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cómo han evaluado los mercados financieros la primera semana de gobierno de Javier Milei. Veámoslo.
Todavía es pronto, de hecho, muy, muy pronto, para poder evaluar la labor de Javier Milei como
presidente de Argentina. No en vano, Argentina es un país cuya economía está totalmente destrozada.
Argentina tiene un estado que está al borde de la bancarrota y, por tanto, una moneda que está
al borde de la hiperinflación y Javier Milei se ha propuesto como primera meta sacar al
estado argentino de la insolvencia y evitar la hiperinflación del peso. Y hasta dentro de un
par de años no podremos saber si Milei logra o no logra esos objetivos. No obstante, en esta
primera semana de su mandato, Milei ya ha adoptado dos medidas que son importantes y que en gran
medida van a definir el éxito o el fracaso de su proyecto económico en el medio plazo. Me estoy
refiriendo al plan de ajuste fiscal y al plan de ajuste cambiario que ya tuvimos ocasión de comentar
en un vídeo anterior. Y por tanto, como esos planes ya son conocidos públicamente, como los
mercados, los inversores, ya pueden evaluar el contenido de esos planes y formarse unas
expectativas sobre cómo pueden repercutir en la economía argentina en el futuro, si es legítimo
plantearse y analizar cuál ha sido hasta el momento, durante esta primera semana de mandato,
la reacción de los mercados ante los planes de ajuste fiscal y de ajuste cambiario que ha
presentado Javier Milei. Por mucho que no podamos evaluar su obra, sus resultados hasta dentro de
un año, de dos años o de tres años, sí podemos constatar en este momento cuáles están siendo
las expectativas de los mercados, de los inversores, de los ahorradores respecto a la evolución futura
de la economía argentina. En primer lugar, ¿cuál ha sido la evaluación que han hecho los mercados del
plan de ajuste fiscal de Javier Milei? Un plan de ajuste fiscal dirigido a mejorar la solvencia del
estado argentino, pues lo cierto es que los bonos del estado argentino se han disparado, han aumentado
de valor hasta su nivel más elevado desde el año 2021, momento en el que los mercados comenzaron a
ser conscientes de todo el desbarajuste fiscal y financiero en el que había caído la economía
argentina, especialmente durante los años de la pandemia, pero también durante los años anteriores
Tan es así que, por ejemplo, el Banco de Inversión estadounidense Goldman Sachs recomendó esta semana
a sus clientes posicionarse en bonos argentinos. No es que Goldman Sachs vea ni muchísimo menos el
panorama despejado para la economía argentina. Lo que dice es que, desde su punto de vista,
tras el ajuste fiscal de Javier Milei, el riesgo de impago del gobierno de Argentina se ha reducido
desde el 80 o 70% en el que estaba al 60%. Repito, Goldman Sachs sigue creyendo que hay un 60% de
probabilidades de que Argentina quiebre, de que Argentina impague su deuda. Y si cree que sigue
habiendo un 60% de probabilidades de que Argentina impague, ¿por qué recomienda comprar su deuda
pública? Pues porque el precio de la deuda pública, según Goldman Sachs, todavía no refleja esta menor
probabilidad de quiebra de la economía argentina. Se ha reducido apreciablemente gracias al plan de
ajuste fiscal de Javier Milei y esa reducción todavía no se ha plasmado en el precio, con lo
cual los bonos están relativamente baratos, a pesar del riesgo de default del 60%. Por tanto,
y con respecto al plan de ajuste fiscal, la evaluación que están haciendo los mercados es
que creen que incrementa marginalmente la solvencia del Estado argentino, que la probabilidad
de impago de Argentina tras este plan de ajuste fiscal es menor que antes de la presentación de
este plan de ajuste fiscal. Desde el punto de vista de la estabilización fiscal del Estado
argentino, por tanto, se trata de un plan bien recibido. ¿Que podría haber otros planes de
ajuste fiscal que también hubiesen sido bien recibidos? ¿Que podría haber sido mejor recibido
de lo que lo ha sido? Sí. Pero, insisto, hoy por hoy los mercados, los inversores consideran,
juzgan, estiman que este plan de ajuste fiscal que ha presentado el gobierno de Javier Milei
mejore la situación fiscal del país. Comentemos ahora cómo han recibido los mercados el plan de
ajuste cambiario de Milei. Recordemos que este pasado martes el ministro de Economía de Javier
Milei, Luis Caputo, anunció una devaluación del peso desde un precio oficial de 400 pesos por
dólar a 800 pesos por dólar. Esta medida a la devaluación del peso tiene diversos objetivos,
pero el principal a medio plazo es reducir las diferencias entre el tipo de cambio oficial del
dólar y el tipo de cambio paralelo del dólar para terminar unificando ambos tipos de cambio,
que los dos sean el mismo, y en ese momento pueda terminar levantándose el cepo cambiario.
