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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

¿Bitcoin se ha revalorizado un 40% en lo que llevamos de año?
¿Estamos asistiendo al resurgir de un activo que muchos habían dado por definitivamente
muerto?
Veámoslo.
Aunque muchos lo daban ya por definitivamente muerto y enterrado, Bitcoin se ha revalorizado
casi un 40% en lo que llevamos de año. Ha pasado de un precio del entorno de 16.500 dólares
a un precio en el entorno de los 23.000 dólares. Se trata de una de las mayores revalorizaciones
para cualquier tipo de activo en este comienzo del año 2023.
Como podemos observar en este gráfico elaborado por Goldman Sachs, Bitcoin se ha revalorizado
en torno al 40%, el Nasdaq en torno al 10%, el S&P 500 en torno al 6%, algo parecido al
oro, el bono del tesoro a 10 años de Estados Unidos en torno al 4% y el petróleo un 1%.
Por tanto, sí, Bitcoin ha regresado con mucha fuerza a comienzos de este año 2023.
Pero precisamente por esto, y para no caer en una borrachera de infundada euforia, es
importante comprender cuáles son las razones de fondo, cuáles son las causas fundamentales
que han llevado a esta fortísima revalorización de Bitcoin en apenas un mes, para que así
también seamos conscientes de cuáles son los riesgos que pueden acechar al precio de
Bitcoin en el corto medio plazo. Primero, y aunque pueda parecer paradójico,
el precio de Bitcoin ha subido tanto porque la inflación ha comenzado a moderarse y
se ha instalado en los mercados la expectativa de que esa moderación va a continuar durante
los próximos meses. ¿Por qué digo que esto parece paradójico?
Porque siempre hemos escuchado, siempre se nos ha dicho que Bitcoin proporciona una cobertura
frente a la inflación, con lo cual si proporciona una cobertura frente a la inflación lo que
cabría esperar es que Bitcoin se revalorizara, aumentara de precio cuando la inflación sube
porque estamos buscando esa cobertura frente a la dilución de nuestro poder adquisitivo
y en cambio que pierda atractivo cuando la inflación baja, cuando la inflación se
espera que vaya a desaparecer y por tanto cuando Bitcoin no nos vaya a proporcionar
ya ningún tipo de servicio. Pero lo que está sucediendo es justo lo contrario, cuando
la inflación se disparaba, Bitcoin se hundía y ahora que la inflación se ha moderado y
que el mercado espera que se vaya a moderar todavía más, Bitcoin se dispara. ¿Qué está
sucediendo exactamente? Bueno, pues lo que está sucediendo es lo que
ya expliqué en un vídeo de hace prácticamente dos años, un vídeo de mayo de 2021 que aparece
ahora en pantalla por si lo queréis visualizar y en el que ya alerté en ese momento de que
un escenario inflacionista como era aquel hacia el que claramente nos estábamos dirigiendo
en mayo de 2021, casi un año antes de la guerra en Ucrania, lo digo también porque
como muchos ahora dicen que la inflación no se podía prever y que la inflación es
culpa de la guerra en Ucrania, bueno en mayo de 2021 ya hablábamos del riesgo de inflación
en este canal y con respecto a Bitcoin ya dijimos que si había inflación el escenario
para los precios de Bitcoin no tenía porque ser necesariamente alcista en contra de toda
la narrativa mayoritaria de que Bitcoin proporcionaba una cobertura frente a la inflación. Y es
que puede ser que Bitcoin proporcione una cobertura frente a la inflación pero eso
solo es cierto en el medio largo plazo, desde luego no es cierto en el corto plazo. En
el corto plazo Bitcoin está compitiendo con muchos otros activos que si bien no son
ni mucho menos perfectamente sustitutivos de Bitcoin, si proporcionan otras características
que en ese corto plazo pueden resultar a la comunidad inversora más atractivas que el
propio Bitcoin. Y de manera muy significativa, como ya expliqué en ese vídeo, Bitcoin está
compitiendo en parte contra la deuda pública que emiten los distintos estados. Es cierto
que hay personas que compran Bitcoin para huir de los estados y para escapar de cualquier
cosa que tenga que ver con el estado. Y por tanto, para ese público Bitcoin no compite
en absoluto con la deuda pública. Pero hay muchos otros inversores que no tienen esa
perspectiva y que por tanto si se plantean invertir en Bitcoin o invertir en otro tipo
de activos. Y esos otros activos, como digo, pueden ser la deuda pública. ¿Por qué un
