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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

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Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, concedió este fin de semana una
entrevista al diario.es donde analizaba cuál había sido la gestión del gobierno en esta
crisis sanitaria y también intentaba extraer lecciones de futuro.
Vamos a analizar los principales extractos de esa entrevista para desentrañar si Iglesias
ha sido del todo sincero o si, en cambio, ha ocultado o tergiversado alguna información
relevante que puede ser de interés para juzgar efectivamente cuál ha sido la gestión del
gobierno durante la crisis sanitaria y también qué lecciones, si adecuadas o no, pretende
extraer Iglesias de cara al futuro.
Empecemos con el análisis de la gestión del gobierno durante las últimas semanas que
hace Pablo Iglesias.
Pablo Iglesias, vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de derechos sociales.
España extras Italia, el segundo país del mundo con más muertos por coronavirus.
¿Por qué estos malos datos?
Hemos sido uno de los primeros países en los que el virus se ha extendido de una manera
tan grave después de China y después de Italia.
Estamos siendo una referencia para muchos países respecto a lo que hay que hacer.
Bueno, aquí ya tenemos una primera tergiversación, no es verdad que España fuera uno de los
primeros países que se vieron afectados gravemente por el virus.
Hubo otros países que estuvieron en situación de alta peligrosidad y que por eso tomaron
medidas de manera anticipada, entre ellos Singapur, Japón, Taiwán o sobre todo Corea
del Sur.
Es muy significativo que Iglesias se olvide mencionar a Corea del Sur porque claramente
si hay un país que ahora mismo es referencia internacional sobre cómo gestionar la crisis
sin necesidad de cerrar la totalidad de la economía generando un daño tremendo a nuestra
capacidad de crecimiento económico y a nuestro empleo, ese país es Corea del Sur.
Justamente insisto el país que se vio muy gravemente afectado por esta epidemia y que
Iglesias no menciona.
Repasemos brevemente la comparativa entre España y Corea del Sur para que veamos por qué es
muy relevante que Iglesias esté omitiendo este país.
Primero Corea del Sur tiene aproximadamente la misma población que España, nosotros tenemos
47 millones de habitantes, Corea del Sur 51 millones de habitantes.
El 7 de marzo en España había 500 contagiados por coronavirus, en Corea del Sur más de
7.000.
El 2 de abril en España había 112.000 contagiados oficiales por coronavirus y en Corea del Sur
menos de 10.000, es decir, que si bien el 7 de marzo, un día antes del 8M, en España
había 14 veces menos contagiados que en Corea del Sur, hace unos días en España había 12
veces más contagiados que en Corea del Sur.
Lo mismo con los fallecidos, en España había 10 fallecidos el 7 de marzo, en Corea del
Sur 44, hoy hay más de 12.000 fallecidos en España, en Corea del Sur no llegan a los
200.
¿En qué se basó el modelo de reacción de Corea del Sur?
No encerrar toda la economía, sino en test masivos para detectar a aquellas personas
que estaban contagiadas y poderlas aislar del resto de la sociedad y en el uso muy generalizado
de mascarillas por parte de la población para así evitar que cuando salían a la calle,
acudieran al centro de trabajo o estuvieran en el supermercado, contagiaran a otras personas
aún estando asintomáticas.
Justamente este modelo, test masivos y mascarillas, es el que ahora, después de haber cerrado
la economía totalmente por no haber querido imitar el modelo de Corea del Sur anticipadamente,
justamente digo, ese modelo es el que ahora España va a copiar de Corea del Sur, España
y el resto de Europa.
Por tanto, insisto, España no es el modelo del resto de Europa, al contrario, España
es ahora mismo el país del mundo que tiene más muertos por cada millón de habitantes.
España es un país que reaccionó tardiamente a la pandemia y que no siguió las lecciones,
no aprendió las lecciones de aquellos países que ya habían pasado por ellas.
Y afuera las lecciones de China, cerrar totalmente la economía, cerrar totalmente la sociedad
en cuanto se localizan los primeros contagios locales o el ejemplo de Corea del Sur.
No hace falta cerrar totalmente la economía si reaccionas de manera suficientemente temprana
con test y mascarillas.
