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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

En los últimos seis meses, las acciones del New York Community Bancorp se han desplomado
más de un 70% y en algunos momentos durante la semana pasada llegaron a caer un 85%.
¿Qué está sucediendo con este banco? ¿Estamos a las puertas de una nueva crisis financiera?
Veámoslo.
El New York Community Bancorp no es un banco diminuto. Se trata del 35º banco más importante
de los Estados Unidos con unos activos totales que superan los 115.000 millones de dólares.
Se trata de un banco que tradicionalmente se ha dedicado a conceder préstamos hipotecarios
para la adquisición de viviendas por parte de familias o para la adquisición de locales
comerciales por parte de empresas. Si bien, durante los últimos dos años ha hecho gala
de una importante política de adquisiciones de algunos de sus rivales, como el Flagstar
Bank o el Signature Bank. Este último, un banco, una entidad financiera que estuvo muy
afectada por la crisis de la banca regional estadounidense hace ahora mismo un año.
¿Y por qué este banco está de actualidad? Pues porque el pasado 30 de enero presentó
unos pésimos resultados financieros. Concretamente, el banco anunció que en el último trimestre de
2023 había perdido de manera inesperada, de manera no prevista, casi 260 millones de dólares. Unas
pérdidas totalmente anómalas a lo largo de su historia y que además representaban sólo en un
trimestre el consumo del 2,5% de su patrimonio neto global. Además, el banco provisionó más de 550 millones
de dólares en pérdidas esperadas sobre su cartera de préstamos hipotecarios comerciales. Dicho de otra
manera, el New York Community Bancorp reconoció públicamente que su cartera hipotecaria es de
bastante menor calidad de lo que los inversores creían, esperaban, conocían hasta el momento.
Y precisamente también, como consecuencia de este fiasco, el banco decidió cambiar de consejero
delegado. Es decir, que en medio de la tormenta decidían cambiar de capitán por haber perdido la
confianza en ese antiguo capitán, dado que les había dejado una herencia que era bastante mala.
Y por eso, la consecuencia de esta revelación de que su activo era más tóxico de lo que se esperaba
en un principio, las agencias de rating empezaron a recortar la calificación crediticia de sus bonos,
que pasaron a la categoría de bonos basura, y el precio de sus acciones, nada más conocer estos
malos resultados de los que he hablado hace un momento, cayeron en una jornada un 60%.
Pero el drama no terminó aquí. Apenas un mes después de esta sangría del 30 de enero de 2024,
el New York Community Bancorp anuncia que vuelve a cambiar de consejero delegado,
es decir, que el sustituto del antiguo consejero delegado tampoco servía, y que además necesitaba
urgentemente una inyección de capital de más de mil millones de dólares para reforzar su solvencia
ante lo que previsiblemente estaba por llegar. Pues bien, nada más efectuar este anuncio,
el pasado miércoles, la acción se desplomó en bolsa un 45% adicional, acumulando una caída
con respecto a hace apenas seis meses, del 85%. Hace seis meses la cotización de la acción estaba
en 12 dólares y este miércoles llegó a caer a 1,76 dólares. Había mucha desconfianza, mucho miedo,
de que el New York Community Bancorp fuera a quebrar ante la imposibilidad, ante la dificultad
de levantar el capital adicional que necesitaba para reforzar su solvencia. Ahora bien, por suerte
para los accionistas de esta entidad, durante la jornada bursátil se anunció que habían cerrado
un acuerdo para recibir una inyección de mil millones de dólares, gracias a lo cual la acción
terminó rebotando y regresando a los 3,5 o 3,6 dólares en los que se hallaba al inicio de la jornada
el pasado miércoles. Es decir, borró toda la caída del 45% durante la sesión. Se trató, por tanto,
de una inyección de capital providencial. Si bien una inyección de capital providencial con
una intrahistoria bastante llamativa, por no decir maloliente. Y es que el principal promotor de esta
inyección es Stephen Munchin, el que fue secretario de Estado del Tesoro con Donald Trump, que es antiguo
compañero del nuevo consejero delegado del New York Community Bank Corp. Por tanto, estamos hablando
de un inversor que probablemente cuenta con información privilegiada, los reguladores van
a dejar caer o no van a dejar caer a este banco, y que además mantiene lazos de amistad personal con
el consejero delegado que sustituye al que ya sustituyó al antiguo consejero delegado.
