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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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¿Por qué Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, se
está viendo rodeada por ciertas sombras de corrupción y tráfico de influencias? Veámoslo.
La tarea de los periodistas no es únicamente informar a la población sobre determinados
sucesos irrelevantes, sino también fiscalizar al poder. Sin embargo, a lo largo de los últimos
días y a raíz de la carta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que amaga con
dimitir después de que se hayan extendido las sombras de corrupción y de tráfico de influencias
alrededor de su esposa, a lo largo de estos últimos días se está generando un creciente
clamor popular en contra de que los periodistas ejerzan como periodistas. Es decir, en contra
de que los periodistas fiscalicen al poder político, o al menos a ciertas personas dentro
del poder político. El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como presidente del
Gobierno, no como un ciudadano particular, sino como presidente del Gobierno, como cabeza
del Poder Ejecutivo en España, dio esta semana el pistoletazo de salida contra dos medios de
comunicación independientes que se han limitado a investigar y a informar sobre actividades
potencialmente sospechosas de la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, dio,
como digo, el pistoletazo de salida contra estos dos medios de comunicación en su misiva en la que
amaga con dimitir este próximo lunes. Decía Pedro Sánchez en esta carta. Como ya sabrá, y si no le informo,
un juzgado de Madrid ha abierto diligencias previas contra mi mujer, Begoña Gómez, a petición de una
organización ultraderechista llamada Manos Limpias, para investigar unos supuestos delitos de tráfico de
influencias y de corrupción en los negocios. Por lo que parece, el juez llamará a declarar a los
responsables de dos cabeceras digitales que han venido publicando sobre este asunto. En mi opinión,
son medios de marcada orientación derechista y ultraderechista. Démonos cuenta de que Pedro
Sánchez se está limitando a descalificar el contenido de las informaciones de estos dos
medios de comunicación, que son el confidencial, un medio donde, por cierto, tengo el placer de
colaborar, y The Objective. Pues bien, daos cuenta de que Pedro Sánchez, en lugar de dedicarse a
desmentir, a contextualizar, a aclarar, a matizar las informaciones fruto de la investigación de estos
medios de comunicación, a lo que se dedica es a descalificar el contenido de esas informaciones,
meramente descalificando ideológicamente a estos medios de comunicación. Como son medios de
comunicación de derechas o de ultraderecha, no pueden decir ninguna verdad. O aún cuando dijeran
alguna verdad, es una verdad contrarrevolucionaria. Es una verdad que no podemos aceptar como personas
de izquierdas porque es una verdad que atenta contra nuestro proyecto progresista transformador
de la sociedad. Y ese proyecto es más importante que la verdad. Y después de este pistoletazo de
salida contra dos medios de comunicación protagonizado por el jefe del Ejecutivo de España, repito una vez
más, no por un ciudadano cualquiera sino por quien controla todos los resortes del poder ejecutivo en
España, acto seguido, diversos periodistas han suscrito un manifiesto contra el ejercicio del
periodismo por parte de sus colegas. Personalidades como Rosa María Artal, Virginia Pérez Alonso,
Maruja Torres, Gerardo Tecé, Silvia Hinchaurrondo, Manuel Rivas, Antón Losada, Rosa Villacastín,
Jesús Maraña, Javier Gallego o Cristina Fallarás acusan a The Objective y al confidencial de golpismo
mediático. Los gobiernos se eligen en las urnas, no al golpismo judicial y mediático. El ataque de la
ultraderecha mediática y judicial contra la esposa del presidente del gobierno es un nuevo intento de
subvertir la voluntad expresada en las urnas mediante medios ilícitos. La voluntad expresada en las urnas
debe de ser que Pedro Sánchez y su entorno pueden hacer lo que les dé absolutamente la gana, porque
cuentan con el respaldo mayoritario de la población española, para que hagan lo que les dé la gana. De
ahí que no deba haber periodistas que investiguen las actividades potencialmente ilícitas de Pedro
Sánchez y de su entorno porque las urnas ya han ratificado que pueden cometer, si así lo desean,
actividades ilícitas. Las y los periodistas abajo firmantes invitamos a la sociedad civil a sumarse
a este manifiesto y a movilizarse en las redes sociales y en las calles contra este atropello
antidemocrático. Los gobiernos se eligen y se cambian en las urnas y en el parlamento, no al
golpismo judicial y mediático, no a la máquina del fango. ¿Pero exactamente qué es esto de la máquina
del fango cuando estos dizque periodistas que reniegan del ejercicio del periodismo, que cargan
contra sus dizque colegas porque están fiscalizando o intentando fiscalizar al poder político, cuando
estos dizque periodistas que se está poniendo en funcionamiento la máquina del fango, ¿a qué se están
refiriendo exactamente? Pues bien, hoy el periódico El Confidencial, uno de esos dos medios de comunicación
al que acusan de derechista o ultraderechista y de estar dando un golpe mediático por informar sobre
actividades potencialmente ilícitas. Obviamente, si son ilícitas o no, lo tendrán que terminar
dilucidando los tribunales tras un procedimiento absolutamente garantista. A la prensa no le
corresponde ni condenar ni eximir penalmente a ninguna persona. Lo que le corresponde a la
prensa es informar e investigar. Y hoy El Confidencial, después de estos ataques sistemáticos que está
recibiendo desde la casta política y desde la casta mediática, que actúa más bien como jefes de prensa
de la casta política, hoy El Confidencial publica una breve pieza en la que recopila toda la información
y toda la investigación que han efectuado hasta el momento en torno a las actividades de Begoña Gómez
y que nadie en ningún momento ha desmentido. Hay otras informaciones en otros medios de comunicación
que sí han sido desmentidas, que sí se publicaron por error, pero todas las informaciones fruto de una
labor de investigación del Confidencial que voy a relatar a continuación no han sido desmentidas por nadie.
