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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Uno de los argumentos a favor de las pensiones públicas es que éstas no pueden quebrar
que el Estado garantiza el sistema y éstas por tanto no se van a dejar de pagar y por
tanto que los pensionistas, los jubilados, uno de los sectores desde luego más débiles
o potencialmente más desfavorecidos de nuestra sociedad, tienen garantizado un bienestar
mínimo gracias a la magnanimidad del sector público. En cambio, si tú disemos pensiones
privadas se argumenta, estos sectores de la sociedad, pensionistas, viudas, etcétera
quedarían en su mayoría descolgados de la sociedad, no tendrían un mínimo patrimonio
del que poder echar mano y en muchos casos nos los encontraríamos directamente tirados
por la calle ante la imposibilidad de costearse la jubilación. Pero realmente es así y realmente
el sector público garantiza un nivel de vida mínimamente digno a los pensionistas, de
verdad el sistema público de pensiones está blindado contra cualquier impago estatal de
las mismas, pues basta simplemente echar un vistazo a la historia reciente de España
para comprobar que no es así. De entrada no miremos la historia reciente sino miremos
el futuro. El futuro de las pensiones públicas en España es bastante negro, como hayamos
comentado en otras ocasiones en el año 2050 y uno tendremos prácticamente un pensionista
por trabajador, la línea azul representa el número máximo de trabajadores que en el
mejor de los casos están trabajando en España, la línea naranja representa el número previsible
de pensionistas. De hecho, en la medida en que los pensionistas suelen cobrar, algunos
de ellos más de una pensión, es decir lo normal es que haya más pensiones que pensionistas,
por ejemplo en el caso de pensiones de viudadad, lo esperable es que haya más pensiones que
trabajadores en España y por tanto que cada trabajador tenga que suportar más de una
pensión. Por tanto, el sistema es obvio que está abocado a una profunda revisión que
va a suponer quitas importantes de las pensiones para una parte muy considerable de la población.
Pero lo que escuchamos cuando algunos repetimos este argumento es que los agoreros ya nos
hemos equivocado en muchas ocasiones, que ya venimos pronosticando la quiebra de la seguridad
social desde hace muchos años, desde hace muchas décadas y que sin embargo la seguridad
social sigue pagando puntualmente las pensiones sin ningún tipo de problema. Por tanto, si
nos hemos equivocado tanto en el pasado, ¿cómo no nos vamos a poder equivocar en el futuro?
Pues simplemente porque no nos hemos equivocado en el pasado. Las pensiones públicas, el
sistema de seguridad social en términos más amplios, ya ha quebrado en diversas ocasiones
y como decíamos para esto solo hace falta recurrir a la historia reciente de España
en los últimos 30 años. ¿Qué ha sucedido en los últimos 30 años? Pues que ha habido
una serie de reformas que han supuesto tijeretazos muy considerables en las condiciones de jubilación
de los pensionistas españoles. Basté simplemente con analizar, con observar lo que venía sucediendo
en el régimen de pensiones antes, por ejemplo, del año 85. Antes del año 85 simplemente
era necesario trabajar 10 años para cobrar el 100% de la pensión a la que uno tenía
derecho. ¿Y cómo se calculaba la pensión a la que uno tenía derecho? A partir de la
media de los últimos dos años de salario. Esto obviamente lo que provocaba es que los
últimos dos años se inflaran artificialmente en los salarios para derengar, para obtener
derecho a una pensión muy sustancial dos años después. Por tanto, solo cotizando
10 años a la seguridad social, se tenía derecho a cobrar el 100% de la media salarial de
los últimos dos años. La jubilación era los 65 años y además cotizando a la seguridad
social, con ello, costeábamos todo el sistema de sanidad público español. Es decir, la
seguridad social con las mismas cotizaciones que ahora daba para pagar pensiones y para
pagar la sanidad. Bueno, en el año 85 hubo una reforma que ya le valió a Felipe González,
una volga general, por la cual hacía falta haber cotizado 15 años para tener derecho
al 100% de la pensión. Esta pensión a la que se tenía derecho se calculaba con los
últimos 8 años de salario y solo se tocó esto. Pero desde el 85 al 87 hubo otra serie
de reformas, especialmente importante por el año 97, que modificaron el panorama del
sistema de pensiones del siguiente modo. Primero, había que haber cotizado 35 años,
ya no 10, sino 35 años, para tener derecho al 100% de la pensión. Este 100% de la pensión
se calculaba a partir de los últimos 15 años de salario y, sobre todo, se excluye la sanidad
