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Con la implosión de Ciudadanos, el centro, o más bien el centro izquierda, ha quedado
bastante despoblado de cara a las próximas elecciones a la Asamblea de Madrid, y por
eso todos los partidos potencialmente cercanos a ese centro izquierda están intentando cortejar
a ese grupo de votantes que están desencantados y que quizá en las próximas elecciones se
terminen quedando en casa.
El último intento por cortejar a estos votantes lo ha protagonizado el candidato socialista
Ángel Gabilondo, quien en una reciente entrevista manifestó que no piensa subir los impuestos
en la comunidad autónoma de Madrid durante los próximos dos años, es decir, en lo que
queda de la presente legislatura.
Es el momento en una comunidad que es rica, que tiene los medios suficientes para hacer
la reforma fiscal que desde luego está en el programa del Partido Socialista y que yo
creo que está en su horizonte, pero en este momento es eso.
Le voy a decir con toda claridad algo, mi idea es que en esta coyuntura excepcional
no se toque la fiscalidad en estos dos años, en estos dos años.
Las declaraciones son sorprendentes porque durante mucho tiempo el PSOE ha venido acusando
a la Comunidad de Madrid de ser un paraíso fiscal donde los ricos y solo los ricos están
medrando y que por culpa de esa hiperprotección de los ricos se están aprobando recortes
masivos que están desmantelando el estado de bienestar en la Comunidad Autónoma de
Madrid y que por tanto hay una urgencia democrática de revertir esto y con lo que nos encontramos
unas semanas antes de las elecciones es que esa urgencia democrática ya no es tan urgente
y que podemos esperar como mínimo dos años a subir impuestos para revertir esa situación
de desmantelamiento del estado de bienestar.
Por consiguiente, el PSOE mentía antes o cabe sospechar que quizá este compromiso electoral
que ha sido asumido será un compromiso electoral que terminará siendo violado, que terminará
siendo vulnerado durante los próximos dos años, es decir que es algo que se promete
de cara a la galería para atraer a determinados votantes despistados que apoyan a un determinado
político mas o menos a fin a sus ideas pero que alternativamente no lo habrían apoyado
si ese político prometiera subir los impuestos, pues bien se les promete que no lo subirán
y luego se les mete el rejonazo, la estocada fiscal, incumpliendo las promesas contraídas
durante la campaña electoral.
Este es un comportamiento típicamente político, la mentira sistemática para acceder al poder,
no es algo que caracterice exclusivamente ni mucho menos a Ángel Gabilondo, pero obviamente
Ángel Gabilondo está haciendo política y por tanto forma parte de una campaña de
mentiras de tergiversación generalizadas para engatuzar a los votantes y acceder al
poder político.
Tenemos motivos para sospechar que Ángel Gabilondo, en este caso concreto, nos está
mintiendo con bastante descaro, es decir tenemos motivos para sospechar que Ángel Gabilondo
si puede, si llega a la presidencia de la comunidad autónoma de Madrid, probablemente
sí termine subiendo los impuestos, tenemos alguna evidencia al respecto.
Y es que el pasado 12 de febrero Ángel Gabilondo como representante del Grupo Socialista en
la Asamblea de Madrid presentó junto a Más Madrid 18 enmiendas contra la legislación
de reforma tributaria que estaba tramitando el gobierno de la Comunidad de Madrid.
Y en esas 18 enmiendas se esboza un desmontaje inmediato del marco fiscal característico
de la Comunidad Autónoma de Madrid, un marco fiscal que se caracteriza por tener una tributación
algo más baja, algo más ventajosa que en el resto de España. Es decir, que en estas
18 enmiendas tramitadas hace mes y medio en la Asamblea de Madrid a instancias del propio
Ángel Gabilondo se planteaba lo que ahora Gabilondo dice que no quiere plantear en el
contexto actual, es decir, subidas de impuestos, subidas generalizadas de impuestos, una reversión
de todo el modelo fiscal propio de la Comunidad Autónoma de Madrid.
