si nos mentieron entonces, si nos estuvieron mintiendo años y años sobre lo que significaba el gobierno
de izquierdas portugués, ¿qué no van a hacer a partir de ahora cuando nos intenten explicar
la política económica de este nuevo gobierno? ¡Mentiras y más mentiras!