This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
¿Pedro Sánchez promoverá la construcción de 43.000 nuevas viviendas en régimen de
alquiler asequible? ¿Una medida novedosa y revolucionaria para el mercado inmobiliario
español? En absoluto. Veámoslo.
Después del bluff de las 50.000 viviendas de la Sareb destinadas al alquiler social,
que ya tuvimos ocasión de criticar en este canal, hoy el presidente del Gobierno, Pedro
Sánchez, se ha sacado un nuevo conejo de la chistera. El Gobierno financiará la construcción
o la rehabilitación de 43.000 viviendas destinadas a alquileres asequibles. Escuchemos al propio
Pedro Sánchez anunciando este compromiso.
Quiero anunciarles que, además de la movilización de 50.000 viviendas de la Sareb, vamos a financiar
la promoción de otras 43.000 nuevas viviendas destinadas al alquiler a precios asequibles.
Serán viviendas tanto de nueva construcción como de rehabilitación. Lo haremos creando
una nueva línea de lico dotada con 4.000 millones de euros de los fondos europeos para
financiar esta actuación. 43.000 nuevas viviendas públicas y de alquiler asequible que se suman
a las 50.000 procedentes de la Sareb en total, 93.000 viviendas públicas y de alquiler asequible.
Lo de las 50.000 viviendas de la Sareb ya vimos que era un timo absoluto, tanto porque esas
viviendas no están donde se las demanda, cuanto porque muchas de esas viviendas ni
siquiera existen y no está claro que en ningún momento vayan a existir. Distinto es el caso
de estas otras 43.000 viviendas que acaba de anunciar el presidente del Gobierno en
el Congreso. A falta de conocer los detalles de la propuesta, y el diablo suele estar en
los detalles, pero a falta de conocer los detalles de la propuesta, en realidad estamos ante
un proyecto de colaboración público-privada mediante el cual el sector público aportará
algunos factores de producción necesarios para la promoción de vivienda en alquiler,
fundamentalmente y según ha dicho Sánchez, la financiación a través del ICO y probablemente
cesión de suelo público para que se construyan las viviendas, y en cambio el sector privado,
las grandes empresas, las grandes constructoras del país, dedicarán sus recursos a edificar las
viviendas que se destinarán a alquileres asequibles. La idea, como digo, no es mala,
no es que sea la mejor de las ideas posibles, pero desde luego no es la peor, la ley de la
vivienda es muchísimo peor que esta propuesta, y de hecho es una idea que en este país ya viene
aplicándose, ya viene ejecutándose por parte de las distintas administraciones públicas desde
hace muchos años. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Madrid ya tiene aprobado un programa para la
promoción de 2.125 viviendas de alquiler asequible cediendo suelo público, suelo municipal a las
constructoras para que edifiquen en estas parcelas y ofrezcan durante 45 años alquileres
a precios asequibles, entendiendo por precios asequibles alquileres un 30% más baratos que
los precios del mercado, es decir, que los alquileres medios de los distritos donde estén
ubicadas esas viviendas. Al cabo de esos 45 años tanto el suelo como la vivienda regresarán a manos
del Ayuntamiento, por tanto es una cesión temporal de explotación, un programa similar por cierto al
que también ha desarrollado la Comunidad Autónoma de Madrid durante los últimos años. En este caso
se trata de 2.132 viviendas por los distintos municipios de la Comunidad de Madrid, es un
programa distinto al del Ayuntamiento de Madrid y cuyo alquiler se ubicará en torno a un 40% por
debajo del promedio de mercado, por tanto el Plan de Sánchez no es ninguna novedad ni ninguna
revolución, de hecho ni siquiera lo es en términos cuantitativos, quiero decir 43.000 viviendas
de alquiler asequible para toda España pueden parecer muchas viviendas y quizás 2.125 viviendas
para la ciudad de Madrid puedan parecer pocas viviendas, pero la ciudad de Madrid tiene 3,3
millones de habitantes, España tiene 47,6 millones de habitantes, es decir, tiene 14,4 veces más
habitantes que la ciudad de Madrid y por tanto que el Ayuntamiento de Madrid construya o promueva
la construcción de alquiler asequible por importe de 2.125 viviendas equivale a que Pedro Sánchez
promoviera la construcción de alquiler asequible de 30.500 viviendas o visto desde otra perspectiva
que Sánchez haya anunciado 43.000 viviendas es como si el Ayuntamiento de Madrid hubiese promovido
el alquiler social de casi 3.000 viviendas, por tanto si Sánchez ha puesto sobre la mesa o ha dicho
que va a poner sobre la mesa algunas viviendas más de alquiler social, pero desde luego la distancia
no es tan sideral como para que ahora Sánchez quiera aparentar que está haciendo algo que nadie
más ha hecho en España o que lo está haciendo en unas dimensiones absolutamente históricas,
cuando desde luego no es así. Y precisamente porque es algo que ya viene haciéndose desde
hace mucho tiempo en España y en unas dimensiones similares a las que viene haciéndose desde hace
mucho tiempo en España, tampoco esperemos que esto vaya a suponer ninguna revolución en la
accesibilidad a la vivienda. Se trata de una medida que al menos se ataca a los problemas de
fondo. Los problemas de fondo son que falta vivienda en España, especialmente en las
zonas llamadas tensionadas, en las zonas de más alta demanda, los grandes núcleos urbanos,
