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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

George Ameloni será la nueva primera ministra de Italia.
¿Cuál es su programa económico?
Veámoslo.
La coalición de derechas italiana, integrada por hermanos de Italia,
por la Liga Norte y por Forza de Italia,
ha ganado con rotundidad las elecciones de este pasado domingo,
de manera que todo apunta a que George Ameloni será la próxima primera ministra de los italianos.
Y durante estos días hemos podido encontrar en la prensa muchas críticas,
muchos descalificativos contra Ameloni,
aunque normalmente no por alguna medida electoral concreta,
sino más bien por sus orígenes postfascistas.
Por el hecho de que hermanos de Italia provengan de una refundación de alianza nacional,
que a su vez viene de una refundación del movimiento social italiano con claros orígenes fascistas.
Y desde luego puede tener sentido que la prensa enfatice este aspecto porque no es un aspecto menor.
Sin embargo, también sería deseable que la prensa descendiera a analizar a estudiar las medidas políticas
y económicas concretas que esta coalición de derechas italiana está planteando para los próximos años.
Los tres partidos que conforman la coalición de derechas que ha ganado las elecciones italianas
suscribieron antes de los comicios un documento que no es más que una cuerda de gobierno.
Es decir, es un documento que contiene las medidas que se pretenden aplicar,
en caso, como finalmente ha sido, de que lleguen al gobierno.
¿Y qué contiene este documento en materia económica?
Pues lo siguiente.
En materia impositiva lo que plantean es, por un lado, reducir la presión fiscal que recae sobre familias,
sobre empresas y sobre autónomos, una declaración bastante genérica y de momento no demasiado concreta,
aunque ahora como veremos si se desciende un poquito más a medidas específicas,
en segundo lugar, se oponen a subir el impuesto sobre sucesiones y donaciones,
tal como planteaba la izquierda italiana, a su vez también plantean una regularización fiscal,
una reestructuración fiscal, lo llaman Paz Fiscal, para los contribuyentes italianos que adeuden dinero a hacienda,
plantean como principio de fiscalidad la idea de que quien más contrate, las empresas que más contraten,
menos paguen, es decir, bajar impuestos a las empresas a cambio de que incrementen sus plantillas,
pero de nuevo estamos en el terreno de la incongresión.
Y aquí es donde empezamos a encontrar algo más concreto,
es una de las grandes medidas fiscales que supuestamente plantea la coalición de derechas italiana,
que es básicamente establecer un primer tramo sobre la renta, hasta 100.000 euros,
lo llaman Flat Tax Tipo Único sobre la renta, en realidad no es un tipo único,
porque un tipo único sobre la renta sería que sólo hubiese un tipo impositivo,
con independencia del nivel de renta, y aquí lo que se plantea es un tipo único hasta 100.000 euros,
es decir, un primer tramo del IRPF bastante amplio hasta 100.000 euros.
La idea es extender este primer tramo de hasta 100.000 euros, que tributaría,
en esto no hay acuerdo, pero los planteamientos oscilan entre el 15 y el 20%,
la idea, como digo, es extender este primer tramo de hasta 100.000 euros,
a autónomos, a familias y a empresas.
Actualmente este Flat Tax, este primer tramo único,
tan sólo aplica para los pagos de IVA de las empresas,
pero no está siendo aplicado ni para el IRPF de las personas físicas,
ni para el impuesto de sociedades de las empresas.
Y las derechas italianas lo que plantean es la idea de extender este impuesto
al conjunto de la población.
Sin embargo, como ya veremos más adelante, no es demasiado probable que lo terminen haciendo,
por mucho que en este programa de gobierno lo planteen y lo vendan como un caramelo ante los ciudadanos.
Luego también plantean una idea bastante original y bastante positiva,
y es crear una cuenta con hacienda donde se puedan compensar cobros y pagos,
es decir, que si hacienda me debe dinero y yo le debo dinero,
no deba esperar a que me pague hacienda para yo pagar las deudas que tengo con hacienda,
sino que se puedan compensar créditos y débitos.
A caballo entre la política fiscal y la política, como ellos mismos lo venden de promoción de la natalidad,
encontramos otras medidas, como por ejemplo, bajar el IVA de los productos infantiles,
y otra medida, que si se pusiera en marcha sería a mi juicio muy positiva,
desde el punto de vista estrictamente fiscal, que son los cocientes familiares.