Pero nos lo reconocían desde la propia exposición de motivos de estas enmiendas contra la legislación
fiscal propia de la Comunidad de Madrid. Podemos leer en este texto presentado en la
Asamblea de Madrid para introducir estas 18 enmiendas.
El objetivo de cualquier reforma debe ser alcanzar la justicia social a través de la
justicia fiscal. Recordemos que siempre que se habla de subidas fiscales para subir masivamente
los impuestos, no para bajarlos, que serían los realmente justos. Para ello la Comunidad
de Madrid debe afrontar una reforma tributaria que haga realmente efectivos los principios
de suficiencia, generalidad, igualdad y progresividad expresados en el artículo 31.1 de nuestra
Constitución. Abundando en esto, nuestra política fiscal habrá de avanzar en términos
de mayor capacidad recaudatoria, con una menor distancia entre los tipos nominales y los
efectivos, es decir, eliminar gran cantidad de las deducciones que está introduciendo
la Comunidad de Madrid para rebajar la fiscalidad efectiva que recae sobre los ciudadanos. Pero
una mayor capacidad recaudatoria también guiada bajo criterios de progresividad. Progresividad
significa subir los impuestos más conforme más ingresas, por tanto subidas impositivas,
en línea con lo marcado por el artículo 31 de la Constitución. Por ello es necesario
actuar tanto en el corto. Gabilon decia que ahora mismo no toca subir impuestos. Bueno,
el corto plazo creo que es ahora mismo de manera bastante inmediata. Tanto en el corto
como en el medio plazo, con el objetivo de reformar nuestro sistema fiscal con un único
objetivo, garantizar la pervivencia y la solidez de nuestro sector público y especialmente
fortalecer nuestro gasto público social. Es decir, sablear, extraer recursos para
citar recursos a la sociedad civil para engordar el tamaño del estado, para engordar el tamaño
de la Administración regional madrileña. Esto está en la propia exposición de motivos
de 18 enmiendas a la totalidad tramitadas por el propio Gabilondo en la Asamblea de Madrid
hace ni siquiera mes y medio cuando nos está diciendo que no toca subir impuestos. En esta
exposición de motivos nos dice que en el corto plazo ya hay que empezar a subir impuestos
en línea con lo presentado en estas 18 enmiendas. ¿Y cuáles son los aspectos fundamentales
de estas 18 enmiendas? Pues, esencialmente subir el IRPF, subir el impuesto sobre el
patrimonio y subir el impuesto sobre sucesiones y donaciones. Es decir, prácticamente todos
los impuestos sobre los que la comunidad de Madrid tiene alguna competencia se verían
incrementados para así relanzar la capacidad recaudatoria extractiva que tiene la comunidad
sobre la sociedad madrileña. Vayamos enmienda por enmienda para comprobarlo.
La enmienda número 11, tipo de enmienda adición, dice lo siguiente, adición de un apartado
7 al artículo único que queda redactado como sigue, artículo 1, escala autonómica. La
escala autonómica en el impuesto sobre la renta de las personas físicas es la siguiente.
¿Y en qué modifica la escala presente? Pues que se añade un nuevo tramo a partir
de 78.900 euros donde se incrementa el tipo marginal máximo del IRPF, de la escala autonómica
del IRPF, en 1,5 puntos. Esto en cuanto a las escalas. Luego, como ya he mencionado,
en el resto de enmiendas se plantean minoraciones de la deducción por cuidados ascendientes,
de la deducción por pago de intereses de préstamos a estudios de grado máster y doctorado o
a la deducción por el pago de intereses de préstamos para la adquisición de vivienda
para jóvenes menores de 30 años. Que no es que ninguna de estas deducciones a mí me
convenza o me ilusione especialmente. Creo que son distorsiones que se introducen dentro
de los impuestos y que sería muy preferible que se tradujeran en una menor escala impositiva
y no tanto en concesiones graciosas que el político efectúa a determinados grupos de
presión, a determinados colectivos que interese especialmente mimar en un momento dado. Sin
embargo, claro, si tú te cargas las deducciones, lo que deberías hacer es ese dinero que vas
a recaudar por una menor deducción sobre el cuidado de ascendientes, sobre los intereses
de préstamos para estudios superiores o sobre los intereses de una hipoteca para los menores
de 30 años, es destinarlo a bajar impuestos. Pero esto, desde luego, no sucede. Por tanto,
se recortan las deducciones no para diseñar el impuesto de una manera más eficiente que
genere menos distorsiones sin incrementar la carga tributaria efectiva sobre los ciudadanos.