Es recientemente la Organización Mundial de la Salud, ha elogiado la radicalidad de
las medidas de confinamiento de España por su capacidad para salvar vidas, lo mismo que
un sintam británico reconocía que las medidas de confinamiento que se han tomado podrían
haber salvado la vida, lavar una cifra como de 16.000, 17.000 personas.
Evidentemente una vez se te descontrola del todo la epidemia dentro de tu país no te
queda otro remedio que seguir con cierta distancia pero seguir el modelo chino de cierre total
de la economía.
Y la Organización Mundial de la Salud lo que ha dicho es bueno ya que se les ha descontrolado
el virus porque durante semanas no nos estuvieron haciendo caso cuando pedíamos y se prepararan
para una pandemia mundial, al menos ahora han reaccionado cerrando totalmente la economía
y permitiendo que la curva de contagios se vaya frenando.
Sin embargo ni siquiera fue España el primer país en cerrar la economía y la sociedad,
fue Italia.
Italia ya cerró el norte del país el 22 de febrero, hubo tiempo para que España se
preparara y posteriormente cerró la totalidad del país el 10 de marzo, es decir de nuevo
antes que España.
Con respecto al segundo argumento que ofrece Iglesias es de que un sintam británico ha
estimado que se han salvado en torno a 16 mil, 17 mil vidas por cerrar la economía
por el confinamiento domiciliario que impuso el gobierno, primero no es un sintam británico,
es el Imperial College London, que es una de las universidades más prestigiosas del
planeta, en concreto según el ranking de Shanghai es la vigésimo tercera mejor universidad
del mundo, no es un sintam cuyo nombre ni siquiera recordaba Iglesias.
En segundo lugar es verdad que ha hecho estas estimaciones, afortunadamente hemos empezado
a frenar la propagación del virus y por tanto eso salva vidas pero sería muy interesante
que esta universidad, que el Imperial College London hiciera otro análisis que no ha efectuado
pero que insisto nos proporcionaría mucha información de interés y es cuántas vidas
se hubieran salvado si este gobierno hubiese reaccionado antes, si este gobierno hubiese
seguido el modelo de Corea del Sur desde finales de febrero o incluso si este gobierno hubiese
seguido el modelo chino de cierre de la economía de confinamiento domiciliario no a partir del
14 de marzo sino desde principios de marzo que es cuando empezamos a tener los contagios
locales y cuando en Italia 22 de febrero norte de Italia primeros contagios locales
decretan el confinamiento domiciliario pero continuamos.
Pero creo que debemos ser enormemente humildes, nos hemos enfrentado a un enemigo desconocido
y a una realidad desconocida en la que no había manuales previos sobre cómo actuar
y seguramente hemos hecho cosas mal y seguramente haremos cosas mal pero creo que hemos actuado
de manera responsable atendiendo siempre al criterio de las autoridades sanitarias y
científicas que en una situación como esta eran las que tenían que marcar la pauta.
Uno esperaría que aquí iglesias entonarán a culpa en nombre del conjunto del gobierno
y reconociera que actuaron demasiado tarde no porque siguieran las recomendaciones de
las autoridades sanitarias que por cierto en España eran ellos mismos, es decir, seguían
según iglesias sus propias recomendaciones sino porque hasta mediados de marzo parecía
que no convenía declarar el estado de alarma ni suspender las aglomeraciones masivas de
personas porque quizá el 8M había que salir en manifestación y justamente sobre este punto
le preguntan a iglesias y parece que tiene una oportunidad de oro para al menos reconocer
algún tipo de responsabilidad.
Fue un error permitir las manifestaciones del 8M como critica muy duramente la oposición,
fue un fin de semana en el que también hubo competiciones deportivas, misas y un congreso
de box, habría que haber limitado los movimientos antes de ese fin de semana.
Desde luego si todos pudiéramos volver atrás y supiéramos entonces lo que sabemos ahora
pues seguro que se hubieran tomado algunas decisiones antes, pero en aquel momento lo
que decían las autoridades sanitarias y las autoridades científicas fue lo que tanto
el gobierno como el conjunto de las fuerzas políticas hubo mítines políticos, muchos
partidos de fútbol, eventos culturales.
Aquí de nuevo iglesias están mintiendo porque desde luego no siguieron las recomendaciones
de las autoridades sanitarias europeas en esta materia, veamos sino lo que decía el
Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, el equivalente al CDC estadounidense
el pasado 2 de marzo.
