This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
De acuerdo con Eduardo Garzón, para que el sector privado pueda ahorrar, el sector público se tiene que endeudar
y para que el sector público incurra en superávit, el sector privado se tiene que endeudar en forma de hipotecas, de préstamos empresariales,
generando posiblemente una burbuja de deuda privada, pero ¿es esto así?
¿Es verdad que la austeridad pública necesariamente implica el sobreendeudamiento del sector privado dentro del sector privado?
Analicémoslo.
En su último vídeo, Eduardo Garzón nos presenta el principal argumento detrás de su tesis doctoral.
Esa es mi tesis doctoral.
Como podéis ver, es un tochazo de más de 500 páginas que muy poca gente tendrá esto mago de leer.
Además, el tema abordado no es sencillo y está repleto de tecnicismo, lo que lo hace todavía menos atractiva,
especialmente para gente no especializada en economía.
Pero como creo que es un trabajo de investigación interesante, que aporta bastante a la academia y que afecta la política económica de los países
y por lo tanto, al bienestar de los ciudadanos, he decidido traducirla y digerirla para que todo el mundo la pueda entender apenas viendo un vídeo de unos cuantos minutos.
Uno de los argumentos principales de la tesis es que para que el sector privado pueda ahorrar, el sector público se tiene que endeudar
y a su vez que para que el sector público tenga superávit, el sector privado se tiene que endeudar.
La clave de este asunto pasa por entender que si dividimos toda la economía en sector público y sector privado, que incluye familias y empresas,
el déficit de uno de ellos es el superávit del otro. Esto es así por identidad contable, es una verdad innegable, son matemáticas.
Si el Estado tiene un déficit de 100, es porque las familias y empresas tienen un superávit de 100 y al revés,
si el Estado tiene un superávit de 100, es porque las familias y empresas tienen un déficit de 100.
Es como una balanza de peso o un columpio. Si una parte cae, la otra sube, no puede ser de otra manera.
Por verlo de otra forma, las familias y empresas pueden ahorrar 100 porque el Estado está gastando 100 en el sector privado.
Si no lo hicierse, las familias y empresas no podrían ahorrar nada porque no se puede ahorrar lo que no existe.
Y si el Estado quiere tener superávit, la única forma de hacerlo es provocando un déficit en el sector privado,
porque es el único lugar del que puedes traer dinero a través de impuestos.
Y claro, la consecuencia de todo lo anterior es que cuando el sector público tiene un superávit,
como el superávit implica un ciclo de endeudamiento privado, ese endeudamiento privado tiende a generar burbujas en la economía y, finalmente, crisis económicas.
Por tanto, superávit público conduce, tiende a conducir, a crisis económicas devastadoras.
¿Pero qué pasa con los países a los que no les llega dinero del exterior sino que lo envían fuera, que por cierto son la inmensa mayoría?
Pues que el dinero tiene que salir del sector público o del privado, por lo que al menos uno de ellos tiene que estar en déficit.
Y si queremos que el sector público tenga superávit, no queda más remedio que sea el privado el que tenga déficit.
Cualquiera de sus múltiples combinaciones, si sale dinero hacia otros países, es decir, si el sector exterior está ahorrando,
el superávit público implica necesariamente déficit privado. Las matemáticas son así.
¿Y qué implica que el sector privado esté en déficit? Es decir, gastando más de lo que ingresa.
Porque se está endeudando, que está obteniendo el dinero extra del crédito de los bancos y de otras fuentes de financiación que le van su deuda privada.
Es el endeudamiento privado de familias empresas, lo que inyecta dinero tanto en el sector público como en el resto del mundo.
Y esto es absolutamente insostenible, no puede durar mucho, porque la deuda privada crecerá progresivamente.
Pero en algún momento, esas familias de empresa no podrán seguir endeudándose más y entonces la burbuja de deuda estallará desembocando en una crisis financiera.