pero nos estamos moviendo todavía en unas cifras muy escasas, en unas cifras muy reducidas. Si de
verdad se aspira a rebajar sustancialmente los precios de compraventa y los precios del alquiler
en las grandes ciudades, será necesario construir muchísimo más tanto horizontalmente como
verticalmente en las grandes ciudades. Y cuando digo mucho más me refiero a mucho más de lo que
ha prometido hasta el momento el presidente del Gobierno. Fijémonos en esta imagen, que es una
imagen muy ilustrativa, la construcción de nuevas viviendas por año en España. Como podemos observar,
sin necesidad de tomar como referencia, obviamente, el pico de la burbuja inmobiliaria años 2006-2007,
en la década de los 90, incluso a principios de la década de los 2000, en España se construían
cada año 200.000, 300.000 e incluso 400.000 viviendas. Y sin embargo, durante los últimos
10 años, la construcción de nueva vivienda en España ha estado absolutamente bajo mínimos. Ni
siquiera se han construido 100.000 viviendas nuevas cada año en España. Por tanto, hay una
merma de construcción y especialmente una merma de construcción en las grandes ciudades. Y esa
merma de construcción no se remedia con 43.000 viviendas. Si estábamos construyendo 200.000 o
300.000 al año y durante los últimos años hemos construido menos de 100.000, que aportes 43.000
viviendas no va a marcar sustancialmente la diferencia, aun cuando, repito, sea una medida
orientada en la buena dirección. Y la buena dirección es aumentar la oferta, no controlar
los precios de la escasa oferta que hay en el mercado. Que eso es lo que ha decidido hacer este
mismo gobierno a través de la nefasta ley de la vivienda, sino colocar más oferta en el mercado
para que, a través de la competencia, los precios puedan bajar. Ahora bien, y desde una
perspectiva liberal, ¿por qué los políticos de todos los partidos, no solo Pedro Sánchez,
sino también Almeida o Ayuso en la Comunidad de Madrid y en el Ayuntamiento de Madrid,
por qué los políticos de todos los partidos solo son capaces de promover, de impulsar un incremento
de la oferta de vivienda? ¿Qué es lo que necesitamos para abaratar los precios? Si se
hace a través de colaboraciones público-privadas, cediendo suelo para que se construya y luego que
esa construcción revierta a la administración, o financiando la construcción y la renovación y
la rehabilitación de viviendas a través de una línea ICO, si hay suelo que se puede edificar y
si se quiere que se edifique en mayor medida, porque eso es lo que aparentemente ahora quiere
Sánchez o quiere Almeida o quiere Ayuso, ¿por qué no liberalizar el suelo y el urbanismo para que el
sector privado, sin necesidad de ir de la manita del sector público, de la manita mientras el sector
público le mete fajos de billetes o le cede durante 45 años suelo público? ¿Por qué no
liberalizar para que el sector privado, sin ir de la manita del sector público, sea el que incremente
la oferta todo lo necesario para que terminen bajando precios? Intervencionismo, control,
corrupción, lentitud y precios altos, eso es lo único que conseguimos condicionando el incremento
de la oferta de vivienda tan necesario en las principales zonas urbanas de este país a que
los políticos no sólo te den la autorización, sino a que te acompañen en todo el proceso de
edificación y de puesta en el mercado de alquiler a precios asequibles. La asequibilidad
de los alquileres se garantiza aumentando la oferta a través de la competencia, no regalándoles el
dinero o el suelo a empresas privadas para que a cambio de esas dádivas saquen durante 45 años
alquileres asequibles. Sea como fuere, mejor que Sánchez promueva la construcción de nueva vivienda
de alquiler, que no que destruya el mercado del alquiler privado como ha hecho con su nueva ley
de la vivienda. Aunque en realidad estos dos fenómenos están muy interrelacionados. Si tú
te cargas el mercado del alquiler privado, si desincentivas fuertemente que los particulares
y las empresas construyan nuevas viviendas y las saquen en alquiler a precios de mercado,
entonces, una vez destruido el mercado, sólo te queda sacar viviendas en alquiler a través
del sector público o a través de colaboraciones público-privadas donde el sector público ponga
dinero o ponga suelo. Al final, con la nueva ley de la vivienda, los únicos que van a querer
alquilar en este país son aquellas empresas que tienen garantizada la rentabilidad de ese alquiler
a través de un acuerdo ventajoso con las administraciones públicas, pero no los particulares
o las empresas que no hagan manitas con el sector público. Y ese es en última instancia el drama
de todo esto. No tanto que Sánchez promueva la construcción de nuevas viviendas de alquiler,
lo cual no es la mejor medida posible, como ya he dicho, pero tampoco es un desastre,
sino que promueve a través del sector público la construcción de nuevas viviendas de alquiler,
porque en el sector privado y libre nadie las va a querer construir con su nueva ley de la vivienda.
Vamos hacia una sociedad donde el sector privado y libre va a tener cada vez menos voz,
y donde el único que va a gritar atronadoramente va a ser el sector público de la mano de aquellas
empresas, eso sí, que estén suficientemente bien conectadas con el poder político. Cada
vez menos libres y más vasallos. Este vídeo ha sido posible gracias a la newsletter Emprende
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