Podrán haber sido justificadas, explicadas supuestamente. Podrá pensarse que no son en el fondo
tan graves. Pero todas las informaciones que voy a relatar a continuación, al menos hasta el momento,
nadie las ha puesto en duda. Y si bien, como veremos, una sola de esas informaciones no tendría por qué
suponer un escándalo, todas ellas, conjuntamente, como poco, deberían llevarnos a arquear una ceja y
exigir al presidente del gobierno y a su entorno familiar más luz y más taquígrafos.
Menos drama, menos autovictimización, menos amagos de dimisión y más luz y más taquígrafos.
En primer lugar, a lo largo del año 2020, antes y después de la pandemia, se reunieron en diversas
ocasiones para hablar de negocios la mujer del presidente del gobierno, de Pedro Sánchez, Begoña Gómez,
el CEO, el consejero delegado de Globalia, Javier Hidalgo y Víctor de Aldama. ¿Quién es Víctor de Aldama?
Pues, como ya explicamos en un vídeo anterior, el principal comisionista del caso Coldo.
¿De qué hablaron Begoña Gómez, Javier Hidalgo y Víctor de Aldama en las diversas reuniones que
mantuvieron a lo largo del año 2020? Eso no lo sabemos. Sabemos que estuvieron reunidos,
pero no ha trascendido ni ellos mismos han revelado el contenido de esas reuniones. Y lo cierto es que,
en paralelo a esas reuniones, se cerraron los contratos de mascarillas de Coldo García y de
los cuales cobró como principal comisionista Víctor de Aldama. Y también, al mismo tiempo,
se cerró el 100 millonario rescate de Globalia por parte del gobierno presidido por el marido
de Begoña Gómez. En segundo lugar, tanto el 24 de junio del año 2020 como el 16 de julio del año
2020, Begoña Gómez, esposa del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, se reunió en la sede de
ERE Europa, en aquel entonces propiedad de Globalia, con el CEO de Globalia Javier Hidalgo. Estas dos
reuniones han sido confirmadas por ERE Europa. ¿Y para qué se reunieron? Pues oficialmente para cerrar
un convenio de colaboración entre Globalia y el IE Africa Center, el centro de estudios en la IE
University, que en ese momento estaba dirigido por Begoña Gómez. Pues bien, después de cerrar ese
acuerdo de colaboración en plena pandemia, el gobierno presidido por el marido de Begoña Gómez,
el gobierno de Pedro Sánchez, aprobó un rescate de 615 millones de euros en favor de ERE Europa,
que en ese momento era, repito, propiedad de Globalia. Es decir, que transfirió en préstamo,
no es una transferencia de capital a no devolver, transfirió en préstamo, en condiciones muy
ventajosas, 615 millones de euros, en última instancia a Globalia, que era la empresa que acababa
de suscribir un convenio de colaboración con el centro dirigido por Begoña Gómez. En tercer lugar,
ese convenio de colaboración entre Globalia, empresa rescatada por el gobierno de Pedro Sánchez,
y el IE Africa Center, centro dirigido por Begoña Gómez, la esposa del rescatador de Globalia,
suponía una transferencia de 40.000 euros anuales de Globalia al centro dirigido por Begoña Gómez. Y de
esos 40.000 euros anuales, 15.000 estaban reservados a sufragar billetes en primera clase para los
desplazamientos que la esposa del presidente fuera a hacer a África. En cuarto lugar, Pedro Sánchez no
se abstuvo en la decisión del Consejo de Ministros que aprobó el rescate a una compañía, Air Europa,
que era propiedad de una empresa, Globalia, que acababa de apadrinar, que acababa de suscribir un
convenio de colaboración con el centro IE Africa Center dirigido por su esposa. A pesar del muy claro
potencial conflicto de intereses, Pedro Sánchez no se abstuvo. En quinto lugar, en julio del año 2020,
Begoña Gómez firmó una carta de recomendación en favor de otro empresario, Carlos Barrabés,
empresario que fue quien puso en contacto originariamente, quien presentó a Begoña Gómez
y a Javier Hidalgo, el consejero delegado de Globalia, y que además está vinculado al máster que