Pues no, la verdad es que todo esto es incorrecto y es incorrecto porque partiendo de las identidades macroeconómicas que parecen incontestables,
las matemáticas son así, se termina deformando probablemente porque no se entiendan bien esas identidades macroeconómicas hasta llegar a resultados tan absurdos,
tan disparatados como los que acabamos de escuchar.
Vamos a pasar a la pizarra para explicar tanto el argumento de Eduardo Garzón cuánto, porque ese argumento en realidad lo está utilizando mal
para llegar a conclusiones que no son necesariamente ciertas.
Vamos a empezar con un concepto macroeconómico muy básico, el PIB. ¿Y qué es el PIB?
El PIB es el valor de la producción final que ha generado una determinada economía durante un determinado periodo de tiempo.
Quiero remarcar que el PIB es producción, valor de producción final.
El PIB no está midiendo ni gasto ni flujos monetarios ni créditos ni deudas, el PIB lo que mide lo que estima es el valor de lo que se ha producido en un país durante un periodo de tiempo.
Es verdad que en ocasiones podemos intentar medir el valor de lo que se ha producido en un país durante un determinado periodo de tiempo a través de las estadísticas que tenemos de gasto.
¿Por qué? Porque si todo lo que se produce se termina gastando, aproximándonos desde el lado del gasto, midiendo lo que hemos gastado,
podemos indirectamente medir lo que hemos producido, pero en todo caso lo que estamos midiendo y lo que queremos medir en última instancia es el valor de lo que se ha producido.
Dicho esto, el PIB, el valor de la producción final de un determinado país durante un periodo de tiempo, lo podemos gastar de tres formas distintas.
El PIB lo podemos destinar a tres formas de gasto, el consumo privado, la inversión y el consumo público.
Dicho de otra manera, todo lo que se produce o lo consume el sector privado o lo consume el sector público o lo invertimos.
Alguien desde luego podría decir, bueno, pero hay cosas que se producen y que sin embargo no se terminan utilizando, no se terminan ni consumiendo ni invirtiendo.
Bueno, en Contabilidad Nacional, aquella producción empresarial que es mantenida en inventarios porque no se ha vendido, se considera inversión en inventarios y por tanto estaría incluida en la inversión.
Por ejemplo, imaginemos una economía que produce mil toneladas de trigo. Bueno, pues esas mil toneladas de trigo las podemos consumir en el sector privado, en el sector público o las podemos invertir,
por ejemplo, para preparar la cosecha del año que viene. Por ejemplo, el sector privado podría consumir 600 toneladas de trigo, el sector público, sus funcionarios podrían consumir 300 toneladas de trigo
y finalmente podríamos invertir 100 toneladas de trigo para preparar, como decía, la cosecha del año que viene.
Fijémonos que si queremos incrementar la inversión, por ejemplo, de 100 toneladas de trigo a 200, pues o el sector privado tiene que consumir menos o el sector público tiene que consumir menos.
Por ejemplo, el sector privado podría consumir 500 toneladas, es decir, bajar de un consumo de 600 a 500 y el sector público mantener su consumo de 300.
O el sector público podría bajar su consumo de 300 a 200 y el sector privado mantener su consumo original de 600 o una combinación de ambas.
El sector privado podría bajar su consumo a 550, el sector público lo podría bajar a 250 de 300 a 250 y finalmente, por tanto, la inversión podría aumentar hasta 200.
No hay forma de incrementar la inversión de 100 a 200 sin reducir el consumo privado o el consumo público.
Bien, una vez aclarado este concepto macroeconómico básico, vamos a proceder a transformar esta ecuación para llegar allí donde Eduardo Garzón quiere llegar.
Bien, si pasamos el consumo a la izquierda, tendremos PIB menos consumo, que sería algo así como el ahorro privado antes de impuestos.
¿Por qué? Porque si el PIB lo produce originariamente el sector privado, en un principio el PIB son rentas privadas.
Por tanto, las rentas privadas no consumidas es el ahorro privado.
Lo que pasa es que todavía el Estado no ha metido el cazo y, por tanto, todavía no ha cobrado impuestos.
