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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Pablo Iglesias defiende con argumentos la brillante propuesta de Podemos de crear una
red de supermercados públicos. Veámoslo.
En el vídeo de ayer analicé y critiqué la última y estrafalaria propuesta económica
de Podemos consistente en crear una red de supermercados públicos. Pues bien, hace unos
días el propio Pablo Iglesias, desde su programa en Canalred, formuló varios argumentos en
favor defendiendo esta idea de su partido, de Podemos. Pues bien, vamos a analizar cada
uno de esos argumentos de Pablo Iglesias para comprobar si poseen o no poseen alguna base
a la hora de impulsar una red de supermercados públicos.
Dice, banda naziva, que la comida es demasiado importante para dejarla en manos de millonarios.
Tiene toda la razón. El mercado de la alimentación está en manos de grandes empresas quienes
deciden qué se cultiva, qué se fabrica y qué se consume.
Es verdad que en primera instancia son las empresas quienes deciden qué se fabrica,
qué se cultiva y qué se consume. Pero en un mercado competitivo esas empresas toman
tales decisiones para intentar que los consumidores les compren a ellas sus productos y no a la
competencia. Por tanto, cada empresa toma cada una de estas decisiones atendiendo a
lo que cree que necesita, que satisface, que desea el consumidor. Porque si no, luego vendrá
el consumidor. Y como el consumidor puede escoger entre distintas opciones, si no le
proporcionas aquello que quiere al mejor precio posible frente a tus rivales, el consumidor
no te comprará a ti, sino que comprará a tus rivales. De modo que, por la cuenta que
te trae, decidirás qué se fabrica, qué se cultiva y qué se consume según lo que
desee el propio consumidor. Porque si no, no venderás y si no vendes, pierdes dinero.
Lo que me llama la atención con esto, sin embargo, es que Pablo Iglesias esté denunciando
que hay supermercados privados que deciden qué se fabrica, qué se cultiva y qué se
consume y que proponga como alternativa un supermercado público. ¿Es que acaso en ese
supermercado público serían los políticos o los votantes, pero no los consumidores,
quienes decidirían qué se fabrica, qué se cultiva y qué se consume? Es decir, que
los promotores del supermercado público lo ven como una herramienta de control social
bastante inquietante, la verdad.
En España el 75% de las ventas se hacen en supermercados e hipermercados y solo uno
de ellos, Mercadona, concentra ya el 25% del total.
Y esta estructura de mercado es así, ¿porque alguien desde arriba la ha impuesto coactivamente
o porque los consumidores desde abajo la han escogido?
¿No podría darse el muy extraño caso de que Mercadona venda al 25% de los consumidores
que integran ese mercado porque ese 25% de los consumidores que integran el mercado deciden
comprar en Mercadona debido a que es el supermercado que les ofrece más calidad en relación con
sus precios? ¿No podría ser que Mercadona concentrara el 25% de las ventas justamente
porque es mucho más competitivo que sus rivales?
Si una persona considera que Mercadona está vendiendo productos de mala calidad a un precio
muy alto, ¿qué le impide irse a un supermercado o a una tienda de barrio de la competencia
que supuestamente estará ofreciendo si su juicio es certero? ¿Estará ofreciendo productos
de mayor calidad a un menor precio? ¿Sería un poco masoquista seguir comprando en Mercadona?
Pero fíjate tú que la gente sigue comprando en Mercadona a pesar de que, según Pablo
Iglesias, Juan Roch y Mercadona son capitalistas despiadados que están explotando a esos consumidores.
Repito, ¿por qué no se van al supermercado o a la tienda de al lado? Y no me digáis
que porque no habrá un supermercado o una tienda al lado, lo cual desde luego no es
en absoluto cierto en una gran ciudad. Pero es que incluso en pequeñas ciudades, si fuera
cierto que Mercadona está vendiendo productos muy caros y de muy mala calidad, ¿por qué
otras cadenas de supermercados que pueden ofrecer mejores productos y más baratos que
Mercadona o incluso empresarios locales dentro de esos municipios no montan un supermercado
o una tienda de barrio que le haga la competencia a Mercadona ofreciendo productos de mayor
calidad y a menor precio? ¿Cuáles son las enormes barreras de entrada para montar una
tienda de barrio o para que una cadena de supermercados que rivalice con Mercadona abra
un establecimiento en ese municipio? No hay barreras de entrada. Y si no las hay y no
entra la competencia en determinados mercados copados por Mercadona, será que quizá la
competencia no sepa cómo batir en calidad o en precio o en ambas a Mercadona en esos
tramos del mercado.
