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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

La profesión periodística está ahora mismo en España al rojo vivo, ¿por qué razón?
Veámoslo.
Este fin de semana han saltado al gran público unos audios que recogen la conversación,
que mantuvo hace unos años el destacado periodista español Antonio García Ferreras
con el excomisario Villarejo, excomisario que ha estado en el epicentro de las cloacas
del Estado y que ha perjeñado trabajos sucios para partidos políticos, para empresas y para
medios de comunicación. ¿Y qué se puede escuchar en estos audios? Pues básicamente podemos escuchar
el reconocimiento por parte del periodista español y presentador del programa Estrella al rojo vivo.
Podemos escuchar en estos audios que Antonio García Ferreras le reconoce a Villarejo que era consciente
de que una información que había dado en su programa en contra de Pablo Iglesias, básicamente
que este tenía una cuenta secreta en el paraíso fiscal de Granadinas donde Maduro le había
transferido varios cientos de miles de euros, que esta información que había dado en su programa,
en al rojo vivo, procedente de una exclusiva de OK Diario de Eduardo Hinda, le reconocía Antonio
García Ferreras a Villarejo que él era consciente de que esa información era burda y por tanto
presumiblemente falsa. En los audios que se han filtrado este fin de semana podemos escuchar textualmente
la siguiente conversación entre Ferreras y Villarejo, dice Ferreras. Yo le dije a Eduardo Hinda,
Eduardo, esto es muy serio, yo voy con ello, pero esto es muy delicado y es demasiado burdo. Repito,
voy con ello, pero es demasiado burdo y Villarejo le responde. Claro, y Ferreras insiste,
es demasiado burdo, es decir, porque yo no sé, y prosigue con una explicación más amplia. Ferreras,
estos son bolivarianos, los de Podemos, que total, estos han estado allí. Claro que nunca se han
ocultado. Ahora, yo no creo que Pablo Iglesias abra una cuenta en las garnadinas a su nombre,
dos apellidos para que Maduro, el día que se escribe Podemos, le mande 200.000 euros. Joder,
son bastante más listos que todo esto. A mí me dice, hace siete años Pablo Iglesias en la
fundación tal recibió, vamos, seguro, seguro, y de Ecuador y de Bolivia, no sé qué, pero tío,
a nombre de tal y encima con la madre por delante, él me dijo también los servicios de inteligencia
cubanos, tío, los cubanos, que no, que no. Y a mí me ha dicho a alguien que los cubanos no les
están pasando nada a los americanos, a pesar de todo, que ahora es verdad que hay un deshielo y tal,
pero que no les están pasando nada. Por tanto, de esta conversación que mantuvieron Ferreras y
Villarejo hace años, se desprende que Ferreras era consciente o al menos atribuía una elevada
probabilidad a que esa información que estaba dando en su programa fuera una información falsa.
¿Cómo se ha defendido esta mañana el periodista? Pues diciendo que, primero, cuando dieron la
información, él no sabía que era información falsa, lo cual no encaja exactamente con el tono
de la conversación, porque en la conversación se dice, voy con ello, aunque es demasiado burdo,
no fui con ello, aunque luego he sabido que esto era demasiado burdo, no. En el momento en el que se
tomó la decisión de ir con ello, ya se era consciente de que era burdo y, por tanto,
presumiblemente falso. En cualquier caso, esa ha sido una línea de defensa que él, cuando dio la
información, no era consciente de que era información falsa y la segunda línea de defensa ha
sido decir, y esto es cierto, que nada más dar la información se dio paso al turno de réplica
de Pablo Iglesias, es decir, se permitió que Pablo Iglesias entrara en directo a desmentirlo.
Sin embargo, si tú consideras que una información es falsa y si tú no aclaras en directo que crees
que esa información que ha aparecido en algunos medios de comunicación es una información falsa,
contraponer a Pablo Iglesias con una información que crees que es falsa de Pablo Iglesias no es
ecuánime, no es equitativo, le estás poniendo a Pablo Iglesias en el brete de tener que desmentir
algo que tú crees que es mentira. Es como si un medio de comunicación publicara sobre mí que
soy un ladrón y un estafador y luego esa noticia apareciera en todos los medios de comunicación
y me dieran la opción de réplica. Hombre, si los medios de comunicación creen que esa información
es veraz, estarían haciendo bien transmitiéndola, pero si creen que es falsa, difundir ampliamente
esa información y escudarse en que me han dado derecho de réplica pues desde luego no es en absoluto
rigor, honestidad y de ontología profesional. Más allá de la opinión que cada uno podamos tener
sobre Podemos y mi opinión sobre Podemos es público y notorio que es altamente negativa,
el periodismo no puede recurrir a la mentira para combatir lo que ellos consideran que es el mal
o que es un error o que es un peligro para el país. Si Podemos era y es un peligro para el país,
habrá que demostrarlo con argumentos de fondo de por qué es un peligro para el país. Es decir,
si tú tienes la convicción de que es un peligro para el país, lo será por A, por B, por C o por D.