Pues PIB menos consumo será igual a inversión más consumo público.
Dicho de otra manera, aquella parte del PIB que ha producido el sector privado y que no ha consumido el sector privado
se distribuye o en inversión o en consumo público.
Recordad, si tenemos mil toneladas de trigo y el consumo privado son 600,
pues entonces solo quedan 400 para invertir o para que las consuma el sector público.
Bien, si a esta ecuación le añadimos los impuestos y hay que aclarar que son impuestos sobre la producción.
Cuando hablamos en Contabilidad Nacional de Impuestos hablamos de aquel porcentaje del PIB sobre el que reclama,
digamoslo así, propiedad el sector público, aquel porcentaje del PIB que el sector público considera suyo.
Pues bien, si añadimos los impuestos restando en ambos lados para que nada cambie en esta ecuación,
tendremos lo siguiente.
Y esto que significa, bueno, el PIB, si el PIB lo podemos equiparar con las rentas del sector privado,
porque repito, el PIB lo produce el sector privado y, por tanto, en un principio son rentas privadas,
PIB menos impuestos es renta privada disponible, lo que le queda al sector privado,
la producción que le queda al sector privado después de que el estado haya exigido que una parte de esa producción es suya.
Pues PIB menos impuestos es renta privada disponible y renta privada disponible menos consumo es ahorro privado.
Por tanto, el lado izquierdo de la ecuación lo podemos calificar como ahorro del sector privado.
Y el ahorro del sector privado es igual a la inversión más el consumo público menos los impuestos sobre la producción.
¿Qué es el consumo público menos los impuestos sobre la producción?
Pues podríamos decir que es el déficit público. Si el estado consume una mayor cantidad de PIB
que aquella que ha reclamado como suya bien impuestos,
eso significa que el estado se ha quedado a deberle algo al sector privado,
porque al sector privado le ha dicho, tú me debes 100 toneladas de trigo, pero voy a consumir 200.
Por tanto, el sector público ha consumido 100 más de las que le tocaban consumir.
Vamos a tratar de explicar esto con las cifras de antes.
Recordemos, se producen mil toneladas de trigo.
Imaginemos que los impuestos son 150.
Es decir, el estado reclama como suyas 150 toneladas de trigo.
Y el sector privado consumía, recordemoslo, 600 toneladas de trigo.
¿Eso qué significa?
Pues significa que el ahorro privado, lo que le queda al sector privado después de consumir
y después de que una parte de lo no consumido sea reclamada como propia por el sector público,
son 250 toneladas de trigo.
Bien, habíamos dicho que la inversión eran 100 toneladas de trigo
y que el consumo público eran 300 toneladas de trigo.
Si los impuestos son 150, fijaos, tenemos 100 más 150, 250.
¿Cuál es el significado exactamente de esto?
Pues el significado es que aunque el sector público solo ha reclamado como suyas 150
de las mil toneladas que ha producido el sector privado, al final termina consumiendo 300.
Claro, si yo consumo algo que no es mío, en cierto modo me quedo a deberle algo
a aquel que sí tiene la propiedad sobre ese algo, es decir, al sector privado.
Por tanto, lo que estamos diciendo aquí es que aunque el sector público solo ha reclamado como suyas
150 toneladas de trigo, está consumiendo a costa del sector privado 300 toneladas de trigo.
Por tanto, hay otras 150 toneladas de trigo que ha consumido el sector público
y que no ha reclamado como suyas, no las ha reclamado fiscalmente
y que, por tanto, son una deuda del sector público con el sector privado.
Ahí podemos hablar de déficit público o de endeudamiento del sector público con el sector privado.
Dicho de otra manera, ¿cómo se pueden pagar estas toneladas de trigo
que son propiedad del sector privado, pero que han sido consumidas por el sector público
sin que sean propiedad del sector público, porque no las ha reclamado fiscalmente?
Pues pagándole, por ejemplo, con deuda pública.
Te doy un bono público de 150 por valor de 150 toneladas de trigo futuras.
