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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Cuando usted necesita dinero, la cuestión es muy sencilla.
Con su tarjeta de crédito va a la oficina bancaria más cercana,
introduce la tarjeta y si hay saldo,
la máquina le dará los billetes que usted pide y necesita.
Pero esto que parece tan sencillo hace seis años
estuvo a punto de no poder hacerse.
En el momento en que las autoridades económicas
descubrieron que el sistema financiero español
estaba a punto de quebrar.
Tuvieron que pedir dinero a Europa 60.000 millones de euros
para introducirlos en el sistema financiero español
y que usted no perdiese sus ahorros o su dinero depositado.
Es el momento de aprender, de hacer balance de lo que sucedió,
si se puede volver a repetir y sobre todo,
qué es lo que hay que aprender y qué lecciones nos dejaron
todos los responsables de la economía en esos momentos.
Bienvenidos al milenio.
Yo no sé si ustedes recuerdan una frase que hemos dicho muchas veces,
que es, el gobierno ha decidido rescatar a los bancos,
pero no a las personas.
Si ese dinero que han dado a los bancos
nos lo hubiesen dado a sus clientes,
no habría crisis ninguna.
Seguro que ustedes lo recuerdan,
porque esta era una frase de moda hace cinco, seis años.
Todo eso quedó como atrás,
y es el momento de ir pensando,
de ir haciendo un balance de lo sucedido,
tal como les hemos dicho en la introducción antes del programa.
Nuestros invitados, algunos son conocidos por todos ustedes,
porque yo creo que aquí el primer invitado es más famoso que Messi.
Dr. José María Gaidel Ivana es doctor en Ciencias Económicas,
doctor en Derecho,
profesor titular de Economía Financiera y Contabilidad
de la Universidad de Barcelona,
conferenciante, apasionado de la economía,
colaborador en los medios de comunicación,
y su último libro, que lo tenemos aquí,
a lo mejor habría que hacer un programa sobre eso,
es la gran burbuja del fútbol editado por Conecta,
los modelos de negocio que oculta el deporte más importante del mundo.
¿Cuál es el club español
que a usted le parece más interesante
desde la perspectiva económico-financiera?
A mí me gustan varios clubes,
yo creo que en el fútbol español se ha hecho un esfuerzo muy importante
y unos deberes muy importantes de higiene,
y como luego hablaremos de rescate bancario,
creo que ha habido una reestructuración económica
muy importante en el mundo del fútbol.
A mí me gusta el modelo de la Atleti Club de Bilbao,
me gusta, me gusta el modelo del Sevilla,
en la media que cada año tiene la posibilidad
de vender alguna joyita de la corona,
y además las vende muy bien de precios,
sobre todo en la época de Monchi.
Yo creo que los clubes españoles el Villarreal,
por ejemplo, es un club también que funciona muy bien,
de la mano de Fernando Roth,
y yo creo que en general están bien los clubes.
Y luego hay otros modelos, que son el Real Madrid y el Barcelona,
que entran en otra liga, un atlético de Madrid,
que realmente ha hecho en las últimas temporadas
unos avances tremendos, singulares, dignos de encomio,
y luego tenemos clubes clásicos,
que son los que sufren con lo que sería un poco la adversidad,
el Betis, el español, el Getafe, tantos y tantos clubes,
bueno, que esto le da alegría.
Lo que ocurre es que como pasa en el mundo,
hay la clase alta y la clase media.
La clase alta cada vez es más alta,
y la clase media de los clubes de fútbol,
cada vez somos más clase media baja, ¿no?
Por tanto, quiere decir, se hace difícil competir,
a pesar de que ahora el tema de los derechos de televisión
se ha distribuido bien,
se hace difícil poder competir el fútbol modesto,
el club modesto, con lo que sería el club de arriba,
porque no tiene recursos suficientes.
¿Y si le hago esa misma pregunta sobre qué banco español
está bien gestionado?
¿Vale gusta usted, eh? Sí, yo diría...
Usted me puede decir, ¿están todos bien gestionados?
No, no, no, no.
Yo diría, para mí hay varios bancos que están bien gestionados.
En primer lugar, tengo que decir banquia,
pero no lo digo por...
Lo digo porque creo que José Ignacio Guirigolzar
lo hace muy bien, por tanto, ha hecho muy bien.
Se encontró con un momento muy difícil.
Lo ha sabido rehacer, ha sido duro.
Es cierto que también se le ha ayudado,
es el punto de vista financiero.
Yo creo que Kachabán es una entidad sólida,
Kachabán, además, ha mantenido muy bien el tipo
en lo que eran influencias de tipo político,
que no se metieran por ahí.
Luego, yo creo que BBVA es un banco bien gestionado,
que seguramente, desde mi punto de vista,
empieza necesitaría un relevo a nivel de cúpula,
sobre todo en una era de transformación digital
y que se ha abierto al mundo.
Yo creo que Santander lo ha hecho también muy bien
y, sobre todo, posicionándose a nivel mundial.
Y hay un banco del cual no se habla tanto,
pero que hace años que me tiene muy prendido,
que es Bankinter, porque, de hecho, Bankinter,
quizás fue el primero de todos estos bancos
que hizo una transformación, es decir, en las oficinas
que menos gente había trabajando, era Bankinter.
La que estaba más informatizada era Bankinter.
Entonces, Bankinter es un banco
que creo que también hay que tener en cuenta.
Por tanto, los que sobreviven a lo que fue el tsunami,
bueno, están, digamos, bastante bien.
No le pregunto más, porque...
Hombre, tranquilo. Luego discutiremos.
Ahora quiero presentar a la señora Almudena Semur.
Hola, ¿qué tal? Hola, economista,
secretaria general del Instituto de Estudios Económicos,
donde además coordena el servicio de estudios.
Destacan, entre otras publicaciones del Instituto,
relacionadas con la macroeconomía,
los informes de coyuntura económica,
las notas de opinión a los presupuestos generales del Estado,
exponente en distintos foros
y articulistas en prensa económica.
¿Cómo se compagina aliviar, por un lado, la deuda pública,
la austeridad con políticas que no aumeten la brecha
de la desigualdad que denunciaba,
hace muy pocos días, sin ir más lejos,
el defensor del pueblo?
Supongo que Ramón te está refiriendo a la época del severo ajuste
que se ve inmerso a la sociedad española.
Cierto es que vivimos una grave recesión
y que no queda otro remedio que organizar determinados ajustes.
Lo que pasa es que, contra lo que todo el mundo cree,
estos ajustes no afectaron al estado de bienestar,
es decir, a sanidad y a educación.
Si miramos lo que se recortó, que fueron un punto,
y toda la media de lo que se había gastado a lo largo de los años,
los ajustes no fueron tan severos.
¿Cómo se puede aliviar...
Si le oyen de algún centro médico y de algún hospital...
No, no, no, es que los números son los números.
Lo que pasa es que quizá estaban demasiado dotados.
O sea, nuestro país, hasta el año 2007,
tenía una explosión de gastos sociales.
Vivimos muy por encima de nuestras posibilidades.
Es cuando España iba bien,
había una hemorragia de crédito, tanto por el lado de la oferta
y por el lado de la demanda,
y explotó el gasto social, o sea, estábamos a unos niveles altísimos.
Llegó la recesión, la primera y la segunda,
que fue ya cuando caímos a acordar de la famosa W.
Pues sí, se tuvieron que ajustar ciertas partidas,
pero no tanto como se ha hecho creer.
En sanidad y en educación, los ajustes no fueron tan severos.
