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¿Tiene a la izquierda hispanoamericana un genuino interés político en acabar con la pobreza material?
¿De acuerdo con Andrés Manuel López Obrador y con Gustavo Petro?
No.
Veámoslo.
Existen fundamentalmente dos formas de ayudar a una persona pobre.
La primera, mientras esa persona sigue siendo pobre, transferirle periódicamente una cantidad de dinero
para que pueda salir adelante, para que pueda hacer frente a sus gastos recurrentes.
La segunda, facilitar, fomentar que esa persona deje de ser pobre y no requiera ya de ninguna ayuda periódica.
O darle los peces ya pescados o enseñarle a pescar.
Se trata de dos enfoques muy distintos sobre cómo combatir la pobreza.
No son dos enfoques necesariamente opuestos, pueden ser enfoques complementarios, pero en todo caso sí son enfoques distintos.
El primer enfoque, el de dar los peces ya pescados o el de transferir una cantidad de dinero,
presupone como decíamos que la persona sigue siendo pobre, que la persona no es autosuficiente
y que precisamente porque no lo es, recibe una ayuda de la que pasa a ser dependiente.
Esa persona no experimenta una privación material severa gracias a la ayuda monetaria que recibe,
pero precisamente por eso esa persona es dependiente de esa ayuda monetaria y de quien se la entrega.
El segundo enfoque sobre cómo combatir la pobreza es atacar el problema de raíz,
es decir que esa persona deje de ser pobre, que esa persona acumule un patrimonio
y obtenga unos ingresos suficientes como para atender los gastos necesarios para salir adelante
y que por tanto esa persona no dependa de la ayuda que le deba entregar ningún tercero,
incluyendo entre esos terceros al Estado y a los políticos.
Como digo, son dos enfoques que podrían llegar a ser complementarios,
mientras fomentas la creación de riqueza dentro de un país
y por tanto mientras fomentas que las personas pobres vayan dejando de ser pobres,
ayudas con transferencias monetarias a esas personas pobres
para que durante la transición no experimenten ningún tipo de privación material severa.
Ahora bien, pudiendo ser políticas complementarias,
démonos cuenta de que también pueden convertirse en políticas sustitutivas,
es decir, que haya políticos que opten por un tipo de política en reemplazo en sustitución de la otra,
que rechazen, por ejemplo, entregar ayudas monetarias
porque la propia economía ya está creciendo
y por tanto porque los propios pobres ya están saliendo de la pobreza
o, muchísimo peor, que rechazen fomentar el crecimiento económico,
el desarrollo de los más pobres,
porque prefieren mantener los pobres y dependientes de las ayudas públicas que les entregan.
¿Por cuál de estos dos enfoques para combatir la pobreza opten los políticos,
subsidiar la pobreza o fomentar la creación de riqueza para erradicar la pobreza?
¿Por cuál de estos dos enfoques opten los políticos?
Dependerá de cuáles sean sus intereses electorales.
Aquellos políticos que consideren que tienen más probabilidades de salir re elegidos
si subsidian la pobreza, tenderán a subsidiar la pobreza
y aquellos políticos que consideran que tienen más opciones de salir re elegidos
si acaban con la pobreza,
tratarán al menos de acabar con la pobreza generando riqueza.
En términos generales no hay que analizar las presuntas buenas intenciones de los políticos,
hay que analizar cuáles son sus intereses o cuáles creen ellos que son sus intereses,
porque actuarán conforme a esos intereses.
Y a este respecto, la opinión que tiene la izquierda hispanoamericana
sobre cuáles son sus intereses políticos respecto a la pobreza
no es, desde luego, la mejor de las opiniones necesarias
para combatir y acabar con la pobreza.
Escuchen las declaraciones de hace unos días
del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Ayudando a los pobres va uno a la segura,
porque ya sabe de que cuando se necesite defender,
en este caso la transformación, se cuenta con el apoyo de ellos,
no así con sectores de clase media,
ni con los de arriba, ni con los medios, ni con la intelectualidad.
Entonces, no es un asunto personal, es un asunto de estrategia política.
Ayudando a los pobres va uno a la segura,
porque cuando se los necesita políticamente, si les has ayudado ahí están,
y esa ya no es una cuestión ni personal ni de justicia social para el presidente de México,
es una cuestión de estrategia política.
Dar ayudas a los pobres para clientelizar a los pobres,
para comprarles el voto.
Pero claro, los pobres te venderán su voto a cambio de ayudas a los pobres,
si siguen siendo pobres.
Un pobre que deja de ser pobre ya no necesita ayudas para pobres
y por tanto ya no te vende su voto a cambio de esas ayudas.
