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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

La crisis financiera no ha terminado en Estados Unidos y el siguiente banco que
amenaza con caer es el Pack West Bancorp. ¿Por qué razón? Veámoslo.
Después de la caída del Silicon Valley Bank y del Fair Republic Bank, los mercados empiezan
a preguntarse cuál será el siguiente banco estadounidense en quebrar. Y de momento el que
está acumulando mayores papeletas para ello es el Pack West Bancorp. La cotización de esta
entidad está trazando un patrón muy similar al que en su momento siguieron el Silicon Valley Bank
y el Fair Republic Bank. Tal como vemos en este gráfico, la acción del Pack West Bancorp ha
perdido en el último año el 90% de su valor. Pero es que solo en los últimos 5 días ha perdido el
70% de su valor. Por tanto, se trata de un desplome brutal que se concentra esencialmente
en dos periodos. Por un lado, la caída de la cotización durante el mes de marzo,
momento en el que se desata la crisis financiera en Estados Unidos y en el que el precio de la
acción cae de 26 dólares a 9 y, por otro lado, los últimos 5 días, en los que el precio de la
acción ha caído de 9 dólares a 3. ¿Y a qué se debe este desplome? Pues a causas muy similares a las
que provocaron el desmoronamiento del Silicon Valley Bank y del Fair Republic Bank. A saber,
estamos hablando de bancos muy líquidos, de bancos cuyos pasivos son a muy corto plazo y
cuyos activos son a muy largo plazo, sin que se haya cubierto el riesgo de duración, el riesgo
de que cambien los tipos de interés y de que ello afecte al valor de los activos, de todas esas
inversiones a largo plazo. Por ejemplo, si acudimos a las cuentas financieras del Pack West Bancorp,
correspondientes al primer trimestre del año 2023, comprobaremos, en primer lugar,
que el Pack West Bancorp tiene inversiones de 35.000 millones de dólares en activos,
esencialmente a largo plazo. Más en particular, sus préstamos ascienden a 28.500 millones de
dólares y sus inversiones en títulos valor, esencialmente bonos, a 7.200 millones de dólares.
Como digo, la mayor parte de estas inversiones son inversiones a muy largo plazo. Por ejemplo,
si desagregamos su cartera de préstamos, esos 28.500 millones de préstamos, veremos que 20.000
millones de dólares, de esos 28.500 millones de dólares, son préstamos al sector inmobiliario,
15.500 millones en hipotecas y 4.600 millones en préstamos a promotores. En total, por tanto,
20.000 millones destinados a financiar el sector inmobiliario. Y estos son inversiones, claro,
a muy largo plazo. ¿Y cómo se están financiando todas estas inversiones a muy largo plazo? Hemos
dicho que la cartera total de inversiones, préstamos, más títulos valor, más bonos,
son 35.000 millones de dólares. Pues bien, el total de depósitos de la entidad, los depósitos
son deuda típicamente a corto plazo. Incluso, aunque hablemos de depósitos a plazo, son a plazos
cortos, un año o dos años, el total de depósitos de la entidad asciende a prácticamente 32.000
millones de dólares. Es decir, que prácticamente todas las inversiones a largo plazo están
financiadas con deuda a corto plazo. ¿Este descalce, este desajuste entre los pasivos y
los activos del banco qué consecuencias tiene? Pues en el actual contexto de subida de tipos
de interés lo que provoca es que, por un lado, el coste de refinanciación del banco se vaya
incrementando. Los depositantes que están cobrando una remuneración muy baja, por ejemplo,
el tipo de interés medio que paga el PAC West Bankor para sus depósitos es del 1,98% y, sin embargo,
la deuda pública estadounidense a corto plazo está pagando el 5%, con lo cual los depositantes
empiezan a decir o me pagas más o me voy a la deuda pública o me voy a un fondo monetario que
invierte en deuda pública o me voy a otros bancos que ofrezcan tipos de interés más elevados.