escenario inflacionista puede ser negativo para Bitcoin? Porque en un escenario inflacionista
los tipos de interés de los bancos centrales y por tanto también de la deuda pública
tienden a subir justamente para contrarrestar esa escalada inflacionista. Y si los tipos
de interés de la deuda pública aumentan de manera muy sustancial, entonces el capital
puede salir de Bitcoin para adquirir deuda pública. Y eso es exactamente lo que sucedió,
no solo con el caso de Bitcoin, sino también, y como ya explicamos en un vídeo anterior,
con el caso del mercado bursátil a lo largo del año 2022. Y desde luego, cuando el capital
comienza a salir de algún activo, en este caso de Bitcoin, hay muchos otros factores
que pueden agudizar, que pueden ahondar en la caída de precios. Por ejemplo, todos aquellos
que habían invertido apalancadamente en ese activo empiezan a sufrir margin calls. Se
les empieza a secar el crédito que les dan los intermediarios financieros para mantener
su posición abierta en esos activos, en este caso en Bitcoin, y por tanto, si no aportan
más capital para sanear su situación financiera, lo que sucede es que el intermediario financiero
les obliga a liquidar su posición en Bitcoins, lo cual añade todavía más presión bajista
al precio de este activo. Y aunque estoy hablando de Bitcoin, estos procesos también suceden
quizá no con tanta magnitud, porque el grado de inversión apalancada en Bitcoin era bastante
importante, pero también suceden en otros mercados como el mercado bursátil. Pero ahora
que se ha instalado en los mercados, la perspectiva de que la inflación ya es cosa del pasado,
de que ya hemos superado la crisis inflacionista de 2021 y de 2022, se está dando el fenómeno
opuesto. La perspectiva, como digo en los mercados, es que los bancos centrales sí van a subir
algo más los tipos de interés, pero que ya estamos cerca del tipo de interés máximo
al que van a llevar los bancos centrales el precio del crédito. Y a partir de ahí,
los propios mercados anticipan que los tipos de interés van a comenzar a caer de nuevo,
porque si la inflación ya no es una amenaza, para que se van a mantener los tipos de interés
tan altos como está ocurriendo ahora mismo. Mejor bajarlos y estimular la economía.
Pero precisamente, si lo que mató el precio de Bitcoin fueron las subidas de tipos de
interés para contrarrestar la inflación, lo que está alimentando ahora el precio de
Bitcoin es esa expectativa de bajadas incipientes de tipos de interés en la segunda mitad del
año 2023. De hecho, ya este respecto, el comportamiento que ha seguido Bitcoin no
sólo en enero, sino también en gran medida en 2022, se asemeja mucho al comportamiento
que ha exhibido otro activo que en principio no tiene demasiado que ver con Bitcoin, que
son las acciones de Tesla. Desde sus máximos de abril de 2022 hasta principios de este
año 2023, las acciones de Tesla acumulaban una caída del 70%, un porcentaje bastante
parecido a la caída que experimentó Bitcoin. Pero es que en lo que llevamos de año, en
este mes de enero, las acciones de Tesla se han revalorizado ya un 60%. Conviene recordar,
por cierto, a modo de paréntesis que no son lo mismo los porcentajes de bajada que los
porcentajes de subida. No estoy diciendo ni mucho menos que Tesla ya haya recuperado
o esté cerca de recuperar sus máximos de abril. De hecho, para recuperar los máximos
de abril, todavía tendría que aumentar un 100% adicional el precio de las acciones
de Tesla. En cualquier caso, Tesla también se ha revalorizado de manera muy intensa durante
este mes de enero de 2023. ¿Y por qué? Pues exactamente por lo mismo que Bitcoin, porque
la perspectiva es que la inflación ya ha tocado techo, que los bancos centrales van
a volver a bajar agresivamente los tipos de interés a partir de la segunda mitad de
2023 y que, por tanto, no tiene tanto sentido permanecer en activos como la deuda pública
y tiene más sentido empezar a invertir en activos de muy largo plazo, con un rendimiento
esperado en el muy largo plazo, como puede ser Tesla o como puede ser Bitcoin. Es decir,
y en este sentido, el precio de Bitcoin se está comportando de una manera similar al
de una acción growth, es decir, una compañía que basa su capitalización bursátil no tanto
en los resultados presentes, no tanto en la riqueza que ya es capaz de crear ahora mismo,
sino en la extraordinaria riqueza que se espera, se espera, que genere en el futuro.