¿Pero exactamente cuáles son los problemas del New York Community Bank Corp y en qué medida se
pueden terminar trasladando a otros bancos de Estados Unidos? El problema financiero del New York
Community Bank Corp es el resultado de la confluencia de dos fenómenos. Por un lado,
las consecuencias de la pandemia. Y por otro lado, las consecuencias de la subida de tipos de interés
decretadas por los bancos centrales, tanto en la eurozona como en Estados Unidos, y que hasta cierto
punto podríamos considerar que también es una consecuencia de la pandemia o de las políticas
de estímulo excesivas que se aplicaron durante la pandemia. Por un lado, una de las consecuencias
de la pandemia ha sido el auge del teletrabajo, lo que significa que en Estados Unidos las empresas
necesitan comprar o alquilar menos oficinas, menos locales comerciales que antes, para reunir,
para congregar a sus trabajadores. Por ejemplo, ahora mismo el espacio de oficinas sin alquilar
en Estados Unidos se ubica en el 20% del total, el más alto en los últimos 40 años. Y esta menor
demanda de adquisición o de alquiler de oficinas está provocando una intensa caída en sus precios.
Respecto a hace un año, los precios de las oficinas se han abaratado en el conjunto de Estados Unidos
un 15%. No solo eso, en la medida en que haya empresas que se han endeudado para adquirir locales
comerciales u oficinas que ahora mismo no necesitan, pueden estar dejando de pagar esas
hipotecas. De hecho, la tasa de morosidad sobre las hipotecas comerciales se ha disparado durante
el último año, desde el 1,5% del total de hipotecas al 6,5%, su nivel más elevado desde el año 2017.
Y claro, si se impagan las hipotecas y los bancos se quedan con la garantía, con el local comercial,
con la oficina cuyo precio está cayendo a un ritmo del 10, del 15% interanual, pues entonces los
bancos están empezando a experimentar pérdidas sobre su cartera de préstamos hipotecarios comerciales.
Y esas pérdidas son justamente las que ha revelado, las que ha sacado a la luz en el cuarto trimestre de
2023, el New York Community Bancorp. Pero además, estos bancos se enfrentan a un segundo problema.
Como ahora mismo los tipos de interés están tan altos en Estados Unidos, el 5,5%, estas entidades
financieras no son capaces de remunerar adecuadamente sus depósitos, porque su cartera de activos no les
proporciona unos ingresos suficientes como para remunerar sus depósitos al 5% o al 6%. Si ya están
perdiendo dinero, en caso de que decidieran aumentar la remuneración sobre sus depósitos,
todavía perderían más dinero. Pero claro, si no remuneras adecuadamente a los depositantes,
lo que te puede suceder es que estos reembolsen sus depósitos para invertir o en deuda pública,
o en fondos monetarios, o en depósitos más elevadamente remunerados. Por ejemplo,
la entidad que apadrina este vídeo, Freedom24, está ofreciendo ahora mismo una cuenta de ahorro
personal que no requiere de ningún tipo de permanencia y que remunera el ahorro en dólares
al 5,31% y el ahorro en euros al 3,87%. O también ofrece otros planes de ahorro a medio plazo,
3, 6 y 12 meses, que están remunerando el ahorro en euros al 6,39% y el ahorro en dólares al 8,76%.
En ambos casos con una garantía de hasta 20.000 euros de inversión por parte del Fondo de Compensación
al Inversor de Chipre. Si quieres obtener más información sobre los productos de ahorro de Freedom24,
la puedes obtener pinchando en el enlace que aparece en la caja de descripción de este vídeo.
Con lo cual, que los depósitos del Community Bancorp se estén refugiando en deuda pública,
en fondos monetarios o en entidades no bancarias, como puede ser Freedom24,
lo que provoca es que este banco se esté desangrando financieramente. Solo en el mes de febrero han perdido
alrededor del 7% de todos sus depósitos, que han pasado de 83.000 millones de dólares a 77.000
millones de dólares. Y claro, cuando pierdes depósitos, solo tienes dos opciones. O buscar
otra fuente de financiación alternativa que reemplace a esos depósitos, pero que ahora mismo
es cara, especialmente en la situación financiera en la que se encuentra el New York Community Bancorp,
sobre el que existen muchas dudas acerca de su supervivencia a medio-largo plazo.