Se recortan las deducciones para aumentar la carga tributaria efectiva sobre los ciudadanos.
Seguimos en mienda décimo-cuarta. Adición de un apartado décimo del artículo único
se modifican los artículos 19 y el artículo 20 del capítulo segundo impuesto sobre el
patrimonio, quedando redactado de la siguiente manera. Lo que modifican es el artículo 20
donde se establece lo siguiente. Con posterioridad a la aplicación de las deducciones y bonificaciones
reguladas por la normativa del Estado se aplicará sobre la cuota resultante una bonificación
autonómica del 50% de dicha cuota si esta es positiva, no se aplicará esta bonificación
si la cuota resultante fuese nula. Porque esto es un cambio importante, porque ahora
mismo el impuesto sobre el patrimonio en la Comunidad Autónoma de Madrid está bonificado
al 100%. Por tanto, lo que plantea Gabilondo y más Madrid es reducir esa bonificación
del 100 al 50%. Por consiguiente, el impuesto sobre el patrimonio sería reintroducido en
la Comunidad Autónoma de Madrid y sería reintroducido con unos tipos marginales máximos sobre el
patrimonio de hasta el 1,25% porque el tipo marginal máximo sería del 2,5 pero con una
bonificación del 50% sería del 1,25%. Y hemos explicado en otras ocasiones que aunque
estos tipos puedan parecer muy bajos, porque que es pagar el 1% o el 2% del patrimonio,
en realidad no son en absoluto bajos y no son en absoluto bajos porque, repito, son impuestos
sobre el patrimonio, no sobre lo que ganas sino sobre lo que tienes. Y lo que tienes,
en el mejor de los casos, genera una renta, una renta que es una fracción de lo que vale
lo que tienes. Ahora mismo, con tipos de interés tan sumamente bajos en todo el planeta, un
patrimonio sin asumir extraordinarios riesgos puede estar generando un rendimiento del 1,
del 2 como mucho del 3%. Imaginemos un patrimonio que genera un rendimiento del 1%. Bueno, pues
un tipo impositivo del 1,25% sobre el patrimonio implica que todo el rendimiento 1% de ese
patrimonio es engullido por la fiscalidad. Ese tipo sobre ese patrimonio con ese rendimiento
equivaldría a un tipo marginal sobre la renta de más del 100%, en concreto del 125%.
