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Nueva ronda de sanciones económicas de la Unión Europea y de Estados Unidos contra Rusia.
Y éstas, a diferencia de las anteriores, sí van a ser duras.
Veámoslo.
Tras la invasión de Ucrania por parte de la Rusia de Putin, los mercados financieros
entraron en pánico. Las bolsas europeas se desplomaron, los tipos de interés de la
duda pública cayeron, y el precio de la energía, tanto del petróleo como del gas, se disparó.
Sin embargo, al cabo de unas pocas horas todo esto cambió. Las bolsas volvieron a subir
con fuerza y el petróleo y el gas se abarataron. ¿Por qué razón? Pues porque las sanciones
económicas que anunció primero el presidente de Estados Unidos y después los líderes europeos
eran sanciones económicas muy modestas, muy moderadas. Como ya explicamos en un vídeo
anterior, eran una farsa de sanciones económicas que apenas le infligían un daño económico
a Rusia. Sin embargo, este fin de semana las cosas han cambiado, porque los líderes europeos
apenas 48 horas después de haber anunciado ese paquete de sanciones económicas que supuestamente
eran las sanciones más duras jamás impuestas a ningún país, los líderes europeos y Estados
Unidos han tenido que rectificar y han tenido que aprobar sanciones que éstas sí van a
ser dañinas para la economía rusa. Las principales sanciones desde un punto de vista macroeconómico
son dos. Por un lado, desconexión de parte de la banca rusa del sistema SWIFT. Por otro
lado, congelación de las reservas exteriores del Banco Central de Rusia. Vamos a explicar
con cierto detalle cuál es la implicación de cada una de estas dos sanciones económicas.
Empecemos con la desconexión de parte de la banca rusa del sistema SWIFT, una medida
que muchos medios de comunicación han calificado de opción nuclear, de una medida absolutamente
devastadora para el sistema financiero ruso. Sin embargo, se trata de una medida de alcance
todavía incierto. Es verdad que potencialmente podría terminar haciendo mucho daño, pero
veremos hasta qué punto es así. ¿Por qué motivo? Primero, el sistema SWIFT solo es
un sistema de comunicación confiable, verificada y automática entre bancos. Es un sistema
a través del cual los bancos hablan y se comunican las transferencias, los pagos, las transacciones
que se realizan entre sí. No es un sistema para pagar, es un sistema para comunicar que
se ha enviado el pago y que se ha recibido el pago. Básicamente, un banco a través
de la red SWIFT le dice al otro, te he enviado estas reservas. Y el otro banco le dice, las
he recibido. Esto se hace de manera automática, de manera verificada, de manera confiable,
y por tanto acelera muchísimo las transacciones que se pueden hacer entre bancos, porque si
no existir al sistema SWIFT, los bancos tendrían que verificar manualmente cada una de las transacciones
que se realizan para darles la aprobación. El sistema SWIFT, por tanto, permite automatizar
todo esto, y si se saca a algunos bancos del SWIFT, es como si a esos bancos se los silenciara,
se los amordazara. Esos bancos no pueden hablar con otros bancos y, por tanto, no pueden comunicarse
las transferencias que se están efectuando. Y si no es posible comunicar el origen y el
destino de las transferencias, entonces no se van a completar, no se van a confirmar tales
transferencias, es decir, no se van a producir. Por eso, la expulsión de parte de la banca
rusa del sistema SWIFT puede ser tan dañina para la economía. Podría llegar a ser tan
dañina. Un ciudadano ruso, por ejemplo, no podría pagar electrónicamente nada que compre
fuera de Rusia. Incluso de hecho, dentro de Rusia, si estamos hablando de dos bancos comunicados
a través del sistema SWIFT, tampoco se podría pagar electrónicamente nada entre bancos dentro
de Rusia. Y a su vez, un ciudadano europeo o estadounidense que esté en Rusia tampoco
podría pagar con su tarjeta de débito nada a otros ciudadanos rusos. No podría ir a
un restaurante, no podría ir a un hotel y pagar con tarjeta de débito nada. Es decir,
que todas las transacciones económicas se tendrían que hacer en efectivo porque el
sistema de pagos electrónico habría sido anulado al haber sido enmudecido. Aparentemente,
pues estamos ante una medida económica muy dura. ¿Por qué decía entonces que su alcance
es incierto? Pues porque, repito, el sistema SWIFT es un sistema de comunicación entre
bancos, en la medida en que los bancos encuentren otras formas de comunicarse y de verificar
manualmente las transacciones entre bancos, el sistema SWIFT puede ser cómodo, puede
ser barato, puede ser automático y, por tanto, muy eficiente, pero no es imprescindible.
