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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

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This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

El gobierno nos dice que en el año 2023 creceremos más que Alemania, que Italia o que Francia,
lo cual aparentemente es un resultado muy positivo.
Lo que no nos dice ese gobierno es que durante toda la presente legislatura,
entre el año 2019 y el año 2023, la economía española, el PIB español no habrá crecido absolutamente nada,
a diferencia de lo que sí ocurrirá en Alemania, Francia o Italia.
Tampoco nos dice ese gobierno que en los últimos 15 años la renta per cápita de España no ha crecido absolutamente nada.
No nos dice, por ejemplo, ese mismo gobierno que hace 15 años los lituanos eran un 30% más pobres que los españoles,
y hoy, en cambio, son igual de ricos. Veámoslo.
Hace unos días, el Ministerio de Economía de España publicó el siguiente tuit sobre las previsiones de crecimiento de nuestro país por parte de la OCD.
La OCD revisa al alza la previsión de crecimiento económico para España en 2022, un 4,7%,
por encima de las previsiones del gobierno y de la media global del G20 y de la Eurozona.
En 2023, seguiremos estando muy por encima de la media de la zona euro y de grandes economías como Alemania, Italia o Francia.
Aparentemente, por tanto, debemos de haberlo hecho muy bien, porque crecemos más que el resto de países de nuestro entorno,
incluso más que la media del conjunto del planeta. Una excelente trayectoria, por tanto, la de la economía española.
Se lo olvidó, sin embargo, comentar al Ministerio de Economía que, según estas mismas previsiones de la OCD,
España no recuperará su nivel de PIB pre-pandemia hasta mediados del año 2024.
Fijémonos a este respecto en la línea roja del gráfico de la derecha.
Esa línea mide la evolución del PIB desde el año 2019, es decir, desde el año anterior a la pandemia.
Le da un valor de 100 al PIB en el año 2019 y vemos que no recupera ese valor de 100 hasta ya iniciado el año 2024.
Dicho de otra manera, España ha perdido en términos económicos toda esta legislatura.
La legislatura comenzó a finales del año 2019, terminará a finales del año 2023,
y durante toda la legislatura no habremos crecido económicamente nada.
¿Hay motivos por consiguiente para sacar pecho como hace el Ministerio de Economía por nuestra evolución económica?
La verdad es que no demasiado. Como digo, en toda la legislatura no habremos crecido absolutamente nada.
Y solo a finales del año 2024 se espera un tímido crecimiento con respecto al año 2019,
con respecto al periodo anterior a la pandemia.
Y no pensemos que este es un mal generalizado en muchas economías de nuestro entorno.
Si vamos a las previsiones de la Comisión Europea, referentes a los países que conforman la Unión Europea,
veremos que en el periodo de 2019-2024, es decir, el periodo en el que por fin España comienza a crecer un poquito,
todos los países lo hacen mejor que España.
La expectativa ahora mismo de la Comisión Europea es que a finales del año 2024,
España apenas haya incrementado su producto interior bruto, su PIB, en un 0,7% frente al PIB del año 2019.
Y esto es algo verdaderamente deplorable dentro del contexto europeo.
Si dejamos de lado el caso de Irlanda, cuyo PIB no es del todo representativo o al menos no es del todo comparable,
al del resto de países por la fuerte presencia de compañías multinacionales,
si dejamos de lado el caso de Irlanda, vemos que Malta en ese mismo periodo se espera que crezca un 14%.
Eslovenia un 12,7%, Croacia un 12,6%, Polonia 12,5%, Lituania 11,8%,
Rumania 11,4%, Chipre 10,8%.
Y bueno, podríamos decir, pero estos países son países no especialmente ricos, no especialmente grandes,
y por tanto tampoco cabe comparar a España, que es una economía llamadura y de un tamaño considerable con estos países,
aunque Polonia ya no es tan pobre y desde luego no es tan pequeña.
Poblacionalmente es del mismo tamaño que España, pero bueno, dejemos de lado.
Aún así nos encontramos con que países bajos, una economía bastante más rica que la española, crece un 7,5%,
Dinamarca un 7,3%, Suecia un 6%, Portugal, nuestra vecina Portugal un 5,6%,
Bélgica un 4,9%, Finlandia un 4,7%, e incluso economías con las que se comparaba en el tuit anterior, el Ministerio de Economía,
Francia, Italia y Alemania, la verdad es que en general lo hacen bastante mal, pero haciéndolo mal lo hacen mejor que España,
Francia se espera que crezcan ese periodo un 3%, Italia un 2,2% y Alemania un 1,2%, España, repito, 0,7%.