¿Y en este sentido la devaluación del peso con respecto al dólar ha conseguido reducir la brecha
que existe entre el tipo de cambio oficial y el tipo de cambio paralelo? Pues sí. Ahora mismo,
la brecha cambiaria, la brecha entre el tipo de cambio paralelo y el tipo de cambio oficial,
es la menor desde el año 2020. Y lo es sobre todo porque Milei ha sincerado el tipo de cambio
oficial, es decir, ha acercado el tipo de cambio oficial al tipo de cambio de mercado,
pero también, y no lo perdamos de vista, porque el tipo de cambio de mercado, el tipo de cambio
paralelo, se ha reducido durante los últimos días. Es decir, en el mercado, el dólar,
durante los últimos días, se ha abaratado algo con respecto al peso. Hace unas semanas el tipo
de cambio oficial era de 400 pesos por dólar y el tipo de cambio paralelo, el precio de mercado
del dólar, superaba los 1000 pesos por dólar. Por tanto, teníamos una brecha que en términos
absolutos era de unos 600 pesos por dólar y en términos relativos era del 150%. El precio real
del peso era un 150% superior al precio oficial del dólar en Argentina. Con la devaluación Milei
ya ha encarecido el precio oficial del dólar, lo ha llevado desde 400 pesos por dólar a 800 pesos
por dólar, pero es que además el mercado ha reaccionado positivamente tanto a esto como sobre
todo a su programa de ajuste fiscal y ha rebajado el precio de mercado del dólar, que llegó a ser
antes del ajuste fiscal de 1100 pesos por dólar, lo ha rebajado a aproximadamente 970 pesos por dólar.
Por tanto, la brecha cambiaria en términos absolutos ha caído a unos 170 pesos por dólar
y en términos relativos a alrededor del 20%. No solo eso, si tenemos en cuenta como hay que
tenerlo el impuesto país, que es un impuesto que pagan aquellos que quieren comprar dólares en
Argentina, en realidad para comprar un dólar hoy al tipo de cambio oficial no hay que pagar 800 pesos,
sino 936 pesos, de modo que la brecha cambiaría después de impuestos. En términos absolutos es
de unos 34 pesos por dólar y en términos relativos de apenas el 3%. Y alguno podría decir,
hombre, si has devaluado el peso tantísimo, si has devaluado el peso un 50%, no tiene ningún
misterio que la brecha cambiaria entre el tipo de cambio oficial y el tipo de cambio paralelo se
haya reducido hasta casi desaparecer. Pero eso tampoco es necesariamente así, porque depende de
cómo los mercados interpreten para qué has devaluado el peso. Si los mercados interpretan
que devalúas el peso como huida hacia adelante, como forma de seguir comportándote del mismo modo
que te seguías comportando, pero ajustando el precio oficial del dólar un poquito más a la
realidad, lo que harán los inversores es huir del peso en los mercados y depreciar todavía más el
tipo de cambio paralelo. Démonos cuenta de que esto es exactamente lo que sucedió cuando Sergio
Massa decidió devaluar el peso en un 15%, que de esto ahora se habla poco. Milero ha devaluado un
50%, que es mucho, pero es que Massa, en agosto, justo después del aspaso, lo devaluó un 15%,
que tampoco es moco de pavo. Y en ese momento, ¿qué sucedió con el tipo de cambio paralelo? Pues que
se depreció todavía más. El tipo de cambio oficial pasó de 300 pesos por dólar a 350 pesos
por dólar y el tipo de cambio paralelo de aproximadamente 600 pesos por dólar a 750 pesos
por dólar. ¿Por qué? Porque los mercados dijeron, este señor no está devaluando como parte de un
plan para reordenar las finanzas públicas argentinas. Este señor está devaluando para
conseguir algo de oxígeno y seguir gastando durante la campaña electoral muy por encima de
sus posibilidades, extremando todavía más los desequilibrios fiscales y financieros de la
economía argentina. Esto es como cuando una empresa se declara en concurso de acreedores.