Pues bien, muéstranos SA, SB, SC y SD. Eso es algo que, por ejemplo, yo intento hacer
frecuentemente en este canal sin necesidad de presentar información que sepa que es falsa,
no hace falta, se puede desmontar a Podemos, se puede criticar a Podemos, se puede exponer a Podemos
sin necesidad de mentir. Y el problema es que cuando un periodista miente o presuntamente miente cuando
se genera una apariencia de que ha mentido, una apariencia que en este caso tiene bastante
fundamento y bastante verosimilitud, cuando se genera la apariencia de que un periodista
ha mentido, y cuando digo mentido, lo digo en el pleno significado de esta palabra, es decir,
no que sea equivocado, porque equivocarnos Podemos todos, sino que conscientemente ha
dado una información falsa. El problema es que cuando esto sucede, ese periodista pierde la
credibilidad a la hora de dar nuevas noticias, nuevas informaciones, no me estará volviendo a engañar,
no me estará intentando manipular ahora que está dando esta nueva información. Y en general,
la profesión periodística puede caer en un progresivo descredito. Cuantos más dentro de la
profesión hay que ejercen este tipo de periodismo donde ofrecen información que ellos saben,
de la que ellos son conscientes, que es una información falsa. Y el periodismo, el periodismo
político, es un contrapoder fundamental en cualquier sociedad libre, porque la misión del
periodismo político es fiscalizar al poder político. Es vigilarlo, es denunciar los excesos
y los abusos de poder que todo político tiende a cometer. Es denunciar las mentiras del poder
político porque el poder político tiende continuamente a mentir. Pero ¿cómo vas a denunciar
las mentiras frecuentes del poder político si tú mismo estás mancillado, estás corrompido,
estás manchado por esa mentira? Es más, el peligro al que nos podemos enfrentar ahora mismo es que,
en medio de ese descrédito de la profesión periodística, los políticos aprovechen para
condenar intoto a la profesión periodística y para desacreditar cualquier tipo de información no
falsa sino auténtica que se publicite contra ellos. De hecho, en el día de ayer presenciamos
cuatro significativas campañas de apoyo internacionales en favor de Pablo Iglesias. Los
presidentes de Chile, de Argentina, de Colombia y de México salieron a arropar a Pablo Iglesias en
contra de las campañas de difamación, de las campañas periodísticas en contra de la figura
del ex líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias. Que cuidado, en este caso, está bien que se le arrope,
porque en este caso, aparentemente, Pablo Iglesias fue la víctima de una campaña de desinformación.
Pero si leemos los mensajes de Bórik, de López Obrador, de Fernández o de Petro,
comprobaremos que lo que están haciendo no es solo arropar a Pablo Iglesias en este caso
concreto, sino aprovechar este caso de mentiras periodísticas contra Pablo Iglesias para cargar
contra los propios periodistas críticos de su país. Por ejemplo, Tweet de Gabriel Bórik. Las
noticias falsas le han hecho un profundo daño a la convivencia social. Aquí vemos lo que le han
hecho durante años a Podemos en España, que no es muy distinto de prácticas de muchos en nuestra
América Latina. Cuidemos nuestras democracias. Es decir, que Bórik, aprovechando una campaña de
difamación contra Pablo Iglesias, está preparando, está orquestando una campaña política contra
el periodismo patrio que le sea crítico, equiparándolo con la campaña de desinformación contra Pablo
Iglesias, que en ese caso concreto se haya mentido no significa que toda información contra Bórik o
contra Pablo Iglesias sea información falsa. Por ejemplo, Gustavo Petro señala con colaboración de
miembros de la policía un periodista decide difamar a sabiendas de que la noticia era falsa un
movimiento progresista de España. Todo se descubrió al final. Parece un déjà vu. Es decir, que eso que
le han hecho a Pablo Iglesias en ese caso concreto es lo que me hacen a mí. Bueno, quizá haya periodistas
que difamen a Gustavo Petro, al igual que hay periodistas que difaman a otros políticos no
de izquierdas. Pero lo que no se debe hacer es presuponer que toda crítica, que toda información
que se destapa contra Gustavo Petro o contra Abril Bórik, es una información falsa por el
hecho de que una información que se dio sobre Pablo Iglesias fuera una información falsa. La
veracidad de cada información deberá juzgarse en aislado y si se descubre que un periodista ha dado
información conscientemente deliberadamente falsa, entonces obviamente habrá que purgar
responsabilidades personales de ese periodista, no del conjunto de la profesión periodística o lo
que es peor de una parte de esa profesión periodística a la que, por mantener una actitud crítica,
una actitud fiscalizadora del poder político de izquierdas de un país, ya se presupone que es una
facción mentirosa propagandística al servicio de intereses expurios dentro de ese país. También
Andrés Manuel López Obrador se solidarizó diciendo, se van a enojar millones de paisanos de mi abuelo,
pero es de pena ajena e indignante la campaña de los conservadores, Antonio García Ferreras es un
periodista de izquierdas, es un periodista cercano al PSOE, de conservador no tiene nada, en contra
de los dirigentes de Podemos, de nuevo por tanto López Obrador intenta vincular las mentiras
periodísticas con el periodismo conservador, con el periodismo de derechas, por el hecho de que en
España un periodista de izquierdas haya dado información falsa de manera aparentemente
consciente sobre Podemos y a inferimos que todos los periodistas conservadores o que el periodismo
conservador tiende a dar noticias falsas sobre Podemos, pero desde luego quien mejor expresa
esta falacia absoluta, como suele ocurrir, es el presidente de Argentina Alberto Fernández.
