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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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Si hasta el momento ya pensaba que su banco no le estaba pagando prácticamente nada en
forma de intereses sobre sus depósitos, ¡prepárese! A partir de ahora, los bancos
españoles van a pagar en intereses todavía menos de lo que ya venían pagando hasta el
momento. ¿Por qué razón? ¡Veámoslo!
Hasta ahora, los bancos españoles ya estaban entre los que pagaban tipos de interés más
bajos sobre sus depósitos de toda Europa. Pues bien, tras la reciente rebaja de tipos
de interés por parte del Banco Central Europeo, los tipos de interés que pagarán los bancos
españoles sobre sus depósitos serán todavía más bajos. ¿Y por qué motivo la rebaja de
los tipos de interés decretada por el Banco Central Europeo terminará trasladándose en
una menor remuneración sobre el ahorro que los españoles mantienen en sus depósitos
en bancos españoles? Pues para comprender esto, hay que entender previamente cómo se trasladan
los tipos de interés que marca el Banco Central Europeo a los tipos de interés que terminan
pagando los bancos a sus depositantes. En primer lugar, comencemos mostrando un balance muy
simplificado de un banco privado. ¿Qué puede tener ese banco privado en el activo? Pues
imaginemos que tiene 80, 80 millones de euros, por ejemplo, en préstamos con una tipología
muy diversa. Préstamos hipotecarios, préstamos a empresas, préstamos al consumo, etc. Da igual,
préstamos 80. Y en segundo lugar, tiene 20, por ejemplo, 20 millones de euros en reservas,
en tesorería. En total su activo es igual a 100. ¿Y cómo financia ese activo total igual a 100? Pues
a través de su pasivo, que supondremos, aunque no sea regulatoriamente correcto, pero para simplificar,
supondremos que está compuesto exclusivamente por depósitos. Los depósitos de este banco son su
fuente de financiación, es decir, los depositantes del banco son quienes financian al banco y le financian
la posibilidad de invertir en préstamos o en reservas. Ahora bien, ¿exactamente qué son las
reservas? ¿Qué es la tesorería que un banco privado se anota como reservas? Pues la tesorería,
las reservas de un banco privado, son fundamentalmente los pasivos, que a su vez pueden tener forma de
depósitos, del Banco Central Europeo. Es decir, que cuando un banco privado tiene reservas,
lo que en realidad tiene son pasivos, deuda, depósitos, del Banco Central Europeo. El banco
privado está financiando al Banco Central Europeo, que con esa capacidad de financiación que recibe,
lo que hace, lo que suele hacer, es invertir en deuda pública, en deuda de los distintos gobiernos.
Pues bien, de la misma manera que un banco privado nos puede pagar a nosotros, a los depositantes,
a quienes mantenemos un depósito en el banco, un determinado tipo de interés, el Banco Central
Europeo también paga a los bancos privados que mantienen reservas en depósito en el Banco Central
Europeo, también les paga un tipo de interés. Ese tipo de interés se conoce técnicamente como la
facilidad marginal de depósito. Y hasta hace muy poquitos días se ubicaba en el 4%. En este ejemplo
lo que estamos analizando, el banco privado Alfa tiene un depósito en el Banco Central Europeo de
20 millones de euros, son sus reservas, y el Banco Central Europeo le pagaría un 4% al año sobre esos
20 millones de euros. Es decir, le pagaría unos intereses de 800.000 euros, que constituirían ingresos
financieros del Banco Privado Alfa. Ahora bien, aquí la cuestión es, ¿el Banco Privado Alfa tiene la
necesidad de compartir esos ingresos financieros que está recibiendo del Banco Central Europeo con
aquellos que están financiando al Banco Privado Alfa? Es decir, con sus depositantes. Imaginemos que el
Banco Privado Alfa es un monopolio. En ese caso, como los depositantes, los ciudadanos que tienen su
cuenta corriente en Alfa, no pueden irse a ningún otro banco, pues el Banco Privado Alfa no tendrá
ninguna necesidad de compartir esos 800.000 euros con sus depositantes, con sus clientes. Se los quedará
íntegros para él, porque los depositantes no tendrán la posibilidad de retirarle la financiación. A su vez,
si el Banco Privado Alfa no es un monopolio, pero sí un oligopolio, es decir, si dentro del sistema
bancario existe muy poquita competencia y, de hecho, los bancos llegan a coordinarse cartelizadoramente
para no competir entre ellos por captar depósitos, pues entonces los bancos dentro de ese sistema
bancario tampoco tendrán ninguna necesidad de compartir, de entregar parte de los intereses
que les está pagando sobre sus reservas el Banco Central Europeo, a los depositantes, a los
ciudadanos, a los ahorradores particulares. Y esta última es, como ya hemos explicado en otras ocasiones,
