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En una reciente entrevista a la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, acusaba a Bitcoin de ser un activo altamente especulativo
que apenas se estaba utilizando para el blanqueo de capitales, y como consecuencia de ello, como consecuencia de su actividad eminentemente especulativa
y de su uso para el blanqueo de capitales, la presidenta del Banco Central Europeo proponía regular, muy en serio, Bitcoin.
Escuchemos a la presidenta del BCE, a Christine Lagarde, en inglés, durante los próximos 30 segundos, justificando su argumento de por qué Bitcoin tenía que ser regulado.
Es un activo especulativo, es un activo especulativo, por cualquier cuenta.
Cuando veas las desarrollaciones más recientes y ahora la trend más reciente, para los que se supone que puede convertir en una occurencia,
perdón, pero esto es un activo especulativo, y es un activo muy especulativo, que ha conductado un businesses muy divertidosos y interesantes,
y una actividad muy impregnable, muy atractiva.
Creo que hay investigaciones criminales que han tomado lugar, que no sé si seguirán tomando lugar, que lo demostraron muy claramente.
Y hay regulaciones, y esto debe ser aplicado y agredido.
En primer lugar, cuando se dice que Bitcoin es un activo especulativo, no está muy claro a qué se están refiriendo.
Evidentemente, el precio de Bitcoin es un precio que está sujeto a especulación.
¿Por qué? Porque no sabemos cuánta gente va a adoptar Bitcoin como divisa, Bitcoin como reserva de valor, a medio largo plazo.
Si hay especulación sobre cuán extendido va a estar el uso de Bitcoin, evidentemente también va a haber especulación sobre cuál es el valor apropiado hoy de Bitcoin,
teniendo en cuenta cuál va a ser la demanda futura.
Especulación no es más que tratar de anticipar el futuro, y el futuro de Bitcoin, para bien o para mal, no está claro.
Y en consecuencia, su precio, hasta que no se clarifique, hasta que no se siente la base de usuarios, hasta que esos usuarios no incorporen de manera más o menos estable
balances de Bitcoin en sus saldos de tesorería, en sus patrimonios, no va a estar tan poco claro y va a estar sujeto a especulación.
Que este sujeto de especulación, sin embargo, no significa que Bitcoin no pueda mostrar una trayectoria de precios al alza o a la baja,
según cuál vaya siendo el consenso que se va generando en el mercado en torno a esa divisa.
Y, desde luego, durante los últimos años, Bitcoin ha mostrado una tendencia de precios fortísimamente al alza.
Sí, con fluctuaciones, evidentemente, pero esas fluctuaciones son alrededor de una tendencia alcista.
¿Y por qué de una tendencia alcista? Porque la base de usuarios de Bitcoin se ha ido expandiendo y, en la medida en que se expanda,
su precio de mercado tenderá también a crecer. La cantidad de Bitcoin es escasa y, en la medida en que mucha gente quiera tener
Bitcoins, su precio no podrá hacer otra cosa que subir.
Entonces, si el significado de que Bitcoin es un activo claramente especulativo significa, quiere decir, que Bitcoin es un activo cuyo precio
está sometido a un proceso de descubrimiento, a un proceso de especulación, pues sí, Bitcoin es un activo especulativo,
como lo son prácticamente todos los activos. Sin embargo, si cuando se acusa a Bitcoin de ser un activo especulativo,
lo que se quiere decir es que es un activo que no puede estabilizarse en torno a ningún precio de mercado,
que es poco más que un casino abierto a las pujas de los que entran en ese casino, entonces, las palabras de Lagarde son un fallo,
son un desacierto total, porque Bitcoin es un activo digital, un activo real digital, que tiene una propiedad muy importante
y que va siendo crecientemente valiosa en un mundo donde la deuda pública está en plena expansión,
y donde, por tanto, en algún momento va a haber algún tipo de expropiación para pagar esa deuda pública.
Y la propiedad que tiene Bitcoin y que es tan valiosa es que es inconfiscable, es decir, que los gobiernos no pueden apropiarse de Bitcoin,
y aquellas personas que quieran proteger sus patrimonios frente a la potencial rapiña estatal durante los próximos años,
es lógico que empiecen a valorar, incorporar Bitcoin como parte de su reserva de valor a largo plazo, una reserva de valor fluctuante,
con un valor de mercado fluctuante, sin duda, pero también con un valor de mercado inconfiscable.
