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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Como parte de su campaña para las elecciones regionales de Madrid, Vox ha publicado el siguiente cartel
en el que se compara el coste de mantener a un MENA en España con la asignación monetaria que recibe un pensionista.
Un MENA 4.700 euros al mes. Tu abuela 426 euros de pensión al mes.
Al margen de lo que uno pueda pensar acerca de la cuantía de las pensiones o sobre cuál debe ser la política a aplicar con los MENA,
lo que está claro es que este cartel induce profundamente a la desinformación
y a efectuar comparativas tramposas básicamente por tres motivos.
El primer motivo es que la pensión típica en la comunidad autónoma de Madrid no son ni de lejos 426 euros mensuales.
De hecho, la pensión contributiva media por jubilación en la comunidad autónoma de Madrid supera los 1.300 euros
y las pensiones contributivas mínimas superan los 650 euros.
Por consiguiente, ¿de dónde sale este dato?
Pues este dato solo cabe interpretarlo como la pensión no contributiva íntegra,
es decir, la pensión que reciben aquellas personas que se han jubilado sin haber cotizado un mínimo de 15 años a la seguridad social.
Como digo dar a entender que una pensión de 426 euros mensuales es de alguna manera una pensión representativa de lo que ocurre en la sociedad española,
de lo que ocurre entre los jubilados españoles, induce al engaño, induce a la confusión.
Es verdad que hay pensiones de este importe, pero es muy poca gente quien las termina cobrando.
En concreto, en la Comunidad de Madrid hay 27.000 personas que cobran la pensión no contributiva de jubilación
frente al más de 1.100.000 personas que cobran una pensión contributiva de jubilación.
El caso típico, por tanto, no es el de tu abuela que cobra 426 euros.
No es que no haya ninguna anciana que cobre 426 euros en la Comunidad de Madrid, que por supuesto que las hay.
Pero desde luego no es ni mucho menos habitual y dar a entender que sí lo es, dar a entender que esa anciana está en una situación representativa
del conjunto de jubilados españoles es la primera trampa que comete este cartel.
Segunda trampa, ni siquiera aún cuando aceptáramos la comparación entre el coste de un mena y la pensión no contributiva
que perciben algunos pensionistas en la Comunidad Autónoma de Madrid, ni siquiera, aun cuando aceptáramos estos términos de la comparación,
la comparación estaría bien hecha.
¿Por qué? Porque fijaos que se está comparando una pensión no contributiva, que es una transferencia monetaria,
que recibe, en este caso, la anciana, tu abuela, frente al coste íntegro de mantener a un mena.
En efecto, el coste íntegro, el gasto íntegro que destina la Comunidad Autónoma de Madrid a un mena, en términos promedios,
ronda los 4.700 euros mensuales y es que ahora mismo el gasto que se está dirigiendo al mantenimiento de los 270 menas
que hay en la Comunidad Autónoma de Madrid, ronda los 15 millones de euros.
Por tanto, si dividimos 15 millones de euros entre los 270 menas que hay en la Comunidad Autónoma de Madrid, más o menos llegaremos a las cifras de 4.700 euros mensuales.
Pero esos 4.700 euros mensuales no son una transferencia monetaria que se efectúe al bolsillo del mena, no es dinero del que el mena pueda disponer.
Son gastos en manutención, en habitación, en vestimenta, en sanidad, en educación, que se concentran en el mena.
Por tanto, no son transferencias monetarias, es gasto total en favor del mena.
¿Qué significa esto? Que si quisiéramos hacer esta comparativa de un modo medianamente honesto, también habría que incluir, en el caso de la anciana, en el caso de tu abuela,
otros gastos que la Administración regional dirige hacia las personas de la tercera edad.
Por ejemplo, sanidad. Como he dicho, en los 4.700 euros está incluida la sanidad del mena.
Pero mencionando únicamente la pensión no contributiva, no estamos incluyendo los gastos sanitarios de la anciana, de la persona de tercera edad que cobra una pensión no contributiva.
Y recordemos, por ejemplo, que el gasto sanitario de una persona de más de 65 años es de media 7 veces superior al gasto sanitario de una persona entre 4 y 15 años.