¿A dónde fueron las partidas presupuestarias?
Pues apagar intenses de deuda, apagar prestaciones por desempleo
y apagar las pensiones.
¿Cuál es la mejor manera de aliviar deuda
y no provocar desigualdades?
Pues crecimiento económico y crear empleo.
La mayor, la mejor manera para evitar esta brecha de desigualdad
es la creación de empleo.
Piensa que nuestro país ha pasado,
en el año 2013 tener una tasa paro del 26%,
hasta ahora, bueno, los precios son para el 2020 al 12%.
El esfuerzo que ha hecho la economía española
ha sido considerable.
Que la deuda no ha bajado tan rápido, es correcto,
ahora estamos en torno al 100% del PIB
y la autoridad fiscal ha dicho que nos hace falta muchísimos años
para conseguir rebajarla.
Entonces, ¿qué tenemos que hacer?
Seguir creando empleo y, sobre todo,
seguir con el camino de la consolidación fiscal,
es decir, cumplir con los objetivos de déficit.
Y este año, a ver si podemos salir ya del procedimiento de déficit.
Muchas gracias.
Nuestro tercer invitado es el señor Juan Moisés Martín Carretero.
Hola, ¿qué tal?
Economista, sociodirector de Red, como le llamamos.
Red to Red Consultores.
Red to Red Consultores ha colaborado
con varias instituciones financieras internacionales
y organismos multilaterales europeos,
como el Banco de España, el Consejo de Europa,
la Comisión Europea,
es miembro de economistas frente a la crisis
y profesor asociado de la Universidad, Camilo José Cela.
Su último libro, lo tengo aquí en mis manos,
está editado por Deusto y se llama España 2030,
Gobernar el Futuro.
Gracias por estar con nosotros.
Ustedes.
Y hemos cogido, porque para eso,
a uno le gusta buscar y bucear en los archivos,
que es lo que podríamos encontrar del señor Martín Carretero,
que pudiésemos aquí exhibir.
Hay una frase en el año escrita en un artículo conjunto
en el país del año 2012,
en la que usted decía que la austeridad forzada
sólo llevaría más autoridad, a más austeridad.
¿Sigue manteniéndolo?
Los datos lo demuestran.
Al final, lo que hemos visto en este artículo del año 2012,
es cuando empezó el segundo tramo de ajuste,
el que todavía estamos por salir,
sin haber terminado de cumplir los objetivos de consolidación fiscal,
y efectivamente nos llevó a una nueva recesión.
De hecho, mucho más,
prácticamente en términos de empleo y en términos de destrucción de PIB,
muy parecida o mayor,
incluso que la que se vivió en el año 2008 y el año 2009.
Por lo tanto, reitero, que esto fue así,
y que nos estamos olvidando
que cuál ha sido el coste económico y el coste social
que hemos vivido a partir del ajuste que se vivió en el año 2012 y 2013.
Afortunadamente parece que el crecimiento económico
nos ha permitido salir adelante,
pero no os olvidemos que hemos vivido años
de un ajuste fiscal bastante fuerte
que todavía no está completado.
De hecho, seguimos estando dentro del procedimiento de déficit excesivo
y probablemente tengamos que salir a lo largo de este año,
no siendo el último país en salir, por lo tanto.
Yo creo que sí que confirmaría
que aquella frase, de alguna manera,
lamentablemente se termino cumpliendo.
¿Usted cree que los bancos son un negocio perfecto?
Porque si ganan, ganan ellos,
y si pierden, perdemos todos.
Bueno, yo creo que el problema del riesgo moral
en el sistema bancario que tenemos ahora mismo,
y seguramente luego podremos discutir de ello
más con mayor profundidad,
forma parte inherente al sistema que tenemos.
Y, por lo tanto, ahí tenemos un trade-off,
tenemos que entender que el sistema bancario que tenemos,
tal como está organizado ahora mismo,
solamente funciona con, digamos,
lo que se llama el fiscal bus stop,
al final lo que el Estado tiene que hacer para sostenerlo,
pero al mismo tiempo, digamos,
esto implica un grado de regulación muy alto
sobre sus propias actividades.
Y yo creo que lo que hemos vivido en los últimos años
ha reforzado esa realidad,
en términos de que, a fecha de hoy,
el sistema bancario está mejor,
está mejor gestionado, como sabemos,
también es cierto que tiene unos ratios mucho más sólidos
que tenía con la anterioridad,
pero el precio que ha tenido que pagar
es una mayor regulación y una mayor supervisión
por parte del Banco Centro Europeo
y de todo el mecanismo de supervisión
que se está organizando en torno a la Unión Bancaria.
Por lo tanto, es un sistema que cambia ese riesgo moral
por un alto nivel de regulación
que yo creo que es la fórmula adecuada para llevar la verdad.
Muchas gracias.
También quiero presentarles al señor Juan Ramón Rallo,
doctor en economía, licenciado en derecho,
director del Instituto Juan de Mariana,
profesor en el University, en el Centro de Estudios OMA,
siglas de online Madrid, Manuel Allao,
analista económico en diversos medios de comunicación.
Su último libro también está aquí en mis manos,
Contra la Teoría Monetaria Moderna,
está editado por Deusto,
y el subtítulo en la portada es muy claro,
¿por qué imprimir dinero si genera inflación
y por qué la deuda pública si la pagan los ciudadanos?
Sí, sin duda la pagan los ciudadanos,
directamente a través del coste de los intereses de la deuda.
Antes, estábamos comentando
como el extraordinario incremento de la deuda pública
que hemos vivido desde el año 2008
se tradujo en un coste creciente en términos de intereses,
y esos intereses son los que te enseñaron el presupuesto
y los que empujaron a esos recortes,
que es verdad, no fueron tan agresivos como se nos ha vendido,
pero que desde luego terminaron existiendo.
Y, aparte, claro, si un país se sobreendeuda,
hay un exciéndomo generalizado
a que puede terminar impagando la deuda.
Esto también es algo que estuvo a punto de suceder en España
en el año 2012, el propio de Guindos describió la situación
como pre-quiebra del estado español,
y, claro, si un estado quiebra, la fuga de capital es masiva
y el empobrecimiento interno de los ciudadanos es muy agresivo.
El caso de Grecia quizá en esta crisis
será el caso más ilustrativo.
Pero, sin embargo, los ciudadanos
siguen pensando que ellos han sido los primeros perjudicados.
Los primeros perjudicados por los recortes.
Hombre, en parte, vamos a ver,
si tú pagas un diner al impuesto,
si te prometen recibir una serie de prestaciones de gasto,
pues, evidentemente, te puedes sentir estafado,
porque te han prometido unas cosas y luego no te las conceden.
Pero lo que sí deberíamos tener claro
es que el dinero no crece en los árboles,
no se genera la riqueza por arte de magia,
y que, al final, lo que hace el estado es meter la mano
en el bolsillo a mi vecino para darme a mí el dinero de mi vecino,
al mismo tiempo que me mete a mí la mano en el bolsillo
para dárselo al que está al lado.
Por tanto, es un círculo redistributivo
que no genera nueva riqueza,
y, por tanto, sí, nos recortan
porque no nos quitan lo suficiente,
y, por tanto, la alternativa para cuadar las cuentas es,
o nos quitan más sin recortar o recortan para no quitarnos tanto.
¿Oste le parece que no le quitan lo suficiente?
Para financiar la maquinaria estatal más todóntica que tenemos,
no, de hecho, el déficit es esa ilustración.
