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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Iván Espinosa de los Monteros, portavoz parlamentario de Vox y una de las caras más visibles y
conocidas del partido, abandona la política. ¿Cuáles son las implicaciones de todo ello?
Veámoslo.
Iván Espinosa de los Monteros deja la política.
Desanuncio a todos que en el día de hoy voy a renunciar a mi acta de diputado por motivos
personales y familiares.
Los políticos siempre suelen justificar sus decisiones apelando a motivos personales y
familiares.
Y dejando de lado la cuestión de si en este caso es cierto o no lo es, es decir, si Iván
Espinosa de los Monteros ha abandonado realmente la política por eso o por otros motivos que
ahora mismo no está desvelando, lo cierto es que más allá de la interpretación que
hagamos cada uno de nosotros de las razones de esta decisión, esta decisión conlleva
Y esas consecuencias afectan fundamentalmente a dos cuestiones.
Por un lado, el alineamiento ideológico de Vox y por otro, la entereza programática
de Vox como alternativa política.
Primero, sobre el alineamiento ideológico de Vox.
Los partidos políticos, todo partido político, está compuesto por familias ideológicas
que en el fondo son familias de lealtades.
No hay ningún partido político que sea un bloque ideológico monolítico, donde todos
tengan exactamente las mismas ideas.
Aunque pueda haber un tronco común, luego empiezan a crecer las ramas y esas ramas conforman
familias.
Hay unos miembros de ese grupo político que preferirían orientarlo en una dirección
y hay otros miembros que preferirían orientarlo en otra.
Y cada familia tiene sus propios líderes, sus propios referentes que de alguna manera
aglutinan a todos los demás miembros, muchas veces no visibles, que integran esa familia.
Pues bien, Iván Espinosa de los Monteros será claramente el líder de la familia que
podríamos denominar liberal dentro de Vox.
Estoy utilizando este adjetivo ideológico, liberal, de manera muy laxa.
Es decir, no estoy evaluando si esas personas eran liberales en términos absolutos o escrupulosos
del término.
Primeramente me estoy refiriendo a que eran más liberales, especialmente en lo económico,
que el promedio de Vox.
Por supuesto, al lado de un libertario o de un liberal clásico, podían ser personas
bastante poco liberales, bastante alejadas del liberalismo.
Pero en relación al resto de miembros de Vox, ese grupo de personas lideradas formal o informalmente
por Iván Espinosa de los Monteros sí eran desde luego más liberales, bastante más
liberales que el resto de Vox.
Pues bien, esa familia liberal dentro de Vox ha sido totalmente desarticulada, totalmente
liquidada.
Tras los resultados de las últimas elecciones generales, prácticamente ya había quedado
para el derribo.
Básicamente porque algunos de los miembros de esa familia liberal ni siquiera habían
sido incluidos en las listas, mientras que otros que habían sido incluidos en las listas
no obtuvieron, no lograron en las elecciones su acta de diputado.
Quizá el caso más destacado de miembro de Vox dentro de la familia liberal fue Rubén
Manso, que no fue incluido en las listas.
Pero también podríamos mencionar a otra persona que tampoco fue incluida en las listas
y que desde luego formaba parte del grupo de Iván Espinosa de los Monteros.
Y me estoy refiriendo a Víctor Sánchez del Real.
No solo eso, como he dicho, otras personas también más o menos afines, más o menos
cercanas, al menos simpatizantes con el grupo liberal dentro de Vox, si bien fueron incluidos
en las listas, no lograron su acta de diputado.
Este es el caso, por ejemplo, de Francisco José Contreras, que iba como número 2 en
Sevilla y no logró salir elegido, o de Víctor González, que iba de número 1 por Salamanca
y tampoco salió elegido, o de Inés Cañizárez, que iba de número 2 por Toledo y tampoco salió
elegida.
Después de esta confección de las listas y de este resultado electoral que dejó descapitalizada
a la facción liberal, entre comillas, dentro de Vox, ahora llega el abandono de la política
del que era el cabecilla visible que aglutinaba a todas esas personas, a todos esos miembros
intermedios de Vox que tenían cierta afinidad liberal, como es Iván Espinosa de los Monteros,
pues entonces directamente lo que ha sucedido es que la facción liberal dentro de Vox ya
no existe.