Tampoco se están incluyendo, por ejemplo, en el gasto que recibe la anciana, tu abuela, los gastos en dependencia, que son otros gastos en especie específicamente dirigidos para las personas de la tercera edad.
Por tanto, comparar el gasto íntegro que recibe un mena con el gasto monetario, con la transferencia monetaria específica que se efectúa a una persona de la tercera edad,
y además una persona de la tercera edad en condiciones bastante precarias, porque estamos hablando de pensiones no contributivas, ni siquiera de pensiones contributivas,
pues es de nuevo una comparativa tramposa. Más adecuado sería comparar o la transferencia monetaria que recibe el mena con la pensión no contributiva, o el gasto íntegro del mena,
con el gasto íntegro que se dirige a las personas de la tercera edad.
De hecho, todavía más riguroso sería comparar el gasto que recibe un mena con el gasto que recibe un menor tutelado que sea español.
Es decir, lo lógico sería comparar cuánto gasta en términos promedios la administración con menores extranjeros de los que se hace cargo la propia administración,
y lo que invierte en menores españoles de los que también se hace cargo la administración.
Y si hiciéramos esta comparativa, veríamos que el gasto es idéntico, es decir, que no hay un sobregasto dirigido al caso de los mena,
que no es que se gaste más en los mena por ser extranjeros, y en cambio en los menores españoles se gaste menos por ser españoles.
No. Lo que sucede es que en los menores tutelados por la administración, sean menas o no menas, sean extranjeros o sean españoles,
se gasta la administración del orden de 5.000 euros mensuales para hacer frente a todos los gastos que comportan esos menores,
que nos podrá parecer un gasto excesivo, que nos podrá parecer que los mena no deberían recibirlos porque han entrado de manera ilegal.
Bueno, esos son otros debates.
Lo que aquí estoy analizando es que la comparativa que está haciendo Vox es una comparativa populista,
porque está comparando el gasto íntegro que se dirige a un menor extranjero no acompañado con una pensión no contributiva,
sin tener en cuenta todos los otros gastos que la administración regional también dirige, también canaliza hacia las personas de la tercera edad,
y sin aclarar que en realidad el gasto en los menas es el mismo gasto que se dirige, que se canaliza hacia otros menores españoles tutelados por la administración regional,
y que, por tanto, lo mismo podríamos decir, un menor tutelado por la administración regional recibe 5.000 euros al mes y, en cambio, tu abuela recibe 426 euros al mes.
Si esa comparación nos parecería improcedente, porque estaríamos mezclando churras con merinas, pues cuando la comparación la hacemos con ese menor tutelado por la administración,
siendo ese menor extranjero, también debería parecernos una comparación improcedente.
Y, por último, ¿por qué además esta comparativa es tramposa? Porque, de alguna manera, el mensaje que se está intentando trasladar con este cartel es el siguiente.
Si la administración pública madrileña no gastara tanto dinero en los menas, entonces nuestros pensionistas podrían vivir muchísimo mejor.
Y creo que aquí, claro, se están mezclando partidas de un orden de magnitud radicalmente distinto.
El gasto de los 270 menas de los que se hace cargo, la administración regional, la administración de la Comunidad Autónoma de Madrid,
asciende a 15 millones de euros anuales.
El presupuesto conjunto de la Comunidad Autónoma de Madrid es de 20.000 millones de euros anuales.
Es decir, esta partida de gasto representa el 0,075% del presupuesto regional.
Por consiguiente, es una partida que habrá que eliminarla o no habrá que eliminarla, es otro debate,
pero que, desde luego, no está constriñendo en absoluto la capacidad que tiene la Comunidad Autónoma de Madrid para mejorar, si lo quiere,
las condiciones, por ejemplo, de las pensiones no contributivas.
Básicamente, no tiene nada que ver.
Eliminar esta partida no abre espacio fiscal para gastar muchísimo más en muchas otras partidas que afecten a los españoles.
Y mantener esta partida no constriñe enormemente el gasto que se podría dirigir alternativamente a los españoles.