Y por consiguiente, Bitcoin no es un activo puramente especulativo, no es una patata caliente que va pasando de mano en mano
hasta que alguien se termina quemando, porque alguien, necesariamente, se tiene que terminar quemando, no es un esquema Ponzi,
Bitcoin no es nada de todo esto, y si Lagarde está transmitiendo esa información,
si el mensaje que quiere trasladar Lagarde a la opinión pública es ese, desde luego Lagarde está intentando manipular a la opinión pública
para justificar la regulación estatal de Bitcoin, es decir, para justificar una mayor intromisión del Estado en esta divisa privada y digital
que proporciona una vía de escape a los ciudadanos frente a la rapiña estatal,
si el Estado no puede tolerar que haya una vía de escape a la rapiña estatal, porque lo que quiere hacer durante los próximos años es rapiñar mucho más,
pues evidentemente tiene que generar una narrativa alrededor de la cual se acuse a Bitcoin de cosas muy malas, por ejemplo, que es un activo especulativo
y que todo aquel que entre en ese activo especulativo necesariamente va a terminar perdiendo o puede terminar perdiendo hasta la camisa.
Eso no significa cuidado y como no tal margen que uno tenga que entrar a comprar Bitcoin sin entender que es Bitcoin o sin conocer nada del asunto,
eso sería un tremendo error como en cualquier otro activo, Bitcoin en este sentido no es distinto de otros, pero desde luego pretender que Bitcoin es una ruleta rusa,
es lo que parece que Lagarde quiere transmitir cuando acusa a Bitcoin de ser un activo meramente especulativo, eso sí es engañar,
como es engañar a acusar a Bitcoin de blanqueo de capitales, una acusación que se vierte de manera bastante frecuente contra Bitcoin,
justamente para justificar la regulación estricta de Bitcoin, es decir, para justificar el creciente control que el Estado quiere ejercer,
no tanto sobre la divisa, sino sobre los usuarios de la divisa, es que Bitcoin al final es una herramienta especulativa,
así pero que es utilizada por los criminales para blanquear sus capitales.
De entrada, y solo como no tal margen, si Bitcoin tuviese como poco esa utilidad, que nos puede parecer una utilidad detestable,
que no debería existir, pero en todo caso, si Bitcoin tuviera esa utilidad, si Bitcoin fuera una herramienta maravillosa para blanquear capitales,
lo de que es un activo meramente o puramente especulativo, que acaba de decir Lagarde, ya no sería cierto,
porque si es un activo que tiene una función, una función para algunas personas tan valiosa como blanquear potencialmente decenas de miles de millones de dólares o de euros,
pues entonces tendría una función, tendría una utilidad, tendría un valor en esa función que está desempeñando y no sería una ruleta rusa sin más
que no generara ningún tipo de valor para alguien.
Repito, nos puede parecer que ese valor que podría generar blanqueando capitales es un valor que no debería generarlo,
pero si Lagarde compra la premisa, de que sirve masivamente para blanquear capitales, no puede a su vez comprar la premisa,
de que es un activo que no sirve para nada salvo para especular, o la una o la otra, pero las dos proposiciones a la vez no se pueden sostener.
De todas formas, no es cierto que Bitcoin se utilice a gran escala ni muchísimo menos para blanquear capitales,
que es una de las grandes excusas que están patrocinando los gobiernos para, como decía, regular Bitcoin.
¿Por qué no tiene sentido que Bitcoin se utilice para blanquear capitales?
Porque Bitcoin es una red seudónima, pero es una red pública, es decir, todas las transacciones que se efectúan con Bitcoin
quedan permanentemente registradas, quedan registradas para la eternidad y perfectamente identificadas con un seudónimo para siempre,
con lo cual si un criminal está desarrollando a través de Bitcoin actividades criminales, ese criminal mientras no se descubra
quién es, a través del seudónimo, podrá desarrollarlas en la semiclandestinidad, pero tan pronto como se vincula a ese criminal
con el seudónimo de Bitcoin, eso se puede terminar haciendo a través de distintas investigaciones policiales,
todo el historial criminal de ese delincuente queda registrado y queda disponible para las autoridades,
bueno, para las autoridades y para todo el mundo, porque su dirección y su información sería pública para todos en Bitcoin.