Por supuesto, todo esto son previsiones y a buen seguro no se cumplirá ninguna de ellas,
simplemente marcan cuál es la expectativa actual sobre la evolución futura de las economías europeas,
y el Ministerio de Economía estaba justamente poniendo en valor las expectativas de otro organismo,
pero que son muy similares a las de la Comisión Europea, como es la OCDE.
Por tanto, no habría estado de más que ese Ministerio de Economía, mientras se daba golpes en el pecho,
por lo bien que lo estaba haciendo la economía española, no ofreciera una imagen algo más amplia,
contextualizando el fuerte crecimiento de 2022 y el débil crecimiento de 2023,
pero en todo caso mayor que el de otras economías de nuestro entorno,
estaría bien que contextualizara esos datos con la trayectoria del conjunto de la legislatura
para ver, ya digo, que en su agregado, que en su conjunto son datos deplorables.
Ahora bien, por deplorable que pueda parecernos este dato, a saber que hayamos perdido económicamente toda la legislatura,
que ahora mismo se espere que a finales del año que viene el PIB vaya a ser inferior
al del año 2019 al PIB prepandemia, por deplorable que pueda parecernos este dato,
sin duda no es peor que el siguiente que os voy a mencionar.
En el año 2022 se espera que recuperemos el nivel de renta per cápita de PIB por habitante
que teníamos en el año 2007, es decir, entre 2007 y 2022, 15 años de cada y media,
el promedio de la sociedad española no se ha enriquecido en nada.
Han sido 15 años de crecimiento económico tirados a la basura y tal vez uno pueda señalar.
Bueno, pero los últimos 15 años han sido 15 años, en general, muy complicados para todo el planeta.
Prácticamente ninguna economía ha crecido de manera apreciable, así que tampoco es tan extraño,
tampoco es tan inusual que España no haya crecido absolutamente nada en términos de renta per cápita
desde el año 2007. Pues no, incluso si restringimos nuestra atención a la Eurozona,
y ya sabemos que la Eurozona es un club económico global bastante esclerotizado,
es decir, con una capacidad de crecimiento económico muy mejorable,
incluso si nos fijamos en la Eurozona y excluimos algunos outliers, algunos casos extraños,
como el caso de Irlanda, que sí, su renta per cápita crece más del 80% en ese periodo,
pero no es representativo, insisto, incluso si fijamos nuestra atención a la Eurozona,
comprobaremos que el caso de España es patético.
En este gráfico podemos observar la evolución entre el año 2007 y el año 2022
de la renta per cápita en paridad de poder adquisitivo, es decir,
renta per cápita corrigiendo por el distinto coste de vida entre países,
y por tanto, renta per cápita que es directamente comparable entre sí.
Un euro, o en este caso, un dólar, porque así es como se mide esta estadística,
un dólar de renta per cápita en España tiene el mismo valor, tiene la misma capacidad de compra,
que un dólar en Alemania o que un dólar en Malta.
Por consiguiente, insisto, podemos comparar las rentas per cápitas
y la evolución de las mismas entre los distintos países,
y estamos hablando además de renta per cápita real, es decir, sin tener en cuenta la inflación,
ya descontada la inflación.
Pues bien, renta per cápita de España entre el año 2007 y el año 2022 crece el 0%.
Es esta la norma dentro de la eurozona, que ya es un club económico bastante lento
en términos de crecimiento, ni mucho menos.
Prácticamente todos los países de la eurozona ven incrementada su renta per cápita
durante ese mismo periodo y en algunos casos de manera muy intensa.
Solo Grecia e Italia lo hacen peor que España.
Todos los demás países de la eurozona lo hacen mejor que España.
En algunos casos solo tímidamente mejor, por ejemplo, la renta per cápita de Finlandia
solo crece un 2% en ese mismo periodo, pero en otros casos de manera extraordinariamente mejor.
Por ejemplo, la renta per cápita de Malta o de Lituania crece en ese periodo un 52%.
La deslovaquia un 32%, la de Letonia un 28%, la de Estonia un 26% y la de Eslovenia un 21%.
Pero de nuevo podríamos pensar que estos datos se refieren a países pequeños, a países muy pobres
y por tanto tampoco son del todo relevantes para el caso español.
Pero es que incluso si nos vamos a economías más grandes y más ricas que la española
comprobaremos que durante ese mismo periodo su renta per cápita, la calidad de vida de sus ciudadanos si se incrementa.
Este es el caso, por ejemplo, de Alemania cuya renta per cápita entre 2007 y 2022 se incrementa un 13%.
El caso de Holanda un 11%.
El caso de Portugal, de nuevo, nuestro vecino cuya renta per cápita se incrementa un 11%.