El sector público se le queda de ver al sector privado 150 toneladas de trigo
y, por tanto, el sector privado se convierte en acreedor del sector público.
Por tanto, hasta aquí lo que tenemos es
consumo privado 600, inversión 100, consumo público 300.
Ahora bien, como el Estado solo ha reclamado como propias 150 toneladas de trigo,
eso significa que el sector privado ha consumido 150 toneladas menos de las que le tocaban
y que el sector público ha consumido 150 toneladas más que las que le tocaban
porque él mismo solo ha dicho que impuestos eran 150.
Por tanto, el sector público le debe al sector privado, tiene una deuda con el sector privado de 150.
Muy bien, una vez ya hemos entendido estas cifras, sigamos para ver a dónde quiere llegar Eduardo Garzón.
Si pasamos la inversión a la izquierda,
tenemos que ahorro privado menos inversión es igual al déficit público.
Es aquí cuando Eduardo Garzón y otros economistas de la MMT
nos dicen que para que el sector privado pueda ahorrar por encima de lo que el sector privado está invirtiendo
para que el ahorro privado supere la inversión,
es necesario que el sector público se endeude, que el sector público tenga déficit.
O, si cambiamos de lado las variables, lo que tendremos es que impuestos menos consumo público
es igual a inversión menos ahorro privado.
Es decir, que para que el sector público tenga superávit, porque T mayor que G implica superávit,
el sector privado tiene que invertir más de lo que ha ahorrado el sector privado.
¿Y cómo puede el sector privado ahorrar más de lo que ha ahorrado el sector privado?
Es por eso que Eduardo Garzón dice que para que haya superávit público, es necesario que haya endeudamiento del sector privado.
¿Dónde está la equivocación o la tergiversación a la que recurren Eduardo Garzón
y otros muchos economistas de la MMT?
Pues que nos dicen que para que el sector privado pueda ahorrar,
es necesario que el sector público esté endeudado,
dando a entender que para que el sector privado pueda ahorrar internamente dentro del sector privado hace falta deuda pública.
Y también nos dicen que para que el sector público pueda tener superávit,
es necesario que el sector privado esté endeudado,
dando a entender, claro, que se refieren a endeudamiento del sector privado dentro del sector privado.
Cuando esto no es así, la realidad es bastante más tautológica,
para que el sector público pueda estar endeudado con el sector privado,
obviamente el sector privado necesita ser acreedor del sector público.
Y para que el Estado pueda incrementar su saldo acreedor con el sector privado,
es necesario que el sector privado se endeude,
no con el sector privado, sino con el sector público.
Pongamos números a estas afirmaciones y pongamos números en el límite
para que comprobemos y para que entendamos adecuadamente a qué nos estamos refiriendo.
Empecemos con los déficits.
Recordemos que según Eduardo Garzón y la MMT para que haya ahorro privado,
en realidad ahorro privado neto, es decir, ahorro por encima,
ahorro privado por encima de la inversión,
es necesario que haya déficit,
lo cual, viendo la igualdad macroeconómica, parece que es así,
pero hay que desentrañar adecuadamente su significado.
Imaginemos que el PIB, como hemos dicho antes, es de 1.000 toneladas de trigo.
Imaginemos que el consumo público es de 1.000 toneladas de trigo,
pero los impuestos, es decir, la parte del PIB que reclama para sí el Estado es cero.
En este caso, claro, el déficit G-T es igual a 1.000.
Es decir, que el Estado está consumiendo 1.000 unidades más de PIB
que aquellas que ha reclamado para sí,
y justamente porque el Estado se queda con más PIB del que ha dicho,
este PIB es mío, se está generando una deuda en favor del sector privado,
se está generando una deuda en favor de aquellos a los que el propio Estado
reconoce la titularidad del PIB, porque recordemos,
¿cuál es el PIB con el que se queda el sector privado?
¿Cuál es el PIB que el propio Estado dice que debe quedar en manos del sector privado?
Pues PIB menos impuestos, que en este caso el PIB es 1.000 y los impuestos son cero.