Las mismas empresas están bajo lupa por su incremento indiscriminado en los precios,
en ocasiones por encima de la inflación o por no aplicar la bajada del IVA. Esto lo
decía hace unos meses Fernando Navalon, coordinador de las redes supermercados cooperativos.
Están bajo lupa porque nosotros, o los que piensan como nosotros, los hemos colocado
debajo de nuestra lupa. No es que un organismo independiente o un organismo internacional
haya denunciado la poca competencia del mercado de la distribución en España, que haya denunciado
sus abusivos precios o sus altísimos márgenes de beneficio. Nada de eso. Es que Podemos
y el entorno de Podemos ha decidido colocar en la picota a estas empresas para sacar redito
electoral. Ellos mismos se montan la noticia y ellos mismos se convierten en argumentos
de autoridad.
Pero vamos a analizar los dos motivos por los que, según Pablo Iglesias, estas empresas
deberían estar bajo lupa. Por un lado, el incremento indiscriminado en los precios,
que imagino Pablo Iglesias quiere dar a entender que es un incremento indiscriminado en los
precios que va a parar a sus márgenes de beneficio. Los supermercados suben exageradamente los
precios para forrarse. Pues bien, en vídeos anteriores ya he explicado que, por ejemplo,
Mercadona, el supermercado que más cita a Pablo Iglesias y también Podemos, no incrementó
su margen de beneficios en 2022 respecto a 2021. No solo eso. Si descontamos la inflación
de los beneficios de Mercadona, como la descontaríamos de los salarios de un trabajador, los beneficios
de Mercadona en 2022 fueron inferiores a los beneficios de Mercadona en 2021. Por tanto,
si están subiendo indiscriminadamente precios para forrarse, lo están haciendo bastante
mal.
Pero en realidad toda esta narrativa de que los precios en los supermercados están subiendo
para que los dueños de los supermercados se forren es una narrativa absolutamente inventada,
no respaldada en absoluto por ninguna evidencia. De hecho, si acudimos a un documento que el
Gobierno de España, gobierno del que forma parte Podemos, no lo olvidemos, acaba de publicar
hace apenas unos días, me estoy refiriendo a la actualización del Programa de Estabilidad
2023-2026 del Reino de España, podremos encontrar la siguiente información. Dice el documento,
En 2022, los costes importados explicaron casi el 95% del incremento de precios de los
alimentos. Es decir, el 95% de la inflación alimenticia se explica por los mayores costes
de la importación. A lo largo de 2022, el incremento de las cotizaciones internacionales
de materias primas, incluyendo las alimentarias, contribuyó en 11 puntos a la subida de los
precios de los alimentos, 11,6 puntos. Es decir, que 11 de 11,6 puntos de inflación de los alimentos
se explica por mayores costes de importación. Por lo tanto, la evolución de los componentes
domésticos de los precios, márgenes y salarios de la cadena alimentaria no está, repito,
no está en el origen de este tensionamiento de precios. Y si acudimos al gráfico adjunto,
comprobaremos que el principal componente que explica la inflación de alimentos en los
cuatro trimestres del año 2022 es el componente dibujado con un color gris, es decir, las
importaciones. Pero es que el segundo componente, y a mucha distancia, que explica la inflación de
alimentos, es el componente dibujado con un color azul, es decir, los salarios. Como vemos,
los salarios contribuyeron en cada uno de los cuatro trimestres a la elevación de los precios
de los alimentos, mucho menos que el aumento del coste de las importaciones, pero contribuyeron
positivamente. Ahora, si vamos al tercer y último componente, componente dibujado con un color
amarillo y que se corresponde con los márgenes empresariales, démonos cuenta de que hay dos
trimestres en los que los márgenes empresariales se contraen, es decir, contribuyen a moderar la
inflación de los alimentos, concretamente el primer trimestre de 2022 y el tercer trimestre
de 2022, otro trimestre en el que son irrelevantes, ni siquiera aparecen como elemento determinante de