Simplemente, es una partida que, insisto, habrá que debatir si hay que mantenerla, si no hay que mantenerla,
en qué condiciones, con qué requisitos, otro debate, pero es una partida insustancial
dentro del presupuesto conjunto de la Comunidad Autónoma de Madrid.
El debate sobre los menas no es un debate presupuestario,
porque, como hemos visto, el coste que representan es un coste ridículo.
El debate de los menas es, en todo caso, un debate sobre integración y sobre orden público, pero no un debate presupuestario.
Y tratar de reconducir el debate necesario sobre los menas a una cuestión dineraria,
cuando, ya digo, no tiene una repercusión relevante en absoluto sobre el presupuesto
y sobre las políticas públicas que se pueden aplicar desde la Comunidad de Madrid con ese presupuesto, es hacer trampas.
Es intentar confundir a la gente, fijaos, estos menas son los responsables de que tu abuela no cobre una pensión elevada,
cuando son cuestiones absolutamente separadas.
En definitiva, el cartel de Vox induce a una confusión en muchos niveles.
Primero, se confunde a los ciudadanos sobre la cuantía que reciben los pensionistas,
trasladando la imagen de que pensiones de 426 euros es un caso extendido, un caso común,
un caso típico dentro de nuestros pensionistas, y no es así.
En segundo lugar, se induce a pensar que los menas reciben algún tipo de asignación monetaria de 4.700 euros
al compararlo con una asignación monetaria que sí reciben los pensionistas,
o alternativamente se induce a la población a pensar que el gasto que se dirige a un pensionista con pensión no contributiva
es de apenas 426 euros al mes, olvidando, induciendo a que se olvide todo el otro gasto que también reciben,
en forma de sanidad o en forma de dependencia.
Y en tercer lugar y sobre todo, se confunde a la ciudadanía sobre los términos del problema que representan los menas,
los menas no constituyen un problema presupuestario.
Si elimináramos esa partida del presupuesto de la Comunidad de Madrid, nada cambiaría en el resto de partidas.
La Comunidad de Madrid podría seguir haciendo o dejando de hacer lo mismo que hace ahora con o sin gasto destinado a los menas.
Los menas podrán ser un problema de integración social, de orden público, pero no desde luego un problema presupuestario.
Y trasladar ese mensaje, insisto, es generar un mensaje populista sobre el presupuesto que es del todo inapropiado.
Es similar a cuando podemos, nos dice, que si subiéramos impuestos a los ricos, podríamos financiar
cantidades ingentes de gasto público, podríamos multiplicar el estado de bienestar.
No es así, los ricos tendrán que pagar más impuestos o no pagarlos, es otro debate,
pero desde luego no manipulemos las cifras ni hinduzcamos a la población a generarse falsas impresiones
y falsas ideas sobre la magnitud del problema que supone el fraude fiscal de los ricos o, en este caso, el gasto en los menas.
Y lo sabrá que justifique en este mensaje populista, este mensaje que busca engañar deliberadamente a los ciudadanos
a múltiples niveles para acercar su voto a Vox, lo sabrá que lo justifiquen diciendo
que, en cualquier caso, cualquier cantidad de dinero que reciban los menas sería una cantidad excesiva,
pero si ese es el mensaje que se quiere trasladar, que se traslade ese mensaje,
lo que no es desde luego lícito en absoluto es manipular las cifras y hacer comparaciones improcedentes y tramposas.
El fin no justifica los medios, el fin de combatir la inmigración ilegal, que es otro debate que hay que mantener,
si hay que combatirla o hay que integrarla, el fin de combatir la inmigración ilegal no justifica la mentira,
no justifica el engaño, no justifica las comparaciones tramposas, ni las justifica con Vox, ni las justifica con otros partidos.
Y todos aquellos que siendo simpatizantes de Vox traguen alegremente con estas comparaciones tramposas no están siendo honestos con sigo mismos.
Que estemos en campaña electoral, que estemos en momentos por tanto proclives para la propaganda política,
no justifica en absoluto que se trasladen mensajes tan engañosos, tan tramposos a la población,
porque en tal caso los términos futuros, en los que habrá que mantener debates importantes
sobre cómo queremos resolver determinados problemas sociales y económicos, serán debates que Vox habrá biciado de raíz.
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