This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
Giro drástico en las expectativas de los mercados. En los últimos días la
expectativa ya no es que vamos a una inflación cada vez más alta, sino que la
inflación se va a ir moderando durante los próximos meses. ¿Y por qué razón
esperan ahora los mercados que la inflación se vaya a ir moderando en
los próximos meses? Porque temen que la recesión está aquí.
Veámoslo.
Pocos días después de que los banqueros centrales de todo el mundo
anunciaran que la inflación ha llegado para quedarse, que estamos en una nueva
situación donde la inflación no va a volver a los niveles a los que nos tenía
habituados entre el año 2010 y el año 2021. Pocos días después de todas estas
palabras que recogimos y que comentamos en un vídeo anterior, los mercados han
empezado a girar. Durante los últimos días se ha producido en los mercados un
cambio muy fuerte en las expectativas de inflación. De estar esperando una
inflación muy muy alta y creciente, ahora mismo en materia de expectativas
estamos más bien ante una etapa, veremos cuánto dura, de desinflación. Es
decir, los mercados están esperando que la inflación empiece a moderarse y que
incluso algunos precios puedan comenzar a caer. Por ejemplo, en este gráfico
podéis observar cuál es la expectativa de inflación de los cinco años
posteriores a los próximos cinco años. Es decir, para el periodo 2027-2032 y
como observamos la expectativa de inflación para el periodo 2027-2032
llegó a estar en un promedio anual del 2,67% casi 2,7% y ahora mismo ha caído
hasta prácticamente el 2%, el cual, como bien sabemos, es el objetivo de
inflación de la Reserva Federal en el medio plazo. Por consiguiente las
expectativas de inflación se han vuelto a anclar y justamente por eso también
los tipos de interés esperados en el medio plazo, en los próximos 10 años,
también han empezado a caer. Si las expectativas de inflación se están
anclando, si ya no se espera inflación de manera persistente durante los
próximos años, especialmente pasado este año y el año que viene, pues entonces
los tipos de interés ya no será necesario que estén tan altos como
inicialmente se esperaba y por eso el tipo de interés de la deuda pública
estadounidense a 10 años ha caído de manera significativa. Llegó a estar casi en
el 3,5% y ahora está en el 2,8%. También en este lado del Atlántico hemos
observado en los últimos días como el Euribor a 12 meses, el tipo de interés
de referencia para muchas hipotecas al tipo variable, ha empezado a bajar. Llegó
a superar el 1,1% y actualmente ya ronda el 0,8%. ¿Por qué? Pues porque ya no
se espera que el Banco Central Europeo suba los tipos de interés tan rápido y
tan agresivamente como nos había dicho o como había sugerido más bien que iba a
hacer hace apenas un mes. Ahora mismo, como se teme que la inflación ya no va a
ser tan alta como se esperaba inicialmente, la expectativa es más bien
que el Banco Central Europeo si suba tipos de interés porque están al 0% pero lo
haga a un ritmo más pausado y no con tanta intensidad. ¿Y por qué las
expectativas de inflación se están moderando, están retrocediendo? Pues
porque el precio de muchas materias primas en los mercados internacionales se
está empezando a hundir. En este gráfico podéis observar la evolución del
índice CRB que es un índice que recoge, que sintetiza la evolución de los
precios de las principales materias primas que usamos en nuestras sociedades, en
nuestras economías y como podemos ver este índice está cayendo a plomo. Hace
un mes llegó a tener un valor de 330 y ahora mismo está en 280 pero si en
lugar de fijarnos en un índice global de materias primas prestamos atención a
los precios individuales de ciertas materias primas, veremos cómo esta
misma tendencia se reproduce. Por ejemplo, precio del petróleo. El precio del
petróleo llegó a caer ayer por debajo de los 100 dólares y en estos momentos
apenas está superando los 100 dólares. Lo mismo ocurre con el precio del gas
natural. Fijaos bien en el gráfico la muy notable caída desde máximos que ha
experimentado el precio del gas natural. O fijémonos en los precios del trigo. Los
precios del trigo, los futuros del trigo, están ahora mismo por debajo que antes de
la invasión de Ucrania por parte de Rusia. ¿Y por qué los precios de las
principales materias primas globales están empezando a retroceder? ¿Porque su
oferta se ha multiplicado de súbito y por tanto más oferta menos precio? No. Si los
precios de las principales materias primas están empezando a retroceder y ese
menor precio se está trasladando a las expectativas de inflación, es porque cada
vez más los mercados anticipan una recesión. Cada vez más los mercados
temen que la economía estadounidense va a caer en recesión. Como ya explicamos en
un vídeo anterior y va a ser muy complicado prácticamente imposible que la
economía estadounidense pudiese resolver el actual estallido o
inflacionista sin atravesar por una recesión. Pues bien, esto es ahora mismo
lo que están esperando en lo que están confiando los mercados. Se soluciona la
inflación pero a costa de una recesión. ¿Y por qué una recesión permitiría
corregir, permitiría moderar, permitiría incluso solucionar el problema actual de
muy alta inflación? Pues por dos motivos. Por un lado una recesión provoca una
contracción del gasto agregado. Cae el gasto en consumo pero sobre todo cae el
gasto en inversión. Si como ya hemos explicado de manera recurrente en vídeos
anteriores, la actual inflación se debe a un exceso de gasto en relación con la
capacidad de la economía para producir bienes y servicios que abastezcan, que
satisfagan ese nivel de gasto, pues obviamente si el nivel de gasto se
contrae ocurran los efectos opuestos. Si el nivel de gasto cae de manera
significativa en la economía puede empezar a haber capacidad ociosa y esa
capacidad ociosa se traslada en forma de menores precios. Pero además hay un
segundo motivo por el cual, si viene una recesión, las tendencias inflacionistas
se pueden moderar y es que durante las recesiones, tiempos de incertidumbre, los
agentes económicos suelen buscar activos libres de riesgo de contraparte.