Dos bancos, un banco ruso y un banco europeo, por ejemplo, podrían verificar las transacciones
entre ellos a través de una llamada telefónica o a través de un fax, por ejemplo, o de un
correo electrónico o de alguna aplicación de mensajería instantánea. Siempre que ambos
bancos confíen entre ellos y quieran cooperar de buena fe, el sistema SWIFT ayuda mucho
porque automatiza, pero no es en absoluto imprescindible. De ser así, por consiguiente,
las transacciones electrónicas en Rusia se ralentizarían, se encarecerían, pero en
ningún caso se imposibilitarían, sobre todo, las grandes transacciones económicas para
las cuales, obviamente, una verificación manual resulta bastante económica en relación
con el monto total de la transferencia que se está efectuando.
¿Significa esto, por tanto, que la expulsión de parte de la banca rusa del sistema SWIFT
va a ser una medida sin demasiadas repercusiones? Pues tampoco. ¿Por qué? Pues porque depende,
como ya he dicho, de la actitud que adopten los bancos europeos y los bancos estadounidenses
frente a la banca rusa. Una vez se ha expulsado a parte de la banca rusa del sistema SWIFT,
son los bancos europeos los que tienen que acordar con los bancos rusos alguna solución
alternativa para verificar manualmente las transacciones que se efectúan entre ellos.
Pero ¿qué sucede si los bancos europeos y los bancos estadounidenses, con la excusa
de que se ha expulsado a los bancos rusos del sistema SWIFT, se niegan a aceptar ninguna
otra alternativa de verificación de las transacciones, previsiblemente porque sus gobiernos
les hayan además presionado para ello? Pues en ese caso sí que se silenciaría de manera
definitiva a esos bancos rusos porque básicamente los bancos europeos no querrían hablar con
ellos, no querrían realizar transacciones con ellos y no estarían obligados por ningún
automatismo a efectuar esas transacciones. Y aunque no sé cuál sea la actitud de los
bancos europeos o de los bancos estadounidenses frente a la banca rusa, imagino que por el
contenido de las nuevas sanciones económicas que hemos conocido, que es un contenido duro,
como ahora expondré con la segunda sanción, imagino que los bancos europeos y estadounidenses
no tendrán mucha voluntad de cooperar verificando transacciones por medios alternativos al SWIFT.
Por consiguiente significa esto, que al final la desconexión de la banca rusa del sistema
SWIFT sí va a tener efectos devastadores sobre la economía rusa. Pues de nuevo, tampoco
podemos saberlo con certidumbre. ¿Por qué motivo? Pues porque la medida que han adoptado
Estados Unidos y la Unión Europea no es expulsar a todos los bancos rusos del sistema SWIFT,
sino expulsar solo a algunos y además no para todas las transacciones. En concreto,
habrá parte de la banca rusa que seguirá conectada a la red SWIFT y, por tanto, esa
parte de la banca rusa que sigue en la red SWIFT podría actuar de banco corresponsal para
los bancos que han sido expulsados de la red SWIFT. Básicamente, el banco ruso que no
esté conectado a la red SWIFT se comunicaría con el banco ruso que sí está conectado
a la red SWIFT y ese banco ruso que sí está conectado a la red SWIFT se comunicaría
automáticamente con la banca europea y la banca estadounidense. Ese es un circuito a
través del cual podría burlarse esta expulsión de parte de la banca rusa del sistema SWIFT.
Y, por otro lado, incluso los bancos rusos que han sido expulsados del sistema SWIFT
podrán seguir utilizando la red SWIFT para comunicar transacciones vinculadas a los
pagos de energía de Europa a Rusia. Por tanto, tampoco es una expulsión total de algunos
bancos de la red SWIFT, solo parcial. Y a su vez también cabría la posibilidad de
que los bancos rusos se comunicaran con los bancos chinos a través del SWIFT chino, que
se llama CIPS, y que posteriormente esos bancos chinos, actuando como corresponsal, como banco
corresponsal de los bancos rusos, se comunicaran a través de la red SWIFT con los bancos
europeos o estadounidenses. Esa podría ser otra forma de burlar la expulsión de parte
de la banca rusa del sistema SWIFT. En todo caso, lo que sí es evidente es que esta medida
va a dificultar, va a ralentizar, va a encarecer las transacciones electrónicas en Rusia.
