logo

Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

¿Por qué los medios de comunicación están describiendo mayoritariamente a Javier Millet
de político de ultraderecha? ¿Ignorancia? ¿Mala fe? Veámoslo.
Prácticamente todos los medios de comunicación de España han calificado a Javier Millet
de ultraderecha o de extrema derecha. Por ejemplo, el diario El Mundo. El peronismo
sufre la peor derrota de su historia y la ultraderecha libertaria de Millet gana
las primarias argentinas. Público, el ultraderechista Javier Millet vence por
sorpresa en las primarias de Argentina. Antena 3, el ultraderechista Javier Millet
irrumpe con fuerza y gana las elecciones primarias en Argentina. El diario.es. La
victoria de Millet en las primarias de Argentina empuja al país al abismo de
una agenda ultra y agita la carrera presidencial. En un giro histórico, el
partido de extrema derecha, la Libertad Avanza, ganó 17 de 24 provincias. El
periódico catalán Ara también titula la ultraderecha gana contra pronóstico
las primarias en Argentina. El periódico La victoria del ultra Millet en las
primarias coloca a Argentina al borde del precipicio. Y en el texto podemos leer
el gobierno de Argentina bebió este lunes bajo el aluvión de votos obtenidos
por el ultraderechista Javier Millet en Las Paso, la medicina que puede volver
más amargo el presente político. También, asimismo, el diario El País, triunfo de
la extrema derecha y ausentismo récord, las claves de las primarias en Argentina.
La vanguardia, el triunfo del ultraderechista Javier Millet, la gran
sorpresa en las primarias de Argentina. El nacional de Cataluña, la ultraderecha
argentina, acapara las portadas. El argentino Javier Millet y Júnsper
Cataluña protagonizan las portadas de la Virgen de Agosto. Y el diario Vasconaís,
seísmo político en Argentina, triunfa la extrema derecha anti sistema y colapsa
el kirchnerismo. Son muy pocos los medios de comunicación que tratan de
calificar ideológicamente a Millet en sus titulares y que más o menos aciertan
o no se alejan demasiado de la realidad. Por ejemplo, El Español, giro a la
derecha en las primarias argentinas. El anarcocapitalista Millet gana con el
30,2% del voto. ElDebate.com, el libertario Javier Millet gana las
primarias en Argentina y pone en jaque al kirchnerismo. O ABC, Millet acapara el
voto del hartazgo contra el kirchnerismo en Argentina. Contundente victoria del
economista anarcoliberal en las primarias presidenciales con un mensaje
anticasta que promete derogar décadas de peronismo. En un vídeo de hace dos años
ya expliqué por qué desde mi punto de vista calificar a Javier Millet de
ultraderecha o de extrema derecha era un profundo error. En el vídeo de hoy no
quiero repetir los argumentos que ya ofrecí en su momento, sino que quiero
reflexionar sobre la cuestión de por qué la prensa mayoritariamente opta,
escoge por calificar a Javier Millet de extrema derecha o de ultraderecha. Y la
explicación más sencilla de este fenómeno, que probablemente sea cierta
para muchos medios de comunicación, es que están intentando calificar a Javier
Millet de ultraderecha para descalificarlo ideológicamente. Si yo te
coloco una etiqueta asociada con el fascismo, eres de ultraderecha, pues
entonces todos mis lectores se conformarán una imagen equivocada de lo
que eres y de lo que defiendes. Dado que las etiquetas son formas de sintetizar
información mucho más amplia, en este caso cuál es el ideario de Javier Millet,
si conseguimos endosarle a una persona una etiqueta, también le estamos
endosando todo el conocimiento que lleva asociado o sintetizado esa
etiqueta. Y por tanto, si la ultraderecha se vincula con el ideario fascista, si
Javier Millet es calificado de ultraderecha, lo que se suele interpretar es
que Javier Millet defiende el ideario fascista cuando eso no es así. Por
tanto, si es seguro que una parte de la prensa está utilizando esta etiqueta
ultraderecha o extrema derecha como arma arrojadiza contra Javier Millet. Pero
tengo dudas de que todos, absolutamente todos los medios de comunicación, estén
calificando a Javier Millet de ultraderecha porque quieran descalificarlo
o porque quieran vincularlo al fascismo. Desde mi punto de vista, existe otra
explicación, no incompatible con la anterior, sino complementaria, de por qué
algunos medios de comunicación están escogiendo la etiqueta de ultraderecha
para definir a Javier Millet. La prensa, y en gran medida la opinión pública,
está muy acostumbrada a manejar el eje ideológico izquierda-derecha.