Por tanto, el Estado le está diciendo al sector privado,
todo el PIB es de tu propiedad.
Ahora, yo voy a consumir la totalidad del PIB,
por tanto, si todo el PIB es tuyo y yo me quedo con ese PIB,
lo que significa es que yo tengo una deuda en tu favor.
Yo te debo, en este caso, 1.000 toneladas de trigo,
porque las he consumido sin que sean de mi propiedad.
Y eso es exactamente lo que significa esto,
cuando el Estado incurre en un déficit,
en el sentido de que consume más PIB del que se ha apropiado,
el sector privado no llegará a consumir o a invertir la totalidad del PIB,
que en teoría es suyo, porque recordemos,
hemos dicho que la totalidad del PIB privado son 1.000 unidades monetarias.
¿Cuál es el consumo?
Pues para que el sector público pueda consumir 1.000,
el consumo ha de ser igual a cero, el consumo privado.
¿Y cuál ha de ser la inversión?
Pues para que el sector público pueda consumir 1.000,
la inversión ha de ser cero.
Por tanto, PIB menos impuestos, menos consumo,
que recordemos, esto es el ahorro privado,
¿cuánto es? 1.000.
El sector privado ahorra 1.000.
¿Por qué ahorra 1.000?
Porque su renta disponible es 1.000, PIB menos impuestos,
todo el PIB es renta disponible del sector privado,
pero de esa renta disponible, ¿cuánto consume?
Nada, cero, por tanto, todo es ahorro privado.
Por tanto, ahorro privado, 1.000.
¿Y cuál es la inversión?
Pues para que el sector público pueda consumir 1.000,
la inversión, como hayamos dicho, tiene que ser cero.
Por tanto, ahorro privado, menos inversión,
es decir, la parte del PIB privado,
no reclamada en impuestos por el sector público,
no consumida y no invertida, es 1.000,
menos cero, que es 1.000.
Es decir, que se verifica, como hemos visto,
que el ahorro privado menos la inversión
es igual al déficit público.
1.000 es igual a 1.000,
la parte del PIB privado que no es consumida,
por tanto, que es ahorrada, pero que tampoco es invertida,
el exceso del ahorro privado sobre la inversión,
1.000 es igual al exceso del consumo público
sobre los impuestos sobre la producción.
Como el sector público consume todo el PIB,
pero no reclama todo el PIB,
el déficit aquí es 1.000,
que se financia necesariamente
con ese ahorro privado por encima de la inversión privada.
Fijémonos, por tanto, que este resultado,
lo que nos está indicando es que,
cuando el sector público es endeuda,
el sector privado adquiere un derecho de crédito
contra el sector público.
Eso no significa, repito,
no significa que el sector privado
sólo pueda ahorrar si el sector público
es endeuda, eso no es así.
El sector privado puede acumular, por ejemplo,
activos reales, como a través de la inversión.
Si en este ejemplo los impuestos fueran 0
y el consumo público también fuera 0,
entonces todo el ahorro privado,
que repito es 1.000,
se podría convertir en inversión privada,
que sería 1.000, y esta inversión privada
es acumulación de activos reales,
y también de activos financieros,
porque los activos reales van de la mano
con títulos de propiedad sobre esos activos reales,
y, por tanto, activos financieros,
esa inversión de 1.000 es acumulación de activos reales,
es decir, es nuevo patrimonio
en manos del sector privado.
Por tanto, claro que el sector privado puede ahorrar
sin que haya déficit público.
Lo que no puede hacer
es ahorrar contra el sector público.
Adquirir derechos de cobro,
derechos de crédito contra el sector público
sin que el sector público se endeude,
pero es que esto es de cajón.
Si el sector público no emite deuda,
¿cómo va el sector privado
a devenir acreedor del sector público?
Pero es que eso también vale para cualquier empresa.
Si una empresa no emite deuda,
yo no puedo ser acreedor de esa empresa,
y, por tanto, para que yo pueda ser acreedor de esa empresa,
le tendré que haber pagado a esa empresa
más que las mercancías
que esa empresa me ha entregado.