¿Qué diputado o qué alto cargo a día de hoy dentro de Vox muestra, exhibe una cierta
simpatía hacia el liberalismo?
¿Quiénes se distinguen por defender si no una sociedad, si una economía más libre
dentro de España?
No los hay.
Por eso digo que la familia liberal dentro de Vox ha sido liquidada.
No voy a entrar a valorar si esto ha sido resultado de una purga, de una acción consciente
y deliberada de la dirección de Vox o no.
Simplemente estoy constatando los hechos, que ya no hay familia liberal dentro de Vox.
Y por tanto, si una de las familias ideológicas dentro de Vox ha desaparecido a todos los
efectos, cabe esperar que ahora el partido se oriente hacia las posiciones que quieren
marcar las otras familias.
Y la familia ideológica hoy predominante dentro de Vox es la nacionalista filofalangista
que encabeza Jorge Buxadé.
Jorge Buxadé se hizo inicialmente con el control del grupo político de Vox en el Parlamento
Europeo.
Posteriormente consiguió colocar como secretario general de Vox, es decir, como número 2 formal
del partido, a Ignacio Garriga, que es una de sus personas de confianza y que también
integra a esa familia nacionalista filofalangista.
Y ahora todo apunta, veremos qué termina sucediendo, pero todo apunta a que se hará
también con el control del grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados de España.
Porque hasta el momento, Iván Espinosa de los Monteros se da el portavoz parlamentario,
es decir, el que organizaba dirigía el grupo parlamentario de Vox en el Congreso.
Ahora que Iván Espinosa de los Monteros se ha ido, habrá que reemplazarlo y cabe suponer
que la persona que lo reemplace será una persona de nuevo del entorno de confianza
de Jorge Buxadé.
Insisto, no hace falta especular si Jorge Buxadé ha tramado un plan para cargarse a
la facción liberal y a Iván Espinosa de los Monteros.
Da igual, el hecho es que ha sucedido, hoy no existe facción liberal y la facción de
Buxadé nacionalista y filofalangista tiene prácticamente todo el control de Vox.
Esta es por tanto la primera consecuencia referida al alineamiento ideológico de Vox
del abandono de la política de Iván Espinosa de los Monteros.
Pero existe una segunda consecuencia, en parte derivada de la anterior.
Segunda consecuencia que afecta a la entereza programática de Vox como proyecto político
alternativo para España.
Por las razones que fueran, probablemente porque no había nadie más en las otras familias
que pudiese hacerse cargo, la confección del programa económico de Vox recayó durante
los últimos años en esa familia que podemos llamar liberal.
No es que las otras familias no intentarán meter el cazo, no intentarán influir sobre
las medidas económicas, esto, por ejemplo, se vio muy claramente en el último programa
electoral del 23 de julio, donde ya se apreciaba un giro proteccionista, un giro anticomercio,
un giro tradicionalista de las medidas económicas de Vox.
Pero globalmente y más allá de que las cuentas no cuadraran, globalmente seguía siendo
un programa que tenía carencia liberal, recortar el gasto, bajar impuestos, desregular, etcétera.
Pues bien, con la desaparición, con la liquidación de la familia liberal dentro de Vox, también
se ha liquidado, desde un punto de vista más técnico y menos ideológico, a aquella parte
del partido que estaba encargada de confeccionar el programa económico de Vox.
Y la cuestión, desde un punto de vista técnico, programático, pasa a ser la siguiente.
Sin Rubén Manso, sin Inés Cañizares, sin Iván Espinoza de los Monteros, sin Víctor
González, ¿queda alguien dentro de Vox, dentro de los altos cargos o cargos intermedios,
claro, no me refiero a militantes de base, ¿queda alguien dentro de Vox que sepa algo
de economía y que quiera convertir la economía en uno de los asuntos clave del debate político?
Por ejemplo, ¿quién puede ocupar la portagocía económica dentro del Congreso de los Diputados
y ocuparla con criterio y con conocimiento, no para soltar cuatro consignas desinformadas?
¿O quién va a marcar a partir de ahora las líneas generales del programa económico
de Vox, del discurso económico de Vox como partido?
