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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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Durante las últimas semanas hemos escuchado con bastante profusión un titular que reza
algo así como que los ricos ganan un 61% más que antes de la crisis, es decir, que
las rentas más altas de España han crecido muy notablemente hasta un 61% durante estos
últimos 10 años, lo que por cierto avalaría de alguna manera la teoría conspiranoica
de que no vivimos una crisis, sino que vivimos una estafa, una catástrofe económica pergeñada
por las clases más altas, con el objetivo de extraer una mayor cantidad de renta a
las clases medias o medias bajas. La verdad es que el titular parece que tiene su respaldo,
si acudimos a los datos que presenta la agencia tributaria, comprobaremos que la renta media
por base general del IRPF de aquellos contribuyentes que ingresan en total más de 600.000 euros
al año, pasó en 2007 de 496.000 euros, es decir, esa es la renta media de este tramo
de contribuyentes a 799.800.000 euros en 2015, es decir, un incremento del 61%. Por tanto,
el dato parece que es cierto, porque se basa o está extraído de estadísticas oficiales,
tan oficiales como las de la agencia tributaria. Sin embargo, este dato tiene tres problemas.
El primero muy elemental es que no tienen cuenta la inflación. Los precios entre 2007
y 2015 han aumentado un 12,5%. De manera que el incremento real de la renta media de los
contribuyentes que ganan más de 600.000 euros no sería ningún caso del 61,1%, sino del
43,2%. Aún así, es verdad que es una cifra, un porcentaje muy elevado, con lo cual tampoco
parece que muchos de los que abrazaron entusiasmados este titular, como demostrando la teoría
conspiranoica de que la crisis ha sido una estafa, vayan a cambiar de opinión por el
hecho de que en lugar de ganar un 61%, ahí está ganando un 43%. El segundo problema
bastante más serio, mucho más serio, es que este dato únicamente se extrae, como he
comentado antes, de la base imponible general del IRPF. El IRPF se divide en base imponible
general y base imponible del ahorro. En la base imponible general encontramos, esencialmente,
las rentas del trabajo, las rentas derivadas de actividades profesionales, la renta de
los autónomos y también las rentas procedentes del patrimonio inmobiliario, cobro de alquileres
y demás. Entonces, esta es una parte de las rentas de los más ricos, pero no es la totalidad
de la misma, porque como digo, está la base imponible del ahorro, donde esencialmente
se incluyen las rentas del capital financiero, dividendos, intereses, plusvalías, etcétera.
Y estas rentas, las rentas del ahorro, las rentas que se integran en la base imponible
del ahorro, son especialmente importantes entre los más ricos, por algo se suele asociar
a esta clase rica con los rentistas, porque viven supuestamente de rentas. Pues bien,
si agregamos las dos bases, la base imponible general y la base imponible del ahorro, lo
que sucede es que, en términos nominales, la renta media aumenta de 1.537.000 euros
a 1.726.000, casi 27.000 euros. Es decir, sigue habiendo un incremento nominal en la renta
de los más ricos, pero solo del 12,3%. De tal manera que una vez descontamos la inflación
del periodo, lo que sucede es que en términos reales, los contribuyentes que declaran rentas
superiores a 600.000 euros, no experimentan un enriquecimiento del 61%, como rezaba el
titular, sino un empobrecimiento del 0,2%. Si la crisis ha sido una estafa para enriquecer
a costa de los más pobres, no les ha salido muy bien, porque prácticamente una década
después de que arrancara la crisis ganan menos ahora que entonces. Pero es que además
hay una tercera trampa en el titular, y es que si miramos los datos en 2007, había 10.580
personas que declaraban rentas superiores a 600.000 euros. En 2015 son 7.249, es decir,
el número de personas que ganan más de 600.000 euros al año ha caído en 3.331. Claro, estos
perdedores de la categoría de ricos no son tenidos en cuenta en el titular, porque para
comparar en términos homogéneos si las mismas personas que ganan más hoy que entonces habría
que coger el grupo de personas que ganaban más de 600.000 euros en 2007 y compararlo
con lo que ganan hoy. Pero en cambio lo que hacemos es, primero, coger las personas que
en general ganan más de 600.000 euros, sean las mismas o no que las de 2007, con lo cual
puede haber gente que se haya empobrecido enormemente, otra que se haya enriquecido
enormemente, en 2007 alguien podía estar ganando 30.000 euros, hoy más de 600.000 y lo estamos
computando como si en 2007 ganara también más de 600.000. Ese es un primer problema.