Por tanto, por ese lado, los costes de financiación del banco se están incrementando de manera
sostenida. Si no te quieres exponer a un cierre del grifo de financiación, financiación a corto
plazo, financiación que no tienes cerrada comprometida para el largo plazo, tienes que
aumentar el tipo de interés al que remuneras tus pasivos. ¿Qué pasa? Que tus activos, en cambio,
sí están comprometidos, sí están cerrados, sí están inmovilizados para el largo plazo,
con lo cual ahí tienes poco margen para revisar al alza los tipos de interés. Si las hipotecas,
por ejemplo, son hipotecas a tipo fijo, por mucho que estén aumentando ahora los tipos de interés,
no puedes incrementarlos. Con lo cual, si el banco tiene los tipos de interés cerrados en el activo
y, sin embargo, se le están incrementando en el pasivo, el banco no tiene mucho margen para
pagar tipos de interés más altos. Y, claro, si se le cierra el grifo de la financiación al banco,
¿qué ha de hacer? Pues lo que ha de hacer es liquidar sus inversiones. Si el banco financia
a sus deudores, porque a su vez los acreedores del banco le financian a él, un banco es un
intermediario financiero, recibe financiación para dar financiación, pues, claro, si la
financiación que recibes se te cierra, tú a su vez tendrás que cerrar la financiación que das.
¿Y cómo cierras la financiación que das? Liquidando tus activos, vendiendo tus activos
en el mercado para que alguien los compre y se subrogue en tu posición de otorgar financiación.
Pero, como ya hemos explicado en otras ocasiones, si un banco intenta en estos momentos vender a
mercado sus activos a largo plazo, como los tipos de interés han subido, el valor de mercado de
esos activos a largo plazo, activos a largo plazo que previsiblemente estarán obteniendo un tipo
de interés más bajo que el que ahora mismo paga el mercado, el precio de esos activos a largo plazo
se depreciará. Con lo cual, al vender los activos a largo plazo, el banco sufrirá pérdidas, pérdidas
que erosionarán sus fondos propios, su capital. Es decir, que haga lo que haga el banco está
condenado a perder dinero. Si paga tipos de interés más altos sobre su pasivo, sus gastos
financieros se disparan sin que sus ingresos financieros aumenten en la misma medida. Y si,
en cambio, opta por dejar que se le escape la financiación a cambio de dejar de dar tanta
financiación como ahora mismo está otorgando, tendrá que liquidar a pérdidas sus activos,
es decir, las inversiones que efectuó en el pasado. De modo que si el actual contexto de
altos tipos de interés se mantiene en el tiempo, evidentemente este tipo de bancos tan ilíquidos que
además no han cubierto, repito, el riesgo de duración de sus activos, si este contexto de altos
tipos de interés se mantiene en el tiempo, todos estos bancos ilíquidos terminarán quebrando. Y eso
es lo que está anticipando hoy el mercado, que la situación financiera de estos bancos es
insostenible a menos que los tipos de interés empiecen a bajar muy rápido y de manera contundente.
Pero claro, si este juicio que hacen los inversores en bolsa también lo hacen los depositantes del
banco, es decir, que si los tipos de interés no empiezan a bajar mucho y muy rápido, el banco
quebrará y por tanto puede dejar de pagar los depósitos, ¿qué incentivo tienen esos depositantes
que además están cobrando, como ya hemos visto, tipos de interés muy bajos para quedarse en ese
banco, para seguir siendo acreedores, prestamistas, financiadores de ese banco, baja rentabilidad y muy
alto riesgo, pues me voy a la deuda pública que tiene bajo riesgo y alta rentabilidad ahora mismo.
Y ese proceso de fuga de depósitos provoca que se acorte el tiempo durante el cual estos bancos
pueden sobrevivir sin que los tipos de interés bajen. Estamos ante un pánico bancario clásico,
pero en este caso inducido por las subidas de tipos de interés necesarias para contrarrestar
la inflación generada por las políticas que previamente colocaron los tipos de interés en
niveles muy bajos e inundaron de iliquidez el balance de los bancos. Por eso la crisis
financiera todavía no ha terminado, porque sigue habiendo mucho banco ilíquido, porque los tipos
de interés todavía no pueden bajar y porque los tipos de interés altos destruyen a los
agentes económicos en situación de extrema iliquidez.