la inflación de alimentos, el segundo trimestre de 2022, y un último trimestre en el que sí
contribuyen positivamente a la inflación, pero de un modo muy reducido, en menor medida que los
salarios y, por supuesto, en muchísima menor medida que el coste de la importación y, en todo caso,
un incremento que en términos promedios, la inflación promedio del año 2022, no compensa
ni mucho menos la contracción del margen que se produjo en los trimestres anteriores. Es decir,
que el margen de beneficio de los supermercados en el conjunto de 2022 contribuyó a moderar la
inflación de alimentos, no a exacerbarla, sino a moderarla. Pero además, Pablo Iglesias también
nos ha dicho que los supermercados están bajo lupa porque no han trasladado la bajada del IVA
al precio de los alimentos. Pues bien, si en ese mismo documento leemos un poquito más abajo,
encontraremos lo siguiente. La reducción del IVA de los alimentos se ha trasladado de forma
íntegra tras menos de un trimestre en vigor y alivia las tensiones inflacionistas. A partir
del pasado mes de enero se aplicó una reducción del IVA para una amplia cesta de alimentos frescos
y elaborados. De acuerdo con los datos de IPC de marzo, se mantiene la traslación completa de la
rebaja del IVA de alimentos. Los precios de la cesta de alimentos que fueron beneficiados por la
medida han experimentado un incremento acumulado del 0,4% desde el 31 de diciembre de 2022. Esta
diferencia en la evolución de precios de ambas testas también ha sido recogida por el
Indicador Interno de Precios de los Alimentos. Esta conclusión, por cierto, ha sido confirmada
de manera independiente por el Centro de Investigación de ESADE. Si vamos a uno de
sus últimos informes, encontraremos la siguiente conclusión. A diferencia de lo que ha ocurrido en
otros países, la rebaja del IVA se trasladó en su inmensa mayoría a los precios finales entre
enero y febrero, al menos en las grandes superficies. A ver si después de todo esto,
Pablo Iglesias ya levanta la lupa de esas grandes superficies.
El debate sobre la posibilidad de que haya supermercados públicos no es un debate que
se esté dando solamente en España. En Nueva Zelanda, por ejemplo, las asociaciones de
consumidores han pedido a su gobierno la creación de una empresa pública de distribución alimentaria.
Cuidado que aquí no sé si Pablo Iglesias miente u omite información deliberadamente o simplemente
la ignora. Y es que lo que sucede en Nueva Zelanda es que una de las principales asociaciones de
consumidores del país, es cierto, ha pedido al gobierno la creación de una empresa pública
de distribución mayorista. No minorista. No una red de supermercados públicos, como reclama Podemos,
sino algo similar a lo que ya existe en España con Mercasa. Y es que en Nueva Zelanda las dos
principales cadenas de supermercados del país son dueñas a su vez de la red de distribución
mayorista. Y eso, supuestamente, está impidiendo que emerjan nuevos competidores privados dentro
de la distribución minorista. Si solo dos empresas controlan la distribución mayorista,
bloquean el acceso a nuevas empresas minoristas. No entro en si eso es así o no es así. No conozco
de cerca la situación de Nueva Zelanda y, por tanto, no voy a tomar partido ni por una postura ni
por la otra. Simplemente estoy explicando que lo que está describiendo Pablo Iglesias es
sesgadamente incompleto. En Nueva Zelanda, repito, no se plantea crear una red de supermercados
públicos, sino en todo caso, y ni siquiera el gobierno parece que esté por la labor,
sino en todo caso algo parecido a la red de mercas, Mercamadrid, Mercabarna, etc., que ya
existe en España. En el país más capitalista del mundo, los Estados Unidos ya hay supermercados
públicos como el San Paul y el Erie en Kansas o el Baldwin en Florida. A ver, que esto ya es para
nota de manipulación, tergiversación o información clarísimamente incompleta y engañosa.
Pablo Iglesias menciona tres lugares de Estados Unidos donde existen supermercados públicos.