Ese día publicó un informe donde efectuaba las siguientes exigencias, sugerencias, recomendaciones
a los gobiernos europeos para hacer frente a la epidemia del COVID-19.
Primero, activación inmediata de la emergencia nacional.
Segundo, asegurarse de que el público en general entiende la amenaza y la seriedad del COVID-19.
Tercero, aplicar los protocolos de testeo en laboratorio del COVID-19, diagnóstico,
vigilancia y tratamiento.
Cuarto, mejorar los mecanismos de vigilancia, investigación, seguimiento de los contactos
de las personas contagiadas para detectar rápidamente otros contagiados y poder aislarlos.
Quinto, implementar medidas de distanciamiento social.
Por ejemplo, suspender los encuentros a gran escala y cerrar las escuelas y los centros
de trabajo para interrumpir la cadena de transmisión.
Esto fue el 2 de marzo, es decir, prácticamente una semana antes del 8 de marzo.
Y sin embargo, desde el gobierno no lo siguieron, como tampoco siguieron por cierto las dos
últimas recomendaciones, como por ejemplo, asegurarse la provisión del material sanitario
necesario para que el personal de la sanidad pueda trabajar sin riesgo a infectarse, a contagiarse,
ni tampoco proveerse del material sanitario necesario para poder tratar a los pacientes,
es decir, básicamente respiradores.
Todo esto, el 2 de marzo, ya lo habían recomendado las autoridades europeas y el gobierno de España
hizo caso omiso a ello a pesar de que ya teníamos contagios locales y a pesar de que el precedente
de Italia nos aseguraba, nos hacía ver que una vez los contagios locales se habían producido,
la enfermedad, la pandemia ya era absolutamente incontrolable dentro de nuestras fronteras.
Y sobre el hecho de que algunos sectores políticos pongan el acento en el 8 de marzo, creo que
la gente no es tonta y la gente sabe que hay quien parece que está tratando de utilizar
algo tan grave como el coronavirus como excusa para atacar al feminismo y para atacar a
la lucha de las mujeres.
Esto es claramente una nueva trampa de iglesias donde ahora pretende victimizarse en nombre
del feminismo para no asumir sus responsabilidades.
Al feminismo, al menos así en general, no se le está acusando de haber propagado el
COVID-19, al contrario, se está acusando al gobierno de España, a PSOE, ya podemos
de no haber tomado las medidas que recomendaban las autoridades sanitarias europeas de manera
anticipada, de manera temprana, antes del 8M, porque preferían anteponer su sectarismo
ideológico manifestado en el 8M a la salud de los españoles.
Esa es la acusación precisa que se está formulando, que se retrasaron las medidas
de confinamiento o al menos de contención reforzada que habrían permitido salvar muchas
vidas porque no se podía suspender para el gobierno, a juicio del gobierno PSOE Podemos,
no se podía suspender las manifestaciones del 8M porque pesaba más la carga ideológica
del 8M que la salud de los españoles.
Y, por supuesto, que ese día hubo muchos otros eventos, pero la cuestión no es esa,
la cuestión es, el gobierno no actuó a principios de marzo porque consideraba que la amenaza
del COVID-19 no era grave, pese al clarísimo precedente de Italia, pese al clarísimo precedente
de Corea del Sur, pese al clarísimo precedente de China, o porque quería retrasar la adopción
de medidas hasta que pasara el 8M.
No parece que el gobierno quisiera retrasar la adopción de medidas hasta que pasaran
los partidos de fútbol del 8M o el meeting the box del 8M.
No parece que ese fuera el motivo por el cual el gobierno actuó tan tardiamente.
Ahora, las manifestaciones feministas, colectivistas que se produjeron el 8M y a las que acudió
el gobierno prácticamente en pleno, si son manifestaciones, si son actos, si son eventos,
si son concentraciones masivas de personas que el gobierno podía querer salvaguardar
de la suspensión y, por eso, retrasó las medidas.
Esta es una hipótesis que, desde luego, no es descabillada y contra la cual el gobierno
todavía no ha ofrecido ningún argumento de peso, porque lo que nos están diciendo
es que ningún experto les recomendó suspender la manifestación y ningún experto les alertó
de ninguno de los riesgos, de los contagios que se podían producir por el hecho no solo
de permitir la manifestación, sino de retrasar las medidas de contención reforzada y de
confinamiento domiciliario a partir del 9 de marzo.