Bien, por tanto, si esta narrativa predominante ahora mismo en los mercados se cumple, si
es verdad que la crisis inflacionista ya ha llegado a su fin, si es verdad que los bancos
centrales, como consecuencia de haberle ganado la batalla a la inflación, empiezan a bajar
los tipos de interés con respecto a sus niveles actuales, si todo esto sucede, uno puede
ser prudentemente, moderadamente alcista, con respecto al precio de Bitcoin. Pero mucho
cuidado, porque esta narrativa oficial actualmente instalada en los mercados no deja de ser un
conjunto de expectativas que pueden ser objeto de revisión durante los próximos meses si
las cosas no evolucionan como se espera que evolucionen. Por un lado, podría ocurrir
que no le hayamos ganado la batalla a la inflación. Hoy mismo hemos conocido datos de inflación
de España que, sin ser catastróficos, desde luego no son positivos. La inflación subyacente
se ha disparado al 7,5% y el índice general de inflación se esperaba que cayera por debajo
del 5 y ha subido al 5,8%. Si esta dinámica se reproduce en muchos otros países europeos,
quedará claro que la inflación en Europa todavía no está controlada y precisamente
por eso el precio de Bitcoin ha sufrido un batacazo. Estaba a punto de llegar a 24.000
y ahora está más bien cerca de 23.000. Si no está tan claro que le hayamos ganado
la batalla a la inflación, entonces ya no está tan claro que los bancos centrales vayan
a empezar a bajar tipos de interés y si los tipos de interés no bajan, Bitcoin va a seguir
sufriendo. Pero es que en segundo lugar, aunque aparentemente le hayamos ganado la batalla
a la inflación, puede ser que los bancos centrales no se bajen del burro y no recorten
los tipos de interés al ritmo que el mercado ahora mismo está esperando que lo recorten.
Si tenemos una economía muy tensionada, muy recalentada y eso los bancos centrales lo
observan en el mercado laboral, el mercado laboral de Estados Unidos sigue muy fuerte,
el mercado laboral de la eurozona, a pesar de tener una tasa de paro más alta que la
de Estados Unidos, también sigue para lo que suele ser Europa muy fuerte. Si tenemos
una economía muy tensionada, los bancos centrales saben que la mecha de la inflación puede
volver a aprender en cualquier momento. Y por eso, aunque ahora mismo los precios estén
bajo control, quizá los bancos centrales opten por mantener los tipos de interés
altos para tratar de enfriar algo la economía. Y hasta que no se constate un enfriamiento
económico, sobre todo en el mercado laboral, puede que los bancos centrales no opten por
bajar los tipos de interés, aun cuando la inflación esté aparentemente bajo control.
Y si los bancos centrales no bajan los tipos de interés, aunque la inflación esté bajo
control, eso tampoco ayudaría a que el precio de Bitcoin siga subiendo. Por consiguiente,
no tomemos el comportamiento del precio de Bitcoin durante el mes de enero como una referencia
de lo que, por necesidad, va a seguir ocurriendo durante el resto de 2023, para que el precio
de Bitcoin siga subiendo, los tipos de interés, tanto en la eurozona como en Estados Unidos,
tienen que empezar a bajar. Y para que los tipos de interés empiecen a bajar, es necesario
que la inflación esté bajo control y es necesario a su vez que los bancos centrales
den por ganada definitivamente la batalla a la inflación, lo cual no ocurrirá simplemente
por el hecho de que las cifras de inflación hayan bajado.
A pesar, por tanto, del muy buen comportamiento que ha exhibido Bitcoin en este mes de enero
de 2023, siguen existiendo importantes riesgos a la baja en su precio, como poco claro en
el corto medio plazo hasta que hayamos superado esta coyuntura de crisis inflacionista y de
política monetaria contractiva. Lo cual no obsta para constatar claro que todos aquellos
que hace apenas unos meses decían y pronosticaban que Bitcoin ya estaba muerta, que la burbuja
había pinchado definitivamente, que todo el mundo se había dado cuenta de que no había
nada de valor detrás de Bitcoin y que por eso su precio se estaba hundiendo y se estaba
desplomando a una velocidad vertiginosa, lo cual no obsta para constatar que toda esta
gente se volvió a equivocar.
Bitcoin debe de ser la burbuja que más veces ha pinchado y se ha reinflado a lo largo de
su historia. La gente descubre que era una burbuja y que en realidad no vale para nada
y que era todo meramente especulación, pero a los pocos meses vuelve a caer presa de esa
burbuja y se vuelve a olvidar de que no vale para nada y se vuelve a sumar a infulas especulativas
que reinflan su precio. Para estas personas, claro, cuando el precio de Bitcoin cae es
que la gente está actuando racionalmente y está huyendo de un activo que no sirve para
nada y, en cambio, cuando el precio de Bitcoin sube es que esa misma gente que hace dos
tardes actuaba muy racionalmente, ahora vuelve a actuar irracionalmente porque está comprando
algo que para ellos no vale nada, pero quizá lo que no valga nada sea su comprensión de
Bitcoin y de los determinantes de su precio.