también dirige Begoña Gómez en la Universidad Complutense de Madrid. Concretamente, Begoña Gómez
firmó una carta de recomendación en favor de una unión temporal de empresas cuyo principal accionista
es Carlos Barrabés. Esa carta de recomendación de Begoña Gómez iba dirigida a avalar, a apuntalar
la candidatura de esta unión temporal de empresas, cuyo accionista mayoritario es Barrabés, el amigo o
al menos el conocido de Begoña Gómez, a apuntalar la candidatura de esta unión temporal de empresas a
un concurso iniciado por el Ministerio de Economía y que terminó ganando esta unión temporal de empresas,
gracias a lo cual suscribieron un contrato de 7,7 millones de euros con el Ministerio de Economía.
Y en sexto lugar, durante esas mismas fechas, Begoña Gómez volvió a firmar una segunda carta
de recomendación para otro concurso del Ministerio de Economía en favor de otra unión temporal de
empresas cuyo accionista mayoritario era Carlos Barrabés. Y en ese concurso,
esa unión temporal de empresas, se terminó imponiendo por muy poquito, pero se terminó imponiendo
a todos sus rivales y se le terminó adjudicando otro contrato público de 4,4 millones de euros.
Nada de todo esto es falso, nada ha sido desmentido por nadie. Lo que desde luego hay que aclarar es si
alguno de estos hechos es constitutivo de delito, que no tiene por qué serlo o no tiene por qué ser
posible demostrar que lo es. Como digo, esa es una tarea que compete a los tribunales. Por tanto,
si alguno de estos hechos constituye un delito porque hay algo más de lo que sabemos, por ejemplo,
que alguna de estas cartas de recomendación ha implicado algún tipo de contrapartida en beneficio
de Begoña Gómez, si algo como esto se terminara demostrando, pues los tribunales harían muy bien
en terminar condenando a Begoña Gómez y a los implicados en ese caso de corrupción y de tráfico
de influencias. Pero hasta ahora nada de eso se ha demostrado. Los únicos hechos que sabemos son los
que he mencionado con anterioridad. Y lo sabemos porque un periódico, en este caso El Confidencial,
ha ejercido como periódico, ha practicado el periodismo de investigación y ha expuesto estos
hechos. Hechos que, repito, en sí mismos no son constitutivos de delito, a menos que dispongamos
de otros datos, pero que desde luego sí sientan la base de una exigencia de mayor transparencia,
alrededor de estos hechos y de otros posibles hechos similares protagonizados por la esposa
del presidente del gobierno, sí sientan la base para una mayor exigencia de transparencia a Pedro
Sánchez, a Begoña Gómez y al gobierno en general. Porque, como digo, estos hechos no son en sí mismos
constitutivos de delito, pero muy bien tampoco huelen. Y parece que este tipo de información,
que puede poner de manifiesto problemas de corrupción y de tráfico de influencias más hondos en ciertas
instancias del Poder Ejecutivo Nacional o en los allegados de ciertas instancias del Poder
Ejecutivo Nacional, parece que este tipo de información o de investigación periodística
es la que el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, y los voceros mediáticos del presidente
del gobierno quieren que deje de publicarse. Detrás de todos los lloros y de todos los llantos contra el
golpismo mediático, lo que se busca es la impunidad mediática para quien ostenta el poder político.
Hay periodistas a los que parece que les desagrada profundamente que los ciudadanos podamos haber
conocido todos estos hechos. Es decir, un conjunto de actividades profesionales que, en el mejor de
los supuestos, resultaría poco decorosa para una persona que es la cónyuge del presidente del
gobierno, que está repartiendo millones de euros entre los empresarios con los que te reúnes y,
a los que recomiendas, porque forman parte de tu entorno profesional y académico. Y si esto es lo
que esos dizque periodistas quieren censurar, si esto es lo que quieren que no sepamos,
mucho más motivo para divulgarlo.