la situación del sistema bancario español. Los bancos españoles no compiten entre sí por captar
depósitos y no compiten entre sí porque hay escasa competencia interna dentro del sistema bancario
español y, por eso, los tipos de interés que ofrecen los bancos a sus depositantes son muy
bajos. No porque no estén cobrando o no hayan estado cobrando hasta el momento el 4% del Banco
Central Europeo, sino porque no han sentido ninguna necesidad de compartir parte de esos ingresos
financieros con sus financiadores, con sus acreedores, con los depositantes, con los ahorradores particulares
que mantienen una cuenta corriente en el banco. Pero, como probablemente hayáis percibido en los
últimos meses, que la mayoría de bancos españoles no pagaran tipos de interés demasiado relevantes
sobre sus depósitos, no significa que no haya habido bancos, incluso dentro de España, pero sobre todo
fuera de España, y también los llamados neobancos que han estado ofreciendo tipos de interés sobre sus
depósitos muy cercanos al 4% que abonaba el Banco Central Europeo sobre las reservas. Por ejemplo,
si acudimos al comparador de depósitos de Rising, la entidad que apadrina este vídeo, podremos encontrar
aún hoy bancos que ofrecen, por sus depósitos a la vista, por sus cuentas flexibles, es decir, por el
dinero depositado a la vista e inmediatamente disponible en un banco, tipos de interés del 3,35%,
en el caso del banco belga de CKV, del 3,32%, en el caso del banco francés distingo, del 3,31%,
en el caso del banco sueco Nordax Bank, o si nos fijamos en depósitos a plazo de un año,
también hallaremos tipos de interés del 3,6%, en el caso de los bancos lituanos SM Bank o Peirai,
o también del banco con sede en Portugal, Haitón, o del banco italiano Banca Proyecto. Todos estos
depósitos, que están cubiertos cada uno de ellos por el respectivo Fondo de Garantía de Depósitos
Nacional, de Francia, de Suecia, de Lituania, de Bélgica, etc., todavía están disponibles hoy y pueden
ser contratados aún hoy directamente a través de cada uno de esos bancos o de manera más centralizada
y simplificada a través de Rising. De hecho, si queréis obtener más información sobre Rising,
sobre el servicio de contratación de estos depósitos que ofrece, podéis hacerlo pinchando
en el enlace que aparece en la caja de descripción de este vídeo y en el comentario destacado.
Pues bien, el punto es por qué estos bancos y también otros bancos y neobancos han estado pagando
hasta el momento tipos de interés altos y cercanos al 4% que ofrecía el Banco Central Europeo sobre las
reservas de los bancos privados. Pues porque esos bancos y neobancos sí han intentado competir con
los bancos establecidos para captar depósitos, para captar clientela, y como reclamo, como incentivo a
esa captación, han decidido compartir con sus clientes los tipos de interés que a ellos les
abonaba el Banco Central Europeo sobre sus reservas. Regresando a nuestro ejemplo anterior, imaginemos que
aparece un banco privado beta que quiere captar depósitos, que quiere ampliar su clientela, y lo
que hace es ofrecer depósitos que pagan un tipo de interés del 3,6% o del 3,7%. Y supongamos que parte
de la antigua clientela de los antiguos depositantes del Banco Alpha deciden trasladar su cuenta corriente
al Banco Beta. Por ejemplo, 20 millones de depósitos de Alpha pasan a Beta. En ese caso, lo que sucederá es
que el Banco Alpha verá reducido sus depósitos de 100 millones a 80 millones y, a la vez, el Banco Beta
los verá incrementar. Ese es el cambio que se dará en el pasivo de ambos bancos. Pero, a su vez, habrá un
cambio en el activo de ambas entidades. El Banco Alpha le tendrá que transferir los 20 millones de
reservas que posee al Banco Beta. Y, a partir de ese momento, las reservas que previamente tenía Alpha,
los 20 millones de reservas, integrarán el activo de Beta. Y recordemos que el Banco Beta, por esas
reservas mantenidas en el Banco Central Europeo, estaba cobrando unos tipos de interés del 4%,
800.000 euros. Y para captar esos depósitos y esas reservas, recordemos que se ha comprometido a pagar
un tipo de interés de, por ejemplo, el 3,6% sobre sus depositantes. Por tanto, cobrará 800.000 euros en
intereses del Banco Central Europeo y pagará, entregará, 720.000 euros en intereses a sus
depositantes. Sus ganancias serán bastante pequeñas, apenas 80.000 euros. Pero es que si no hubiese
captado esos depósitos, no habría ganado nada. Por tanto, prefiere ganar algo, aunque sea poco,
a no ganar nada. Y para lograr eso, la estrategia que escogió fue ofrecer depósitos altamente
remunerados a sus clientes para atraer clientela adormecida, anestesiada, estancada en otros bancos
tradicionales que, precisamente porque la clientela era poco exigente, se podían permitir no remunerar
de manera adecuada, cercana a los tipos de interés que pagaba el Banco Central Europeo, a sus clientes.