Dentro de ese eje, ¿cómo podríamos definir a una persona de centro? Pues una
persona es de centro si defiende el status quo tal como está en este
momento, es decir, si no quiere cambiar nada, si es un inmobilista. ¿Y cómo
definimos a alguien de izquierdas o de izquierda moderada? Pues sería de
izquierdas aquella persona que quiere modificar marginalmente el status quo
que tenemos para incrementar los impuestos, aumentar el gasto público
redistributivo y últimamente también para intervenir en la vida privada de las
personas con el objetivo de promover los valores morales del llamado uoquismo.
¿Y qué sería dentro de este eje una persona de derechas? Pues una persona de
derechas sería aquella que no es de izquierdas, es decir, aquella persona que
no defienda subidas de impuestos para aumentar redistributivamente el gasto
público y que tampoco defienda el uoquismo. Pero claro, hay muchas
corrientes ideológicas que, por distintas razones, no tienen por qué
defender ninguna de las propuestas anteriores. Y en ese sentido incluimos
bajo la derecha ideologías tan enfrentadas entre sí, como puedan ser el
liberalismo, el conservadurismo o el fascismo. Todas ellas son ideologías que
no tienen por qué alinearse con la izquierda y, por tanto, si no son de
izquierdas, son de derechas. Ese es el modo en el que mayoritariamente utiliza la
prensa el eje izquierda-derecha. La izquierda sí tiene una ideología más o
menos definida y la derecha es todo aquello que es antiizquierda. Si el
fascismo es antiizquierda, pues entonces el fascismo es de derechas. Si el
liberalismo es antiizquierda, entonces el liberalismo es de derechas. Da igual que
el liberalismo sea antifascista y el fascismo sea antiliberal. Como ambos los
definimos en función de su oposición a la izquierda, pues a ambos los incluimos
dentro de la derecha. Entonces, si este es el instrumental conceptual que viene
utilizando gran parte de la población y, desde luego, la prensa durante muchos
años, ¿cómo creo que muchos periodistas que no quieren necesariamente
descalificar a Javier Millay, pero que aún así lo califican de ultraderecha,
¿cómo creo que esos periodistas están razonando? Pues de la siguiente manera.
¿Mi ley es de izquierdas? No, claramente mi ley no es de izquierdas. No defiende ni
más impuestos, ni más gasto público, ni una agenda moral UOC. Por tanto, mi ley,
desde luego, no es de izquierdas. Y si no es de izquierdas, ha de ser de derechas.
Ahora bien, ¿mi ley es una derecha moderada? ¿Una derecha que busque solo
ajustes marginales, pequeños cambios en una dirección contraria a los de la
izquierda, pero pequeños cambios en el statu quo? No. Mi ley promete y quiere
implementar reformas de muchísimo calado en la sociedad y en la economía
argentina. Reformas que, como ya hemos dicho, no son de izquierdas, sino de
derechas. Entonces, si mi ley es de derechas, pero para la prensa no es de una
derecha moderada, como pudiera serlo juntos por el cambio, si mi ley va mucho
más a la derecha de lo que suele ir, lo que la prensa califica de derecha, pues
entonces no le queda otra a la prensa que definir a mi ley de ultraderecha, de
extrema derecha, de persona que no tiene los mismos planteamientos que aquello que
normalmente llamábamos derecha, en el caso de Argentina, juntos por el cambio.
Va más allá. Y ese más allá de la derecha la prensa solo sabe calificarlo
de ultraderecha, más allá de la derecha. Por tanto, aunque pueda ver algunos o
muchos medios de comunicación que estén utilizando la etiqueta de
ultraderecha o extrema derecha de manera deliberada para descalificar a mi ley
asociándolo con un ideario que no es el que mi ley defiende, también creo que hay otra parte de
la prensa, de los medios de comunicación, que están calificando a mi ley de ultraderecha
simplemente porque son víctimas del pobre instrumental conceptual ideológico que vienen
utilizando desde hace décadas. Si una persona solo puede ser o de izquierdas o de derechas,
y mi ley no es de izquierdas y no es de derecha moderada, pues solo sabemos calificarlo de
ultraderecha. Pero en realidad el uso de etiquetas tan pobres o simplistas a quien
termina descalificando no es a Javier mi ley, sino que a quien termina descalificando es a quien usa
esas etiquetas tan pobres y tan simplistas porque carece de alternativa. Lo que el empleo
generalizado de estas etiquetas pone de manifiesto es la mala fe ideológica de una parte de los medios
de comunicación y la limitación intelectual de otra parte de esos medios de comunicación.