Si fuera así, si los expertos a los que consulta al gobierno no le alertaron de absolutamente
ningún riesgo, lo primero que tendría que hacer el gobierno es cambiar de expertos.
Y desde luego, si fuera así, lo que podría hacer el gobierno es darnos los nombres de
esos expertos que negaron cualquier riesgo de retrasar las medidas de prevención hasta
el 9 de marzo o hasta el 14 de marzo, en el caso del estado de alarma.
Y si no es así, si los expertos sí les alertaron de determinados riesgos, lo que está haciendo
el gobierno es mentir, es ocultar información a los españoles de una negligencia política
que está costando miles de vidas de los españoles.
Y desde luego, vista la magnitud de este drama de esta tragedia, uno esperaría que Iglesias
sí extrajera las lecciones pertinentes, es decir, no hemos de mentir a los ciudadanos
y no hemos de anteponer nuestro sectarismo ideológico a la vida de los ciudadanos.
Y sin embargo, las lecciones que nos dice Iglesias que hay que extraer son otras muy distintas.
Creo que hemos actuado con responsabilidad atendiendo al criterio de las autoridades
sanitarias y las autoridades científicas, pero creo que nunca debemos perder la humildad,
la capacidad de autocrítica y, sobre todo, sacar lecciones hacia el futuro.
Creo que hay una lección que comparte toda la ciudadanía española y es que necesitamos
una sanidad pública más fuerte, no puede ser que haya profesionales de la sanidad
que estén trabajando en condiciones de precariedad, no puede ser que las privatizaciones hayan
debilitado nuestros servicios sanitarios, no puede ser que un país como España maltrate
o descuide lo que fue un referente y sigue siendo un referente a nivel mundial de servicios
sanitarios, pero muy golpeado en los últimos años.
Esta es la primera de las lecciones que quiere extraer Iglesias, no que deberían haber actuado
antes y que deberían haber tomado medidas como las que recomendaban las autoridades
sanitarias europeas de manera mucho más temprana, sino que hay que reforzar la sanidad pública,
que esta crisis ha demostrado que el gasto público en sanidad es muy insuficiente y
hay que incrementarlo.
Esta conclusión, sin embargo, no tiene absolutamente ninguna base.
Hay un país, lo hemos mencionado antes, que actuó de manera decidida, temprana y muy
exitosa a la hora tanto de frenar los contagios como de tratar a sus pacientes, y ese país
es Corea del Sur.
¿Cuál es el gasto sanitario total en Corea del Sur?
El 8% del PIB.
En España el gasto sanitario total es el 9% del PIB, por tanto Corea del Sur en agregado
gasta menos de lo que gasta España, pero uno podría decir, bueno, pero seguro que el gasto
público dentro de ese 8% el gasto público en sanidad de Corea del Sur es mayor que el
gasto público de España, tampoco.
De los 8 puntos de PIB que se destinan a sanidad en Corea del Sur, el estado coreano
gasta 4,9 puntos de PIB, es decir, 3,1 puntos de PIB son gasto privado.
En España, en cambio, el sector público gasta 6 puntos de PIB y el sector privado propiamente
3 puntos de PIB, por tanto, el gasto público en sanidad en Corea del Sur es el 4,9% del
PIB, en España el 6% del PIB, pero bueno, podríamos decir, de todas formas, en España
se gasta más en sanidad pública porque cada vez hay más hospitales privados y los hospitales
privados solo buscan el beneficio inflando los precios y los gastos de sanidad y seguro
que en Corea del Sur ese 4,9% que se gasta públicamente en sanidad es gasto en hospitales
públicos mucho más austeros, mucho más productivos, mucho mejor utilizados que los
privados españoles, de nuevo es falso.
El 94% de los hospitales en Corea del Sur son privados, el estado proporciona un seguro
público universal para que el ciudadano pueda acceder al hospital privado, dentro de todos
los que existen en el país, que considere más pertinente, por tanto, Corea del Sur
no es un ejemplo de sanidad pública proporcionada por el estado, no lo hace y, sin embargo,
ha sido el sistema sanitario, ha sido el gobierno que mejor ha reaccionado con muchísima
diferencia en esta epidemia.
