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El Gobierno de Peso de Podemos ha decidido volver a subir el salario mínimo en este
año 2021. ¿Pero qué evidencia ha consultado el Gobierno de Peso de Podemos para concluir
que una nueva subida del salario mínimo en España sería beneficiosa para los trabajadores?
Veámoslo.
Como poco, las políticas públicas deberían ser evaluadas antes de seguir siendo aplicadas.
Si los gobernantes nos aseguran que toman medidas para incrementar el bienestar general
de la sociedad, no para corroborar sus sesgos ideológicos, no para contentar a sus clientelas
electorales, sino buscando el bienestar del conjunto de la sociedad, lo lógico sería
que midieran si las medidas que están adoptando incrementan o no el bienestar del conjunto
de la sociedad.
Durante los últimos cuatro años el salario mínimo en España se ha incrementado la friolera
de un 35% desde 824 euros mensuales en 2017 a 1108 euros mensuales en 2020.
Estoy expresando el salario mínimo claro en 12 pagas en lugar de en 14 pagas como es
habitual.
Pues bien, después de un incremento tan considerable, después de un incremento acumulado tan considerable
en el salario mínimo, lo lógico sería que los gobernantes que promueven ese tipo de
políticas evalúen cuál ha sido su impacto sobre la economía, traten de discernir qué
efectos positivos y qué efectos negativos ha conllevado y si los efectos positivos pesan
más que los negativos o al revés, porque idealmente la decisión que ha obtenido sobre
si seguir implementando esa política, en este caso concreto, seguir subiendo el salario
mínimo debería depender claro de cuáles hayan sido los efectos de esa misma política
dentro de nuestra economía durante los últimos años.
Pues bien, el Gobierno de España, el Gobierno de Peso de Podemos acaba de anunciar un acuerdo
con los sindicatos y, sin la patronal, para incrementar el salario mínimo dentro de España
hasta los 1.125 euros mensuales, un incremento de 15 euros al mes en 14 pagas y por tanto
de 17,5 euros mensuales en 12 pagas.
Las evaluaciones sobre el impacto económico y social de esta medida, de la subida del
salario mínimo durante los últimos años, ha encargado a efectuado este Gobierno, ninguna,
absolutamente ninguna.
Este Gobierno sigue subiendo el salario mínimo a ciegas.
Todavía peor, la única evaluación de que disponemos sobre el impacto de la subida del
salario mínimo en el año 2019, la evaluación efectuada dentro del Banco de España, es
una evaluación que arroja consecuencias bastante negativas sobre la subida del salario mínimo
en 2019.
No hablemos ya de la de 2020 o de la que acaba de aprobarse en 2021, que concluyó el Banco
de España, que la economía española en el año 2019 como consecuencia de la subida
del salario mínimo, había perdido hasta 170.000 empleos.
Al Gobierno, esta evaluación del Banco de España no le gustó, pero no le gustó no
porque tuviera otras evaluaciones metodológicamente superiores a las del Banco de España y por
tanto descartaran las conclusiones del Banco de España ante la evidencia contradictoria
más sólida de que ellos disponían frente a la del Banco de España.
No, no le gustó porque las conclusiones del Banco de España atentaban contra los dogmas
ideológicos de esta coalición de Gobierno.
¿Qué dogma ideológico?
Que el Gobierno puede subir por decreto los salarios dentro de la economía sin que haya
ningún efecto adverso dentro de la economía, porque eso de los efectos adversos como consecuencia
de medidas gubernamentales precipitadas son narrativas sin fundamento que han pergeñado
los economistas del sistema para defender los intereses de clase de Libes 35.
Son narrativas dirigidas a alienar al conjunto de la clase trabajadora para que ésta no
sea consciente de que sus intereses de clase deberían llevarlos a echarse en brazos de
aquellos políticos libertadores, como PSOE o sobre todo como Podemos, que defienden sus
intereses de clase, que defienden subir el salario mínimo porque subir el salario mínimo
no siempre beneficia a todos los trabajadores sin perjudicar absolutamente a ninguno.
Ahora bien, no esperen que este Gobierno, que tiene tan absolutamente claro, que considera
que es tan absolutamente evidente que subir el salario mínimo siempre es beneficioso para
todos, no esperen que este Gobierno nos proporcione ni una pizca de evidencia de que eso está
siendo así en España.
La novia es tan evidente que no pueden encontrar la evidencia, la obviedad por ningún lado,
y a pesar de no tener absolutamente ninguna evidencia de cuál está siendo el impacto
de las medidas que en materia laboral están adoptando, en concreto subir continuadamente
el salario mínimo, ellos siguen subiendo el salario mínimo, porque el error es pensar
que este Gobierno se preocupa realmente por los trabajadores de carne y hueso, por los
trabajadores que son los que disfrutan o los que padecen la legislación que ellos
aprueban.
No, este Gobierno se preocupa sobre todo por contentar a sus clientelas electorales,
y esas clientelas electorales tienen muy implantado ideológicamente que subir el salario mínimo
es bueno, y por tanto este Gobierno va a seguir subiendo el salario mínimo aunque sea malo
para los trabajadores, porque no es el voto de esos trabajadores que pueden llegar a
perder su empleo como consecuencia de la subida del salario mínimo lo que busca este
Gobierno.
Lo que busca este Gobierno es el voto de aquellos que quieren sentirse bien apoyando
públicamente a un partido que defiende sus vidas del salario mínimo.
Esto tiene más que ver con contentar a aquellos votantes que quieren señalizar virtud ante
los demás defendiendo sus vidas del salario mínimo, yo soy muy bueno porque apoyo a un
partido que quiere subir el salario mínimo y por tanto yo me preocupo por los trabajadores,
tú en cambio eres un sucio explotador al servicio del IBS35, tiene más que ver con
contentar a esta gente que quiere señalizar virtud ante los demás que con adoptar medidas
que realmente mejoren la vida de los trabajadores, porque si fuera así como poco estarían evaluando
cuál está siendo en la vida de los trabajadores el impacto de estas medidas que llevan años
aprobando y que tenemos ya cierta evidencia de que está dañando seriamente a algunos
de esos trabajadores.
Por eso en 2021 se ha subido el salario mínimo sin evaluar las repercusiones de las subidas
pasadas, por eso en 2022 se volverá a subir el salario mínimo sin volver a evaluar las
repercusiones de las subidas precedentes y por eso en 2023 se seguirá subiendo el salario
mínimo sin mirar atrás, el dogma es subirlo caiga, ¿quién caiga? porque ese es nuestro
combustible electoral, porque esa es nuestra señal de identidad política y si nosotros
queremos llegar o queremos permanecer en el poder no nos queda otra que seguir alimentando
ese combustible electoral que reafirma los dogmas ideológicos del partido y de sus votantes
aún cuando se esté dañando a aquellos que proclamamos querer proteger.
Nuestro objetivo no es mejorar la vida de los trabajadores, nuestro objetivo es generar
la apariencia de que estamos mejorando la vida de los trabajadores para así permanecer
en el poder, no medidas efectivas, sino propaganda.