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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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En el actual contexto de muy elevada inflación, ¿es sostenible que las pensiones estén
indexadas al IPC? Pues no lo es en absoluto. ¿Por qué razón? Veámoslo.
En los momentos de muy alta inflación, como en los actuales, la mayoría de políticos
suele reclamar un pacto de rentas, que significa un pacto de rentas, pues que tanto los trabajadores
como los empresarios se comprometan, con el objetivo de frenar la inflación a medio plazo,
se comprometan a no exigir alzas salariales o a no elevar los precios de venta de sus
productos tanto como el IPC. Y es que si el IPC se ubica en el 10% y los trabajadores reclaman
subidas salariales del 10% y los empresarios quieren mantener sus márgenes de beneficio
en los niveles previos, tras el incremento de la subida salarial, pues lo que harán será subir
todavía más los precios, con lo cual los trabajadores querrán subir todavía más los salarios y
entraremos en una peligrosa espiral precio salarios. ¿Cómo cabe esperar que se pueda evitar
esta espiral precio salarios? Pues como digo, con un pacto de rentas, los trabajadores dicen
nosotros incrementamos los salarios un 3% o un 4%, a pesar de que la inflación está en el 10%
y vosotros, empresarios, aceptáis que vuestro margen de beneficio se reduzca y no incrementáis
tanto los precios como lo que sería necesario para, después de la subida salarial, mantener
vuestro margen de beneficios. Si al final todos van moderando las subidas de sus precios y de sus
ingresos, quizá la inflación se termine frenando o al menos se evita que se descontrole. Y para
esto hace falta un pacto nacional, porque si solo unos trabajadores o unos empresarios se apretan
el cinturón, si solo son algunos los que no incrementan sus salarios, los que no suben los
precios de sus productos, entonces todos los demás que no se sumen a ese pacto e incrementen
sus salarios tanto como el IPC o sus precios lo suficiente como para mantener márgenes después
del aumento salarial, todos esos saldrían ganando a costa de los tontos que se han sumado
al pacto de rentas y se han comprometido a no elevar sus salarios o los precios de sus
productos tanto como lo está haciendo el IPC. La política del pacto de rentas tiene diversos
problemas graves, uno es que no queda muy claro cuál ha de ser el horizonte temporal
durante el cual se tiene que aplicar el pacto de rentas. Imaginemos que el pacto de rentas
está en vigor cinco años y durante esos cinco años trabajadores y empresarios se
contienen a la hora de elevar sus salarios y sus precios, pero al cabo de cinco años
dicen como me han pobrecido muchísimo durante los cinco años anteriores, ahora voy a reclamar
la subida salarial o voy a establecer la subida de precios de mis mercancías que no pude practicar
durante los años anteriores, bueno entonces solo estás controlando temporalmente la inflación
y luego se te acumula la subida al cabo de ese periodo de cinco años, pero en todo caso
y pese a que sea una política problemática sí es cierto que es la única política que
en un contexto de restricción fiscal y monetaria como aquel hacia el que vamos para combatir
la inflación es la única política que puede contribuir a minimizar la destrucción de
empleo y de actividad económica, por tanto es una política que aunque probablemente termine
siendo fallida tiene sentido que complemente la restricción monetaria y la restricción
fiscal, sin embargo en España hay un obstáculo gigantesco a poder aplicar este pacto de rentas
y es que hay un colectivo gigantesco de los ciudadanos a los que por ley este gobierno
ha decidido excluir del pacto de rentas y me estoy refiriendo a los pensionistas, como
es bien sabido en el año 2021 el gobierno de PSOE Podemos reindexó las pensiones al
IPC, el peor momento de los últimos 30 años para indexar las pensiones al IPC fue el año
2021 y justamente en el año 2021 nuestro preclaro gobierno PSOE Podemos reindexa las
pensiones al IPC, esto que significa pues como digo que los pensionistas quedan por ley excluidos
de cualquier pacto de rentas, un pacto de rentas es mis ingresos los incremento menos
de lo que está aumentando el IPC, acepto empobrecerme para que no se descontrole la
inflación, pero claro a los pensionistas les estamos diciendo que van a haber aumentada
su pensión según el IPC, por tanto para ellos pacto de rentas nada de nada y esto al
margen de que nos pueda parecer justo o injusto porque los trabajadores y los empresarios
sí se han de sumar al pacto de rentas y en cambio los pensionistas no, porque uno sí
y otros no, cuál es la diferencia que justifique que uno se hayan de empobrecer durante los
próximos años para frenar la inflación y los otros, todos ellos, no solamente los
que tengan la pensión más baja sino también los que la tengan más alta, ninguno de ellos
se va a empobrecer con cargo a la inflación durante los próximos años, al margen de
que nos parezca justo o injusto esta asimetría, lo cierto es que hay un problema más de
fondo y es que el pacto de rentas no es económicamente sostenible si no se suman a él también
los pensionistas, el motivo es bastante sencillo de entender, si revalorizamos las pensiones
según el IPC el gasto nominal en pensiones se va a disparar, imaginemos que este año
la inflación promedio cerrara en el 10%, bueno eso significaría no solo que en 2023