Y en el caso de que se aplicara sobre un patrimonio que es capaz de conseguir un rendimiento del
2%, 1,25% sobre 2% equivale a un tipo efectivo o marginal sobre la renta del 62,5%, por consiguiente
una auténtica exacción sobre el patrimonio de los madrileños, sobre los grandes patrimonios
de los madrileños. Sí, pero patrimonios que generan, que proveen financiación y, por
tanto, quedan sustento a la actividad económica dentro de la comunidad autónoma de Madrid,
que muy probablemente llevaría a que esos patrimonios buscarán refugio no en otras
zonas de España, pero sí en otras zonas de Europa, donde ya lo hemos dicho muchas
veces, el impuesto sobre el patrimonio no existe. Prácticamente ningún país de Europa
existe impuesto sobre el patrimonio, ni nada parecido o equivalente al mismo. La normalidad
es España, no es la comunidad autónoma de Madrid, es el conjunto de España salvo Madrid,
donde ese impuesto sí existe y es una anormalidad que Gabilondo proponía reintroducir hace mes
y medio en la comunidad autónoma de Madrid. Y por último, en la enmienda 15 también se
plantea una reintroducción por la puerta de atrás del impuesto sobre sucesiones y donaciones
para los familiares más cercanos. Ahora mismo, en la comunidad autónoma de Madrid, los familiares
más cercanos, ascendientes, descendientes y cónyuges, tienen una bonificación del
99% en el impuesto sobre sucesiones y donaciones. Pero fijémonos que en la enmienda 15, 15,
se plantea una reforma del artículo 25 sobre bonificaciones de la cuota, donde los grupos
1 y 2, es decir, ascendientes, descendientes y cónyuges, dejan de tener todos ellos una
bonificación del 99% en la cuota. Esta bonificación solo aplica para aquellos que hereden un patrimonio
inferior a 400.000 euros, entre 400.000 euros y un millón de euros, esa bonificación se
reduce al 90% y a partir de ahí va bajando al 70, 60 y hasta el 50%. Esto supone que
en algunas herencias la administración pública se podría terminar cobrando hasta el 20%
del valor de la herencia. Una herencia que no tiene por qué ser ni mucho menos en líquido,
porque si fueran líquido podría resultar ligeramente fácil de terminar pagando, aunque fuera un
atraco, pero al menos tendrías el dinero para pagarlo. Pero claro, si heredas y te quitan
el 20% del valor de lo que heredas, normalmente tendrás que malvender, liquidar grandes partes
de esa herencia para poder hacer frente al impuesto sobre sucesiones y donaciones. Y frente
a esa perspectiva, evidentemente, muchas personas buscarían otras jurisdicciones fiscales donde
dejar su herencia. Y no sería la Comunidad Autónoma de Madrid la que recogería, la que
se convertiría en un auténtico refugio fiscal dentro de España para este tipo de impuestos.
En definitiva, no es verdad que Ángel Gabilondo haya planteado no subir impuestos durante
los próximos dos años. Esto lo acaba de plantear en precampaña electoral tratando
de seducir al votante de ciudadanos que generalmente tiene una mayor aversión a estas subidas confiscatorias
de impuestos. Pero hace apenas mes y medio, Gabilondo en la Asamblea de Madrid oficialmente
registró una propuesta de 18 enmiendas para desmontar de arriba abajo el modelo fiscal
propio de la Comunidad Autónoma de Madrid. Y no planteó que este desmontaje fuera progresivo
o al cabo de varios años, no, de manera inmediata defendía en la exposición de motivos que
se hiciera ya, que se hiciera a corto plazo. Por consiguiente, todo indica que Gabilondo
no piensa cumplir el compromiso que ha asumido. Y de hecho, incumplirlo será tan sencillo
como que es muy improbable, altamente improbable, que Ángel Gabilondo consigue a mayoría absoluta.
Si logra gobernar en la Comunidad Autónoma de Madrid, será a través de un pacto con
más Madrid y con Podemos. Y, por tanto, Gabilondo tendría relativamente fácil decir, aunque
en mi programa electoral yo no llevaba a subir ningún impuesto, como hemos de pactar con
otros partidos que si defienden sus vidas de impuestos, hay que llegar a un compromiso
entre todos para la gobernabilidad de la Comunidad Autónoma de Madrid. Y en ese compromiso todos
hemos de renunciar a una parte de nuestros compromisos. Y yo renuncio en parte a mi compromiso
de no subir impuestos que es justamente lo que quiero, que es subir masivamente los impuestos
en la Comunidad Autónoma de Madrid. Ojalá fuera cierto que Ángel Gabilondo no quiere
subir impuestos en Madrid, no solo durante los próximos dos años, sino jamás, pero
mucho me temo que es otra dolorosa mentira de los políticos, otra típica dolorosa
mentira de los políticos para engañar a los votantes.