Es decir, de verdad nos creemos que un delincuente va a querer dejar un rastro eterno y perfectamente público de todas sus actividades
que permitirían condenarlo por todos los delitos tan pronto como descubriéramos cuál es la identidad real de ese delincuente vinculado al seudónimo de Bitcoin,
pues no parece que sea lo más probable en absoluto, las herramientas que se emplean para blanquear capitales son muy otras y Bitcoin no entra en ellas ni mucho menos.
En el año 2018 no hay estadísticas más recientes, pero en el año 2018, cuando Bitcoin tenía una capitalización en el mercado de 400.000 millones de dólares,
se estimaba que desde el origen de Bitcoin, en el año 2009 hasta el año 2018, Bitcoin se había utilizado para blanquear 2.500 millones de dólares.
Todo el blanqueo que se había efectuado con Bitcoin en prácticamente 10 años eran 2.500 millones de dólares.
Nos podrá parecer una cifra muy alta, pero es que el blanqueo de capitales que se estima que se realiza cada año en la economía mundial es de un billón europeo,
un trillón estadounidense de dólares. Es decir, que en 10 años, en una década, Bitcoin apenas sirvió para blanquear el 2.5% de lo que por otras vías
se blanquea en capitales cada año. Obviamente se blanquea con moneda fía, con la moneda que la señora Lagarde está creando, está emitiendo y está patrocinando
y está reclamando que sea la moneda monopolística. Por consiguiente, no parece que el gran problema del blanqueo de capitales que requiera de una regulación urgente sea Bitcoin ni muchísimo menos.
Por puro sentido común, porque, insisto, poca gente va a estar muy interesada en blanquear capitales por actividades delictivas a través de Bitcoin cuando todo queda perfectamente registrado y a ojos de cualquier persona que acceda a esa dirección
y porque la evidencia que tenemos hasta el momento, si bien no descarta, que se haya utilizado en algunas ocasiones Bitcoin, la red de Bitcoin para blanquear capitales, cifra ese blanqueo de capitales en un porcentaje realmente minúsculo
frente al blanqueo que se produce en moneda fíat por otras vías muy diversas, entre ellas la actividad bancaria que, de nuevo, Cristian Lagarde, como presidente del Banco Central Europeo, pues ampara, protege, subvenciona, refinancia, etc.
Por tanto, aquí sería recomendable pedirle a Lagarde un poco de cautela cuando acusa a la red de Bitcoin de ser un instrumento para el blanqueo de capitales cuando, en realidad, la red financiera en cuya cúspide se coloca ella y otros banqueros centrales son los auténticos vehículos para blanquear capitales.
En todo caso, estas dos críticas contra Bitcoin, la de que es un activo puramente especulativo que no sirve para nada y la de que sí sirve, pero para blanquear capitales, son dos críticas ya muy recurrentes que, cada vez, y por desgracia, van a sonar más,
y digo por desgracia porque no se trata solo de generar mala fama a la red de Bitcoin y, de por tanto, poder alejar a personas que podrían estar interesadas, en principio, en utilizarla.
No, no se trata, al final, tanto de esto, o cuanto de que están sembrando el terreno, para una regulación mucho más agresiva del uso, del usuario, de Bitcoin, para hacerle más complicado acceder a esta forma de proteger su capital frente a la confiscación, frente a la rapiña estatal.
Los distintos estados del planeta necesitan, en estos momentos, apropiarse de muchísimos más recursos de sus ciudadanos y, evidentemente, están intentando cegar todas las vías de escape que puedan existir, y una de esas vías de escape, quizá la principal vía de escape de muchísima gente,
se dan monedas digitales y, muy en especial, Bitcoin, y, por tanto, se trata de ir preparando el terreno para darnos el estocazo tributario, el estocazo inflacionista, el estocazo de default de la deuda pública, cualquiera de estas tres vías,
para reconducir el endeudamiento exagerado que se ha acumulado hasta la fecha durante los últimos años, y para dificultarnos que podamos utilizar Bitcoin para protegernos frente a cualquiera de estos estocazos, y puestos inflación o default.
Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org