Evidentemente, nos quitan muchísimo más de lo que a mí me gustaría,
pero una de dos, o mantenemos el nivel de gasto público,
sableando más la ciudadanía o se sablea menos la ciudadanía,
y, por tanto, hay que recortar el gasto público.
Muchas gracias. Tenemos un vídeo, como siempre,
con algunos datos que nos permitirán avanzar en nuestro debate.
Vamos a verlo.
Año 2007.
La burbuja económica creada por las hipotecas basura estadounidenses,
la Supraim, provocaba la caída del gigante Lehman Brothers.
Era el origen de la crisis que, en 2008, sacudía el viejo continente,
lo que empezó como una crisis hipotecaria
pronto derivó en una tormenta financiera perfecta.
Con los mercados de financiación cerrados a Cali Canto,
se iniciaba la recesión y la crisis de deuda soberana.
Para mitigarlo, los estados comienzan en deudarse.
En 2010, Grecia e Irlanda son intervenidas,
después Portugal y Chipre.
El euro estaba en cuestión.
El sistema bancario español, resquebrajado por la amorosidad
de la burbuja inmobiliaria y una prima de riesgo desorbitada,
era incapaz de financiarse en los mercados internacionales.
El gobierno español declara su intención de solicitar
financiación europea para la recapitalización
de los bancos españoles que la necesiten.
En total, con fondos nacionales y europeos,
el sector bancario logró una recapitalización
de 60.000 millones de euros,
un tercio durante el gobierno socialista,
dos tercios con el popular.
Los ajustes económicos y laborales exigidos
por los acreedores para cumplir, los límites del déficit,
propiciaron la frase,
se ha rescatado los bancos y no a las personas.
Esa frase se origina cuando se piensa
en que va a haber una impunidad
frente a todos los responsables de esta crisis.
Yo creo que la sociedad ha ido viendo
que el sistema judicial ha funcionado
y en este momento ya hay alrededor de...
Hay más de 100 directivos de entidades financieras
que están imputados y están en juicios
y algunos incluso ya están en la cárcel.
Aquí no se rescató a ningún banquero,
ni a los accionistas.
Se rescató a los depositantes.
En una situación de superávit, de menor nivel
de endeudamiento familiar y empresarial,
pero al mismo tiempo, una deuda pública similar al PIB,
la cuestión final es ¿está en España y Europa preparadas
para evitar la siguiente crisis económica?
Estamos viendo por dónde puede venir la siguiente crisis.
Algunos dicen no,
porque precisamente curando la crisis actual
hemos bajado los tipos de interés tanto
que estamos creando otra burbuja.
En realidad no lo sabe nadie.
Si sabemos que tenemos muchos más vigilantes que nunca,
tenemos un banco central con 1.500 personas
intentando detectar todas las anomalías
para que esto no ocurra.
Ahora hay un mecanismo europeo
que intenta prevenir,
intenta vigilar e intenta alertar
para que no se llegue a donde se llegó,
en caso de España o de otros países,
antes de la crisis.
A mí me gustaría, por centrar un poco el tema,
echar la vista atrás y hacer una pregunta
que tiene que ver con lo sucedido.
Y a partir de ahí, seguiremos hablando del presente y del futuro.
¿Por qué se hundieron las cajas de ahorro
y con ellas el sistema bancario español en general?
¿Quién quiere empezar?
Obre, yo diría que no.
Yo diría que las cajas de ahorros había dos componentes.
En primer lugar, lo que conviene destacar es que la banca,
la banca pura, quedó al margen de eso.
Por lo tanto, quiero decir que la banca se había gestionado
de otra manera.
Y las cajas de ahorros tenemos, de un lado,
la caja de ahorros de la debilidad,
que es la caja de ahorros que le da crédito al pobre hombre
que tiene un tra...
Pobre hombre, diga, por lo que luego pasa.
Y la caja de ahorros de la debilidad,
que es la caja de ahorros que le da crédito al pobre hombre
por lo que luego pasa, que tiene un trabajo para comprarse una casa,
pero que luego se queda sin empleo, que luego no puede pagar.
Esta es la caja, digamos, que vivió la fatalidad.
Y luego hay otras cajas de ahorros que se lanzaron
a lo que eran las aventuras políticas,
los financeos políticos, la gran inversión,
la inversión faraónica, que se ha ido en defaya.
Entonces, yo creo que aquí hay un componente político,
lo que se quiso hacer fue, en definitiva, arreglar del entuerto,
juntándolas todas y buscando una fusión entre una caja
de unas islas, con una caja del pidineo,
que no tenían absolutamente nada que ver.
Y entonces entramos en lo que es un potipoti,
que, lamentablemente, este un totum revolutum,
que nos lleva a una situación auténticamente de disparo.
Bueno, yo creo que esto ya está.
El rescate bancario, en mi opinión,
siempre al margen de que se haya salvado a unos y otros y tal,
es que fue un rescate a España.
Y de momento, lo que también conviene decir
es que se rescate con puta como gasto público,
con puta como deuda pública,
y, por tanto, que no fue un rescate,
digamos, a las entidades financieras,
que además se obligó a afirmar, por parte de España,
un memorándum de entendimiento
con el Fondo Monetario Internacional,
y, además, si hubiera sido un rescate bancario,
no hubiera habido una serie de referencias
a parámetros macroeconómicos.
Por tanto, quiere decir,
si ayudó a España en un momento
que la situación estaba muy complicada
y la situación estaba muy complicada,
porque teníamos un problema, además de déficit público,
teníamos un problema de deuda pública,
y lo que era el estado,
las bombonas de oxígeno financiero del estado
no eran suficientes como para cubrir este desfase.
Dicho esto, me voy a decir el futuro.
Yo creo que ahora estamos más preparados,
coincido, parcialmente, con Joaquín Almunia,
en el sentido de que hay mecanismos de supervisión,
pero hemos vivido el caso del Banco Popular,
y, por lo tanto, el Banco Popular a mí me preocupa un poco,
pero lo que hemos pasado ahora, Ramón,
es a tener una banca sistémica,
y esto es lo más preocupante
en un momento en el que la deuda mundial
representa el 318% del producto interior bruto mundial.
Por lo tanto, ¿qué quiere decir?
Que estamos viviendo un momento de grandísimo endeudamiento
público y privado, y ahora los bancos son pocos bancos
que cualquier pequeña sacudida
puede arrastrar al sistema a una de catombe.
Eso es demoledor.
Sí, bueno, efectivamente,
la banca lo gestionó mejor,
gestionó mejor la burbuja que las cajas,
probablemente por el componente politizado
de la mayoría de las cajas,
pero, en general, todo el sistema financiero español
lo hizo bastante mal, es decir, nadie,
salvo alguna excepción pequeña, se libró de hacerlo mal.
¿Por qué? Pues porque, básicamente,
se indujó, se premió, se recompensó
al sistema financiero español por hacerlo mal.
En el año 2012, el Banco Central Europeo,
que es una institución pública, monopolística,
que controla la emisión de dinero,
empezó a rebajar los tipos de intereses
tan mínimos históricos en ese momento, en la Eurozona,
también Estados Unidos hizo lo mismo,
en la Tierra hizo lo mismo,
y, con eso, promovió el crédito barato
que, en un país que, en ese momento,
estaba relativamente poco endeudado como España,
y que, además, tenía una necesidad,
más o menos, objetiva de construir más viviendas,
pues alimentó una de las mayores burbujas inmobiliarias
que hemos vivido en nuestra historia.