de ser financiada por la seguridad social. Por tanto, un trabajador ahora tenía que
pagar impuestos para costear la sanidad y, además, con la misma cantidad que pagaba
antes de la seguridad social, simplemente obtenía ya las pensiones, que no les pagaban
la sanidad. Es como si hubiéramos contratado un seguro que nos cobre los 100 euros al mes
para tener pensión asegurada y sanidad. Cuando estamos a mitad de cotización de nuestra
vida laboral, nos dicen no, la sanidad ya se la excluimos, si la quiere, pague la usted
a otra empresa. Y ya, por último, tenemos la reforma del año 2011-2013, que realizan
la cometa, ejecutan la limón, PP y PSOE, donde básicamente se incrementa la edad para
calcular la pensión media a la que tenemos derecho a los últimos 25 años. Es necesario
haber trabajado, ya no 35, ya no 15, ya no 10, sino 37 años para cobrar ese 100% de
la pensión a la que tenemos derecho. Se eleva la deshubilación a los 65 años, se desindexan
las pensiones del IPC y, por supuesto, se mantiene la negativa a que la sanidad se
financiera con la seguridad social. Por tanto, aquí lo que tenemos es una serie de quiebras
del sistema público de pensiones que han sido continuadas aproximadamente cada 12,
13, 14, 15 años a los subos. Cada 12, 13, 14, 15 años tenemos una quiebra del sistema
de pensiones. ¿Y por qué es una quiebra del sistema de pensiones? Una quiebra es simplemente
cuando una entidad, una empresa, una familia no tiene activos suficientes como para hacer
frente a las obligaciones que han asumido. En el caso de la seguridad social, ¿cuáles
son los activos que tiene el derecho futuro a quitarles parte del salario a los trabajadores?
¿Cuáles son sus obligaciones? Todas las obligaciones pensionales o de sanidad que ha
ido devengando en función de la cotización de los trabajadores presentes. Bueno, pues
cada 14, 15 años se da la circunstancia de que las obligaciones que ha asumido son mayores
que los activos que previsiblemente va a tener para pagar esas obligaciones. Por tanto, tiene
que meterle un tajo, tiene que recortar seriamente las obligaciones que ha asumido. Y eso es
la reforma del sistema público de pensiones, asumir que la seguridad social ha quebrado
y tratar de recomponer las obligaciones de pagos que tiene. Obviamente, recomponer obligaciones
de pago significa pagar menos a la gente, no pagarle la sanidad, pagarle pensiones más
bajas, etcétera, etcétera, etcétera. Y esto, insisto, esta quiebra no absoluta, no significa
que la seguridad social no vaya a pagar absolutamente nada, pero esta quiebra parcial de la seguridad
social se ha venido repitiendo cada 12, 13 o 14 años. Así que, si la historia no sirve
de guía, esperen otra quiebra de la seguridad social y, por tanto, otro tijeretazo de la
seguridad social en los próximos 12, 13 o 14 años. ¿En qué dirección? Pues muy probablemente
en la de haber tenido que cotizar 40 años, jubilarnos a los 70 y calcular la pensión
con toda la vida laboral de salarios, de manera que la pensión media baje. Y además también
muy probablemente se excluirá de la seguridad social ciertos tipos de pensiones contributivas,
por ejemplo, las pensiones de vivididad o de hermandad, se pagarán con impuestos generales
del Estado, por tanto, pagaremos lo mismo en seguridad social para recibir mucho menos,
esto es la definición de quiebra. Pero desde luego el panorama es desolador, es decir, que
uno tenga que entregarle a la seguridad social casi el 40% de su sueldo para que luego la
seguridad social te vaya metiendo recorte, recorte, recortes para no recibir prácticamente
nada a cambio, pues es un panorama bastante triste. ¿Cómo han hecho otros países para
protegerse frente a este escenario de tijeretazos continuos a unas promesas de pago que supuestamente
están garantizadas por el Estado? Pero lo único que estamos comprando es que la garantía
es hacia el impago, hacia el no cumplir las promesas, hacia el defraudar, lo que te has
comprometido a pagar. ¿Cómo han hecho otros países para evitar esto? Bueno, si miramos
el panorama internacional, lo que vemos es que la mayoría de países tienen franjas
azules, naranjas y verdes. Hay muy poquitos países, entre ellos, España, que solo tienen
franjas azules. ¿Esto qué significa? Esto es la tasa de reemplazo de las pensiones públicas
y privadas en la OCDE en el año 2013. La tasa de reemplazo lo que significa es que porcentaje
del último sueldo que ha cobrado una persona lo cobra una vez jubilado. Si el último sueldo
son dos mil y una persona cobra en pensión mil, pues la casa de reemplazo es del cincuenta
por ciento. Si fuera del cien por cien, significaría que cobra dos mil en materia de pensión.
