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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Inflación históricamente alta en la mayoría de países desarrollados y se
nos dice que esta elevación generalizada de los precios se debe al
encarecimiento de los productos energéticos. Como el petróleo, como el
gas, están más caros, todo lo demás también sube de precio. Pero realmente es
así, o hay otros factores que están contribuyendo a disparar la inflación.
Veámoslo.
Es habitual atribuir las muy altas tasas de inflación actuales, las más
elevadas de los últimos 30 o 40 años, según el país, a los altos precios de
la energía. Los elevados precios del gas, los elevados precios del petróleo,
están repercutiendo en algunos bienes que son muy intensivos. En el componente
energético, por ejemplo, la electricidad, y todo ello está generando una imagen
distorsionada de los precios. No es que suban generalizadamente todos los precios.
La inflación se suele definir como un aumento generalizado de los precios, sino
que suben mucho algunos precios concretos dentro del IPC, dentro del
índice de precios al consumo, y eso está llevando a que el IPC aumente, pero
por culpa de esos poquitos precios. Por consiguiente, no estaríamos ante un
fenómeno inflacionista generalizado, sino sólo ante una inflación de algunos
costes que tienen una incidencia muy fuerte dentro del IPC.
Esta explicación es dudosa, a vida cuenta de que en la llamada inflación
subyacente, es decir, aquella que excluye de su cálculo a los alimentos
elaborados y a los precios de la energía, la inflación subyacente está
igualmente muy alta en muchísimos países. Por ejemplo, en Estados Unidos la tasa
de inflación subyacente se ubica en el 5,5% con respecto al mismo mes del año
anterior. Sin embargo, podría ocurrir que los precios que estén aumentando sean
los de aquellos productos que utilicen energía de manera muy intensiva, y esos
productos que utilizan energía de manera muy intensiva no se excluyen del
cálculo de la inflación subyacente. Por tanto, meramente remitirnos a la inflación
subyacente no tiene por qué resolver la cuestión de si el actual movimiento
inflacionista está concentrado, esencialmente, en la energía y en sus
alrededores. La inflación subyacente excluye la energía, pero no los
alrededores más inmediatos, y si esos alrededores más inmediatos siguen
subiendo de precio, tiene cierta lógica que la inflación subyacente también
esté aumentando. Y, si meramente apelar a la inflación subyacente no resuelve la
cuestión de fondo, la cuestión de si la actual inflación se debe fundamentalmente
al encarecimiento de los precios de la energía, ¿qué nos puede servir? Pues nos
podría servir algo así como el siguiente gráfico elaborado por el
economista Robin Brooks. ¿Qué muestra este gráfico? Pues muestra que porcentaje de
todos los productos incluidos en el IPC se están encareciendo a un ritmo
superior al 2% interanual. Recordemos que el objetivo del 2% de
inflación anual es el objetivo más general, más común de los bancos
centrales, y que se suele asociar a una cierta estabilidad de los precios.
Por tanto, si hay muchos productos que se están encareciendo por encima del 2%,
lo que estamos diciendo es que esos productos están aumentando a un ritmo
que los bancos centrales suelen juzgar a normalmente alto, o en todo caso, alejado
de sus objetivos a medio largo plazo. Y como podemos observar en muchos países,
la mayoría de productos de cuyo precio se hace seguimiento para elaborar el IPC
se están incrementando por encima del 2% anual. En el caso de Estados Unidos,
por ejemplo, ese porcentaje prácticamente alcanza el 90%, es decir, que
prácticamente el 90% de todos los productos incluidos en el IPC se
están encareciendo más de un 2% anual, pero es que en Alemania, un país
tradicionalmente caracterizado por la estabilidad de precios, ese porcentaje
casi se ubica en el 80%. En Reino Unido, igualmente, estamos cerca del 80%.
En la Unión Europea, en general, estamos alrededor del 70%, y en España estamos
en el entorno del 65%, es decir, casi dos tercios de todos los productos
incluidos en el IPC español, ya están subiendo de precio más de un 2% al año.
Hay muy pocos países occidentales donde menos de la mitad de los productos
incluidos en el IPC no estén creciendo, no estén aumentando de precio más de
un 2%. Por consiguiente, primera conclusión, la
inflación está siendo cada vez más generalizada. No es una inflación que
quede concentrada únicamente en algunos productos de componente energético,
únicamente en la gasolina, únicamente en la electricidad. Es una inflación que
cada vez daña, que cada vez afecta a un mayor número de productos. Tanto
energéticos, tanto intensivos en energía, cuanto no intensivos en energía. No es
una inflación que se restringa únicamente a la energía y sus
alrededores. Sin embargo, es verdad que uno podría
plantear el argumento de que, en última instancia, todo es energía. Si se
encarece el precio de la energía como necesitamos en mayor o menor medida
energía para producirlo todo, en última instancia se tenderá a encarecer todo.
