This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
La tasa de inflación en Argentina supera el 60%.
También culpa de Putin y de los cuellos de botella.
No exactamente.
Veámoslo.
La inflación de Argentina llegó al 60,7% el pasado mes de mayo.
La cifra más elevada de los últimos 30 años.
En países como Estados Unidos o como España estamos acostumbrados a
escuchar que la históricamente alta inflación que estamos sufriendo se debe
a circunstancias externas exógenas a la gestión a las decisiones políticas que
han tomado esos países, que si se debe a los cuellos de botella provocados
durante la pandemia o que si se debe a la invasión de Ucrania por parte de
Putin, los políticos nacionales no suelen asumir su responsabilidad en la
inflación que están sufriendo los ciudadanos.
En el caso de Argentina es muy complicado argumentar, aunque sus políticos
locales desde luego lo intentan, que ese 60,7% de inflación, una tasa de
inflación que es entre 5 y 6 veces la que está padeciendo el resto del mundo,
que ha sufrido los mismos cuellos de botella y los mismos efectos de la
guerra en Ucrania que ha sufrido Argentina, es muy complicado argumentar que se
debe a estos factores.
Por tanto tiene que haber otras causas que expliquen ese 60,7% de inflación y
¿cuáles son esas causas? Bueno, empecemos por lo más fundamental, la inflación
desde un punto de vista monetario se origina cuando la oferta de dinero
supera la demanda de dinero. Si se oferta mucho más dinero del que la gente
quiere tener en sus saldos de tesorería, conforme ese dinero llega a manos de la
gente, se desprenden de él y se desprenden de él con descuento, es decir,
reduciendo su valor. Y si se reduce el valor del dinero, los precios del resto de
mercancías expresadas en un dinero que vale menos aumentan.
Por tanto, repito, la causa monetaria de la inflación es que la oferta
monetaria supere la demanda monetaria. Y con esta idea tan sencilla vamos a ser
capaces de explicar la muy alta inflación que está experimentando
Argentina. Desde el lado de la demanda monetaria, ¿cuál es el problema al que
se enfrenta Argentina? Pues el problema al que se enfrenta Argentina es que la
demanda nacional, no digamos ya internacional, claro, de pesos argentinos
es nula. Durante los últimos 20 años la tasa media de inflación en Argentina
ha sido del 20% anual, con lo cual el peso no es un buen dinero para
almacenar valor a largo plazo. Ningún argentino ahorra en pesos, ningún
argentino atesora pesos porque sabe que si lo hace se va a arruinar. Por
consiguiente, uno de los principales vehículos de la demanda de dinero, la
demanda de atesoramiento, en el caso del peso argentino no existe, pero es que
incluso el otro factor que influye sobre la demanda de dinero, la demanda con
motivo de transacción, la demanda para hacer pagos, en el caso del peso también
se haya muy reducida porque muchas transacciones en argentina se efectúan
ya en dólares, no en pesos. Por consiguiente, la demanda argentina de
pesos es muy estrecha, es muy pequeña, prácticamente ningún argentino está
dispuesto a recibir pesos y a mantenerlos en sus saldos de tesorería, en
su cartera, en su cuenta corriente en grandes cantidades durante mucho tiempo.
Y claro, si hemos dicho que la inflación se origina cuando la oferta de
dinero supera la demanda de dinero y estamos diciendo que la demanda de dinero
es muy pequeña, a poco que aumente la oferta de dinero todo ese incremento de
la oferta en un país como Argentina que no demanda pesos, se traducirá en
inflación. Démonos cuenta de que esto es distinto a lo que ha sucedido durante la
última década en Estados Unidos o en la Eurozona. Es verdad que estos bloques
económicos han creado mucha base monetaria pero es que había demanda
nacional e internacional por esos activos monetarios. Por tanto, si aumenta la
oferta de dinero pero esa mayor oferta de dinero va de la mano de una mayor
demanda de dinero, eso no genera inflación. Pero sí, como en el caso de
Argentina, no hay demanda de pesos o prácticamente no hay demanda de pesos y
tu incrementas la oferta de pesos, todo eso va directamente a inflación. Por
ende, demanda muy reducida de pesos en Argentina. ¿Y qué ha sucedido con la
oferta de pesos en Argentina? Pues que desde el año 2020, desde que comenzó la
pandemia, se ha duplicado la oferta monetaria medida a través de la base
monetaria de los pesos que crea específicamente el Banco Central de
Argentina como sus propios pasivos, la oferta monetaria medida como base
monetaria se ha duplicado desde principios del año 2020. Si se duplica la
oferta monetaria y la demanda monetaria no es que no se haya duplicado sino que no
ha aumentado nada, pues la inflación se dispara y el hecho de que se dispare la
inflación lo que provoca es que se hunda todavía más la demanda monetaria
alimentando todavía más inflación porque si hubiese algún argentino que
estaba atesorando por algún motivo pesos, desde luego con una inflación del
60% no va a querer atesorar ninguno y nada más recibir un peso lo va a
intentar largar a cualquier precio, por tanto generando todavía más inflación.
Y si los argentinos no demandan pesos, ¿no podría el Banco Central argentino
demandar pesos para tratar de estabilizar su valor? Pues no puede. ¿Y por qué no
puede? Pues porque para que el Banco Central argentino demande pesos, reabsorba
pesos, reduzca la oferta monetaria comprando pesos, necesita tener un
activo contra el que comprarlos y ese activo son los dólares. Si el Banco
Central argentino tiene pesos, puede utilizar los dólares para
recomprar base monetaria, su oferta monetaria y por tanto estabilizar el
valor del peso frente al dólar y por tanto también frente al resto de
bienes. ¿Cuál es el problema que las reservas de dólares en Argentina, en el
Banco Central de Argentina, están muy bajas desde el año 2019 se han hundido?