El segundo, como digo, es que las personas que están ganando menos de 600.000 no sacamos
la media con ellos, simplemente las excluimos, con lo cual, claro, hay 3.371 personas que
han perdido mucho durante la crisis, tanto que ya no integran la categoría de contribuyentes
que ingresan más de 600.000 euros y no los estamos utilizando para sacar la media. Una
forma de evitar en parte este problema, aunque no del todo, es calcular cuál es la renta
agregada de las personas que ingresan más de 600.000 euros, de tal manera que veamos
si esa masa está aumentando o se está contrayendo. Pues bien, en términos nominales entre 2007
y 2015 se contrajo un 24% en términos reales más de un 32%. Sin embargo, está comparado
a la creativa en parte estramposa, porque una persona que haya dejado de ganar 600.000
euros no es que haya empezado a ganar cero, habrá empezado, o habrá seguido ganando
al mejor 450, 400, 300, 200, en todo caso no podemos obviar que está ingresando una
cantidad de dinero que no estamos incluyendo en esas rentas agregadas. ¿Cómo podemos
solucionarlo en parte? En lugar de calcular la evolución de la masa de rentas de los
que ganan más de 600.000 euros, calcular, por ejemplo, la masa del tramo inmediatamente
anterior, los que ganan más de 150.000 euros. Pues bien, si hacemos esto, sigue pasando
lo mismo. Las rentas agregadas de los contribuyentes que declaran más de 150.000 euros se contrayeron
un 32,2%. Y si ampliáramos el tramo hasta los que ganan más de 600.000 euros al año,
esto es que podemos decir que son los potentados de España, pues más o menos lo mismo. La
contracción real de las rentas es algo menor, pero es del 23,7%. Por tanto, esto de que
los ricos han salido ganando con la crisis es absolutamente falso. Evidentemente, puede
haber ricos que hayan salido ganando con la crisis de la misma manera que puede haber
personas que en 2007 ingresaban o tenían unos ingresos muy bajos y hoy tengan unos
ingresos más altos sin llegar a ser necesariamente ricos, o de la misma manera que seguro que
hay ricos que se han empobrecido tremendísimamente entre 2007 y la actualidad, básicamente
todos aquellos que estaban de alguna manera vinculados con el ladrillo.
Por tanto, estos titulares de los ricos ganan un 61% o más que antes de la crisis son puro
populismo fiscal, puro populismo dirigido a alimentar el rebanchismo interclassista,
a señalar a unos como los culpables de la crisis cuando pueden serlo o pueden no serlo,
pero si lo son o dejan de serlo, no está relacionado con si son ricos o no lo son.
La culpabilidad depende de que hayan tomado acciones que puedan haber conducido a la situación
de crisis económica, el que una persona sea rica o se haya hecho más rica no significa
que se haya comportado necesariamente de una manera criticable o de una manera que haya
alimentado la crisis económica, pero evidentemente todo esto es muy útil para que, para justificar
sus vidas de impuestos a los más ricos, porque si al final los más ricos ganan un 61% más
pues carrimen un poco el hombro, problema de esto pues en parte ya lo he dicho, en España
hay ahora mismo 7.250 personas que ingresan más de 600.000 euros, 7.250 personas, esto
significa que la masa total que les podríamos llegar a quitar son unos 12.300 millones de
euros, ¿qué pasa? que ya están pagando en impuestos 4.000, por tanto al final el dinero
que podemos llegar a quitar es extra adicional con respecto a lo que ya les quitamos hoy
son 8.300 millones de euros, 8.300 millones de euros es literalmente nada, no llega ni
siquiera al 1% del PIB, por tanto cuando se habla de incrementar el gasto público en
5, 6, 7, 8, 9, 10 puntos del PIB desde luego no se puede conseguir rapiñando a los contribuyentes
que declaran renta superiores a 600.000 euros, porque además estos son los contribuyentes
que tienen una mayor facilidad para reaccionar ante los cambios de política fiscal, si
les subimos los impuestos sean los primeros que o bien se marchen del país, o bien reducirán
sus usuras de trabajo, o bien tributarán a partir de algún tipo de sociedad, interpuesta,
etcétera, son y la evidencia empirica nos lo dice, aquellos cuya base imponible reacciona,
es más sensible a los cambios de tributación, pero es que además pensemos un poco, si los
políticos quieren rapiñar más a los ciudadanos, y parece evidente que así es, a qué colectivo
van a atacar, a una minoría de ricos, algunos de los cuales pueden incluso estar bien conectados
y colocados políticamente, que además en el mejor de los casos les proporcionarán
apenas 8.300 millones de euros más de recaudación, o en cambio van a atacar a la masa de contribuyentes
que integran las clases medias bajas, es decir, aquellos que ingresan menos de 60.000 euros
al año, donde, fijémonos en la diferencia, hay 270.000 millones de euros pendientes de
ser rapiñados, es decir, una vez deducimos los impuestos que pagan de las rentas que
declaran, todavía hay un potencial de rapiña de 270.000 millones de euros, 8.300 millones
entre los más superricos, 270.000 millones entre las clases medias bajas, que además
son las que tienen menor capacidad de adaptación de escapar del rodillo fiscal.
Alimentar al populismo fiscal la idea de que tenemos que pagar todos más para que todo
funcione mejor, aparte de empíricamente falsa, porque alimentar más al Estado, subir más
los impuestos no contribuye a que la economía funcione mejor, sino alimentar los grupos
de presión y los cazadores de rentas que se colocan alrededor del Gobierno, de los
Parlamentos y de las burocracias, aparte de ser falsa, ese alimentar el populismo fiscal
es un boomerang de vuelta, porque al final, cuando ya hemos legitimado que el Estado
suba los impuestos, a quien se los termina subiendo, es a las clases medias y las clases
bajas, básicamente porque en las clases medias y en las clases bajas es donde está el dinero,
las clases altas tienen individualmente muchos ingresos, es verdad, pero agregadamente muy
pocos, en cambio, las clases medias y bajas, dado que son muchísimos más, aunque tengan
ingresos muy reducidos per cápita, o muy reducidos en comparación con las rentas más
altas, en agregado son muchísimos más, y como todos los ladrones, los políticos van
allí donde está el dinero, es decir, a las clases medias y medias bajas.