¿Qué dice Alberto Fernández al solidarizarse con Pablo Iglesias? Hoy ha quedado demostrado
cómo se propalan noticias contra Pablo Iglesias para denostar a Podemos, igual ocurre entre
nosotros, tienes al país destrozado completamente, pero las noticias que llegan sobre tu gobierno,
cuando son críticas, son noticias falsas. Siga Alberto Fernández, las noticias falsas
difundidas por cierto periodismo para difamar, desanimar o perseguir dirigentes políticos
y eren profundamente a la democracia. Cuidado, el periodismo que difama evidentemente es un
periodismo que no cumple con su labor. Ahora, el periodismo que persigue informativamente,
el periodismo que critica, que denuncia excesos de poder de los políticos, de izquierdas
o de derechas, es un periodismo que desarrolla su labor. Eso de que el periodismo por perseguir
a un dirigente político que puede estar haciéndolo fatal, que puede estar abusando de su poder,
es un periodismo que erosiona la democracia, es falso. Lo que erosiona la democracia es
que el periodista no controle los abusos del poder político.
Y como no, Pablo Iglesias le replica en ese mismo sentido. Gracias, presidente, la guerra
sucia política, jurídica y mediática se aplica casi siempre contra los que empujan
la democracia contra los privilegiados. En Argentina y en América Latina lo sabéis
bien, fuerza. Vamos, que el periodismo de izquierdas nunca miente, aunque en este caso
Antonio García Ferreras es un periodista de izquierdas, no depodemos, pero sí de izquierdas
o de centro izquierdas si lo queremos, y el periodismo conservador tiende a mentir sistemáticamente
para evitar que los políticos de izquierdas lleguen al poder y emancipen y liberen a las
masas de ciudadanos de la opresión de los privilegiados.
Y quien diga lo contrario probablemente forma parte de esa brunete mediática de extrema
derecha. En definitiva, en relación a los audios entre García Ferreras y Villarejo que hemos
conocido este fin de semana, hay dos cuestiones que conviene deslindar. La primera es que
un periodista, en este caso García Ferreras, ofreciera una información falsa aparentemente
sabiendo siendo consciente de que era falsa. Y eso es algo que claramente hay que criticar
y hay que denunciar porque es mala praxis periodística, es justamente lo que el periodismo
no debería hacer. El periodismo no debería mimetizarse con la política, la política
es mentira sistemática, el periodismo no debería serlo, debería ser un antídoto contra esa
mentira sistemática. Esa es una cuestión. Y la otra es que ahora mismo la víctima
de esa desinformación específica, que fue en este caso Pablo Iglesias y otros aliados
ideológicos de Pablo Iglesias en Hispanoamérica, Bórik, López Obrador, Fernández, Petro,
estén aprovechando este caso para lanzar una invectiva generalizada contra el periodismo
nacional que les es crítico. Como a los políticos no les interesa que les critiquen, lo mejor
que pueden hacer es desacreditar a quienes les critican. Y si hay motivos, si hay argumentos
para desacreditarlos, bien hecho está que se les desacredite y se les exponga para que
dejen de ejercer la profesión o para que la sigan ejerciendo, pero desde el rigor y
la deontología periodística. Ahora bien, desacreditar, porque sí, en principio, por
el hecho de que alguien va en contra de ti o por el hecho de que alguien no tiene tu
ideología, y precisamente porque no la tiene, te está criticando, ese tipo de estrategia
política, que es la que desplegaron ayer, Fernández, Petro, Bórik y López Obrador,
es una estrategia política contraria a una sociedad libre. Es una estrategia política
que pretende desactivar el periodismo crítico para que los políticos no se vean limitados,
no se vean restringidos por ese cuarto poder, por ese contrapoder, que es el periodismo o
que es al menos una parte del periodismo. Si se quiere acusar a algo de alguien, en este
caso a un periodista de mentir, habrá que hacerlo con pruebas específicas en cada caso,
y no presuponer que está mintiendo por el hecho de que te esté criticando a ti, de
que esté dando una información sobre ti que te perjudica, por considerar que tú eres
el libertador del pueblo y que por consiguiente cualquiera que te critique, cualquiera que
te ataque, es porque es un enemigo del pueblo. Y esa es la estrategia populista antiperiodistas
que están desplegando diversos líderes hispanoamericanos al calor de un caso cierto de desinformación
que hubo en España contra Pablo Iglesias. Aprovechamos la evidencia singular de mal periodismo
para condenar todo el periodismo que no me gusta.