¿Para qué te declaras en concurso de acreedores? ¿Para reestructurar tu deuda y sanearte? Pues
entonces, quizás, si tienes un buen modelo de negocio, voto de confianza. Ahora, si declaras
el concurso de acreedores para reestructurar tu deuda y volver de nuevo a las andadas de seguir
sobreendeudándote para en el futuro volver a tener que reestructurar tu deuda con un concurso
de acreedores, pues lo que voy a hacer es escapar de ti. Así pues, parece que de momento los mercados
han interpretado que esta devaluación de Javier Millet no es una forma de volver a las típicas
andadas del estado argentino, de gastar mucho más de lo que se ingresa emitiendo deuda y luego impagándola
o emitiendo moneda para socializar el coste de ese gasto a través de una inflación gigantesca y,
por tanto, de una depreciación del tipo de cambio, sino que forma parte de un plan más amplio para
estabilizar macroeconómicamente el país. Y del mismo modo que algunos inversores estaban comprando
bonos del estado argentino, pues otros, ya sean nacionales o extranjeros, sobre todo nacionales,
parece que están comprando pesos o que están menos dispuestos a desprenderse de ellos y,
por eso, el peso también se ha apreciado un poquito con respecto al dólar en el mercado.
En definitiva, durante su primera semana de mandato y a tenor del plan de ajuste fiscal y
de ajuste cambiario que ha presentado, parece que, al menos de momento, los mercados le han dado un
voto de confianza a Javier Milei. La demanda de bonos del tesoro argentino y la demanda de pesos
se ha incrementado y eso se ha reflejado en una caída de los tipos de interés que han de abonar
esos bonos a su menor nivel desde el año 2021 y también en una cierta apreciación del peso frente
al dólar, lo que combinado con la devaluación del tipo de cambio oficial ha llevado la brecha
entre el tipo de cambio oficial y el paralelo a su menor tasa desde el año 2020. Sin embargo,
tengamos en cuenta que la situación de Argentina sigue siendo absolutamente crítica. Lo único que
ha hecho Javier Milei hasta el momento, porque tampoco ha tenido tiempo para más, ha sido presentar
planes de ajuste fiscal y cambiario, pero ni siquiera esos planes han comenzado a implementarse y,
por tanto, no han comenzado a surtir ningún efecto más allá del efecto que han tenido sobre
las expectativas de los mercados acerca de cuáles creen hoy que van a ser, en el futuro,
las consecuencias de esos planes. Pero estamos hablando, en todo caso, de expectativas. Y las
expectativas pueden cambiar, pueden fluctuar muy rápidamente cuando aparezca nueva información que
modifique lo que quepa esperar que suceda con la economía argentina en el medio plazo. Pero,
al menos, la percepción de los mercados sobre lo que se ha hecho esta semana no es una mala
percepción. Argentina financieramente se percibe que está un poquito mejor hoy de lo que lo estaba
hace una semana. Pero no perdamos de vista que el camino que tiene la Argentina por delante para
corregir sus enormes desequilibrios fiscales y financieros es un camino larguísimo y muy
empedrado. Y cualquier paso en falso puede ser fatal.