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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Desde que el Banco de España publicó hace una semana un demoledor informe en el que
ponía de manifiesto que la subida del salario mínimo en el año 2019 podría haber destruido
y dejado de crear entre 90.000 y 170.000 empleos, se nos ha venido repitiendo desde muy diversos
medios de comunicación el mensaje de que una comisión de expertos en el salario mínimo
interprofesional recomienda insta al gobierno a que suba el salario mínimo.
La comisión de expertos recomienda al gobierno que suba el salario mínimo interprofesional.
En concreto piden un aumento de entre 12 y 19 euros este año y añaden que esa subida
debe ser más acusa del año que viene y el siguiente.
En este mismo sentido podemos, por ejemplo, leer al periódico la comisión de expertos
recomienda un salario mínimo de entre 962 o 969 euros este 2021.
El diario El País, el grupo de expertos de trabajo, pide que se suba el salario mínimo
hasta los 1047 euros en 2023, o incluso la vanguardia, los expertos piden subir ya
el salario mínimo.
Y claro, si los expertos que son quienes entienden de esto recomiendan que hay que subir el salario
mínimo, entonces a pesar de la evaluación que hizo el Banco de España sobre los negativos
efectos que tuvo la subida del salario mínimo en el año 2019, pues a pesar de esos negativos
efectos en el año 2019, significará que si los expertos avalan la subida en 2021 que
habrá que subir el salario mínimo en 2021 tal como defiende el Ministerio de Trabajo
de Yolanda Díaz y en contra de lo que defiende, por ejemplo, el Ministerio de Economía de
Nadia Calviño.
Pero de verdad este grupo de expertos, esta comisión de expertos en el salario mínimo
recomienda, pide al gobierno que suba el salario mínimo en 2021, 2022 y 2023, no, ni pide
ni recomienda absolutamente nada y no lo hacen no porque estos expertos no tengan su opinión
sobre si hay que subir o no hay que subir el salario mínimo y a buen seguro habrá expertos
que crean que sí hay que subir el salario mínimo y habrá otros muchos expertos que
considerarán que no hay que subir en estos momentos el salario mínimo, pero la cuestión
es que la comisión no trataba sobre las opiniones sobre el análisis de cada uno de estos expertos,
la comisión no se constituyó para que las personas que la integraran emitieran su juicio
personal sobre si había o no que subir el salario mínimo.
El Ministerio de Trabajo constituyó esta comisión de expertos en el salario mínimo
con un mandato que queremos subir el salario mínimo hasta el 60% del salario medio en España,
por tanto, vuestra misión es la siguiente, primero, calculadme cuánto es el 60% del
salario medio de España, que ese es el objetivo de salario mínimo nacional del Ministerio
de Trabajo, no el objetivo de los expertos que integran la comisión, a lo mejor sí
lo es de algunos expertos, pero no necesariamente de todos y en todo caso da igual porque los
expertos no se podían pronunciar al respecto.
El Ministerio les dijo, este es nuestro objetivo, calculadme cuánto es el 60% del salario medio
en España y, en segundo lugar, trazad rutas alternativas para alcanzar ese objetivo de
salario mínimo que nosotros hemos escogido, que el Ministerio de Trabajo ha escogido,
no vosotros, calculadme rutas para alcanzarlo en tres años.
El propio informe de la comisión de expertos es muy claro en este sentido, el resumen ejecutivo
desde el principio, desde el primer párrafo, deja clara cuál es la misión, cuál es el
mandato de la comisión de expertos y, por tanto, cuál no es el mandato, dice el informe.
El Ministerio de Trabajo y Economía Social, con el fin de cumplir la Carta Social Europea
suscrita por España y el acuerdo de coalición de gobierno de subir el salario mínimo hasta
alcanzar el 60% del salario medio en esta legislatura, encargó a esta comisión dos
objetivos, primero, estimar cuál es el 60% del salario medio, segundo, señalar cuál
es la senda más conveniente para, en su caso, alcanzarlo a lo largo de esta legislatura.