¿Qué es esto de los cocientes familiares? Pues básicamente consiste en considerar los ingresos,
por IRPF, ingresos del hogar, no ingresos de la persona física, sino ingresos de todos los miembros del hogar.
Imaginemos un hogar compuesto por cinco personas, los dos padres y tres hijos.
Imaginemos que en este hogar sólo trabaja uno de los padres y recibe y obtiene un salario anual de 50.000€.
Tal como está configurado actualmente el IRPF, esta familia pagaría un impuesto muy considerable,
porque ya empezaría a entrar con esos 50.000€ en los tramos marginales más altos del IRPF.
Lo que plantean los cocientes familiares es que si este hogar está compuesto por cinco miembros,
habría que dividir los 50.000€ entre cinco personas, es decir, 10.000€ por persona,
y hacer pagar el IRPF a cada una de estas personas sobre 10.000€,
es decir, como si cada uno de ellos presentara una declaración independiente.
Y esto que supondría, pues supondría que sí, por ejemplo, los 12.000 primeros euros de IRPF están exentos,
esta familia no pagaría nada de IRPF, porque cada miembro tendría que pagar por 10.000€,
los 12.000 primeros euros de cada persona están exentos, ninguna llegaría al mínimo para pagar IRPF,
de tener que pagar una barbaridad por ingresar 50.000€ para sostener una familia de cinco miembros a no pagar nada.
Sin embargo, y como ahora comentaré a continuación,
tampoco es especialmente probable que esta medida positiva se termine aplicando, termine siendo aprobada por la coalición de derechas italiana.
Más medidas económicas, en este caso referidas al ámbito empresarial, aunque también con conexiones claras en materia fiscal.
Primero nos encontramos con otra promesa, con otro compromiso muy en concreto, de reducir la cuña fiscal de las empresas,
bien está a que se mencione, pero eso hay que descenderlo en alguna medida práctica.
A su vez, plantean reducir el IVA de los productos de primera necesidad para controlar la inflación,
si bien la inflación no tiene su origen en esto, no lo olvidemos nunca, no lo perdamos de vista nunca,
también se comprometen a bajar el IVA de los productos energéticos nuevamente para reducir la inflación,
también hablan de incentivos al emprendimiento en zonas especialmente deprimidas,
pero sin concretar absolutamente nada a este respecto, o de facilitar el acceso al crédito a familias y empresas,
lo cual también es bastante difuso.
La única medida en la que sí se asume un compromiso, aunque sigue siendo en concreto, pero bastante más detallado,
es que plantean elevar el límite del uso de dinero en efectivo dentro de Italia,
algo bastante positivo, sobre todo porque revierte la tendencia que observamos en muchos otros países europeos
de reducir el límite en el uso de efectivo.
Aquí las derechas italianas consideran que ya se ha reducido demasiado, que en Italia es demasiado bajo,
y por tanto plantean un incremento, de cuánto no lo sabemos, pero al menos sabemos que no lo quieren reducir más
y que tampoco lo quieren dejar donde está, sino que quieren incrementarlo.
En materia energética, un tema que obviamente está bastante de actualidad,
pues por un lado proponen una transición energética sostenible, bastante en concreción de nuevo,
quieren seguir fomentando las energías renovables, pero a su vez hablan de diversificar
las fuentes de suministro energético para alcanzar la autosuficiencia energética nacional,
algo que es una absoluta intelectia,
básicamente porque el país sigue dependiendo mucho de combustibles fósiles
y no tiene suficientes combustibles fósiles para autoabastecerse,
aún así es cierto que también proponen incrementar la producción nacional de gas italiano,
algo que se podrá hacer o no se podrá hacer en función de la rentabilidad de la explotación de ese gas italiano.
Igualmente se suman a la idea europea de fomentar la eficiencia energética,
incluso apoyan en el programa electoral el tope al precio del gas,
que ha implantado el gobierno español para rebajar el precio de la electricidad,
y por último dicen que abren la puerta a evaluar la nueva instalación de centrales nucleares en Italia,
algo que también es muy incongreto y que probablemente termine quedando en nada.
Y en materia de gasto público, ¿qué plantean?
Una racionalización, una importante reducción de los gastos públicos,
pues no precisamente, el programa electoral contiene muchas medidas que llevarán a incrementar,
y en algún caso de manera apreciable, el gasto público.
Por ejemplo, en materia de natalidad se propone incrementar el gasto público de Italia
en las rúbricas de infancia y de familia hasta la media europea.