La banca se sumó a esa exuberancia crediticia,
a esa orgía burbujística,
y lo que vimos es que, fundamentalmente,
pues, en el año 2007, por ejemplo,
el 70% del crédito de las cajas
tenía vinculación directa o indirecta
con el sector del ladrillo.
Por tanto, cuando el ladrillo se viene abajo,
porque era una burbuja alimentada por ese crédito barato,
las cajas se demuestran, se pruebas,
se evidencia que están quebradas.
Y, a partir de ahí, comienza un proceso de
cómo recapitalizamos al sector financiero español,
dado que rescatar a los bancos o a las cajas
resultaba bastante impopular en un principio,
se orquestó una maniobra desde el gobierno o Banco de España
para, básicamente, engañar a la ciudadanía española
y que inyectara parte de sus ahorros
a través de participaciones preferentes,
a través de salida de bolsa de determinadas entidades,
como banquia, por ejemplo,
con qué propósito, con el propósito de que los pequeños ahorradores
compraran esas participaciones, compraran esas acciones
y, a ver, si inyectando unos pocos miles de millones a las cajas,
conseguíamos que el sistema financiero español aguantara el tirón
hasta que llegara la recuperación y, a partir de ahí,
no fuera necesario recapitalizar al sistema financiero español.
En el año 2012, sin embargo, España, como país, como Estado,
está prácticamente quebrado, la banca sigue tan desnuda,
tan insolvente como lo estaba antes,
y ya hay que entrar a saco con dinero de los contribuyentes
y con un rescate de 60.000 millones de euros,
que, al final, si hemos pagado los contribuyentes,
al menos en su mayor parte, y que no deberíamos haber pagado,
porque es verdad, se rescata no a los banqueros,
no a los directivos, se rescata a los depositantes,
pero no solo se rescata a los depositantes,
también se rescata a determinados acreedores
del sistema financiero español, que pueden ser fondos de pensiones,
fondos de inversión internacionales,
banca alemana, banca francesa,
que también debemos plantearnos en qué, por qué razón,
los contribuyentes españoles tenían que transferirles capital
a estas entidades que, imprudentemente, apostaron
por prestar su capital a las cajas mal gestionadas,
pesimamente gestionadas cajas españolas.
¿Cómo es posible que el gobierno español
anterior, el gobierno del señor Zapatero,
no viese la que se venía encima?
Bueno, yo creo que no lo vio nadie.
Yo creo que cuando empieza la crisis en el año 2007-2008,
estamos en un escenario en el cual pensábamos
que era una crisis cíclica más, aunque había, digamos,
gente que estaba diciendo, efectivamente,
que el riesgo de que esto ocurriera era grande,
el año 2002-2003, yo coincido, básicamente,
con los elementos de análisis que están plantando
en términos de cuáles son los elementos
que llevan a esta crisis.
Y desde ese punto de vista, cuando estalla la crisis,
yo entiendo, en primer lugar, que hay una primera fase
en la cual el gobierno de Rodríguez Zapatero lo que hace
es seguir las indicaciones que se marcan
de coordinación de política económica internacional en el G20,
es decir, incorporar un estímulo e intentar hacer un rescate,
digamos, a aquellos bancos que estaban en peor situación.
Yo creo que ahí se miden mal las consecuencias
de las decisiones que se toman.
Y lo que parecía que iba a salir barato,
al final salió caro, porque, en principio,
otros bancos de la Unión Europea, otras zonas de otros países
de la Unión Europea, de la Eurozona,
sí que fueron rescatados en el primer momento,
pero no son los bancos, quitando quizás el caso de Irlanda,
no son, digamos, los sistemas bancarios
que adolecían de más ladrillo, sino que eran bancos
contaminados por la crisis de la subprime de los Estados Unidos,
los bancos que tenían operaciones de ditulización.
Que no era el caso español, yo recuerdo al principio de la crisis
que se decía, bueno, menos mal que tenemos una banca tradicional,
que, de hecho, la mitad de nuestro sistema bancario
en las Cajas de la Oro, y no están metidas en los líos
de la financiación estructurada,
cuando el problema de fondo era el mismo.
Pero el primer elemento de rescate, en el año 2008, 2009,
de los bancos alemanes del norte, que también hubo intervención,
no era el crédito promotor, que es la razón por la que ocurrió
en España, sino que era una razón más vinculada
a todo el sistema de financiación estructurada
que se había extendido hacia Europa.
En ese momento, es difícil que José Luis Rodríguez Zapatero
y que el equipo económico suyo considerará
que era el momento de intervenir nuestro sistema bancario,
porque esa razón de contagio en España nos estaba dando.
La razón de contagio en España fue la crisis inmobiliaria,
la caída del precio de los pisos, la desaparición de todo este sector,
que se dio un poquito más tarde, de hecho, recordemos,
que el plane, fundamentalmente, fue una inversión en obra pública,
porque la idea fundamental era intentar sostener ese sector.
Entonces, no se puede separar una cosa de otra,
y creo que sería injusto culpar Rodríguez Zapatero,
por lo menos en la parte bancaria, al gobierno socialista,
culparlo, por lo menos, insisto, en la parte bancaria,
ya no haber actuado a tiempo, porque en ese momento,
quien actuó a tiempo atendía a otras razones que en España
no eran, en ese preciso momento, las que considerábamos más urgentes.
Sin embargo, el gobierno que vino después,
enseguida empezó a disparar por mala gestión,
por haber tirado el dinero.
Bueno, yo no recuerdo lo que disparó el gobierno que vino después,
lo que coincido con vosotros es que España,
¿por qué nos afectó tanto esta crisis?
España acumulaba muchos desequilibrios macroeconómicos.
La crisis financiera fue a nivel internacional y a nivel mundial.
Por el caso de España, acumulábamos muchísimos desequilibrios.
Tenemos avultado déficit exterior.
Nuestras empresas no eran competitivas,
teníamos un mercado laboral muy rígido, por otro lado,
y un exceso de crédito.
Entonces, un excesivo peso del sector de la construcción,
que llegó a pesar un 12% de nuestro PIB,
que era un sector que aportaba muy poco valor añadido.
Entonces, por todas estas graves desequilibrios,
yo creo que esta crisis los invistió más a nosotros
que al resto de países europeos,
que también lo pasaron muy mal, pero recibieron la ayuda
y enseguida empezaron a corregir los desequilibrios.
¿Qué pasó cuando llegó el gobierno del Partido Popular?
Se había obligado a corregir estos desequilibrios.
Entonces, la reforma laboral, la reforma financiera,
la reforma fiscal, la consolidación fiscal,
y que se encontró en una tasa de paro desbordada.
Ha sido muy dramático lo que pasamos del 2007,
tener una tasa del 7% de paro a 2003, una tasa del 26%.
Eso fue el recorte y el ajuste.
En ese colectivo está el ajuste en el paro.
No hay que recortar, como hemos dicho antes, gastos del bienestar.
Y de esos lados vienen ahora estos pueblos.
Tenemos a una gran parte de indignados,
tanto en la sociedad española como al nivel europeo.
El último eurovámetro de la Unión Europea
dice que hay un 44% de euros sépticos
que no creen en la Unión Europea.
Yo por, de alguna manera,
visibilizar la situación en la que estaba España en el año 2012,
2011, 2012, es como una empresa que estaba muy endeudada,
que vendía a crédito prácticamente todo lo que vendía,
y que de repente se le caen los mercados en los que estaba vendiendo,
porque se demuestra que no es competitiva
y porque ya no es capaz de vender a crédito.