Por consiguiente, la inflación actual podría seguir debiéndose, fundamentalmente
a la energía. La energía podría seguir siendo el culpable en última
instancia si es que esa mayoría de productos cuyos precios están
aumentando, estuvieran aumentando por culpa, ya digo, en última instancia de
los mayores precios energéticos. Contra este argumento, creo que caben dos
réplicas. La primera nos la ofrece el mismo gráfico que hemos compartido
antes. En este gráfico no solo se representa qué porcentaje de todos los
bienes incluidos en el IPC se encarecieron más de un 2% en el año 2021, sino
también ese mismo dato para el año 2011. ¿Qué sucedía en el año 2011?
Pues que el precio del petróleo estaba tan o más alto que en la actualidad.
Por tanto, puede ser una buena comparativa. Si en el año 2012 teníamos energía
cara y hoy tenemos energía cara, cuán extendida, cuán generalizada estaba la
inflación en términos de número de productos afectados en 2011 y cuán
extendida está la inflación en términos de número de productos afectados en 2021.
Y como podemos comprobar en bastantes países, y especialmente en algunos, el
porcentaje de productos que se encarecen más de un 2% es
significativamente superior en 2021 a 2011. En el caso de Estados Unidos, ya lo
hemos mencionado, en el año 2011 estaban subiendo de precio más de un 2%
el 55% de los productos. Hoy el 90%, casi el 90% de los
productos. En Alemania era el 40%, hoy es casi el 80%. En España, tres cuartos de
lo mismo. Aproximadamente el 40% estaba subiendo más de un 2% en el año 2011.
Hoy ese porcentaje es de entorno a dos tercios. Solo hay unos pocos países donde
el porcentaje de productos que se encarecen más de un 2% era superior en
el año 2011, que a día de hoy esos países en este gráfico son Francia e
Italia. Pero es que además hay un segundo motivo, con un enfoque más teórico, por
el cual no podemos culpar única o mayoritariamente a la energía de la
inflación que estamos viviendo a día de hoy. Si hubiese una alza generalizada de
costes como consecuencia del encarecimiento de la electricidad y los
empresarios, tratarán de repercutir esos mayores costes en forma de mayores
precios de sus productos. Los agentes económicos no dispondrían a medio plazo
de capacidad económica suficiente para hacer frente a todos los precios que se
están encareciendo. Si mis ingresos no aumentan y se me encarece todo lo que
puedo comprar, entonces ya no podré comprarlo todo. Tendré que priorizar,
compraré algunos productos y no compraré otros. Durante un tiempo puedo echar mano
del ahorro si lo tengo, pero nuevamente el ahorro se termina agotando o aunque no
se agote yo no quiero agotarlo para comprar más de todo a un precio
encarecido y por tanto en algún momento tal como mencionaba dejaré de comprar
algunos de esos productos que se han encarecido. Si actualmente sube el precio
de todo o de casi todo, en España dos tercios de los productos se encarecen
más de un 2% y sin embargo no se está reduciendo el gasto que estamos dirigiendo
hacia algunos de sus productos que se están encareciendo para poder financiar
el sobreprecio, el sobrecoste de otros de esos productos, es porque en general el
gasto agregado está aumentando. Como hay más gasto agregado dentro de la
economía podemos pagar en términos nominales los mayores precios de venta
y por tanto los empresarios recuperan en términos nominales los mayores costes
energéticos que están padeciendo. Si no hubiese más gasto y los precios subieran
habría que priorizar qué productos compramos y cuáles dejamos de comprar y
aquellos que dejaríamos de comprar no verían sus precios subir porque
simplemente su demanda caería. Por tanto para que haya un aumento
sostenido de precios de todos los productos no basta con que se encarezca
la energía, es necesario que haya un aumento sostenido del gasto agregado
nominal. ¿Y qué factores determinan que el gasto agregado nominal puede aumentar?
Pues las políticas de estímulo, las políticas monetarias expansivas y las
políticas fiscales expansivas que también introducen gasto sobre todo
gubernamental dentro de la economía. Por tanto la inflación actual en la
medida en que perseveren el tiempo no se podrá atribuir en absoluto solo a la
energía. De hecho el encarecimiento de la energía puede ser un síntoma de que
hay mucho gasto agregado dentro de la economía y por tanto aquellos recursos
que son relativamente más escasos, por ejemplo ahora mismo la oferta de petróleo
se encarecen de manera sobreproporcionada por ese impulso artificial del gasto, pero
aún cuando hubiese un encarecimiento originario de la energía, ese
encarecimiento originario de la energía no podría extenderse a toda la economía,
a la mayoría de los precios de la economía, si no hubiese una política de
gasto agregado, política monetaria y política fiscal que permitiera sostener
esa elevación generalizada de los precios. Y cuanto más tenga que ver, la
inflación anormalmente alta que vivimos con un exceso de gasto agregado más
probable será que se suban los tipos de interés.