También se quiere establecer la gratuidad de las guarderías de las escuelas infantiles en Italia.
Igualmente se quiere ayudar a los jóvenes económicamente para pagar la entrada de las hipotecas
de manera que puedan acceder a un crédito hipotecario y se puedan emancipar antes.
En materia sanitaria se comprometen a incrementar la cartera de servicios públicos gratuitos,
que están exentos, que se pueden acceder a ellos sin pagar nada.
En materia de políticas sociales plantean incrementar las pensiones mínimas,
las pensiones asistenciales, las pensiones de invalidez,
y también, por ejemplo, construir vivienda pública en los suburbios de las ciudades.
Y por último, en educación pretenden construir más escuelas públicas y más residencias universitarias.
Por tanto, la valoración del conjunto del programa económico de la coalición de derechas italianas
que va a gobernar el país durante los próximos años.
Tenemos algunas medidas fiscales interesantes, como por ejemplo el tramo único de hasta 100.000 euros
en IRPF, en impuestos sobre sociedades y en IVA para las empresas, para las familias y para los autónomos,
o por ejemplo los cocientes familiares que supondrían indirectamente un apoyo claro a la familia y a la natalidad.
Sin embargo, estas medidas fiscales son medidas muy caras, muy costosas en términos de pérdida de recaudación.
Estamos hablando de varias decenas de miles de millones de euros en un país como Italia
que tiene una deuda pública de alrededor del 150% del PIB.
Por tanto, si uno quiere aplicar esas medidas, lo lógico, lo razonable sería que redujera de manera bastante importante el gasto público,
pero no encontramos en el programa electoral de las derechas italianas ninguna medida sustancial
de reducción del gasto público. Al contrario, como acabo de comentar, lo que se contiene en este programa electoral
son diversas promesas de aumento del gasto público en materias tan dispares como sanidad, educación, pensiones, vivienda, etc.
Por tanto, estamos ante un programa electoral que en su conjunto no se puede cumplir, salvo abocando al país a una crisis fiscal.
¿Qué creo que sucederá? Pues que este programa electoral quedará en agua de borrajas.
De hecho, si atendemos a cómo han redactado los dos compromisos fiscales que son más costosos para la hacienda pública italiana,
en particular el mal llamado Flat Tax, el tramo hasta 100.000 euros en IRPF, sociedades e IVA,
así como los cocientes familiares, comprobaremos que ellos mismos en el programa electoral,
no ya desde el gobierno, sino antes de concurrir a las lecciones, ya saben que no lo van a poder aplicar.
Con el Flat Tax nos dicen que incrementarán hasta 100.000 euros el primer tramo de pago de IVA para las empresas
y añaden que tienen la perspectiva de ampliarlo a familias y a empresas.
Es decir, el compromiso originario no es que el Flat Tax regira a familias y a empresas,
sino que primero se empezará ampliándolo a las empresas para el IVA hasta 100.000 euros
y luego ya veremos, ya estudiaremos, ya analizaremos si lo podemos extender a familias y a empresas.
Y a su vez la promesa respecto a los cocientes familiares es
progresiva introducción de los cocientes familiares.
Vamos, que quizá aprueban algo de manera testimonial, pero desde luego el sistema tal cual lo he descrito antes
no lo verán los italianos en absoluto.
Por tanto, como digo, la hipótesis más probable es que nada de todo esto se termine aplicando al menos en su globalidad.
Probablemente lo que sí veremos, afortunadamente, es que la coalición de derechas
no subirá más los impuestos a los italianos, que no es que sea poco precisamente,
pero desde luego no supone una revolución fiscal como algunos han planteado desde esta coalición de derechas.
Y desde luego si viéramos esa revolución fiscal, por ejemplo, mediante la introducción
de este primer tramo de hasta 100.000 euros en IRPF, sociedades e IVA,
o con la introducción de los cocientes familiares,
sería a costa no de reducir el gasto público, porque no parece que esté en el espíritu de la coalición a hacerlo
y desde luego no lo está en su programa electoral, sino que sería a costa de más endeudamiento.
Es decir, sería una estrategia similar a la que está siguiendo actualmente reinounido,
que ya analizamos en un vídeo anterior y que no es la política económica el hiperendeudamiento
más adecuada para un contexto de inflación como el actual
y desde luego no lo es bajo cualquier contexto en un país con una deuda pública del 150% del PIB.
En definitiva, Meloni, Salvini y Berlusconi políticos, politiqueando.