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Federico Engels, uno de los fundadores del comunismo moderno junto a Carlos Marx,
era un acaudalado capitalista que explotaba a los trabajadores. Veámoslo.
En el vídeo de ayer reflexionamos sobre la aparente contradicción que existía en el hecho de que
Alberto Garzón, ex líder de Izquierda Unida y autodeclarado comunista, quisiera entrar a
trabajar para un lobby privado. Sin embargo, lo cierto es que estas aparentes contradicciones
no son ajenas a la historia del movimiento comunista. Desde la misma fundación de este
movimiento ha convivido con este tipo de contradicciones. Sin necesidad de rebuscar
demasiado en la historia, uno de los dos fundadores del comunismo moderno, Federico Engels,
compañero intelectual de Carlos Marx, posee una biografía personal repleta de contradicciones y
que en muchos casos no es suficientemente conocida. Así que hagamos un poco de memoria
histórica y rescatemos algunos de los hechos más aparentemente contradictorios de la biografía de
Federico Engels que recojo, por cierto, en mi libro Anti Marx, crítica a la economía política marxista.
Engels nació en el seno de una familia industrial. Su abuelo paterno, Johann Kaspar Engels, creó una
empresa de hilado en Barmen, distrito que hoy se integra en la ciudad alemana de Wuppertal.
Posteriormente, el padre de Engels, también llamado Friedrich Engels, convirtió este negocio
familiar de su padre, del abuelo de Engels, en una sociedad anónima junto con dos socios,
los hermanos Ermen, Anthony y Peter Ermen. Y gracias a la creación de esta sociedad anónima
y a la aportación de capital que realizaron todos estos socios, la familia Engels pudo
expandir geográficamente su negocio fabril desde Barmen a Salford, una población hoy ubicada
dentro del área metropolitana de Manchester, Inglaterra. A partir de 1850, cuando ya contaba
con 30 años y después de haber escrito un lustro antes su famoso libro La situación de la clase
obrera en Inglaterra, libro en el que denunciaba las pésimas condiciones laborales del proletariado
inglés, ya digo, con la edad de 30 años, a partir de 1850, Engels comenzó a trabajar y a cobrar un
salario, obviamente, en la empresa de su padre y de los hermanos Ermen, una empresa textil que
empleaba y desde el punto de vista de Marx y Engels que explotaba a más de 800 trabajadores.
Conviene en este punto recordar que cuando Marx utiliza el término explotación no se está
refiriendo a que los trabajadores tuviesen o no tuviesen unas malas condiciones laborales.
Cuando Marx y Engels hablan estrictamente de explotación, se están refiriendo a que el
trabajador no recupera a través de su salario todo el valor que ha generado durante la jornada
laboral, de manera que el capitalista que le ha comprado su fuerza de trabajo, que lo ha contratado,
le está arrebatando, le está expropiando parte del fruto de su trabajo, parte del valor que ha
generado él, el trabajador, no el capitalista, a través de su trabajo. Por consiguiente,
desde la perspectiva de Engels, la empresa de su padre y de los hermanos Ermen en la que él
trabajaba era una empresa que estaba explotando a más de 800 trabajadores, porque esa empresa tenía
beneficios que procedían, según su perspectiva, de no estar remunerando plenamente a los 800
trabajadores empleados la totalidad del valor que ellos generaban. Y a los pocos años de empezar
a trabajar en la empresa de su padre, Friedrich Engels, el compañero de Marx, no sólo comenzó
a percibir un salario a cambio de su trabajo, sino también empezó a disfrutar de una participación
en esos beneficios que, según el propio Engels y el propio Marx, procedían de la explotación de
esos más de 800 trabajadores. Concretamente, el flujo anual de ingresos promedios de que disfrutó
Engels a partir del año 1854, gracias ya no sólo a su salario, sino a la participación en los
beneficios de la empresa de su padre y de los socios de su padre, el flujo de ingresos anual
de que disfrutó Engels a partir de ese año era equivalente a 150.000 euros actuales. Para que
nos hagamos una idea, en los años 50 y 60, el salario promedio del obrero inglés, no el salario
mínimo, el salario promedio del obrero inglés era equivalente a 5.000 euros actuales. Por tanto,
estamos diciendo que Engels recibía en los años 50 unos ingresos personales 30 veces superiores
a los del obrero inglés promedio. Y lo recibía, lo recalco una vez más, no porque, según sus
propios términos, Engels creara muchísimo valor, sino gracias a la expropiación, a la explotación
del valor que generaban otros. Y ese flujo tan extraordinario de ingresos le permitía a Engels
no sólo actuar como mecenas de Marx, porque gran parte de los ingresos que recibía Marx, y gracias
a los cuales pudo desarrollar su obra intelectual, procedían de las asignaciones periódicas que le
entregaba a Engels, con fruto a la explotación de los trabajadores de la fábrica de su padre,
como digo, ese flujo extraordinario de ingresos equivalente a 150.000 euros actuales le permitía
a Engels no sólo actuar como mecenas de Marx, sino también llevar un modo de vida extremadamente
burgués. A Engels no sólo le encantaba frecuentar los clubes sociales de la alta burguesía de la
época, sino que también tenía gustos y aficiones propias de la alta burguesía. Por ejemplo,
en el año 1857, con la edad de 37 años, le envía una carta a Marx en la que le relata cómo su padre
le ha regalado un caballo. Y en otra carta dirigida a Marx pocos meses después del anterior,
la explica cómo disfrutaba con la caza del zorro.