Si yo le he comprado por anticipado
mercancías a una empresa,
al corte ingles, por ejemplo,
le he comprado por anticipado
bienes que el corte ingles todavía no me ha entregado,
yo soy acreedor del corte ingles,
porque el corte ingles
ha aceptado endeudarse conmigo,
ha aceptado cobrarme mercancías
antes de que me las pueda entregar.
Por tanto, yo ser acreedor
del corte ingles y el corte ingles
será mi deudor. Pero esto no significa
que yo solo pueda ahorrar
si ahorro contra el corte ingles,
si ahorro comprandole mercancías
al corte ingles antes de que me las entregue,
no.
Yo solo puedo ser acreedor del corte ingles,
efectivamente, si el corte ingles se endeuda conmigo,
pero yo puedo ser acreedor
de muchos otros agentes, y en todo caso,
puedo ahorrar sin ser acreedor, porque puedo acumular
activos reales, y, por tanto, no necesito acumular
activos financieros contra terceras personas
para poder ahorrar.
Ahora, con los super habits,
obviamente, es
la misma lógica que antes, pero la inversa.
Hemos dicho que para
que exista un super habit, es decir,
para que T sea mayor que G,
para que la resta entre T y G
sea positiva, es necesario
que la inversión
en el sector privado supere
el ahorro privado.
Y Eduardo Garzón y los economistas
de la MMT interpretan
que cuando la inversión en el sector privado
supera el ahorro en el sector privado
es que el sector privado se está
endeudando consigo mismo.
Incluso, Eduardo Garzón en su tesis
nos quiere hacer creer
que eso prácticamente implica
que se está endeudando insosteniblemente
consigo mismo,
pero nada más alejado de la realidad.
Lo que es esto, en todo caso,
significa que los super habits públicos
cabe conceptualizarlos
como un incremento del endeudamiento
del sector privado
hacia el sector público. ¿Por qué?
Porque el sector público ha reclamado
una propiedad sobre el PIB
en mayor medida del PIB
que ha dispuesto en su beneficio.
Volvamos al ejemplo de antes.
El PIB son mil toneladas.
El sector público
reclama que todo el PIB es suyo,
es decir, cobra un impuesto
de mil toneladas, dice todo el PIB es mío,
pero luego el consumo público es de cero.
Dice todo el PIB es mío,
pero no voy a disponer de él.
Por tanto, claro, si el sector público
se arroga la propiedad de todo el PIB,
pero no dispone de él,
¿quién puede disfrutar temporalmente
de él el sector privado?
Gracias a que el Estado
no hace uso
de las toneladas de trigo
que considera de su propiedad,
el sector privado las puede
o consumir o invertir
hasta que el Estado, claro, le exija
que le pague, que le entregue
cuando quiera cobrarse,
cuando quiera consumir esas toneladas de trigo.
En este ejemplo, imaginemos que el consumo
es de 600
y la inversión es de
400.
¿Cómo es posible que el sector privado
consuma 600
y que el sector privado invierta 400?
Si hemos dicho que todo el PIB
es propiedad del sector público,
porque todo el PIB lo reclama para sí
a través de impuestos sobre la producción,
el sector público, pues porque, como vemos,
el sector público no hace
disposición de ninguna parte
y reclama para sí mismo, con lo cual
inversión
400
ahorro privado, el ahorro privado es
1000, el PIB menos los impuestos
que son
1000, menos
el consumo privado 600
menos
menos 600,
400 más 600
tenemos 1000. Es decir,
que aquella parte del PIB que el Estado reclama
para sí, pero que no consume
a lo que también se le llama, por cierto,
ahorro público
es igual
claro a la inversión privada y al consumo privado.