Y eso puede que no afecte mucho a las grandes transacciones, pero sí va a afectar a las
pequeñas transacciones. Y probablemente la medida se haya adoptado para esto, para complicarle
la vida al ciudadano ruso de a pie, con la esperanza de que se vaya gestando cierta
oposición popular, cierta oposición interna a la guerra en Rusia.
Vayamos ahora con la segunda de las medidas adoptadas este fin de semana, la congelación
de los activos externos del Banco Central de Rusia.
Si bien la expulsión de parte de la banca rusa del sistema SWIFT es una medida de consecuencias
inciertas, no sabemos hasta qué punto va a ser una medida verdaderamente perjudicial
para la macroeconomía rusa, esta segunda medida es incuestionablemente muy negativa
para el régimen ruso. Desde hace años Putin viene acumulando un stock muy grande, 640.000
millones de dólares, de activos extranjeros, de reservas para el Banco Central de Rusia,
que son las reservas exteriores del Banco Central de Rusia, pues esencialmente todos
aquellos activos reales y financieros que respaldan el valor de su divisa, del rublo.
¿A qué activos me estoy refiriendo? Oro, euros, dólares y yuanes.
Previsiblemente Putin pretendía cubrir los costes macroeconómicos extraordinarios
de la inversión de Ucrania echando mano de esta reserva de activos exteriores que había
ido acumulando a lo largo de los años con la venta de petróleo y de gas.
Es como si una persona se pone a vender mercancías, cobra por esas mercancías, no gasta todo lo
que cobra y va acumulando tesorería. Pues bien, la tesorería de Rusia, la tesorería
de Putin son estas reservas exteriores. Y Estados Unidos y la Unión Europea han acordado
congelarlas, básicamente inmovilizarlas. No las han expropiado, pero le van a impedir
a Rusia utilizarlas. La Unión Europea y Estados Unidos no pueden ejercer control sobre aproximadamente
la mitad de esos activos exteriores, ya sea porque están en forma de oro que se encuentra
dentro de Rusia y, por tanto, por mucho que quieras congelar el oro que tiene Putin si
está dentro de Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea no tienen ningún poder sobre
él, o ya sea porque son yuanes y, por tanto, tampoco poseen ningún poder sobre esos yuanes.
Ahora bien, sobre la otra mitad de los activos externos, aproximadamente 300.000 millones
de dólares, que están sobre todo en dólares y en euros, sobre esa mitad sí pueden ejercer
su control, si pueden congelarlos, si pueden inutilizarlos. Y por consiguiente de la noche
a la mañana, Rusia ha perdido la mitad de sus reservas externas, se ha descapitalizado
de una manera muy considerable. ¿Y cuáles pueden ser las consecuencias de todo esto?
Pues de entrada un desplome del rublo. El rublo, ya cayó de manera muy intensa, perdió
el 50% de su valor durante la guerra de Crimea. En esta ocasión, la caída del rublo no había
sido tan intensa. Tras la invasión de Ucrania, el rublo se resintió alrededor de un 10%.
¿Por qué es previsible que solo se resintiera alrededor de un 10%? Porque el Banco Central
Ruso estaba utilizando sus activos, sus reservas, para estabilizar el valor del rublo. ¿Por
qué cae el rublo? Porque hay mucha gente vendiendo rublos si queriendo comprar dólares o euros.