Además, tiene que, por tanto, reinventarse
y reconvertirse internamente,
pero el cambio de factores de trabajadores
entre departamentos es tremendamente rígido,
donde tenemos, además, un departamento directivo
que es puramente extractivo de la actividad empresarial que genera,
y donde, además, las inversiones financieras
que había hecho esa empresa se impagan.
Es una empresa que está abocada clavísicamente a la bancarrota.
Mucha deuda ha invertido mal en términos mercantiles
y en términos financieros, se le corta el acceso al crédito,
tiene muchas dificultades para reinventarse,
buscar nuevos mercados, sacar a la venta nuevos productos,
y, por tanto, ya digo, en el ámbito empresarial,
eso sería un fallido casi seguro.
Lo que pasa es que, claro, el Estado normalmente tiene
una mayor capacidad para recomponerse,
debido a que utiliza la violencia para comportarse,
y, afortunadamente, gracias también
a la providencial intervención de Mario Draghi,
que, en el caso de España, nos vino bastante bien,
hemos conseguido, pues, eso, reconvertir bastante esa empresa,
amortizar gran parte de nuestra deuda,
encontrar nuevos mercados, sacar nuevos productos,
adelgazar un poquitín, aunque muy, muy poco,
el peso de ese equipo directivo extractivo que teníamos,
y ya volvemos a tener, además, acceso al crédito,
con lo cual, la situación está más saneada,
pero eso no significa que estemos permanentemente fuera de peligro.
Los mismos desequilibrios que se acumularon
hace ya casi 20 años se pueden volver a acumular en el futuro
si se repiten las condiciones que hicieron
que se acumularan en ese momento.
¿Los bancos se quejan de los bajos tipos de interés?
Y, bueno, es que no les queda más remedio,
es que es un negocio, ¿eh?
Su negocio es colocar crédito, ¿no?
Yo creo que hay hemos tenido un problema,
y, de hecho, en última instancia,
forma parte del coste de la propia recuperación
y del propio rescate bancario, ¿no?
O sea, probablemente, sin la intervención de Mario Draghi,
prácticamente la crisis hubiera sido mucho más acusada, ¿no?
Y, en el caso de España, probablemente nos habría llevado
a un rescate total,
yo coincido con José María en que a España se era rescató.
O sea, España fue como país rescatado,
porque en un momento determinado no tuvo,
digamos, ni confianza en los mercados ni financiación,
como para poder acometer la reestructuración bancaria,
y tuvo que pedir el préstamo, ¿no?
Y, por lo tanto, se lo rescató, ¿no?
Y otra cosa es un rescate parcial, que es el que ocurrió,
y otra cosa es un rescate completo,
que es el que, los casos que hemos visto en Grecia, Portugal
y otros sitios, ¿no?
Probablemente, sin la intervención de Draghi,
España hubiera tenido que ser rescatada completamente,
es decir, un problema macroeconómico completo.
Pero, claro, eso tiene una vuelta, digamos, otra cara, ¿no?
Que es que los tipos de interés que han reactivado la economía
con cierto riesgo, ¿no?
De burbuja, y ya se señalará, ¿no?
Seguramente, al mismo tiempo han hecho
que el negocio fundamental de los bancos,
que es tomar dinero prestado
y prestárselo a la gente que lo necesita,
haya dejado de tener sentido, a fecha de hoy.
Es decir, estos bajos tipos de interés generan muy poco margen,
y de hecho, esto es un problema en dos sentidos, ¿no?
En primer lugar, donde la mayoría,
una parte muy importante de los beneficios,
están más relacionados ahora mismo
con la reducción de costes operativos de la banca.
Recordemos que ha habido un descenso enorme de capacidades bancarias,
han desaparecido miles de postos de trabajo,
se han cerrado miles de oficinas, ¿no?
Esto es un primer elemento.
Y un segundo elemento que también se ha señalado,
que es la concentración bancaria, ¿no?
A fecha de hoy tenemos menos bancos,
están mejor gestionados, probablemente,
mucho mejor gestionados que las Cajas del Ahorro,
pero nos encontramos con que el riesgo,
en primer lugar, de contagios de unos a otros,
es mayor porque es un sistema menos diversificado,
y por otro lado, una cosa que no olvidemos,
que donde hay oligopolios,
suele haber una tendencia y una atentación muy fuerte a la colusión.
Y de hecho, ya hemos visto cómo la comisión ha tenido que investigar
casos de manipulación del oligorio y de los tipos de interés
en el mercado interbancario, ¿no?
Por lo tanto, ahí los encontramos con un mercado,
a fecha de hoy, donde los beneficios fundamentales de la banca
no vienen de su negocio tradicional,
sino que están viniendo de otros mecanismos,
más concentrado con menos capacidades instaladas,
digamos, para hacer banca de proximidad,
que es una banca que en España sigue funcionando
y que debería seguir funcionando, y ahí tenemos un problema,
y con un riesgo de poder de mercado,
que en última instancia puede dañar la capacidad de los propios bancos
para competir entre ellos, que en última instancia es lo que entendemos
que es sano en un sistema financiero libre.
Ramón, fíjate cómo en esta crisis hubo,
y pongo entre comillas el verbo, hubo que resgatar a la banca,
porque nos dijeron, los bancos son demasiado grandes para quebrar,
y lo que hemos terminado es que los bancos
son todavía más grandes de lo que eran antes,
y por tanto, si vuelve a venir una nueva crisis,
tendremos que volver a resgatar a la banca,
porque serán de nuevo demasiado grandes para quebrar,
y es que una vez el estado institui el incentivo perverso
de todos aquellos que sean demasiado grandes,
los voy a rescatar, evidentemente, el incentivo empresarial
vamos a concentrarnos para convertirnos en un banco sistémico
y entonces tener acceso privilegiado a las líneas de rescate
que pueda abrir el sector público en su momento,
porque un banco que tenga acceso al rescate estatal
es un banco que se puede financiar más barato,
porque el acreedor del banco sabe que si no le paga el banco,
le pagará el estado, y por tanto que puede maximizar
por eso había sus beneficios.
Y creo que en esos privilegios que tiene la banca,
y que son muchísimos, no solo el rescate directo
por parte del estado en el momento de necesidad,
también la refinanciación continua
por parte del Banco Central Europeo,
está la mayor parte, gran parte del problema
de por qué sufrimos crisis económicas periódicas
y por qué tenemos las burbujas que terminan
distorsionando enormemente la especialización de nuestra economía.
Yo en clase les he puesto a mis alumnos,
de ultima año de carrera, les pongo el valance del popular.
El valance del popular.
Hay que tener en cuenta que dentro de tres, cuatro meses
serán economistas, por tanto les pongo el valance del Banco Popular.
Y les dejo ahí 20 minutos, y no entienden nada.
O sea, no entienden nada, con lo cual quiere decir
que obtenemos un problema de formación
o es un problema de cómo es el valance.
Con lo cual, primero, aquí hay un tema de valances
que hay que mirar y que hay que mirar con lupa,
porque realmente siempre estamos hablando
del problema que es la deuda, la deuda, la deuda.
La deuda nunca es el problema.
La deuda es la consecuencia de un problema que está en el activo.
Por tanto, quiere decir que ahí el problema que hubo,
y por ejemplo, ahora todavía lo tenemos en la banca española
y lo sabemos, es que hay que eliminar 130.000 millones de euros
más o menos de activos tóxicos.
Es decir, activo tóxico sería el activo improductivo,
el que no me da el riesgo que todavía yo tengo y tal.
Bueno, entonces, esto hay que sanearlo.