O la alternativa que tienes es liquidar tus activos en el mercado para hacer caja y amortizar
las deudas cuyo cobro te están exigiendo, los depósitos que se te están marchando del banco.
¿Problema de hacer esto último? Pues que la inmensa mayoría de activos que tiene el New York
Community Bancorp son activos a largo plazo, activos vinculados con su actividad de préstamos
hipotecarios. Y en un contexto de tipos de interés muy altos, vender activos a largo plazo supone
venderlos con descuentos muy importantes. Cuanto más suben los tipos de interés, más se deprecia
el valor presente de los activos, especialmente a largo plazo. A mayor duración de un activo,
más sensible es su precio a las subidas de tipos de interés. Con lo cual, si está perdiendo depósitos
y tiene que liquidar su cartera de activos a largo plazo, esa liquidación de activos
a largo plazo se producirá previsiblemente con pérdidas extraordinarias, que es lo que
le sucedió hace un año al Silicon Valley Bank. Justamente esto, vendió sus activos
a largo plazo a pérdidas para taponar la sangría de depósitos que estaba experimentando.
Por tanto, en el caso del New York Community Bancorp se mezclan dos problemas. Un primer problema,
las dudas sobre su solvencia a largo plazo, lo cual alimenta a una crisis de liquidez,
porque si tus depositantes no ven claro si eres solvente a largo plazo, se van a marchar
del banco, especialmente en un contexto de altos tipos de interés, donde hay entidades
que ofrecen con mayor seguridad, con mayor garantía, tipos de interés más altos. Y el
segundo problema es una crisis de liquidez propia del banco, y es que en ese contexto de
altos tipos de interés, como ya hemos explicado, hay incentivos a dejar de financiar a esta
entidad para invertir en otro tipo de activos, como pueda ser deuda pública, fondos monetarios
o cuentas de ahorro en otras entidades, como la que hemos mencionado de Freedom24.
Pero claro, este problema de liquidez originario genera, a su vez, un problema adicional de
solvencia. Y es que si el New York Community Bancorp tiene que malvender sus activos a largo
plazo para hacer frente a la fuga de sus depósitos, los venderá con pérdida y, por
tanto, sus fondos propios, su patrimonio neto, caerá todavía más. Y si los tipos de interés
en Estados Unidos permanecen durante mucho tiempo altos, estos dos problemas, de solvencia
que genera uno de liquidez y de liquidez que genera uno de solvencia, se van a ir reproduciendo
en distinta magnitud en muchos otros bancos regionales de Estados Unidos, porque muchos de
ellos han financiado inversiones a largo plazo, incluyendo exposición a hipotecas comerciales,
han financiado esos créditos a largo plazo con financiación a corto plazo, con el agravante
de que, además, no han cubierto su riesgo de duración, su riesgo de interés. Y, precisamente
por todo esto, y como ya expliqué en un vídeo hace un mes, desde mi punto de vista, el Banco
Central de Estados Unidos, la Reserva Federal, se verá empujada, se verá obligada, si lo queremos
decir así, a terminar bajando tipos de interés más pronto que tarde. Porque, por un lado,
necesitarán reanimar, revivir la demanda de locales comerciales, la demanda de oficinas,
y para eso has de abaratar el crédito, para que con un crédito barato haya más gente dispuesta
a endeudarse para comprar locales comerciales u oficinas elevando su precio, y por esa vía
reforzando la calidad de las hipotecas comerciales de los bancos estadounidenses, y por otro, van
a necesitar parar la sangría de depósitos que están sufriendo muchos bancos en Estados
Unidos al ser incapaces de remunerarlos a tipos de interés competitivos. Y cuanto más
tarde la Reserva Federal en bajar los tipos de interés, más tensión se va acumulando
dentro del sistema financiero estadounidense y, por tanto, más se arriesga a que haya
nuevos sustos en el sistema financiero. El desplome en bolsa del New York Community
Bancorp es un primer aviso y no tiene por qué ser el último.