Si una conclusión hay que sacar, por tanto, es que no necesitamos estados más grandes
de los que ya tenemos, Europa tiene los estados más grandes de todo el mundo y es la zona
de momento que peor parada está saliendo, lo que necesitamos en todo caso son estados
más eficaces y mejor más eficientes que gastando menos puedan conseguir más, y el ejemplo
de Corea del Sur este respecto es muy elocuente.
Sin embargo, Iglesias desde luego no quiere extraer esa conclusión, Iglesias quiere aprovechar
la crisis sanitaria para convalidar sus prejuicios ideológicos, aunque no hayan sido ratificados
en absoluto en esta crisis sanitaria, y por eso, cuando los periodistas insisten en preguntarle
sobre la situación crítica de la sanidad pública madrileña, Iglesias mete también
baza.
Por la información que usted tiene, ¿cuál es la situación actual del sistema sanitario
en España colapsado, aguanta, en qué situación está?
No hay hospitales, esto no es una información que tenga yo, es una información que tiene
todo el mundo, hay hospitales en la comunidad de Madrid y en otros territorios que están
en situación de colapso, con unidades de cuidados intensivos digamos en una situación
enormemente difícil para dar a todo el mundo el tratamiento que necesita y que merece.
Esto que quiere decir que la principal lección de esta crisis es que hay que reforzar el
sistema sanitario, es que creo que es una evidencia y que esto además no puede ser
una discusión ideológica, las privatizaciones y los recortes en sanidad no han ayudado a
tener un sistema sanitario mejor por el contrario, han precarizado y han hecho que tengamos
un sistema sanitario peor que el que teníamos antes.
Aunque ya tuve ocasión de explicarlo en el último vídeo conviene repetirlo después
de escuchar estas declaraciones de Iglesias, el sistema sanitario madrileño, que es el
que se encuentra más tensionado de toda España, redujo sus camas UCI y sus unidades de cuidados
intensivos en 40 unidades desde que empezaron los recortes hasta la actualidad, 40 unidades
de cuidados intensivos son prácticamente nada dentro de la magnitud enorme de los contagios
que se han producido en la comunidad de Madrid.
Actualmente en la comunidad de Madrid hay unas 1500 personas ingresadas en la UCI por coronavirus
y dejo de lado todas las personas que ocuparán la UCI por dolencias que no tengan nada que
ver con el coronavirus.
En el momento de mayor número de camas en la UCI antes de los recortes había 750 camas
UCI en la comunidad de Madrid.
Iglesias está diciendo que el recorte de 40 unidades es el principal responsable de
que haya colapsado la sanidad madrileña cuando es obvio el principal responsable son ellos,
son nuestros gobernantes que no tomaron medidas como en Corea del Sur a tiempo para frenar
los contagios masivos y que como han provocado contagios masivos especialmente en regiones
densamente pobladas y ricas y abiertas como la comunidad de Madrid, los contagios han
traducido en 1500 ingresos en la UCI de esta región.
Un sistema sanitario madrileño ni diseñado por el PP ni diseñado por el PSOE ni diseñado
por Podemos habría podido absorber la magnitud de estos contagios, nunca habríamos tenido
1500 camas en la UCI en la comunidad de Madrid simplemente porque eso supondría que de normal
las camas en la UCI estarían totalmente desutilizadas, totalmente desaprovechadas.
Por tanto, el problema no es que se hayan recortado 40 camas en la UCI, el problema
es que el gobierno no tomó las medidas para evitar que hubiese solo por coronavirus necesidad
de 1500 camas en la UCI.
Pero a iglesias todo esto no le preocupa a lo mas mínimo, no le interesa a lo mas mínimo
y sigue dentro del capítulo de sanidad efectuando un aprovechamiento ideológico de esta crisis
humanitaria.
Nuestro país va a aceptar que después de esta crisis haya gobernantes que le digan a los
profesionales sanitarios que van a tener sueldos más precarios, que van a tener condiciones
de trabajo prehores, que se van a privatizar los servicios esenciales.
Ese mundo ha terminado, eso ya se terminó, habrá algunos que todavía tengan como un
cierto canto de cisne de las políticas tacherianas o riganianas pero eso ya ha quedado atrás
y algunos digamos viejos camisas viejas del neoliberalismo ya se están dando cuenta de
que tienen que cambiar de chaqueta lo antes posible porque su mundo ha muerto, estamos
en una época distinta.