Bien, pues aquí tenemos cómo los distintos sistemas de pensiones del mundo hacen frente
a esa tasa de reemplazo. Es decir, ¿quién paga qué parte de la pensión de un jubilado?
Y con lo que nos encontramos es que la mayoría, como digo, combina el azul, el naranja y el
verde. Y lo combina en qué sentido naranja y verde significa que no solo hay pensiones
públicas, sino que también hay un complemento de pensiones privadas. Ya sean privadas obligatorias,
es decir, que el Estado te obliga a ahorrar, que serían naranja, o privadas voluntarias,
es decir, que el trabajador ahorra porque lo considera conveniente. Entonces lo que
vemos es que, por ejemplo, el sistema más generoso a la hora de pagar pensiones es el
de Holanda, pero atención, Holanda paga en pensión pública solo un treinta por cien
del último salario. El resto lo pagan sistemas privados de pensiones. Si nos vamos a la República
Checa, lo que encontramos es algo muy parecido. El cuarenta y cinco por cien no llega de la
tasa de reemplazo, la cubre el sistema público, pero el resto, hasta más del ochenta por ciento,
lo cubren pensiones privadas. En el caso de Irlanda, tres cuartos de lo mismo, Dinamarca,
un país que se tiene, y lo es, como muy social demócrata, como que tiene un Estado gigantesco,
pues como que nos encontramos es que el treinta por ciento de la tasa de reemplazo, o una
tasa de reemplazo del treinta por ciento, mejor dicho, la cubre el sector público, pero
hasta casi el ochenta lo tienen a través de pensiones privadas, es decir, de la ahorro
y de la capitalización del salario de los trabajadores.
¿Y qué sucede? Pues que nos encontramos en algunos países, Austria, España, Hungría,
que tienen una tasa de reemplazo muy alta de las más altas del mundo, del trecenten
de cinco y el ochenta por cien, y la cubren íntegramente con cotizaciones públicas
estatales a la seguridad social. Es decir, no solo estamos pagando pensiones de las más
altas del mundo en términos relativos, sino que además lo pagamos únicamente a través
de una de las patas posibles por las que lo podemos pagar, que son las pensiones públicas.
Esto evidentemente anticipa un tijere tazo muy considerable en el futuro de las pensiones
públicas, porque sí, es verdad que hay otros países que simplemente tienen un sistema
público de pensiones, ejemplo Francia, o por ejemplo, Grecia o Portugal. Esto es cierto,
pero fijémonos en la tasa de reemplazo. La tasa de reemplazo ronda al cincuenta por
cien, e incluso si nos fuéramos por aquí, no se observa en el gráfico, esto es Corea
del Sur, esto es Eslovenia y esto es Japón. Tenemos tasas de reemplazo por debajo del
cuarenta por cien. Esto que significa que para tener el mismo nivel de pensiones que estos
países, que sí tienen un sistema algo más sostenible que España, tendríamos que recortar
las pensiones públicas ahora mismo un veinte o treinta por cien, o incluso la mitad. Tanto
atención porque lo que indican las estadísticas y lo que indica la historia es que van a venir
más recordes al sistema público y por qué. Porque no hemos querido combinar sistemas
privados de pensiones o incluso sustituir todo el sistema público por un sistema privado
de pensiones, como han hecho en Holanda, como han hecho en República Checa, como han hecho
en Irlanda, como han hecho en Dinamarca, como han hecho en Islandia, donde prácticamente
todas las pensiones son privadas, como han hecho en Australia, como han hecho en Estonia,
como han hecho en Polonia, como han hecho en Chile, donde todo el sistema es privado,
como han hecho en Grand Maiden Reino Unido, como han hecho en Grand Maiden Estados Unidos,
todo eso no lo hemos querido hacer y nos pasará factura. El hecho de haber querido manejar
clientelamente, electoralmente la seguridad social por parte de nuestros políticos,
nos va a abocar a un futuro de pensiones de crecientes y de cotizaciones a la seguridad
social crecientes, es decir, pagar más para cobrar menos. En esto se resume el fraude
de piranidad de la Seguridad Social Pública.