En el año 1860, cuando Engels contaba con 40 años, su padre murió y, por tanto,
heredó la participación en la empresa. Pero Engels no tenía ningún interés por la actividad
práctica de codirigir la empresa, estaba mucho más volcado en el campo político e intelectual,
de ahí que a los pocos años de haber heredado una participación significativa en la empresa,
concretamente en el año 1869, consiguió venderle su participación a Gottfried Hermen. Gottfried
Hermen era el tercero de los hermanos Hermen que se hizo cargo de toda la participación empresarial
desde mediados de la década de los 50. Así le relataba por carta a Engels a Marx el momento
en el que había cerrado el trato con Hermen para venderle la empresa.
¡Urra! El día ha concluido con un dulce negocio y por fin soy un hombre libre. Resolví todos
los principales puntos de discrepancia con mi querido Gottfried. Cedió en todo.
Así las cosas, en 1869, con apenas 49 años, Engels podemos decir que se jubiló. Engels empezó
a vivir de sus rentas del capital. Gracias al ahorro que había acumulado hasta ese momento y
a la venta de su participación en la empresa, contaba como poco con un patrimonio bursátil
de 10.000 libras. Lo podemos leer de su propia letra en otra carta en el año 69.
Las 10.000 libras que ya he invertido en acciones me proporcionan un rendimiento
promedio del 5,8%. Son acciones mayoritariamente en compañías inglesas de gas, agua y ferrocarriles.
Un patrimonio de 10.000 libras en el año 1869 sería equivalente a día de hoy a un patrimonio
de 1,5 millones de euros, de tal manera que si gracias a la bolsa Engels conseguía rentabilizar
ese patrimonio de 10.000 libras o 1,5 millones de euros al 5,8%, Engels estaba recibiendo cada
año como poco el equivalente a 90.000 euros en forma de rentas del capital, no como salario,
sino en forma principalmente de dividendos bursátiles. Pero en realidad es muy probable
que el patrimonio real de Engels en esas fechas fuera superior y bastante superior,
por dos razones. La primera es porque sabemos que buena parte de ese dinero que lograba,
que ganaba Engels en bolsa cada año, se lo transfería a Marx. Más de la mitad de esas
580 libras anuales que en promedio conseguía Engels con su patrimonio bursátil, equivalentes
a 90.000 euros, más de la mitad iban dirigidos a transferirle una cantidad fija, una asignación
constante, de dinero a Marx, algo más de 50.000 euros anuales. Por tanto, si la mayor parte de
eso se lo quedaba a Marx, es probable que Engels tuviese otras fuentes de ingresos personales más
allá de las bursátiles. Y por otro lado, sabemos que Engels a su muerte en el año 1895 dejó un
patrimonio de 30.000 libras. 30.000 libras en el año 1895 son equivalentes a aproximadamente 5 millones
de euros actuales, una herencia, por cierto, que fue a parar mayoritariamente para las hijas de Marx,
con lo cual, si murió con un patrimonio de 30.000 libras y 26 años antes tenía un patrimonio de
10.000 libras y prácticamente toda la revalorización de ese patrimonio bursátil iba a parar a sufragar
los gastos de Marx y a sufragar los gastos del propio Engels, parece probable que ya en el año
69, aparte de ese patrimonio bursátil, tuviese otros activos que también le proporcionaban flujos
de rentas del capital. Y recordemos una vez más que para Marx y para Engels toda renta del capital,
no solamente los beneficios de las sociedades anónimas, sino también los alquileres o los
intereses de los préstamos, toda renta del capital procede en última instancia del tiempo
de trabajo no remunerado a los obreros, es decir, de la explotación de los obreros.
Por consiguiente, desde el año 1869 al año de su muerte, 1895, Engels vivió exclusivamente a
costa de las rentas del capital que recibía procedentes, desde su punto de vista, de la
explotación estructural de la clase obrera inglesa. Por consiguiente, si uno de los fundadores del
comunismo moderno, ni más ni menos que el mismísimo Federico Engels, vivió durante toda
su vida con estas contradicciones, ¿por qué razón Alberto Garzón, un autodeclarado comunista,
seguidor de las ideas de Marx y Engels, no iba a poder trabajar para un lobby privado?
Ya lo dijo el propio Engels en el Anti-During, la vida en sí misma es una contradicción.