Por tanto, la banca necesita forzar al máximo
el tema de los ingresos, a partir de ahora,
necesidad de que los tipos de interés reputen.
Pero, claro, cuando yo, por ejemplo, veo la evolución
de los ingresos de las entidades de depósito,
desde el año 2008, que estaban en unos 140.000 millones de euros.
Al día de hoy, que son 36.000 millones de euros,
me deí cuenta de que, claro, es que la banca ha ido
cayendo, cayendo en cuanto a ingresos.
Bueno, muy bien. Entonces, ¿qué hemos de hacer?
Bueno, hemos de procurar que la banca sea rentable.
Y a mí me interesa que la banca gane dinero y dinero
y me interesa que la banca gane dinero,
porque si la banca gana dinero, todos nos vamos a beneficiar,
no solo el que pague el impuesto sobre sociedades
y todo lo que sea, sino que, fundamentalmente,
la banca va a poder dar crédito, vamos a tener ligereza y tal.
Por tanto, interesa mucho.
Lo que pasa es que hemos ido cambiando
las reglas del juego con el Partido en Marcha.
Es decir, ahora yo no voy a hablar por qué es pasado,
pero tal vez habría de también que indicarlo
el famoso tema banquia y, además, estamos aquí en este programa,
digamos, patrocinado por banquia.
Pero el tema banquia, en pré banquia, es decir, la anterior banquia,
es un tema que sobre la marcha se van cambiando
las normas del juego de la banca, es decir, las normas de prudencia.
Ahora esto hay que dotarlo, ahora esto hay que dotarlo,
ahora hay que hacer una corrección valorativa y tal sobre la marcha.
Entonces, claro, ¿qué significa que la banca,
de buenas a primeras, la banca española, se encuentra en el año 2012,
que hasta el año anterior había ganado,
aunque el resultado se iba ajustando y se encuentra en el año 2012,
con 83.000 millones de pérdidas antes de impuestos.
Entonces, yo siempre digo, esta pérdida de 83.000 millones de euros
no se puede producir en un año.
Este era un proceso que ya estaba hilarvado, ¿no?
Por lo tanto, yo creo que ahora hemos de extremar
las medidas precautorias y la duda mía es,
si hubiera un perete económico a nivel de la banca,
sí podríamos hacer frente a ello.
Entonces, Juan Ramón comentaba el tema del Banco Central Europeo,
tenemos al Gran Mario, que nos protege, maravilloso.
Pero yo tengo una duda ahora,
y es si el Gran Mario y el Banco Central Europeo,
igual que la Reserva Federal,
ya tienen toda la munición gastada.
Es decir, claro, ahí hay un problema.
Es decir, ¿van a poder poner más dinerito,
¿van a poder poner más activos de carácter financiero?
No lo sé, no lo sé.
Bueno, no tienen que hacer una reducción de proceso de compras.
Bueno, claro, no, es que el Banco Central Europeo
tiene que desaguar, tiene que desaguar, claro.
Pero mi opinión, y podríamos hacer apuestas sobre esto,
es que el cuantito edificio en el programa de compras
ha venido para quedarse, no creo que vayamos.
Yo creo que esto se va a quedar en balance
y se va a ir amortizando en función de que se vayan amortizando
los títulos que se han comprado.
Yo creo que tenemos que entender que las medidas alternativas
que se pusieron en marcha en los años 2009-2012,
o 2015, en el caso del Banco Central Europeo,
ya no son alternativas.
Ahora están dentro el set de políticas del Banco Central Europeo.
Por lo tanto, yo creo que capacidad de fuego, potencia de fuego se tiene.
Si ahora se está delimitando, precisamente porque el objetivo
de política monetaria se está cumpliendo, ¿no?
Estamos pidiendo como la inflación está repuntando, ¿no?
Y podemos estar cerrados. Muy lentamente, muy lentamente repuntan.
Sí, está repuntando, pero muy lentamente.
Lentamente. Todas las subyacentes,
la que preocupa la subyacente,
que es la que es la que acaba, pero sí.
Mario siempre ha encontrado una buena,
y esto de seguro que lo gusta, a Juan Ramón,
Mario siempre ha encontrado una buena razón
para seguir disparando el cañón, ¿no?
Una cuestión a vosotros, José Martín.
Yo tengo la duda de que, si de verdad se retiraran
los estímulos monetarios,
la respiración asistida monetaria,
¿qué pasaría con el enfermo?
Es decir, tenemos al enfermo,
el tío está con la respiración asistida,
está mejor, está mejor, está mejor, tal.
El tío sale por el pasillo,
bebe, bebe, bebe, vago, vago, vago.
Mañana salimos, pero salimos de bebe, bebe.
Yo creo que se nos cae, me da la impresión,
es decir, que no sé, entonces,
porque fíjate bien lo que acabas de decir,
que estoy de acuerdo, es,
ya esa política no convencional se convierte en convencional,
por lo tanto, quiere decir que ya no es aquella medida típica,
por lo tanto, a mí esto me preocupa,
porque cuidado, ahora veremos en Estados Unidos
de momento están funcionando de miedo,
con el táper, y tal, van funcionando bien,
pero yo no sé si Europa va a tener,
y esto nos afecta, claro, esto afecta a la banca,
¿por qué? Porque afecta a lo que sería toda la economía,
no, por tanto, con dinero baratito bien,
pero si el dinero se encarce un poco...
Bueno, pero si se encarce un poco la banca también,
va a tener más margen.
Claro, ahora, la banca de interés,
que hay una subida de tipos,
y tiene que haber una subida de tipos interés.
Y para ahí, al ahorrador, le interesa, al que no le interesa.
Al ahorrador, si no, se va ni al inmobiliario,
y ahora tenemos un inmobiliario tremendo,
con una burbuja inmobiliaria, pero...
Yo no creo que haya burbuja, ¿eh?
No, pero en algunas zonas, sí,
porque aquí en Madrid, por una habitación,
se pagan 725 euros al mes.
Señalaría ahí que a mí me da la sensación
de que no hay ganas de probar lo que pase.
Yo vamos a ir poco a poco, ¿no?
Y a medida en que el enfermo, entre comillas,
veamos que no tiene suficiente fuerza,
el tema se va a quedar.
Yo no creo que vamos a ver un tapete muy agresivo, ¿no?
Me gustaría señalar, en última instancia,
otro elemento que es, con lo que ha señalado Juan Ramón,
en términos del programa de riesgo moral de la banca
y el financial backstop,
que, de alguna manera, es el que garantiza que eso existe, ¿no?
Y voy a poner un ejemplo que es...
Esto pasa en Europa, en Europa continental,
porque tenemos un sistema financiero
que está muy intermediado por la banca, ¿no?
Pero si nos damos cuenta de otros sistemas financieros
que no están tan intermediados,
por ejemplo, el sistema norteamericano,
donde la banca en las sombras, digamos,
tiene un peso mucho más importante, ¿no?
El desempeño que dieron durante la crisis
no fue particularmente brillante, ¿no?
Por lo tanto, a mí me hace pensar
que tampoco la solución está en, digamos,
aplicar solamente disciplina de mercado, ¿no?
Que teóricamente podríamos pensar
que es lo que podría evitar este riesgo moral.
A la hora de la verdad,
el sistema financiero norteamericano,
más basado en la banca en las sombras,
en la titulización de los créditos, etcétera,
pues tampoco es que funcionara particularmente brillante, ¿no?
Pero, fíjate que, aunque no había, es verdad,
una garantía explícita de rescate,
implícitamente sí existía.
