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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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¿Por qué cada vez hay más países emergentes al borde del colapso, al borde de la bancarrota?
Veámoslo.
El tipo de interés de la deuda pública de Ucrania a 10 años supera el 43% y se ha
incrementado en 35 puntos durante el último año.
El tipo de interés de la deuda pública del Salvador supera el 33% y se ha incrementado
en 16 puntos durante el último año.
El tipo de interés de la deuda pública de Rilanca supera el 37% y se ha incrementado
en 16 puntos durante el último año.
El tipo de interés de la deuda pública de Ghana supera el 21%, y se ha incrementado
en 10 puntos durante el último año.
El tipo de interés de la deuda pública de Pakistán supera el 17% y se ha incrementado
en 10 puntos durante el último año.
El tipo de interés de la deuda pública de Ecuador, supera el 16% y se ha
incrementado en 7 puntos durante el último año.
El tipo de interés de la deuda pública de Nigeria, se ubica
prácticamente en el 16%, y se ha incrementado en 7 puntos durante el
último año.
El tipo de interés de la deuda pública de Kenia, supera el 15%,
y se ha incrementado en 9 puntos durante el último año.
Y por último, el tipo de interés de la deuda pública de Egipto se ubica en el 15% y se
ha incrementado en 7 puntos durante el último año.
¿Qué está sucediendo en estos mercados, qué está sucediendo en los países emergentes,
qué está pasando en los países en vías de desarrollo para que estén experimentando
un incremento tan vertiginoso en el coste de financiación de su deuda pública, hasta
el punto de que muchos de ellos se acercan peligrosamente a la zona de impago, a unos
tipos de interés que les impiden hacer frente a los vencimientos de su deuda?
Bueno, pues en realidad es una mezcla de factores internos y de factores externos.
Los factores internos dependen de cada país y son muy variados.
Por ejemplo, en el caso de Ucrania, la guerra claramente juega un papel fundamental a la
hora de elevar a la hora de disparar los tipos de interés de su endeudamiento.
En el caso del Salvador puede influir hasta cierto punto que el país haya apostado y
haya invertido fondos públicos en Bitcoin.
En el caso de Rilanca, claramente el colapso de su economía, especialmente de su economía
agraria, tiene mucho que ver, etcétera.
Es decir, cada uno de estos países tiene diversos factores internos que están impulsando
el incremento del coste de su endeudamiento.
Pero de la misma manera que cada uno de estos países tiene factores idios sincrásicos
que explican por qué se está elevando el coste de su endeudamiento, también hay una
serie de causas comunes que están impulsando a la alza sus tipos de interés.
Primero, las economías de estos países están sufriendo bastante.
Muchos de estos países son países importadores de energía e importadores de alimentos y
durante los últimos meses tanto la energía como los alimentos se han encarecido de una
manera muy sustancial.
Y si sus economías internas se resienten debido a la situación al panorama económico global
que está encareciendo sobre manera el precio de dos de sus principales inputs, pues entonces
evidentemente la capacidad de repago de la deuda de estos países también se viene abajo.
Son países que nunca han tenido una solvencia especialmente holgada y si a esa falta de solvencia
le añadimos una crisis económica o una ralentización económica, los riesgos se disparan.
Pero por otro lado, existe un segundo factor muy importante para explicar por qué se están
elevando tanto los tipos de interés de la deuda pública de estos países.
Y ese factor no es otro que la elevación de los tipos de interés de la Reserva Federal
en Estados Unidos y la consecuente apreciación del dólar.
Lo que tiene que ver exactamente que el Banco Central de Estados Unidos suba sus tipos de
interés con que los tipos de interés de la deuda pública de estos países se estén
disparando.
Bueno, pues tiene que ver en dos sentidos.
Por un lado, si Estados Unidos ofrece tipos de interés más altos por su deuda, entonces
parte del capital que hasta el momento se invertía en la deuda pública de estos países
emergentes sale de estos países emergentes y se refugia en unos activos financieros
estadounidenses que se han vuelto más atractivos después de la elevación de los tipos de
interés.
Por tanto, hay una reubicación de los capitales internacionales donde se reduce el peso de
la deuda pública emergente en las carteras de los principales inversores y se incrementa
el peso de la deuda pública estadounidense.
Y si se reduce la demanda de deuda pública emergente, los tipos de interés que ha de
pagar el gobierno de cada uno de estos países para poder colocar su deuda en los mercados
para que alguien se la compre, son tipos de interés más altos.
Básicamente, los inversores dicen, si no me pagas tipos de interés más altos, no me
interesa comprarte tu deuda, que es una deuda de alto riesgo, prefiero comprar deuda pública
estadounidense a 10 años que está pagando aproximadamente el 3%.
Que sí, que tú estás pagando el 10, pero prefiero el 3% seguro en Estados Unidos que
el 10% seguro en tu caso, por consiguiente, o me pagas el 15, o me pagas el 20, o me
pagas el 25, o no te compro tu deuda.
Pero es que además, y por otro lado, existe un segundo factor importante.
Gran parte de estos países emergentes tienen porciones de su deuda pública emitidas no
en moneda local, porque esa moneda local no le sirve para importar bienes y servicios
de los mercados internacionales, que es lo que necesitan en caso de que no los produzcan
internamente.
Gran parte de estos países emergentes tiene porciones de su deuda pública emitidas en
dólares.
Es decir, que lo que les tienen que devolver a los inversores no es moneda local, sino
que son dólares.
El problema claro es que estos países no fabrican dólares, y por tanto tienen que
comprar los dólares en los mercados internacionales para poder amortizar su deuda en dólares.
Y si la subida de tipos de interés de la Reserva Federal lo que está haciendo es apreciar
el dólar en relación con las divisas locales de estos países, el importe real de la deuda
pública que han emitido en dólares se incrementa, es decir, cada vez les resulta más costoso,
cada vez se les hace más cuesta arriba devolver la deuda que tienen denominada en dólares.
Su endeudamiento efectivo crece y por tanto su solvencia relativa se reduce.
Y si estos países se van volviendo menos solventes en la medida en que el dólar se
vuelve más caro y en la medida en que han de comprar ese dólar más caro para poder
amortizar su deuda emitida en dólares, entonces, claro, los inversores reclamarán tipos de
interés más elevados para aceptar para que estén dispuestos a comprarles su deuda.
En definitiva, el panorama económico global se va ensombreciendo en general para todos
los países, pero de manera muy especial para aquellos países que tienen economías más
débiles y tienen gobiernos menos solventes, es decir, los países emergentes.
Estos países emergentes han experimentado en los últimos meses incrementos espectaculares
en el coste de financiación de su deuda pública.
Si esta trayectoria de tipos de interés continúa alza, no nos sorprendamos de que en un futuro
no muy lejano comencemos a asistir a bancarrotas soberanas, es decir, comencemos a asistir
a impagos de deuda pública de países emergentes que excluyan todavía más a estos países
del acceso a mercados financieros y que puedan tener una reverberación sobre otros mercados,
sobre otras monedas, sobre otras deudas, sobre otras instituciones financieras y, en definitiva,
sobre otras economías.