Estos eran los dos objetivos que incluía el mandato que realizó el Ministerio de Trabajo
a la comisión de expertos, pero los expertos, como tales, no emiten su opinión personal,
su opinión formada sobre si el objetivo de que el salario mínimo alcance el equivalente
al 60% del salario medio nacional es un objetivo sensato, adecuado, conveniente o no lo es,
y mucho menos que lo alcance en la presente legislatura. Como dice el texto, ese es un
compromiso político del acuerdo de gobierno entre PSOE y Unidas Podemos, y la comisión
de expertos no tiene competencias, no tiene el mandato, no tienen la libertad de evaluar
en este informe si ese objetivo político es un objetivo sensato o insensato.
Por tanto, cuando muchos medios de comunicación titulan que los expertos en el salario mínimo
recomiendan o piden al gobierno subir ya el salario mínimo, están mintiendo. Los expertos
no han hecho nada de eso. Los expertos se han encargado o se han limitado a cumplir
con el muy restringido mandato que les impuso el Ministerio de Trabajo. De hecho, lo que
los periodistas deberían plantearse es por qué ese mandato fue tan limitado, por qué
el Ministerio de Trabajo no les dio libertad académica a los expertos para que evaluaran
si era conveniente o no era conveniente subir el salario mínimo en España hasta el 60%
del salario medio en esta legislatura. ¿De qué tenía miedo el Ministerio de Trabajo?
¿Por qué limitó? ¿Por qué restringió de esta manera la libertad de expresión, la
libertad académica de estos expertos dentro de la comisión constituida por el Ministerio
de Trabajo? ¿Por qué no amplió el mandato a la evaluación de la conveniencia o inconveniencia
de subir el salario mínimo en España hasta volverlo equivalente al 60% del salario medio?
Es que acaso temía que los expertos emitieran una opinión experta, formada, fundamentada,
crítica con el objetivo político, con el pacto de gobierno respecto al salario mínimo
de incrementarlo hasta el 60% del salario medio. Si tanto le interesa al gobierno la opinión
de los expertos como para constituir esta comisión, ¿por qué a la hora de la verdad
cercena la opinión que pueden expresar los expertos respecto al salario mínimo y que
sería además la opinión verdaderamente valiosa, verdaderamente informativa de las políticas
públicas, la de si conviene o no conviene en estos momentos subir el salario mínimo
o, aún cuando queramos subir el salario mínimo, ¿cuáles son sus efectos esperables sobre
el mercado de trabajo en el corto y medio plazo? Porque, evidentemente, para calcular
cuánto es el 60% del salario medio, aunque se haya hecho con algunas técnicas más
refinadas que simplemente acudiendo al INE y establecer el 60% del salario medio que
calcula el INE, para calcular cuánto es el 60% del salario medio en España no hace falta
una gran comisión de expertos, tampoco para trazar distintas rutas posibles para alcanzar
a finales de 2023 ese 60% del salario medio. Para eso no hace falta tanta pompa y tanta
comisión de expertos. Ahora, ¿para evaluar realmente el impacto
y la conveniencia o inconveniencia de subir el salario mínimo? Sí, y para esto último,
para lo que es necesario, para lo que sería positivo tener una opinión de expertos independientes,
es justamente para aquello, para lo que el Ministerio de Trabajo no ha habilitado a la
comisión de expertos. Entonces, si todo esto es así, ¿para qué
ha servido al final esta comisión de expertos? Pues únicamente para la propaganda política
del Ministerio de Trabajo. El Ministerio de Trabajo ha vendido a la sociedad a través
de las correas de transmisión de ciertos medios de comunicación que una comisión
de expertos independientes ha avalado su objetivo político de subir el salario mínimo hasta
el 60% del salario medio, que incluso esa comisión de expertos ha presionado, ha instado
al Gobierno a que lo haga ya y, por tanto, que el Gobierno, a pesar de la oposición
del Ministerio de Economía, no tiene otro remedio que cede ante las recomendaciones
tan sabias y fundamentadas de los expertos. Cuando los expertos no se han pronunciado
al respecto. Al final, estos expertos, estos académicos, han sido instrumentalizados
por políticos sin escrúpulos para manipular a la población sobre cuáles son los costes,
los efectos negativos reales que tiene en estos momentos seguir subiendo el salario
mínimo en España. Las prioridades de este Gobierno, por
tanto, están muy claras. Anteponen la propaganda a la verdad porque, en última instancia,
tienen su permanencia en el poder al bienestar de la mayoría y la forma de garantizarse
la permanencia en el poder es a través de la propaganda.