O el de Bélgica 8%, Austria 7% e incluso la enferma Francia va a aumentar su renta per cápita en un 6% entre el año 2007 y 2022.
España, insisto, repite una vez más, 0%.
Que la calidad de vida de tus ciudadanos estanque a lo largo de 15 años,
mientras que la calidad de vida de los ciudadanos de otros países mejora y en ocasiones apreciablemente durante esos 15 años,
genera cambios en los estándares de vida internacionales que no nos podemos llegar a imaginar.
Y vaste la siguiente comparativa para comprobarlo.
En este gráfico podéis observar cuál es la renta per cápita de cuatro países,
Lituania, Estonia, Francia y Alemania, con respecto a la renta per cápita española.
En el año 2007 los Lituanos se dan un 35% más pobres que los españoles y los Estonios un 21% más pobres.
Por su parte los franceses se dan un 13% más ricos y los alemanes un 22% más ricos.
Pues bien, en el año 2022, 15 años después, Lituanos y Estonios son igual de ricos que los españoles.
De hecho, en el año 2021 llegaron a ser en algunos momentos más ricos que los españoles.
Los franceses son un 21% más ricos, frente al 13% de hace 15 años, y los alemanes un 37%.
Dicho de otra manera, la distancia, la brecha que hay ahora mismo entre la calidad de vida en Alemania y la calidad de vida en España,
es similar, no es idéntica, es algo menor, pero se acerca a la brecha que existía en el año 2007 en la calidad de vida entre España y Lituania.
Y por supuesto, ahora mismo, en términos promedio, la calidad de vida en Lituania o en Estonia, medida por su renta per cápita,
es prácticamente idéntica a la calidad de vida en España.
Este debería ser, sin ningún genero de dudas, uno de los grandes debates nacionales ahora mismo,
en que hemos fracasado como país, como marco político, como economía,
para habernos estancado en términos de renta per cápita durante 15 años.
¿Qué hemos hecho mal? ¿Qué hemos hecho fatal para que esto no se vuelva a repetir en el futuro?
Para que, como consiguen muchos otros países, más pobres y más ricos que el nuestro,
podamos crecer de manera sostenida e incrementar los estándares de vida de nuestros ciudadanos.
Pero fijémonos que ese debate tan crucial, tan de fondo, tan importante, es un debate que nuestra clase política no toca en absoluto.
El debate público lo saturamos de temas banales, de temas frívolos, de temas absolutamente secundarios o terciarios,
cuando las cuestiones principales que definen a una sociedad en el largo plazo,
por ejemplo, los estándares de vida de su población y, por tanto, el crecimiento económico, están del todo desplazados.
Ni PSOE ni PP se preguntan qué deberíamos hacer para crecer como Alemania,
no digamos ya como los países bálticos o como Irlanda, que aunque el PIB no sea representativo,
eso no significa que no haya crecido muchísimo y que no sea uno de los países más ricos de Europa.
Esas cuestiones a los políticos no les interesan porque son cuestiones de largo plazo,
y a los políticos lo que les interesa es la supervivencia en el corto plazo.
El problema, nuestro problema, no el suyo, claro, pero sí el nuestro,
es que el largo plazo se compone de la suma de muchos cortos plazos,
con lo cual si los políticos pierden su tiempo y el nuestro, pierden nuestro dinero, pero no el suyo,
en debates estériles, improductivos en el corto plazo,
lo que tenemos es una suma de pérdidas de tiempo sucesivas en muchos cortos plazos,
y por tanto, una pérdida de tiempo conjunta en el largo plazo.
Cuando echamos la vista atrás y nos planteamos qué hemos hecho como país, como economía en los últimos 15 años,
nada, no hemos crecido nada, entonces nos damos cuenta de lo dañinos que son nuestros políticos
cuando copan la agenda pública, la agenda mediática, con debates que en ese largo plazo son del todo estériles,
del todo irrelevantes, que les sirven para hacer su circo político
y para mantenernos ociosos a todos los demás alrededor de su circo político,
pero no sirven para elevar los estándares de vida de la población en el largo plazo.
Y por desgracia, los responsables de que durante los últimos 15 años no hayamos crecido nada,
no hay aumentado en nada el estándar de vida medio de la sociedad española,
los responsables, que obviamente son quienes han gobernado el país durante los últimos 15 años,
PSOE, PP, y ahora PSOE y Podemos, los responsables de todo ello van a seguir haciendo exactamente lo mismo,
porque viven y medran de hacer exactamente esto.
Viven y medran despilfarrando nuestro tiempo y nuestros recursos en pelearse por acceder y consolidarse en el poder,
aunque ello signifique nuestro absoluto estancamiento económico.