¿Cuál es esa época distinta?
La época en la que toda nuestra libertad está en manos de un gobierno negligente que ni
siquiera es capaz de gestionar eficazmente las competencias que tenía para evitar la
difusión masiva, la propagación masiva de una pandemia.
De verdad a este gobierno que ha sido incapaz de anteponer la vida de los españoles a sus
prejuicios ideológicos le vamos a encomendar que gestione absolutamente todos los apartados
de nuestras vidas, que gestione todos los aspectos de nuestra sanidad.
No, si algo ha demostrado esta crisis comparando España y Corea del Sur es que más gobierno
no es sinónimo de mejor gobierno, que más gobierno no es sinónimo de más seguridad,
no es sinónimo de más vidas salvadas, más gobierno, más arbitraridad en el poder del
gobierno puede significar todo lo contrario, puede significar que no se toman las medidas
preventivas cuando deben tomarse porque hay que permitir unas manifestaciones ideológicamente
convenientes para el gobierno y significa también incompetencia máxima para prepararse
ante la pandemia que venía en materia de provisión de material sanitario, significa
retrasar todas las medidas lo máximo posible hasta que ya explotan delante de Ducara y
no te queda otro remedio que adoptarlas.
Desde luego si algo no reivindica esta crisis sanitaria, esta crisis humanitaria es un papel
más fuerte, más potente, más omnibarcante del gobierno sobre la vida de todos los ciudadanos,
pero evidentemente Iglesias no solo no asume su responsabilidad y la de su gobierno en
la gestación de este desastre, sino que además ahora intenta extraer rédito ideológico
y electoral, pero vamos con la segunda de las lecciones que aspira a extraer, a sacar
Iglesias de esta crisis, la primera es que el Estado tiene que ocupar parcelas mucho
mayores de nuestras vidas en el ámbito sanitario, todavía mayores en España de las que ya
ocupaba y ahora la segunda es que necesitamos soberanía productiva, que necesitamos apartarnos
de la globalización.
Y al mismo tiempo creo que todo el mundo entiende que no puede volver a ocurrir si vuelve a
llegar una pandemia como esta, que España no tenga capacidad para fabricar los respiradores
que sean necesarios o para fabricar los equipos de protección individual que sean necesarios.
Y al mismo tiempo con instrumentos soberanos que permitan a nuestro país no desprender
de la especulación repugnante que se ha producido a nivel internacional con los equipos de protección
individual y con los respiradores.
Fijémonos en la flagrante contradicción en la que está cayendo Iglesias, por un lado
nos dice que nadie podía haber previsto ni nadie se podría haber preparado antes de
lo que lo hicieron ellos, siendo falso pero bueno, para esta epidemia, para esta pandemia.
Y por otro lado nos está diciendo que es inaceptable que España no tenga mecanismos
para producir ampliamente mascarillas, para producir ampliamente respiradores, para producir
ampliamente tests médicos frente a este virus.
Es decir, por un lado nadie tampoco el gobierno puede prever lo que va a venir, pero por otro
reclama competencias para que el gobierno pueda ordenar que se fabrica o que se deja de fabricar
en función de lo que prevé al gobierno que va a venir.
Pero no hemos dicho que el gobierno no es capaz de prever ni siquiera a dos semanas vista
lo que va a pasar con la epidemia, como va a prever a años vista si necesitamos más
respiradores, si necesitamos más mascarillas o necesitamos otro tipo de material sanitario,
otro tipo de material médico, otro tipo de material no sanitario para prepararnos frente
a la próxima catástrofe que no podemos prever, porque puede ser una catástrofe militar, una
catástrofe natural, una catástrofe económica o una catástrofe epidemiológica también,
pero de distinto signo que la que acabamos de atravesar.
¿Cómo va Iglesias a prever que hay que producir si no es capaz de prever para qué hay que
producirlo?
Y permítanme que rescate los cortes de esta misma entrevista donde Iglesias intenta esculparse
a sí mismo y a su gobierno de no haber tomado medidas antes, porque creo que escuchándolos
ahora adquieren un nuevo significado.