Y, de hecho, Lehman Brothers no era una entidad
que estuviese cubierta por el Fondo de Garantía de Depósitos
estadounidense, pero se sabía que era un banco
de inversión demasiado grande para caer.
Lehman Brothers se dejó caer y fue lo que asustó,
pero, al resto de la banca, sí se la rescató.
El peso de la banca en Estados Unidos...
Bien, ya los resultados de Lehman Brothers.
Un 30%.
Bueno, es que realmente, el caso de Lehman Brothers
es bastante curioso, cuando cae Lehman Brothers,
no hay un gigantesco pánico financiero.
El pánico financiero se produce, primero,
cuando buis dice, vamos a rescatar a la banca
y le tumban el plan de rescate,
ahí es cuando saltan todas las alarmas,
y, sobre todo, cuando quiebra Washington Mutual
y cambian las reglas de juego.
En lugar de rescatar a los acreedores en el orden
en que se había jerarquizado el rescate,
es decir, la deuda subordinada en último lugar,
la deuda preferente, se cambian el orden de rescate,
y ahí es cuando el mercado financiero dice,
no sabemos qué va a pasar con la asignación de pérdidas.
Pero, insisto, es decir, el sistema financiero en la sombra,
la banca en la sombra, sabía, Fredy Mac y Fanny Maé,
por ejemplo, que son dos grandes entidades
de titulización hipotecaria,
no contaban con una garantía explícita de rescate,
pero sí implícita, así se sabía que iban a ser rescatados.
Por dado, todos jugaban con las cartas marcadas,
y, de hecho, fue la sorpresa, ya digo, del Emma Brothers,
de, ostras, no nos han rescatado
cuando empieza un poco la marejada,
y es luego, ya cuando dice,
vamos a rescatar a todo el mundo, fracasan el rescate,
y eso genera el pánico financiero.
El pánico financiero, a mi juicio,
que se generó más o menos como estás planteando,
me lleva a dar otra razón sobre por qué era necesario
rescatar a la banca española,
o a Cajadaura o a los depositantes,
porque un elemento que acompaña cada operación
del mercado financiero es la confianza.
Si se pierde la confianza y es lo que generó el pánico,
las economías no aguantan.
El problema que tuvimos, o sea,
los fundamentales que tenía la economía española
en julio del 2012 y en septiembre del 2012,
eran los mismos, básicamente,
eran básicamente los mismos,
y la prima de riesgo,
el diferencial de prima de riesgo que creció,
fue de 300 puntos básicos,
porque ya estaba la confianza, ¿no?
Y en ese sentido, entiendo, y todos vamos a estar de acuerdo,
en que cuando Mario Draghi sale diciendo,
voy a defender el euro, cueste lo que cueste,
y créanme, será posible, o sea,
lo haré, será suficiente lo que vaya a hacer,
en ese momento empiezan a cambiar las tornas
de la confianza en el sistema, ¿no?
Yo creo que el rescate bancario,
el rescate de las Cajadas de Ahorro,
tiene también ese componente,
o sea, no solamente el elemento de balance,
sino el componente de generar confianza
para que los operadores económicos
pudieran seguir actuando, ¿no?
Y, por lo tanto, yo sí creo que le va a haber, digamos,
una, digamos, un prestamista o un rescatista, ¿no?
De último, de último, digamos, de último plazo, ¿no?
Porque es, digamos, sobre esa institución de confianza,
no sea el Banco Centro Europeo, sean otros,
es donde se puede generar, digamos, el resto, si no...
Es que son dos modelos,
o un modelo de privilegios a la banca,
regulando mucho a la banca para que no abuse de esos privilegios.
El problema es que ahí, normalmente,
la banca siempre va a ir dos pasos por delante del regulador,
porque el propio regulador es el que,
para redactar sus regulaciones,
tiene que preguntar a los bancos qué estáis haciendo,
qué instrumentos estáis emitiendo, cómo funcionan,
y, por tanto, la información asimétrica que beneficia a la banca
y que perjudica al regulador,
siempre se transmite en perjuicio del regulador,
de la banca al regulador, para maximizar las ganancias de la banca,
o el otro modelo, y es ni privilegios a la banca,
ni regulaciones a la banca.
Si usted lo hace mal y quiebra,
usted se la sapaña con su quiebra.
También no hemos tocado,
porque tampoco hay mucho tiempo, no os queda poco,
el papel de la ACNMV.
Todas esas operaciones que se pusieron a disposición
de los clientes, de una complejidad que nadie entendía,
pero que les permitía recuperar diner
y que luego no se podían pagar,
eso también está ahí.
Hay una cosa que me parece la más importante de todo,
posiblemente, porque no soy especialista
en los temas económicos,
pero sí en los temas de comunicación,
que es el que acabas de poner encima a la mesa,
que es el tema de la confianza.
Particularmente yo creo que los ciudadanos
no le han devuelto la confianza, no todos,
a los bancos, ¿vale?
¿Por qué?
Porque muchos que sufrieron, que perdieron sus dineros,
que engañaron a los abuelos, puntos suspensivos,
siguen diciendo, siguen pensando
que el Estado se portó muy bien con los bancos,
pero no con ellos.
Y sin embargo, y les cuesta mucho de creer
que el Estado, las autoridades del gobierno,
lo que hizo fue poner ese dinero para evitar la quiebra
y de que perdiesen todos los ahorros.
¿Cómo se arregla eso?
Pues es muy difícil.
Yo creo que sin confianza diría que no hay mercado
y muy poco mercado, y yo diría que no hay democracia,
pero en el momento en el que pierdes la confianza
en que vas a recibir una pensión
después de haber pagado las cotizaciones,
pierdes la confianza en que vas a recibir servicios públicos,
después de haber pagado impuestos,
pierdes la confianza después de que nuestros abuelos
los engañaran en las sucursales,
es muy difícil recuperarla.
Y forma parte no solamente un problema de mercado,
pero que forma parte un problema democrático,
en última instancia, en toda la Unión Europea,
donde se han perdido en gran parte la confianza
que había en las instituciones,
no solamente en el euro, sino también en los países,
y donde esto lo que está generando es un caldo de cultivo
que permite que cualquiera que diga,
veis como teníamos razón de que esto no estaba funcionando,
pues ahora mismo esté creciendo.
Yo creo que costará mucho reconstruir esa confianza, mucho tiempo.
También la comisión ha puesto un poco el dedo en la yaga
en lo que sería los productos estructurados,
los cocostos, todas estas cosas y tal,
que en un momento como este,
y esto es lo que me preocupa a mí,
de lo que estamos hablando, que no volvamos a las andadas,
en un momento como este, la gente igual busca,
el pequeño ahorrador busca mayor rentabilidad,
y entonces dice, oye, yo a ver aquí,
entonces es el momento de meterse en un producto estructurado.
Fijémonos bien que al final,
sea subprime o no, como antes comentábamos,
todo el origen del crack viene por lo mismo,
es decir, por productos estructurados,
por lo que son unos activos raros, etcétera,
que se estuchan, se envuelven en papel de celofán,
y se meten en el mercado.
Entonces, a mí esto me da un cierto miedo,
y me da un cierto miedo porque la banca quiere prometerle,
o las entidades financieras en general,
le quieren prometer más rentabilidad al inversor,
el inversor busca esto,
y ahora tiene que firmar, lo entiendo, perfectamente,
pero ahí tenemos un peligro,
y tenemos un peligro que además lo ve acuciado
porque esta política monetaria que se está siguiendo,
que me parece bien para que vaya respirando el enfermo,
es una política monetaria que ha fomentado el endeudarse
a coste muy barato,
y el invertir buscando rentabilidades más altas,
y esto que ha provocado, está provocando a nivel,
sobre todo, en Norteamérica y en algunos otros puntos,
una cierta burbuja de las cotizaciones,
y entonces qué pasa,
que las cotizaciones empiezan a ser un poco celestiales,
y ahora esto está financiado con deuda.