Cuestiones como hay que apoyar un impuesto extraordinario a la banca, como acaba de aprobar
Meloni, o no hay que hacerlo. Hay que apoyar una subida del salario mínimo interprofesional,
como suele hacer el sindicato Solidaridad de Vox, o no hay que hacerlo. Hay que defender
una liberalización del mercado laboral o hay que oponerse a ella. Hay que abrazar,
que sea con matices, con excepciones, la libertad de comercio, o hay que oponerse frontalmente
a la misma y, por tanto, defender cualquier arancel que pueda llegar a colocarse en España
o en Europa. Hay que aumentar las transferencias sociales o no hay que hacerlo.
Este tipo de cuestiones, que son las que un partido político tiene que responder cada
día, porque cada día se tiene que posicionar, tiene que tomar partido sobre las distintas
propuestas políticas que están encima de la mesa. Este tipo de cuestiones, para ser respondidas
adecuadamente, necesitan de una cabeza económica detrás, una cabeza económica que tenga conocimiento
sobre economía, conocimiento sobre todo de base técnica, una cabeza económica que tenga una visión
de conjunto sobre hacia dónde querría orientar la economía española, si hacia una economía más libre,
si hacia una economía menos libre, si hacia una economía que combine algunos aspectos de libertad
con otros de redistribución estatal de la renta y otros de regulación, etcétera. Es decir,
tiene que haber un plan económico detrás. Y la cuestión que vuelvo a formular es quién hoy,
dentro de los cuadros principales de Vox, tiene conocimientos técnicos para poder elaborar este
programa, para confeccionar la visión económica de conjunto del partido político Vox, aquella con
la que los ciudadanos identifiquen a ese grupo político. Pues mucho me temo que a día de hoy
no hay nadie. Y si Vox no tiene ninguna cabeza económica entre sus cuadros intermedios o sus
cargos de mando, y no es fácil que pueda tenerla, porque una cabeza económica necesita actuar con
autonomía. Necesita confeccionar ese programa económico sin que desde arriba le estén diciendo,
coloca esto, aunque no tenga ningún sentido colocarlo. Y claro, si tú no estás ya dentro
de los puestos de mando, va a ser muy complicado que los puestos de mando hagan un fichaje externo
al partido o asciendan a un militante de base y le digan, tú no te preocupes, que ahora tienes
plena autonomía, plenos poderes para definir la identidad económica de Vox. Nosotros no nos vamos
a meter con lo que hagas. Evidentemente no va a ser así, no puede ser así. No van a regalarle
una cuota de poder tan inmensa dentro del partido a alguien que hoy no tiene ese poder. Y por tanto,
si se han cortado las cabezas económicas entre los puestos de mando de Vox, lo que va a suceder es
que Vox va a carecer de un discurso económico sólido, técnico, coherente. Probablemente a lo
que asistamos sea, por un lado, a una marginación de las cuestiones económicas dentro de Vox,
no interesa la economía, y por otro, cuando se toquen asuntos económicos, porque no quepa
otro remedio que tocarlos, porque estén en el debate público en ese momento, a una degeneración
demagógica de ese discurso económico, la sustitución de propuestas con más o menos cierta base por
consignas propagandísticas sin contenido. Y un partido político sin un discurso económico
más o menos identificable y más o menos coherente es un partido político que no puede ser alternativa
de gobierno, que no será percibido por una mayoría de ciudadanos como alternativa de gobierno. De ahí,
en definitiva, que el abandono de la política por parte de Iván Espinosa de los Monteros sean
cuáles hayan sido las causas reales que han motivado ese abandono, el abandono de la política
por parte de Iván Espinosa de los Monteros vaya a tener dos muy importantes implicaciones sobre el
futuro de Vox. Por un lado, la liquidación de la familia liberal o que veía con cierta simpatía,
sin demasiada hostilidad, el liberalismo, sobre todo económico, dentro de Vox. Y por otro,
la erradicación de las mentes pensantes en materia económica dentro de Vox. O dicho de otra manera,
ni quedan liberales ni quedan economistas en Vox. Y esto, en suma, lo único que hace es adoquinar
el camino hacia una degeneración antiliberal y populista de Vox.