Insisto en que tenemos que ser humildes y que ningún gobierno sabía ciencia cierta
a lo que se enfrentaba, pero creo que debemos ser enormemente humildes, nos hemos enfrentado
a un enemigo desconocido y a una realidad desconocida en la que no había manuales previos
sobre cómo actuar y seguramente hemos hecho cosas mal y seguramente haremos cosas mal.
Vamos, que no sabían ni podían saber a qué se tenían que enfrentar ni ellos ni ningún
gobierno del mundo, que por tanto hay que ser humildes, lo que quiere decir que los
demás no debemos criticar al gobierno por no haber conseguido algo que no podía conseguir,
hay que ser humildes en reconocer nuestras propias limitaciones cognitivas y nuestras
limitaciones a la hora de prever el futuro, pero al mismo tiempo quiero reivindicar instrumentos
soberanos que permitan al gobierno administrar la producción nacional para decirles a las
empresas lo que tienen que producir de cara a la próxima pandemia, de cara a la próxima
catástrofe natural.
Ayer llamaba a esta vana presunción del gobernante de poder controlar todo lo que sucede en
sociedad de poder prever qué va a suceder en el futuro, de ser capaz de planificar perfectamente
la sociedad y la economía, fatal arrogancia, es todo lo contrario de lo que nos está
diciendo Iglesias, Iglesias reivindica la humildad del gobierno, que insisto es solo
un escudo para que los demás no les critiquemos, lo que nos pide es humildad a los demás
para criticarles a la hora de articular críticas contra el gobierno, Iglesias reivindica la
humildad, pero en realidad lo que está pidiendo es muchos más poderes, muchas más competencias
para el gobierno, su discurso no es humilde, su discurso es totalmente arrogante, yo si
me dais el poder absoluto voy a ser capaz de protegeros de todos los males, aunque dos
minutos antes nos ha dicho que no se podría haber anticipado lo que ha pasado en esta
crisis, es decir, cuando Iglesias dice es inaceptable que España no tenga capacidad
para producir respiradores y por qué teníamos que tenerla, es que sabíamos que nos iban
a hacer falta respiradores en diciembre, lo sabíamos en noviembre, lo sabíamos en
octubre, o esto es más bien un ejercicio absoluto de capitana posteriori que tanto
suele mencionar podemos, porque si lo es, está utilizando información en retrospectiva
para hacer una crítica al sistema económico con el fin de poder arrogarse poderes totales
sobre el sistema económico de cara al futuro.
Pero es que además y ya para rematar de menos cuenta de que este discurso antiglobalización
de Iglesias, este discurso de soberanía económica, de autosuficiencia económica, de no tenemos
que producir en China, ni en otros países extranjeros, sino que lo tenemos que producir
todo en casa, y no tal margen, es imposible producirlo todo en casa, la economía se
basa en la escasez de recursos y en la necesidad de economizar los recursos, por tanto si
producimos más respiradores, producimos menos de otras cosas.
Los factores productivos que están produciendo respiradores o mascarillas están dejando
de producir otros bienes, y por tanto si no sabemos qué va a hacer falta en el futuro
frente a una catástrofe futura que no podemos ni imaginar, pedir que tengamos una capacidad
estructural mucho mayor de la que teníamos para producir en el futuro más respiradores
y mascarillas, nos puede dejar indefensos frente a la próxima crisis que puede necesitar
de bienes totalmente distintos.
Pero dejando esto de lado, este discurso de soberanía económica, de autosuficiencia
económica, no deja de ser el discurso antiglobalización típico de Le Pen o típico de Orban en Hungría,
es decir no queremos globalización, no queremos relaciones con el exterior, lo que queremos
es gestionar domesticamente todas las decisiones de producción, y no deja de ser paradójico
que aquí, cuando Iglesia se transmuta en un nacionalista socialista, cuando le pregunten
por Orban, responda lo siguiente.
Y en esa época distinta, puede haber velocidades, estoy pensando también en Europa, nacionalistas,
soberanistas, hablaba también de la importancia de tener herramientas soberanas, pero hasta
que punto del equilibrio con un proteccionismo, con un Salvini, está aprovechando en Europa
que no ayuda, Orban está aprovechando esto para gobernar por decreto.