No sólo eso, hay que tener en cuenta cuál es la cantidad de reservas en
relación con la base monetaria y como estamos viendo las reservas han caído y
la base monetaria recordemos se ha duplicado por tanto menos reservas de
dólares respaldando una base monetaria muchísimo mayor. La capacidad del Banco
Central de Argentina para estabilizar el peso se ha visto seriamente dañada. En
resumen, la inflación en Argentina se explica por factores esencialmente
monetarios, incremento enorme de la oferta monetaria sin que la demanda
monetaria haya ido acompasada a ese incremento de la oferta monetaria, pero
entonces la pregunta del millón es ¿por qué la oferta monetaria ha aumentado
tanto? Porque el Banco Central ha impreso tanta cantidad de dinero, tanta
cantidad de pesos y la respuesta en este caso es muy clara para financiar el
gasto público. En Argentina los impuestos son muy altos, pero el gasto
público también es muy elevado y como consecuencia el gobierno tiene un
déficit público persistente y a diferencia de lo que sucede en otros
países donde ese déficit público persistente se financia emitiendo deuda
que compran inversores privados, en Argentina el grueso de ese déficit se
financia imprimiendo dinero. Dado que durante la pandemia hubo que financiar
a través de la impresión de dinero déficits públicos muy grandes, esos
déficits públicos se tradujeron en una expansión brutal de la base monetaria.
En este gráfico extraído de los propios informes del Banco Central de la
República Argentina podemos observar cuál es la contribución del déficit
público de la monetización del déficit público de la creación de base
monetaria para financiar el déficit público, podemos observar cuál es la
contribución del déficit público al incremento de la oferta monetaria en
Argentina y como podemos ver en el año 2020, el año de la pandemia, el Banco
Central de Argentina tuvo que crear una base monetaria equivalente al 3% del
PIB de Argentina para financiar directamente al gobierno. Es verdad que en el
año 2021 y en el año 2022 esa financiación ha sido mucho más moderada
pero es que hay una enorme cantidad de pesos embalsamados del año 2020 que
están ahora dejándose sentir en la economía real en forma de precios muy
elevados y además como ya hemos dicho en la medida en que la enorme impresión
de pesos para financiar el gasto público que ahora están circulando por la
economía y generando inflación, en la medida en que generan una inflación muy
alta que sucede con la demanda de pesos, que cae todavía más y una reducción de
la demanda de pesos en relación con la oferta existente significa más inflación.
No toda inflación tiene que venir siempre necesariamente de mayor oferta,
puede venir de menor demanda y si tu alimentas la inflación con mayor oferta
la subsiguiente inflación te puede venir con menor demanda. ¿Qué debería
hacer por tanto Argentina para estabilizar su nivel de precios, para
luchar contra la inflación? Pues no lo tiene nada sencillo porque lo fundamental
para que a medio largo plazo Argentina no experimente inflación es restaurar,
recuperar la credibilidad del peso e históricamente la credibilidad del peso
ha sido nula aunque llegará un gobierno que durante dos o tres años
consiguiera restablecer la credibilidad del peso, nada les asegura a los
argentinos que en cinco, seis, siete años no vuelvan los gobiernos argentinos a las
andadas de utilizar el peso generando inflación para financiarse.
Por tanto, el ejercicio es muy complicado pero idealmente habría que
restablecer la credibilidad del peso y cómo se restablece la credibilidad del
peso cuadrando las cuentas con estabilidad presupuestaria. Si el gobierno
no necesita imprimir pesos para financiar su endeudamiento entonces se da
creíble el compromiso de que el gobierno en el futuro no va a generar inflación
para financiarse pero en la medida en que haya un déficit público estructural y
en la medida en que Argentina lógicamente no pueda acceder a los
mercados para financiarse lo único que le queda es imprimir pesos. Si hay
déficit público habrá creación monetaria y si hay creación monetaria
en el contexto actual habrá inflación y si hay inflación la demanda de dinero
no aumentará con lo cual toda impresión monetaria se traducirá en inflación.
Ahora bien, si se consiguiera estabilizar el presupuesto, si las fuerzas
políticas argentinas se comprometieran a no volver a abusar de los déficits
públicos y de la monetización de los déficits públicos en el futuro y si el
Banco Central de Argentina, por tanto, pudiese tener un estatus independiente
cuya única misión fuera a controlar la inflación y no financiar al gobierno,
si todas estas circunstancias mágicas que no se van a dar se dieran entonces
Argentina podría salir de la trampa de la muy alta inflación en la que está
sumergida desde hace décadas. Y como todo eso, insisto, no se va a dar
probablemente la solución más sencilla para combatir y para acabar, al menos con
la explosiva inflación que tiene ahora mismo Argentina, es dolarizarse, es decir,
adoptar como moneda propia una moneda que no sea gestionada por la propia clase
política argentina, una moneda que sea creíble en la medida en que no está en
manos de aquellos que no tienen ninguna credibilidad, los políticos argentinos.
No es que el dólar en este momento lo esté haciendo espectacularmente bien, la
tasa de inflación en dólares supera el 8%, pero desde luego lo está haciendo
bastante mejor de lo que lo está haciendo el peso argentino.
Por consiguiente, la muy alta inflación de Argentina no se debe en lo esencial ni
a los cuello de botella de la pandemia, ni a los efectos de la invasión de
Ucrania por parte de Putin, se debe simple y llanamente al peronismo.