De modo que la única conclusión posible de estas palabras de Andrés Manuel López Obrador,
es que al presidente de México le interesa que haya pobres
y que esos pobres sigan siendo pobres,
pero eso sí dándoles ayudas públicas desde el gobierno
para que esas bolsas de pobres lo voten a él o a los suyos.
A él en concreto quizá ya no, porque supuestamente no puede presentarse a la reelección,
pero sí a los de su partido.
Así pues, si para López Obrador solo los pobres le son leales con su voto,
no las clases medias, los pobres,
lo que le interesará políticamente a López Obrador,
su estrategia política será mantenerlos en la pobreza,
subsidiados para que le voten.
Y fijémonos en que esta perspectiva de que a la izquierda hispanoamericana
no le interesa que los pobres dejen de ser pobres y pasen a ser clases medias,
porque cuando pasen a ser clases medias se convierten de derechas
y por tanto no votan a las izquierdas,
esa perspectiva que no estoy entrando a evaluar si es correcta o incorrecta,
no tiene por qué ser correcta,
pero es la perspectiva que tienen algunos líderes políticos de la izquierda hispanoamericana,
esa perspectiva también la comparte
del actual presidente de Colombia, Gustavo Petro.
Escuchen que decía Petro hace unos meses antes de llegar a la presidencia.
La izquierda, llamémoslo así, volviendo a la...
Entonces se identifica es con superar la pobreza,
es decir, que los pobres tengan y cuando los pobres dejan de ser pobres y tienen,
entonces se vuelven de derecha.
Gustavo Petro se está quejando de que la izquierda suele marcarse como objetivo
acabar con la pobreza, permitiendo que la gente tenga,
que la gente acumule propiedades.
Y en esta entrevista se lamenta, por un lado,
de que ese deseo desenfrenado por tener, tener y tener,
está llevando al cambio climático y a la destrucción de la humanidad.
Por tener y tener, que es la generación que más ha consumido de toda la historia de la humanidad,
pues estamos a punto de decirle a nuestros propios hijos que ustedes no van a vivir más,
porque se extingue la humanidad, el cambio climático.
Pero por otro lado se lamenta de que esa agenda que tiene la izquierda
de facilitar que los pobres tengan riqueza,
conduce al propio fracaso electoral de la izquierda porque los pobres,
como ya hemos escuchado, se vuelven de derechas.
Y cuando los pobres dejan de ser pobres y tienen, entonces se vuelven de derecha.
Claro, si ese es el análisis político que tú haces, por mera supervivencia política,
tuya y de los tuyos tratarás de que los pobres no lleguen a tener,
porque si los pobres tienen, según tu propio análisis, se volverán de derechas,
de modo que únicamente te queda promover que los pobres sigan siendo pobres.
Ahora bien, como articular políticas públicas para que los pobres sigan siendo pobres,
queda muy feo lo que hace Gustavo Petro es vendernos,
que los pobres deben dejar de ser pobres, pero sin tener, sin acumular propiedades.
Se tienen que enriquecer por otras vías, por otras modalidades,
por ejemplo, a través de sus pasiones o de sus experiencias personales.
No se trata de que la gente sea pobre, se trata de que deje de ser pobre,
pero también hay una pregunta, entonces dejar de ser pobre hacia dónde,
y viene el problema, porque si es dejar de ser pobre para vivir como en Miami,
pues se acabó la humanidad, así decir, porque es el ejemplo de los chinos.
Los chinos, ser que han secado gente de la pobreza,
son centenares de millones de personas que han sacado la pobreza,
pero entonces, ¿qué hacen esas personas que dejan de ser pobres?
Comprarse un carro.
Sí, comprar.
Y ahí se acaba la humanidad.
Entonces, ¿cómo abrir una agenda para la clase media que se volvería mayoritaria
en un gobierno nuestro, si somos exitosos?
Una agenda que no amarre la clase media exclusivamente al tener,
sino que le dé una dimensión más intensa en su vida que ir a un mall,
que es la existencia.
Sí.
Ahí es donde está el tema del ser,
pero ¿cómo la clase media en una agenda que, además de mundial,
podría ganar más, en una vida más plena,
si en lugar de afincarse solamente en acumular cosas que nos lleva a la extinción,
acumula es existencia, sensaciones.
Ser feliz sin tener nada para que no te llamemos pobre,
aunque sigas siendo pobre y aunque tu existencia siga dependiendo
de las ayudas monetarias que te transfiere el gobierno
y al cual se lo debes todo, incluido como no tu voto.
Y si ese es el enfoque a partir del cual nuestros gobernantes diseñan sus políticas públicas,
¿cuáles creen que serán los resultados para los ciudadanos que la sufren?
La perpetuación de la pobreza.