Esa amenaza es gravísima y está ahí, nosotros antes de que se intensificara esta crisis
ya decíamos que era necesario un gran pacto social europeo frente a la extrema derecha,
creo que esa afirmación adquiere más sentido, defender los valores europeos que se asienten
en el constitucionalismo social, que se asienten en las bases materiales de la democracia,
lo que hizo que muchos ciudadanos del sur de Europa quisieran ser europeos, una promesa
de prosperidad económica, una promesa de justicia social y también de libertades públicas,
eso va a tener como adversario un tipo de discursos y de prácticas políticas que los europeos
conocemos bien, porque es evidente que resuenan vientos de la República de Weimar en estos
tiempos y donde en los momentos de crisis los monstruos emergen y lo estamos viendo.
Y tanto que lo estamos viendo como que tú estás reclamando un poder absoluto sobre
la vida de los ciudadanos y sobre el conjunto de la economía al calor aprovechándose de
una crisis que habéis gestionado fatal, si cayéramos en las típicas teorías conspiranoicas
en las que suele caer la izquierda, diríamos que el gobierno ha permitido que todo esto
siga su curso para generar un desastre, por ejemplo, en el sistema sanitario madrileño
y posteriormente poder aprovechar esas circunstancias para ganar más poder, para reclamar más
competencias, para reclamar más potestades sobre la sociedad.
Esos son los monstruos que está generando esta crisis, que el gobierno no aprenda las
lecciones que tenía que aprender, que frente a una pandemia hay que reaccionar a tiempo
y no hay que anteponer el sectarismo ideológico propio y no las lecciones que no tiene que
aprender, que ese gobierno que ha sido tan sumamente ineficaz a la hora de proteger
a los españoles, se quiera arrogar ahora todavía más poderes sobre los españoles
con la excusa presunta de proteger a esos españoles, o que necesitamos más producción
autóctona planificada por el gobierno.
Ese monstruo antiglobalización, ese monstruo proteccionista, ese monstruo soberanista, es
el mismo monstruo que alimenta Norban y que alimenta Salvini, pero cuando le preguntan
por estas incuestionables conexiones entre el discurso antiglobalización de iglesias
y el discurso antiglobalización de Le Pen, de Salvini y de Orban, iglesias no responde,
iglesias cambia de tema, iglesias nos dice que tenemos que ir a más democracia, a más
justicia social, sí, pero te estaban preguntando por la globalización, te estaban preguntando
por tu actitud frente a la globalización, te están preguntando si quieres planificar
nacionalista la economía como lo quiere hacer Orban o como lo quiere hacer Salvini o si
en cambio quieres permitir que los ciudadanos sigan escogiendo qué producir y dónde producir
y no está respondiendo, y no está respondiendo porque coincides con el peor pensamiento globalofóbico
de Orban, de Le Pen y de Salvini y que intentes vestir ese mensaje fuertemente antiglobalización,
fuertemente anticomercio del ropaje de la democracia o del ropaje de la justicia social no te exonera
ni de esa coincidencia ni tampoco de la deriva totalmente autoritaria que suponen esos planteamientos,
de nuevo aquí conviene tener muy presente a Hayek, Hayek ya nos avisaba en camino de
servidumbre uno de sus libros más populares pero quizá menos leídos y peor entendidos
que es muy complicado que un gobierno que se arrogue poderes absolutos sobre la economía
sea un gobierno que termine respetando las libertades individuales, allí donde el gobierno
lo controla todo, allí donde el gobierno puede establecer todo tipo de controles y
de restricciones con el argumento, con la excusa de planificar la economía, inevitablemente
será un gobierno que también tenga todo el control sobre la vida más íntima y más
privada de los ciudadanos y por tanto cuando Iglesia reivindica muchos más poderes del
gobierno sobre la economía, en realidad está reivindicando muchos más poderes del gobierno
sobre la sociedad y este gobierno no ha hecho absolutamente nada para merecerse esos poderes
extraordinarios, aunque lo hubiera hecho no estaría justificado cercenar la libertad
de las personas para engrandecer el poder de los políticos al mando pero desde luego
cuando ha mostrado muestras de tanto sectarismo y de tanta incompetencia como ha mostrado
este gobierno antes del 14 de marzo, desde luego darle todavía más poderes a esa banda
de ineptos, de incompetentes, de sectarios sería un camino absolutamente suicida para
todos.
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