Suelen refugiarse por tanto en la deuda pública de países solventes, como por
ejemplo la deuda pública estadounidense, o suelen refugiarse también en las
monedas de países solventes, de manera muy clara y significativa a escala
global el dólar. Y si los agentes económicos empiezan a atesorar, empiezan a
guardar más dólares en lugar de gastarlos, en lugar de consumirlos o
invertirlos, al margen de si existen o no oportunidades de inversión. Antes se
ha mencionado que las oportunidades de gasto iban a caer y por tanto el gasto
también se iba a reducir. Pero este fenómeno se da incluso aunque los agentes
localicen oportunidades de inversión, encuentren bienes de consumo que querrían
comprar, prefieren atesorar parte de sus ingresos en dólares antes que a
cometer antes que ejecutar esos gastos. Por tanto más demanda de dinero, más
atesoramiento de dinero, significa más valor del dinero y por tanto menor
inflación. La inflación al final no es más que una pérdida del valor del
dinero en relación al resto de bienes. Y en este caso estamos diciendo que si
hay más demanda de dinero el valor del dinero aumentará con respecto al resto
de bienes. De hecho a este respecto fijémonos en la evolución que ha
seguido el índice del dólar estadounidense, que es un índice que
mide la cotización del dólar frente a una canasta, frente a una cesta de muy
diversas divisas. Y lo que estamos viendo es que el dólar estadounidense no ha
dejado de fortalecerse en los últimos meses. El dólar se suele fortalecer en
tiempos de recesión. Cuando hay recesión como he dicho los agentes
económicos suelen refugiarse en monedas fuertes, en monedas que les
proporcionan confianza y de manera muy significativa a escala internacional el
dólar. Por tanto que el dólar se haya estado fortaleciendo podría ser un
síntoma de recesión. Ahora bien el dólar se ha estado fortaleciendo durante
los últimos meses. Cabe pensar que durante los últimos meses los mercados
anticipaban recesión? No. El dólar se ha estado fortaleciendo durante los últimos
meses por la expectativa de que la Reserva Federal iba a subir de manera
muy agresiva los tipos de interés. Si los tipos de interés aumentan, obviamente
también el valor del dólar tiende a incrementarse frente al resto de
divisas que no aumenten los tipos de interés. Pero recordemos que ahora mismo
la expectativa es que la Reserva Federal va a dejar de subir tipos de interés o
no los va a subir de manera tan agresiva como se esperaba semanas atrás.
Por tanto, si este índice únicamente se moviera por expectativas de tipos de
interés, lo que tendríamos que estar viendo ahora mismo es una caída del
dólar frente al resto de divisas. Pero no ocurre así. A pesar de que las
expectativas de tipos de interés han cambiado, el índice sigue aumentando, el
dólar se sigue fortaleciendo frente al resto de divisas. ¿Y por qué? Ahora sí
por la expectativa de recesión. En definitiva, durante los últimos días cada
vez más operadores de mercado están anticipando una recesión en la economía
estadounidense que también podría trasladarse a muchas otras economías
occidentales. Y esperan que esa recesión cure gran parte de los actuales
males inflacionistas, lo que llevaría a los bancos centrales a moderar su senda
de subidas de tipos de interés. Esto es lo que ahora mismo está instalado en los
mercados. Es el sentimiento que ahora mismo está instalado en los mercados. Y
desde luego, si viene una recesión, la inflación se va a moderar de manera muy
significativa. Ahora bien, si al calor de la recesión los bancos centrales y los
gobiernos vuelven a reinflar el gasto agregado de manera muy rápida para
evitar que el PIB caiga para evitar que el desempleo aumente, entonces podríamos
volver a las andadas de la alta inflación. Y en este caso, además, con una
pérdida de credibilidad importante por parte de los bancos centrales. Porque
ahora mismo los bancos centrales han lanzado un mensaje muy rotundo a los
mercados. Estamos dispuestos a pasar por una recesión si con ello acabamos con la
inflación. Pero si al inicio de la recesión los bancos centrales cambian
rápidamente de opinión y dicen, ya no nos importa tanto luchar contra la
inflación. Lo que hay que priorizar es recuperar, regresar a la senda de
crecimiento. Entonces, el mensaje de que están dispuestos a hacer cualquier
cosa para luchar contra la inflación será un mensaje que habrá caído en
balde. En tal caso, la inflación podría regresar y podría regresar con más
fuerza. Porque la fuerza de la credibilidad de los bancos centrales para
combatirla ya no estaría ahí.