Erie y San Paul en Kansas y Baldwin en Florida. Por tanto, parecería que ya tenemos un ejemplo
de lo que Podemos pretende hacer en España con su red de supermercados públicos. ¡Incluso en
Estados Unidos hay una red de supermercados públicos! ¡Fijaos en esos tres lugares de
Estados Unidos donde existen supermercados públicos! Bueno, pues atención, Erie en
Kansas es una población que tiene 1.150 habitantes, San Paul en Kansas es una población que tiene
629 habitantes y Baldwin en Florida es una población que tiene 1.425 habitantes.
¿Por qué han creado un supermercado público? Pues porque ninguna empresa privada quiere abrir
un supermercado en estos municipios tan sumamente despoblados. No es rentable para ninguna empresa
privada abrir en estos casos un supermercado. Y han sido los vecinos los que, como si montaran
una cooperativa, deciden autogestionar la distribución alimentaria en su municipio.
Por tanto, dejando de lado los motivos que explican en estos tres micromunicipios las
razones por las que se ha creado un supermercado local público, desde luego, esto no tiene nada
que ver con lo que plantea Podemos. Recordemos que Podemos quiere crear una red de supermercados
públicos en España con 50.000 trabajadores, que es la mitad, más de la mitad, de la plantilla que
tiene Mercadona. ¿Qué tiene que ver abrir una tienda municipal en un poblado de 600 personas con
crear toda una red de supermercados públicos en España con 50.000 trabajadores? Estos son
los grandes ejemplos internacionales que respaldan, que dan la razón a la propuesta de Podemos de
crear una red de supermercados públicos en España. Por un lado, Nueva Zelanda, donde se plantea crear
una red pública de distribución mayorista, no minorista, similar a Mercasa en España y que,
por tanto, nada tiene que ver con la propuesta de Podemos. Y por otro, tres micromunicipios de
Estados Unidos donde han abierto una tienda local porque el sector privado no quiere invertir en
esos municipios. Eso es todo. Esos son los mejores referentes internacionales que ha
podido encontrar Pablo Iglesias para defender su idea de los supermercados públicos.
Se nos quiere hacer creer que no hay más forma de gestionar la alimentación que mediante grandes
empresas que se llevan muchos beneficios y que suben los precios a su antojo. No es verdad. Hay
alternativas y ya las hemos visto en España con los supermercados cooperativos, por ejemplo.
Pero vamos a ver. Si ya hay alternativas en España con los supermercados cooperativos,
¿para qué quieres crear un supermercado público? Deja que los consumidores, si consideran que esas
alternativas de supermercados cooperativos son muy superiores a lo que ofrecen esas malévolas
empresas privadas que suben los precios a su antojo, pues deja que los consumidores escojan
los supermercados cooperativos, que entonces no dejarán de crecer y crecer y crecer y terminarán
desplazando a los grandes supermercados de esos capitalistas malvados. Si eso no ocurre,
habiendo ya alternativas, quizás sea porque la narrativa que te has montado es bastante fantasiosa.
Los sectores esenciales no pueden ni deben dejarse a su suerte en manos privadas. Si no dejarías la
sanidad o la educación de tus hijos en manos de la iglesia y de las empresas, ¿por qué hacer lo
mismo con la alimentación? Pues hombre, dado que las críticas que habitualmente dirigís contra
la posibilidad de una sanidad privada o de una educación privada son las mismas que en este caso
estáis dirigiendo contra los supermercados privados y que ya hemos comprobado que son
simplemente un cúmulo de mentiras, de tergiversaciones y de manipulaciones, yo me
empezaría a plantear si la base de las críticas que lanzáis contra la posibilidad de que la
sanidad sea privada o de que la educación sea privada tiene el mismo fundamento que las críticas
que habéis dirigido contra los supermercados privados. Si habéis conseguido ilbanar un
discurso aparentemente verosímil pero sin ningún tipo de fundamento en contra de que los supermercados
sean privados, ¿por qué no podemos pensar que nos estáis engañando del mismo modo cuando nos decís
que sería una catástrofe que la educación fuera privada o que la sanidad fuera privada?
Quizás suceda que la educación y la sanidad son demasiado importantes como para dejarlas
en manos del Estado. Yo al menos quiero que mi educación y mi sanidad esté en mis manos,
o que la educación de mis hijos y la sanidad de mis hijos esté en mis manos,
y no en manos de políticos corruptos y mentirosos.