Por lo tanto, en el momento que pueda haber algún reajuste acá,
esto puede pasar una factura cara.
Entonces, yo simplemente lo que tengo que hacer,
porque ahora alguien me va a decir,
este tío es un catastrofista, un momento.
Yo tengo un amigo, tengo un amigo que estuvo en el tsunami,
una amiga que estuvo en el tsunami,
que además se inspira a una película,
pero una cuestión clave que es importante y tal,
allí había un tío que advertía de que había un riesgo de tsunami,
este tío no era un catastrofista,
este tío estaba advirtiendo de lo que era la tragedia que venía.
Entonces, yo creo que es importante que la gente diga,
oye, cuidado ahora, no voy a buscar rentabilidades muy altas,
y sobre todo saber dónde invierto y cómo invierto.
Yo creo que la próxima crisis Ramón será más llevadera.
Un poco al contrapunto.
Yo creo que no es malo que la gente tenga desconfianza,
desconfianza hacia el poder político y hacia el poder financiero,
es decir, creo que es bueno que miremos la política
y las finanzas con el septicismo.
Lo que sí es peligroso es que desconfiemos en un poder político
y enseguida nos lancemos a confiar en otro poder político
que nos vende cualquier ocurrencia que acaba de tener
o que desconfiemos de la banca,
pero nos pleguemos a confiar rápidamente
en el primer vendedor de basura financiera que nos encontremos.
En general, creo que sería muy sano, pero por desgracia,
no es el diagnóstico que estoy haciendo de la sociedad española,
pero sería muy sano que la sociedad española, en general,
tuviera desconfianza de lo que le venden aquellos comerciales
políticos o financieros que viven precisamente de vender
una mercancía generalmente estropeada,
que analizarán mucho mejor que se les está ofreciendo
y que hay detrás de los productos que se les ofrecen.
Y para eso, evidentemente, en el ámbito personal,
sería necesario incrementar la cultura financiera de cada ciudadano
para que no caiga en las redes de, ya digo,
el comercial bancario o no bancario de turno
y también aumentar un poco la cultura política
para entender muy bien las relaciones de poder
que se tejen en torno al sistema estatal.
Ya diría una cosita, pero diga usted.
Yo quería comentar, José María,
por el tema del ACMNV y el tema de los puertos estructurales.
En este momento en el que estamos, que estamos nosotros,
digamos, en un momento al cista del ciclo,
y parece que vamos ya más como un tiro, o sea, este año probablemente...
Yo creo que la perición que va al Banco de España
se va a quedar corta y que vamos a estar más cerca del 3 que otra cosa, ¿no?
Que de los 0,7. Sí.
Yo creo que... Ha hecho una mejoría.
Los otros 0,7 no.
Solamente que de los indicadores adelantados vamos fenomenal, ¿no?
Entonces, saliendo del ciclo,
es un nivel de crecimiento potencial de nuestra economía,
de las economías de la zona euro, etcétera.
Uno se da cuenta de que no puede esperar unas rentabilidades
como las del pasado.
Si hay rentabilidades muy por encima del crecimiento potencial
de lo que estamos hablando,
es de que hay algún artificio de estructuración
que eso siempre acaba mal, ¿no?
Y yo creo que ahí hay un papel importante
que tiene que jugar a la Comisión Nacional de Mercado de Valores,
que no está jugando en todas las cosas,
porque es una institución que está muy erosionada también,
ha sufrido mucho con la crisis y está sufriendo mucho con la crisis.
A mí me gustaría que cuando se denombrara la CNMV,
digamos, la sensación que nos provocara todo,
fuera la sensación que se provoca en Wall Street
cuando se nombra la SEC, ¿no?
No me la asecto, el mundo dice, cuidado, ¿no?
Que estamos aquí hablando para los mayores, ¿no?
Yo estoy de acuerdo.
Aquí la CNMV es solamente un jugador más, no es el árbitro,
y eso es un problema grave, ¿no?
Le falta un papel, yo diría, más activo en este caso,
y además más riguroso, porque al fin y al cabo
no entra en el tema del Banco Popular,
pero la CNMV también tenía las cuentas del Banco Popular,
tenía la información del Banco Popular,
al margen del Banco Central Europeo.
Aquí el Banco Central resultó bien el tema del Banco Popular.
Él?
Se ha resuelto bien y no la calculó al contribuyente.
No, exacto, ¿no?
En este aspecto sí, Almudena, totalmente de acuerdo,
pero esto genera, porque yo veo, por ejemplo,
algunos estados financieros,
yo cada año analizo todo el Ibex35,
y veo algunos estados financieros que son de petardo,
y entonces, claro, yo digo,
y la CNMV no está diciendo nada, y esto era un petardo,
y esto acaba siendo un petardo,
por lo tanto, quiero decir que la CNMV, en este aspecto,
yo creo que tenía que ser como más activa,
no decir el nombre, no designar a nadie en concreto,
pero advertir.
Y luego, otro tema, y aproveche,
ya que me estoy metiendo con la CNMV,
luego que sea muy fácil el buscar la información de las entidades,
porque realmente el tío que hizo la web
de la Comisión Nacional del Mercado de Valores,
desde luego, creo que tiene poco futuro haciendo web,
es decir, estamos de acuerdo,
no buscas alguna información y tal,
y es lo más difícil.
Por tanto, aquí la transparencia brilla por favor.
Y de tal forma, ligaría de nuevo esto
con la desconfianza que comentaba.
Creo que también hemos de tener una desconfianza razonable
hacia el supervisor y el regulador, por dos motivos.
Primero, porque no siempre los reguladores
son bien intencionados,
es decir, muchas veces están conchabados con los regulados,
precisamente no para revelar la información,
sino para ocultarla.
Pero, incluso aunque no los tuvieran,
aunque fueran honestos, aunque fueran sinceros,
el regulador, el supervisor, no llega a todas partes,
no puede llegar a todas partes,
no puede tener información de todo.
Por tanto, aunque la CNMV ponga su sello oficial
sobre una inversión,
que eso no nos haga caer en la trampa de pensar
que esa inversión necesariamente es impoluta
y está libre de polvo y paja.
No lo es, o bien, por mala fe, o bien, por ignorancia.
Hemos terminado.
Antes de irnos, yo les voy a recordar los libros.
La Gran Burbuja del Fútbol, de José María Gaide Lievana,
editado por Conecta.
Si yo le invito un día a hablar de fútbol, de esto...
Encantado de la vida. Encantado de la vida,
aunque tenga que venir de menor, caudel.
Hombre, de menor, si es para hablar de fútbol, Ramón,
y en este programa... No, dígate.
Vendré. Vendré.
Muchas gracias.
El libro de Juan Ramón Rallo,
contra la teoría monetaria moderna,
editada por Deusto,
y el libro de José Moisés Martín Carretero,
España 2030, Gobernar el Futuro,
que también está editado por Deusto.
Nada más, gracias por su presencia,
gracias a ustedes por seguirnos desde sus casas,
o desde donde estén, desde lo ordenador.
Y les esperamos la próxima semana.
Subtítulos en español de la Iglesia de Jesucristo de los Últimos días