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La España de Pedro Sánchez es el país de toda la Unión Europea en el que, con diferencia,
más ha subido a la presión fiscal durante los últimos años.
Un sablazo impositivo que ha recaído especialmente sobre las espaldas de los trabajadores.
Veámoslo.
España cerró el año 2022 con una presión fiscal del 38,3% del PIB.
Es decir, que la recaudación por impuestos y por cotizaciones sociales equivalía al
38,3% de toda la producción final española durante ese ejercicio.
Apenas cuatro años antes, en 2019, la presión fiscal era del 35,4%.
Es decir, que entre 2019 y 2022, años de la legislatura de gobierno PSOE Podemos en España,
la presión fiscal que recae sobre los españoles se ha incrementado en 2,9 puntos porcentuales.
Se trata del mayor aumento de la presión fiscal de toda la Unión Europea, y con bastante diferencia.
Durante ese mismo periodo, en la Unión Europea, la presión fiscal apenas ha subido en dos décimas.
No en veintinueve décimas, como ha ocurrido en España, sino en dos décimas.
Y en la zona euro, ese incremento de la presión fiscal ha sido de cinco décimas.
De nuevo, no veintinueve décimas, como en España, 2,9 puntos, sino cinco décimas,
0,5 puntos del PIB.
Por tanto, y por hacer números redondos, en el año 2022 el Estado español se apropió
de tres puntos más de PIB de los que se apropiaba en el año 2019.
Tres puntos de PIB que hasta el año 2019 se quedaban en manos del sector privado,
de las familias y de las empresas, y que, desde el año 2022,
están siendo fagocitados por el sector público.
¿Y a quiénes les arrebata estos tres puntos adicionales de PIB el gobierno tan progresista
de PSOE Podemos o de PSOE Sumar, que llevamos padeciendo desde hace años en este país?
¿Quiénes son los que le están transfiriendo coactivamente tres puntos más de su riqueza
al sector público?
¿Acaso son los ricos españoles los que están pagando muchos más impuestos,
motivo por el cual las arcas del Estado están a rebosar?
¿O por el contrario son las clases medias y el conjunto de la ciudadanía quienes están
siendo desangrados fiscalmente con mucha más saña desde el año 2019?
Pues grosso modo, de esos tres puntos de PIB que el Estado está ahora recaudando adicionalmente
a lo que ya venía recaudando a costa de la ciudadanía, de esos tres puntos,
el mayor aumento de la presión fiscal en Europa desde el año 2019, 1,2 puntos,
1,2 puntos de 3 puntos, proceden de una mayor recaudación del impuesto sobre la renta de
las personas físicas, es decir, de los mayores impuestos que pagan los trabajadores. A su vez,
otros 0,6 puntos proceden de una mayor recaudación del impuesto sobre sociedades,
otros 0,6 puntos proceden de una mayor recaudación del IVA y, finalmente,
los últimos 0,6 puntos adicionales de recaudación se obtienen de mayores ingresos por cotizaciones
sociales. Atención, ¿eh? De esos tres puntos de recaudación adicional por año que obtiene el
sector público a costa del sector privado, 1,2 puntos proceden del IRPF, de los impuestos
que pagan los trabajadores, 0,6 puntos proceden de las cotizaciones sociales, las cuales también
son una exacción a costa del salario de los trabajadores, y otros 0,6 puntos proceden de
la mayor recaudación por IVA, que en su mayor parte es el consumo que efectúan los trabajadores.
Por tanto, 2,4 puntos de los tres puntos de recaudación adicional por año en los que ha
aumentado la presión fiscal, 2,4 puntos proceden de un mayor castigo tributario sobre el conjunto
de los trabajadores, y 0,6 puntos, hasta llegar a los tres, proceden de un mayor castigo tributario
a las empresas. Y IRPF, IVA y cotizaciones sociales concentran el grueso del sablazo tributario
adicional que están padeciendo los ciudadanos. Y de esos tres, es particularmente intensa la
subida de recaudación por IRPF, es decir, por el impuesto sobre la renta de las personas físicas.
¿Y por qué ha aumentado tanto la recaudación por IRPF durante los últimos años? Pues,
en gran medida, como consecuencia de no haber deflactado la tarifa del IRPF ante la fuerte
subida de la inflación. El IRPF es un impuesto progresivo, es decir, cuanto más ingresas,
más pagas proporcionalmente, no ya en términos absolutos, sino también proporcionalmente. Y esto
se consigue con una escala impositiva que es creciente con el nivel de renta. Cuanto más
ingresas en términos nominales, mayor es el tipo impositivo marginal que tienes que pagar dentro
del IRPF. Pues bien, durante los últimos años, la fortísima inflación, que han padecido todos
los países de Europa, pero también en particular España, ha incrementado no sólo los precios,
sino en términos nominales, no necesariamente reales, pero sí en términos nominales, los salarios.
Los salarios nominales han aumentado, aunque lo hayan hecho menos que la inflación y, por tanto,
el poder adquisitivo de los trabajadores o de muchos trabajadores haya caído, pero los
salarios nominales han aumentado. Y esto, a efectos de IRPF, implica que el contribuyente
se ha vuelto más rico, más acaudalado, que posee mayor capacidad económica, de modo que una mayor
parte de su salario, salario nominalmente incrementado, ha pasado a tributar a tipos
impositivos marginales. No porque en realidad sea más rico, sino porque nominalmente, y al no
haberse corregido por la inflación la tarifa del IRPF, el sistema fiscal lo toma como más rico y
le hace pagar tipos impositivos medios más elevados. Por consiguiente, la mayor recaudación por IRPF
no se debe a que las rentas más altas paguen muchísimos más impuestos. Se debe, fundamentalmente,
a que las rentas medias están pagando más impuestos porque el gobierno central se ha obstinado
en no corregir la tarifa del IRPF por la inflación para que así todos los ciudadanos tengan que
pagar más impuestos dado que se enfrentarán a tipos marginales más altos, aun cuando su
capacidad económica no sólo no haya aumentado, sino que en muchos casos se ha reducido en términos
reales. Y el gobierno ha tomado deliberada y conscientemente esta decisión de no deflactar
la tarifa del IRPF, es decir, ha tomado deliberada y conscientemente la decisión de subirles los
impuestos a todos los trabajadores españoles. Así que cuando Sánchez dice cosas como esta...
Los ricos, pues lo siento, tienen que pagar más impuestos que lo que pagan hasta ahora. Es más,
mientras nosotros gobernemos van a pagar más que el resto. Ese solo es el inmoral
caramelo para poder meterle impunemente la mano a usted en el bolsillo.