habría que efectuar una paga extraordinaria para los pensionistas equivalente al 10%
de todo el gasto actual en pensiones, no solo eso, significaría que ese nivel incrementado
de gasto en pensiones después de aumentarla según el IPC se consolida como el nuevo nivel
de partida del gasto en pensiones, es decir que cada año pagaríamos ese 10% incrementado
del gasto en pensiones con respecto al año 2022, esto sin embargo no sería del todo
problemático si al mismo tiempo que los gastos del sistema público de pensiones se están
incrementando como consecuencia de la inflación, los ingresos también se estuviesen incrementando
al mismo ritmo como consecuencia de la inflación, si los salarios subieran mucho en términos
nominales por culpa de la inflación entonces las cotizaciones sociales también se incrementarían
mucho en términos nominales y quizá el sobregasto en pensiones como consecuencia de indexar
las pensiones a la inflación se podría compensar con los ingresos extraordinarios que recibiría
el sistema por las elevaciones salariales como consecuencia de la inflación, pero si
estamos diciendo que a los trabajadores los vamos a someter al pacto de rentas, es decir
que sus salarios van a crecer muy por debajo de la inflación y en cambio a los pensionistas
no los vamos a someter a ningún pacto de rentas, los gastos de la seguridad social se van
a disparar en términos nominales y los ingresos no, con lo cual el agujero a largo plazo de
la seguridad social se va a multiplicar, por ejemplo el economista Miguel Ángel García,
una de las personas que mejor entiende el sistema de pensiones público español, ha estimado
recientemente para FEDEA que en 2023 los gastos de la seguridad social como consecuencia
de la elevación de los precios, como consecuencia de la alta inflación y también de las propias
dinámicas del sistema de pensiones, cada vez se va jubilando más gente y la nueva gente
que se jubila cobra una pensión media más alta que los pensionistas actuales que están
falleciendo, el efecto agregado de todo esto, pero sobre todo por culpa de la inflación
llevará a que los gastos del sistema público de pensiones contributivo en el año 2023
sean 13.000 millones de euros cada año superiores a los del año 2022, es decir, repito, en
el año 2023 la factura del sistema público de pensiones será 13.000 millones de euros
mayor que en el año 2022, y en cuanto aumentarán los ingresos de la seguridad social presuponiendo
que hay pacto de rentas, pues aproximadamente estima Miguel Ángel García en 7.000 millones
de euros, dicho de otra manera, la inflación solo en el año 2022 generará un agujero
adicional por año en la seguridad social de 6.000 millones de euros. ¿Cuánto son
6.000 millones de euros? Pues el ingreso mínimo vital, esa política pública de la que el
ministro de seguridad social José Luis Escribá está tan sumamente orgulloso, el ingreso
mínimo vital nos cuesta 3.000 millones de euros al año, es decir, solo el agujero anual
como consecuencia de la inflación del año 2022 equivale a dos ingresos mínimos vitales
de Escribá a 6.000 millones de euros frente a los 3.000 que cuesta el ingreso mínimo vital,
y esto solo por la inflación del año 2022. Imaginemos que la inflación se prolonga
en 2023, en 2024 o en 2025, que sucederá si se mantiene el pacto de rentas como debería
mantenerse para evitar un descontrol todavía más acelerado de los precios, que sucederá
si se mantiene el pacto de rentas y los trabajadores no incrementan tanto sus salarios como está
aumentando la inflación, pero al mismo tiempo a los pensionistas si se les incrementa la
pensión tanto como el IPC, pues que los gastos del sistema público de pensiones se multiplicarán
extratosféricamente mientras que los ingresos se mantendrán contenidos. Y por tanto, si
ya teníamos un gravísimo problema de sostenibilidad financiera futura del sistema público de
pensiones, la inflación le dará totalmente la puntilla. De ahí que este gobierno debería
plantearse muy seriamente dar marcha atrás en una de las medidas más irresponsables que
ha tomado en materia de pensiones, indexarlas, reindexarlas al IPC. Por supuesto si la inflación
es alta, lo lógico es que las pensiones se revaloricen, pero que se revaloricen en consonancia
con lo que se están revalorizando los salarios, o idealmente incluso menos por el problema
de sostenibilidad financiera que tiene la seguridad social. Pero bueno, como mucho deberían
revalorizarse lo mismo que los salarios, porque si no, el agujero se seguirá incrementando
como consecuencia de la inflación. Pero no, a los pensionistas les garantizamos su poder
adquisitivo vinculando las pensiones al IPC y a los trabajadores, que son los que pagan
las pensiones, les exigimos sacrificios en forma de contención salarial para que sus
sueldos no aumenten tanto como el IPC. Pero si los gastos nominales crecen mucho más
que los ingresos nominales, solo se pueden saciar los expansivos gastos nominales, sableando
mucho más a esas personas a las que ya les estás pidiendo un sacrificio en forma de
erosión del poder adquisitivo de sus salarios. Por mucho que dar marcha atrás en la reindexación
de las pensiones al IPC suponga poner de manifiesto que este gobierno está lleno de irresponsables
y de populistas, este gobierno debería dar marcha atrás en esa medida irresponsable y
populista. Por desgracia, y precisamente porque el gobierno está lleno de irresponsables
y populistas, mucho me temo que no darán marcha atrás hipotecando todavía más a las generaciones
presentes y futuras.