Pero si el Banco Central de Rusia lo que hace es vender euros y vender dólares para comprar
rublos, pues entonces se estabiliza el valor del rublo o al menos modera su caída. Ahora
bien, si el Banco Central de Rusia se ve privado de sus activos exteriores para poder
entrar comprando rublos cuando otros ciudadanos los están vendiendo, entonces el rublo entra
en caída libre. Es más, si los especuladores saben que el Banco Central de Rusia tiene
las manos atadas y que no va a poder intervenir en los mercados para estabilizar con sus reservas
el valor del rublo, entonces los mercados, los especuladores, se pondrán bajistas totalmente
en el rublo y acelerarán su caída. Y una depreciación muy intensa del rublo encarecería
sobremanera las importaciones rusas. Parte de esas importaciones rusas ya han sido embargadas
por los países exportadores. Algunas de las sanciones económicas que se están aplicando
contra Rusia consisten precisamente en eso en que Rusia no pueda importar desde determinados
países, pero Rusia puede seguir importando desde otros, por ejemplo desde China. Ahora
bien, si el rublo se te desploma, por mucho que puedas importar desde China, importarás
a un precio carísimo, de manera que de facto también se te estaría cerrando el mercado
chino. Y de nuevo, esta sería una sanción que sufriría, especialmente, el grueso de
la población rusa. Si el rublo se te deprecia muchísimo y prácticamente no puedes importar
nada, habrá inflación interna. Y esa inflación interna golpeará al conjunto de la ciudadanía,
imagino que con la esperanza de que se vaya gestando una oposición a Putin que exija
el fin de la guerra para superar las dificultades económicas. Es más, según como reacción
en la población rusa ante estas dos medidas, ante la expulsión de parte de los bancos
rusos del SWIFT y ante la congelación de parte de los activos externos del Banco Central
Ruso, podría llegar a producirse incluso un corralito en Rusia. Esto no es en absoluto
descartable. ¿Por qué motivo? Si la inflación es muy elevada, va a haber una huida del rublo,
una huida no solo por parte de los grandes inversores, sino también de los ciudadanos
de a pie. Los ciudadanos de a pie van a intentar desprenderse del rublo y comprar otras monedas
más fuertes o comprar cualquier cosa que preserve su valor mejor que el rublo.
Y si además para quitarte de encima los rublos no puedes utilizar medios electrónicos por
el bloqueo del SWIFT, sino que tienes que utilizar el efectivo, entonces puede haber
una petición de reembolso masivo. Entonces los rusos podrían acudir masivamente a los
bancos a reclamar un reembolso de sus depósitos para obtener rublos en efectivo y poder gastar
en lo que sea esos rublos en efectivo protegiéndose de la inflación. El Banco Central de Rusia
obviamente puede imprimir todos los rublos que quiera para que sus bancos puedan pagar
sus depósitos en rublos a sus clientes. El problema está en que si el Banco Central
de Rusia hiciera eso, todavía alimentaría más la inflación, dado que les estaría
dando rublos a los ciudadanos para gastarlos de manera apresurada. Y como es posible que
no se quiera alimentar todavía más la inflación, el Banco Central de Rusia podría decretar
una limitación de los reembolsos de los depósitos bancarios para impedir que los ciudadanos
rusos busquen refugio en cualquier otro activo frente a la inflación, una especie de ahorro
forzoso sobre los ciudadanos rusos para enfriar algo los precios.
Pero claro, si sucediera todo esto, el descontento interno en Rusia todavía sería mayor en contra
de una guerra que al menos de momento no está yendo tan rápida como inicialmente se había
esperado.
En definitiva, estas nuevas sanciones económicas si suponen un salto cualitativo importante
en el nivel de represalias de Occidente contra Rusia. Ahora bien, los riesgos económicos
no residen únicamente en el lado ruso. Después de estas sanciones agravadas contra Rusia,
los riesgos también existen en el lado europeo. Hasta ahora, y como ya explicamos en el vídeo
anterior, no había mucho motivo para que Rusia dejara de suministrarle energía a Europa.
Sí, se le habían impuesto ciertas sanciones que le impedían gastar lo que cobraba por
esa energía que nos estaba vendiendo, pero como tenía una enorme cantidad de reservas
exteriores, si no puede gastar lo que está cobrando ahora con la venta de la nueva energía,
lo que hace es gastar lo que tenía acumulado por la venta de la energía del pasado.
Sucede que a partir de ahora no va a poder gastar esas reservas acumuladas o al menos
gran parte de esas reservas acumuladas. Y eso, como decimos, supone una escalada que
a lo mejor si lleva a que Rusia empiece a adoptar represalias y la baza, la gran baza
económica que tiene Rusia frente a Europa es el suministro de energía, estas sanciones
agravadas de Occidente sí podrían llevar a que Rusia tomara represalias económicas
en forma de un corte del suministro energético a Europa o al menos de una reeducción del
gas que está siendo suministrado a Europa. Y Europa, especialmente Centro Europa, no
tiene capacidad para mantenerse en funcionamiento sin el gas ruso.