Pues bien, todo esto seguirá funcionando así a partir de ahora, con una diferencia, y es que el
Banco Central Europeo ha bajado los tipos de interés que paga sobre sus depósitos del 4% al 3,75%.
Y eso, previsiblemente, va a tener dos efectos. Por un lado, que los bancos beta de nuestro ejemplo,
es decir, los bancos y neobancos que sí compiten por captar depositantes, van a poder pagar un tipo
de interés más bajo del que venían pagando hasta la fecha. Si hasta la fecha ofrecían un 4% porque era
lo mismo que les pagaba el Banco Central Europeo, ahora van a empezar a ofrecer el 3,75%. O si hasta la
fecha ofrecían un 3,6% para tener un cierto margen de beneficio sobre sus reservas, 3,6% sobre 4%,
pues ahora ofrecerán el 3,5% o el 3,4% sobre 3,75%. Por tanto, los depositantes que hayan dado el
salto o vayan a dar el salto para trabajar, para operar, para tener sus ahorros depositados en estos
bancos que sí compiten, que sí están dispuestos a pagar tipos de interés cercanos a los que abona
el Banco Central Europeo, van a cobrar menos de lo que venían cobrando hasta ahora sobre sus
depósitos. Pero es que además va a haber un segundo efecto. Como los tipos de interés que van a poder
ofrecer estos bancos privados que sí compiten, como esos tipos de interés que pueden ofrecer van a
bajar, la clientela adormecida, anestesiada en los bancos tradicionales va a tener menos incentivos
a mudarse, a trasladar su ahorro del banco tradicional que no les está remunerando adecuadamente sus
depósitos, a esos otros bancos que sí remuneran sus depósitos a tipos cercanos a los que paga el
Banco Central Europeo. Y eso va a reducir la presión sobre los bancos tradicionales y les va a permitir
pagar tipos de interés aún menores de los que venían pagando. En definitiva, que uno de los
efectos más claros que va a tener la rebaja de los tipos de interés decretada por el Banco Central
Europeo la semana pasada será la de reducir la remuneración sobre el ahorro mantenido en forma
de depósitos bancarios. Los bancos oligopolísticos podrán pagar tipos de interés aún más bajos de los
que venían pagando y los bancos competitivos tendrán que pagar tipos de interés algo menores a los que
venían abonando. Así pues, aquellos que busquen obtener una cierta rentabilidad sobre su ahorro
mantenido en liquidez, por ejemplo en forma de depósitos, una rentabilidad que permita al menos
cubrir una inflación que parece que está devuelta moderadamente en Europa, no deberían dormirse en los
laureles de sus bancos tradicionales que se aprovechan de la escasa competencia dentro del
sistema bancario español y de la conformidad de muchos de sus clientes para pagarles tipos de
interés muy bajos. Tendrán que hacer los deberes y buscar aquellas alternativas de inversión que les
ofrecen sobre su ahorro a corto plazo y líquido una rentabilidad aceptable. Por ejemplo, títulos de
deuda pública a corto plazo, participaciones en fondos monetarios o, por ejemplo, depósitos en
bancos que sí compiten y que sí quieren captar clientes a costa de los bancos tradicionales que
no compiten. Es verdad que el Banco Central Europeo lo ha puesto más difícil para poder rentabilizar
nuestro ahorro líquido, pero en la mayoría de los casos, el principal obstáculo para rentabilizar
adecuadamente ese ahorro líquido no es ni el Banco Central Europeo ni siquiera los bancos
oligopolísticos. Muchas veces el principal obstáculo es uno mismo por negarse a salir de su zona de confort
buscando alternativas remuneradas mucho más decentes que las que ofrecen los bancos oligopolísticos.
Gracias por ver el video.