El sector privado puede
consumir y puede
invertir porque el sector público,
pese a haber reclamado la totalidad del PIB
para sí, no ha hecho uso del mismo
y ha dejado temporalmente
que el sector privado, mientras tanto,
invierta o consuma
el PIB, que es de su propiedad,
de su titularidad, pero sobre el que
no ha tomado disposición. Y claro,
si el sector público dice
todo el PIB es mío, pero el sector
público todavía no ha disfrutado de ese PIB
no lo ha consumido, de hecho, lo han estado
utilizando, lo siguen utilizando en el sector privado
eso significa que el sector
privado tiene una deuda
está amasando una deuda
con el sector público. Concretamente
el sector privado
todavía tiene que pagar esos impuestos
todavía tiene que poner en disposición
del sector público
del estado los impuestos
que el estado ha reclamado
como propios. Es decir, en cierto
modo, el ahorro público
es una especie de impuestos de vengados
pero todavía no cobrados.
Y precisamente porque no se han cobrado
en especie, porque no se ha entregado producción
al sector público para que la
consuma al sector público, el sector privado
la puede, mientras tanto,
utilizar en consumir o en invertir.
Pero de nuevo
esto no significa
que para que el sector público
tenga súper hábit, es necesario
que el sector privado tenga
déficit con el sector privado
que se pidan más hipotecas, más
prestamos empresariales, más créditos al consumo
nada de todo eso.
Lo que esta ecuación nos está diciendo
es que si el sector público
adquiere un saldo a creedor
con el sector privado, tiene derecho
a recibir mil unidades de PIB
y de momento no la recibe, por tanto, quedan pendientes
de pago, el sector privado
queda endeudado con el sector público
es decir, todavía le tiene que entregar
esas mil unidades de PIB.
Punto, el super hábit público
implica una deuda pendiente de pago
del sector privado hacia el sector público
pero no implica más endeudamiento del sector
privado dentro del sector privado.
Eso sería tanto como decir
que para que el corte inglés sea mi acreedor
yo tengo que pedir una hipoteca y comprarme una casa
con un promotor, no
no tiene nada que ver, para que el corte inglés
sea mi acreedor, yo tendré que ser
deudor del corte inglés
para que el corte inglés tenga un derecho
de cobro frente a mí, yo tendré que tener una obligación
de pago frente al corte inglés
y esa obligación de pago normalmente vendrá
en las relaciones con el corte inglés
porque habré comprado más
en el corte inglés de lo que he pagado
pero eso no significa
que yo me tenga que endeudar con otros agentes
distintos del corte inglés, pues si en lugar
del corte inglés hablamos del estado tres cuartos
de lo mismo, para que el estado tenga
un saldo acreedor contra mí
para que tenga derecho a cobrar más impuestos
de los impuestos de los que ya ha dispuesto
vía consumo público
yo tendré que estar endeudado con el estado
tendré que tener una obligación
de pago por el monto de los impuestos
pendientes de cobro con el estado
pero eso no significa que yo, que el sector
privado, tenga que endeudarme
masivamente con otros agentes del sector privado
que no, que no van por ahí los tiros
en definitiva no es verdad que para
que el sector privado pueda ahorrar
sea necesario que el sector público
incurra en déficit y tampoco es
verdad que para que el sector público
pueda incurrir en superávit
el sector privado se tenga que endeudar
con el sector privado
evidentemente si conceptualizamos
el superávit como un derecho
de cobro pendiente
de cobro del sector público
frente al sector privado pues el superávit
implicará un endeudamiento del sector privado
con el sector público
implicará que hay deudas públicas
pendientes de pago por el sector privado
pero eso repito no significa
que deba haber
una especie de burbuja de crédito
en el sector privado
que lleve a burbujas inmobiliarias
eso es montarse películas
utilizar los balances intersectoriales
las relaciones de crédito
y débito entre sectores
entre el sector público
y el sector privado y entre el sector privado
y el sector público
para hacer análisis intersectoriales
los flujos de endeudamiento
y de crédito
dentro del sector privado
desde unos agentes privados
a otros agentes privados
es no entender que son los balances
intersectoriales o todavía peor
pretender que todos los demás
no lo entendemos para poder engañarnos.